17 de marzo

30 de julio del 2003

Apátridas

Rolando Lazarte

Eran argentinos. No lo podías creer. Eran argentinos los que secuestraban, torturaban y hacían desaparecer argentinos. Algunos de ellos, como el General Jorge Rafael Videla, egresaron de la " Escuela de las Américas", mantenida por Estados Unidos.

Ahora la justicia internacional los llama, a 45 de ellos, a declarar. Los crímenes contra la humanidad son imprescriptibles. Ahora entendías por qué Estados Unidos e Israel son los dos únicos países en el mundo que se oponen a la creación de un Tribunal Penal Internacional.

 

Todavía cantamos, todavía pedimos,
Todavía soñamos, todavía esperamos
Que nos digan adónde han escondido las flores
Que aromaron las calles persiguiendo un destino,
Dónde, dónde se han ido.

 

Más de 30.000 personas desaparecieron en Argentina bajo la "guerra sucia" de los militares contra la población civil, una "guerra de baja intensidad", en el lenguaje de la OMS. No se cuentan ahí los muertos por la guerrilla. El objetivo de tal tipo de guerra, es sabido, es desmoralizar a la población, someterla por el miedo.

Se sabe que los apátridas cuyo comportamiento hoy se juzga, hicieron pingues negocios con las propiedades de los desaparecidos, llegando a montar inmobiliarias en Buenos Aires para comercializar los bienes "cedidos" por los torturados.

También se sabe que la Argentina importaba hasta fideos y tomates, en tiempos de los gloriosos generales que construyeron campos de concentración y centros de tortura en varias partes del país.

La deuda externa creció, el país se desindustrializó, la pobreza aumentó. Y años después, la mano del imperio imponía la moneda extranjera, el dólar, en lugar de la nacional. La memoria no se borró, sin embargo.

Y hoy, día de Santiago Apóstol, los criminales traidores a la patria son llamados a prestar cuentas de sus actos. Quién los mandó. Quién les pagó. Nombre y apellido. Castigo a los culpables. Esto ya lo tienen, de manos de la población civil que los escupe en la calle y los obliga a emigrar como ratones de dondequiera que se instalen a disfrutar su cochina ganancia.

Son parias en la tierra que vendieron al capital sin Dios ni Patria.

28 Julio 2003

 

Tomado de Rebelión


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