25 de octubre del 2003
James Cockcroft
Rebelión
El siguiente artículo por James D. Cockcroft es de
International Viewpoint (IV), No. 347 (febrero 2003), Pág. 15 - 22, donde
aparece junto a 15 fotos del autor. También aparecería en dos entregas de
Against the Current (en los Estados Unidos), la primera parte en la edición de
Marzo/Abril. Esta versión en castellano fue publicada como folleto por
Socialismo Libertario en Buenos Aires en agosto de 2003.
"La fábrica, sin trabajadores, no funciona.
Pero sin patrones ¡sí que funciona, y qué bien! Nosotros, con los compañeros le
vamos a demostrar que el país funciona con las manos de los trabajadores y no
con las manos ladronas de los políticos". - Raúl Godoy, trabajador de la fábrica
Cerámicas Zanón bajo control de los trabajadores y secretario general del
sindicato de trabajadores ceramistas SOECN (1).
El 21 de noviembre de 2002, concluí mi extensa entrevista con tres trabajadoras
de Brukman Confecciones, histórica fábrica textil controlada por sus
trabajadores, en el barrio Once de Buenos Aires.
Dándome cuenta de la amenaza que significaba su ejemplo para el sistema
capitalista, pregunté: "¿Están asustadas?". "No", respondieron sonrientes.
"Estaba asustada al principio", agregó una, refiriéndose a la terrorífica noche
del 18 de diciembre de 2001, cuando ella y 19 más de las 115 personas que
componen las fuerzas trabajadoras, que mayoritariamente son mujeres,
permanecieron toda la noche en la fábrica abandonada por sus dueños con el fin
de preservar sus trabajos. "Pero después consolidamos una organización propia,
por lo que no estaba más atemorizada". Antes de esa noche, los hermanos Brukman
huyeron con los últimos tres meses de salarios y contribuciones de pensión,
desempleo y fondos de salud de los trabajadores, para guardarlos en bancos
extranjeros o invertirlos en bienes raíces. Esta es una práctica común en la
Argentina de opulentos capitalistas durante la presente depresión.
Los trabajadores, cuyo número creció rápidamente a 54 (de los cuales 10 eran
hombres) no confiaban en el sindicato de trabajadores textiles: SOIVA, el cual
daba sostén a los requerimientos de los Brukman por una declaración de
liquidación por bancarrota. A través de asambleas democráticas internas,
organizaron la fábrica bajo el control de los trabajadores -desde la adquisición
de materiales hasta la producción, salarios, y ventas- y la pusieron en
funcionamiento en el período de un mes. Incluso crearon clases para convertir a
los trabajadores desempleados en operarios especializados y contratarlos con los
mismos sueldos que ellos.
200 kilómetros al sudoeste, una experiencia similar se convirtió en una práctica
estándar entre los 300 trabajadores de la fábrica de Cerámicas Zanón bajo
control obrero, situada en el parque industrial de Neuquén, una gran fábrica
moderna que solía producir artículos de porcelana para el mercado nacional e
internacional.
Apoyada por partidos de izquierda y muchas otras organizaciones, trabajadores de
Zanón, Brukman, y otras fábricas tomadas, ahora son punta de lanza del
movimiento nacional anticapitalista, en unión con los trabajadores de tierras
tomadas, urbanas y rurales.
Estos trabajadores sentaron la producción para uso social por sobre los mercados
"normales" y por sobre las metas de producción de sus antiguos dueños. Como una
mujer me ha dicho, "el sistema capitalista es el que nos ha arruinado.
Preferimos vender aquí, en nuestro propio negocio. La gente del barrio y otras
personas vienen a comprar la ropa que hacemos. También queremos producir sábanas
para los hospitales, para la gente, ¿me entiendes?". 150 de las 1.200 fábricas
argentinas en liquidación por bancarrota han sido "recuperadas" por 13.000 de
sus trabajadores y puestas a producir otra vez, tanto como cooperativas, como
con el 100 por ciento de control obrero, establecido en el caso de Zanón y
Brukman.
De acuerdo con el Wall Street Journal, algunos gobiernos provinciales, apretados
financieramente, han decidido estimular la tendencia para reactivar los negocios
cerrados por la crisis económica. En el caso de algunas de las fábricas
ocupadas, el gobierno federal paga una renta y promete no desalojar a los
trabajadores por uno o dos años.
El Journal no menciona que los gobiernos están tratando de cooptar el creciente
movimiento de trabajadores, mientras simultáneamente atacan el ala
anticapitalista dirigida por los trabajadores de Zanón, Brukman y otros lugares
de trabajo. Esto incluye: Pepsico Snacks (US); la panadería industrial
cooperativa Aguante (ex panadería Cinco); la imprenta Chilavert; alimentos
Ghelco; las minas de carbón de Río Turbio; clínica Junín de Córdoba;
supermercado Tigre en Rosario; y el frigorífico Fricader (planta de embalaje de
carne en Río Negro).
Visité la panadería Grissinopoli, ocupada por 16 trabajadores desde principios
de junio de 2002, y entrevisté a una mujer dirigenta, así como también a un
trabajador de Zanón que estaba presente en solidaridad. Un poster típico y
regular: "Jaque al patrón, todo el poder al peón". También visité la fábrica
metalúrgica y de plásticos IMPA, donde 300 trabajadores implementaron el control
obrero, expresando la misma actitud.
El Wall Street Journal nota que la "contracción económica" argentina es
"doblemente severa a la experimentada durante la gran depresión", y que "ni el
gobierno ni la administración de Bush han ofrecido ideas significantes sobre
como reanimar la tercera gran economía de Latinoamérica. Mientras tanto la
Argentina ha sido salvada, por ahora, gracias a la ocurrencia de los cientos de
líderes de base en escuelas, fábricas y asociaciones barriales" (2). Les
pregunté a las mujeres de Brukman: "¿Que pasaría si fueras atacada por las
fuerzas represivas?" Ellas rompieron en carcajadas con risas confidentes. "No te
preocupes", respondió una de ellas, "estamos autoorganizados". Tres días
después, en un raid previo a la madrugada del domingo, cientos de policías
federales, algunos de civil, otros encapuchados, sin una orden judicial, usaron
hachas para romper las puertas e ingresar a la fábrica Brukman. Armados con
pistolas y teléfonos celulares, respaldados por carros de asalto, máquinas de
fuego, móviles, y autos civiles, golpearon a la reducida guardia obrera nocturna
y arrastraron seis a la cárcel, incluyendo a la hija de una de las trabajadoras
de tan solo nueve años.
Desde la calle, Jacobo y Mario Brukman miraban con aprobación, próximo a ellos
los numerosos antiguos y sonrientes empleados. Los hijos de las trabajadoras,
incluyendo a uno de tres años, apurados por establecer un "campamento" frente a
la fábrica. Uno de ellos preguntó a su madre, en un taxi, corriendo hacia la
escena: "¿por qué gritas [hacia los vecinos]?" Ella respondió: "porque es
nuestro trabajo. De lo que ustedes comen, de lo que yo les puedo comprar el
domingo cuando los saco a pasear. Y ahora nos quieren quitar este trabajo". El
niño comenzó a gritar por la ventana del auto: "¡Vecinos, vecinos, vengan a
ayudarnos!" En verdad, la ayuda venía en camino. Cientos de trabajadores,
estudiantes, desocupados y vecinos residentes se levantaron como uno para
defender la fábrica y sacar a la policía, tal como lo habían hecho antes -el 16
de marzo de 2002, cuando le derrotaron a la policía en su primer intento de
expulsión de los trabajadores. Para las 11:30 horas, los trabajadores estaban de
vuelta en la fábrica, limpiando las máquinas y los armarios destruidos. La
policía sabía exactamente dónde buscar, remover y destruir. Los trabajadores no
pudieron encontrar la computadora que contenía los diseños para hacer moldes,
también un disco duro, y documentos guardados bajo seguridad en la secretaría de
la fábrica.
Por la tarde, temprano, la acción de los abogados logró la liberación de todos
los detenidos. La niña de nueve años dijo: "No estaba asustada, sólo enojada".
Una de las oradoras, Celia, contó en la conferencia de prensa: "Pedimos la
expropiación de la compañía, con maquinaria y todo. No con maquinaria
simplemente en comandato. Que se nos garantice un sueldo mínimo porque esta ropa
es cara y la venta puede bajar (antiguamente los trabajadores de Brukman
producían docenas de marcas líderes en el mundo, incluyendo Cristian Dior y
Ralph Lauren). Por eso que pedimos también un subsidio de 150 mil pesos para
producir cosas más accesibles al público..." "¿No significa eso que son Uds.
zurdos [izquierdistas]?", preguntó alguien. "Si zurdos es mantener la fuente de
trabajo, querer un salario digno con un trabajo genuino y mantener esa fuente
para muchos más que vengan detrás de nosotros, la mitad más uno de la Argentina
es zurda". Cuando se preguntó si esa era la forma en que ella hablaba siempre,
Celia respondió que no; previamente a la toma de Brukman su manera usual de
hablar estaba relacionada con cosas como "¿Qué voy a cocinar?" (3). Mujeres como
las de Brukman jugaron un rol central en la lucha por crear "una nueva
Argentina", antes y después del Argentinazo (el levantamiento popular del 19 y
20 de diciembre de 2001, que en poco tiempo bajó sucesivamente a cuatro
presidentes). Desde 1995, las mujeres han estado en primera línea del todavía en
expansión movimiento piquetero - organizaciones que representan los nuevos
trabajadores despedidos y millones de desocupados de las "villas miserias" en
zonas urbanas- conocidas por su marginales calles. Sin los piqueteros, no
hubiera habido ningún Argentinazo.
Mujeres de barrios de clase media y trabajadora de Argentina han sido muy
activas en las "asambleas populares" que continúan implementado medidas de ayuda
material para los desocupados y empresas controladas por sus trabajadores,
incluyendo hospitales y clínicas que están sufriendo recorte de personal o
enfrentando la cesación. Con el 25 por ciento de las fuerzas trabajadoras
desocupadas y más amenazas de despidos, las asambleas populares juegan un rol
importante en la vida cotidiana de todos los barrios, fundando comedores
comunitarios, ofreciendo facilidades diarias, clínicas, centros culturales,
huertas orgánicas y mercados de trueque. Representan una continuación notable de
la solidaridad humana atravesando la línea de clase, que en principio apareció
durante el Argentinazo, cuando encolerizados elementos de las clases medias que
se vieron con las cuentas bancarias congeladas y devaluadas juntaron a la serie
de seis años de marcha de los piqueteros, ahora gritando "piquete y cacerola, la
lucha es una sola".
Las ampliamente respetadas Madres de Plaza de Mayo (y las Abuelas), que
bloquearon a la policía montada durante el Argentinazo, también jugaron un rol
importante. Su valentía es contagiosa. Desde la tortura y desaparición de unos
30.000 hombres, mujeres y niños durante la "guerra sucia" estimulada por Estados
Unidos en la dictadura militar de 1976-1983, han sostenido en primera línea la
cuestión de los derechos humanos en todas las luchas sociales.
Como complemento, mujeres en similares búsquedas, al igual que el surgimiento de
comisiones de las mismas, han brotado en diversos sectores sociales. El tercer
día del Encuentro Nacional de Mujeres número 17, que tuvo lugar en Salta en
Agosto de 2002, encontró mujeres unidas en lucha, de distintas experiencias de
vida, incluyendo a las trabajadoras de Brukman, que declararon:
"Las mujeres somos las que tenemos doble jornada laboral... Somos las que
cobramos menos que los varones aunque hagamos el mismo trabajo. Somos las que
soportamos el acoso sexual, las violaciones, el abuso y la violencia... tenemos
menos acceso a la educación. Somos las que morimos por los abortos clandestinos,
o en los embarazos o en los partos por no contar con la atención básica en
salud, las más afectadas por la desnutrición y por el SIDA. Desde diciembre, sin
embargo, algo ha cambiado en nuestro país y, a pesar de nuestra situación,
demostramos tener la fuerza y el coraje para salir a luchar decisivamente. Con
la misma decisión queremos tomar en nuestras manos la tarea de coordinar a los
distintos sectores en lucha." (4).
Otros diversos desarrollos me han impactado durante mi visita de dos semanas a
la Argentina, incluyendo:
- A continuación del gradual genocidio económico generado por 27 años de
privatizaciones neoliberales, de los "programas de austeridad" esponsoreados por
el FMI, la dolarización y corrupción.
Elaboración: El salario promedio de la Nación ha caído del primero al último
lugar en Latinoamérica. De los 38 millones de argentinos, el 60 por ciento vive
por debajo de la línea de pobreza; 10 millones son desposeídos. Más de la
tercera parte del mantenimiento de los hogares son llevados a cabo por mujeres.
En un país donde el gigantesco negocio agrícola exporta toneladas de productos
alimenticios, uno de cada cinco niños sufre de desnutrición, de los cuales
mueren cien cada mes. Al la feminización de la pobreza debemos agregar la
infantilización de la pobreza. Mientras tanto, durante los primeros once meses
de 2002 Argentina utilizó 4.500 millones de dólares de las insuficientes
reservas extranjeras de la Nación para pagar la deuda externa ilegítima.
Recientemente tuvo que hacer omisión al plazo del préstamo adeudado en 805
millones de dólares al Banco Mundial, alegando que puede reasumir el pago
solamente cuando el FMI restaure la línea de créditos suspendida en 2001.
- Un debilitamiento extremo del sistema político con sus clientelísticas
estructuras sindicales, debido en parte a que el FMI impuso la privatización de
empresas estatales, sumando a esto la corrupción gubernamental, el no pago de
impuestos, y el pago de la deuda externa que dejó al gobierno con poco dinero
para programas sociales.
Elaboración: Es un mercado cayéndose a pedazos en manos de ladrones, esto es, la
burguesía, los políticos y los burócratas sindicales. Aún sin los sectores
burgueses - financiero, industrial, comercial, agrario - se suceden internas
feroces. No existe una "burguesía nacionalista". La mayoría de los capitalistas
argentinos y sus tecnócratas en el gobierno hace tiempo que se lanzaron sobre el
capital extranjero, convirtiendo a la Nación en un "estudiante modelo" del FMI -
hasta el colapso económico del 2001 - 2002. La resultante de la crisis económica
y la fraccionalización del PJ, UCR, Frepaso y otras organizaciones políticas han
contribuido a la aceleración del descontento público con todos los partidos
políticos excepto con algunos de izquierda (5). Mientras tanto, la principal
confederación sindical se dividió otra vez.
Sus líderes regularmente vociferan una retórica pro trabajador e incluso
organizan huelgas de protesta y alianzas para recobrar fuerzas. Sin embargo, al
mismo tiempo, muchos de ellos colaboran con la burguesía y el FMI, en rechazo a
las demandas de los trabajadores y por extensión de privatizaciones y medidas de
austeridad, añadiendo a esto el resentimiento de los trabajadores de base. Los
programas sociales de incentivo para los desocupados del presidente Eduardo
Duhalde consisten en 150 pesos miserables por mes (40 euros o dólares). Estos
llegan a menos de la mitad de los desocupados y después de todo han sido
malversados en el patronato corrupto del PJ involucrado con el reparto de los
mismos.
- Una expansión de los movimientos piqueteros y su unión con las asambleas
barriales y otras luchas laborales (especialmente la de los maestros, mineros,
de la salud, de productos alimenticios, y trabajadores del transporte, y
aquellos trabajadores que llevan adelante fábricas tomadas).
Elaboración: Con el apoyo del ala izquierda de algunos partidos han emergido
alianzas regionales uniendo a los piqueteros con segmentos de las clases medias
y trabajadoras en coordinadoras, como es el caso del Comité Coordinador de Alto
Valle (Neuquén y Río Negro, impulsado por los trabajadores de Zanón). Estas
coordinadoras ayudan a reemplazar las estructuras sindicales burocratizadas,
limitadas por un gran descrédito. La coordinadora del Alto Valle es anti-FMI,
anticapitalista, en oposición a las elecciones burguesas, y por el no pago de la
deuda externa. Parece ir hacia una huelga general o una asamblea de trabajadores
"para imponer una salida favorable para los trabajadores y la gente" (6).
- Un acuerdo general basado en la necesidad de mantener el carácter democrático
y pluralista de los movimientos y alianzas sociales; parece necesario para
construir una lucha poderosamente unificada.
Elaboración: Claro que normalmente emergen dos (o más) aproximaciones distintas
dentro de cualquier sector u organización, pero ninguno parece dispuesto a
romper completamente con el otro. Por ejemplo, el movimiento de fábricas tomadas
tiene un ala reformista sobre la base de la cooperativa que no llama al
inmediato rechazo de la posesión capitalista. Esta ala cooperativa posee fuerza
dentro del MNER (Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas) que es apoyada por
la pastoral social de la iglesia católica, varios miembros del PJ y uno de los
tres principales grupos sindicales, la CTA (Confederación de Trabajadores
Argentinos).
Por otro lado, un creciente número de lugares ocupados se abocan directamente al
control obrero, habiendo propuesto expropiación estatal o municipal para
garantizarlo. Este campo incluye no sólo trabajadores tal como los de Brukman,
Zanón, o como los de las renacionalizadas minas de carbón en Río Turbio, también
muchas de las fábricas autoorganizadas presentes utilizan formas de
cooperativas. El ala de control obrero tiene el apoyo activo de partidos y
organizaciones de izquierda, incluyendo el EDI (Economistas de la izquierda
activa en ayuda a los planes de producción obrera para el consumo social), las
Madres de Plaza de Mayo, y un reciente y sustancial grupo en ruptura con la CTA
llamado Corriente Sindicalista (CS).
El ala cooperativa, definida de una manera general, todavía tiene una influencia
inmensa entre los cientos de trabajadores organizados en empresas, pero parece
ser que para el ala de control obrero es una trampa de auto-explotación,
destinada a ahogarse en un mar capitalista. Hasta el momento ambas alas
mantienen un dialogo dinámico.
- Una cierta fragmentación política e ideológica, casi inevitable en la fase
temprana de diversos movimientos populares.
Elaboración: Esto ha inducido a la gente a preguntarse cómo la unidad masiva
detrás del negativo slogan: "¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!"
puede ser transformado en un programa positivo para reemplazar el poder estatal
burgués con una genuina administración de gente trabajadora.
A través de todo el territorio, la gente debate alternativas al capitalismo, así
como también qué tácticas usar, innovar o descartar. Por ejemplo, concurrí, en
Buenos Aires, a una asamblea subregional de delegados de las distintas asambleas
y organizaciones, planeando acciones directas por el primer aniversario del
Argentinazo. Se efectuó un intenso debate de en torno a una resolución que
declarara públicamente que no habría violencia de los participantes. La
abrumadora mayoría de delegados optaron en contra de la propuesta sobre la base
de que no sólo era una concesión a las mentirosas "olas de violencia" de los
medios de comunicación, sino también un insulto a todos aquellos que murieron en
manos de la violencia digitada por el Estado en las luchas de los últimos
cuarenta años.
- El carácter multi-generacional de los movimientos sociales de base y el
importante rol de los jóvenes, incluso niños, en su mantenimiento, defensa, y
expansión.
Elaboración: Inicialmente, la única presencia consistente de la juventud en los
movimientos de resistencia popular fue a través de los desocupados. En meses
recientes, estudiantes y jóvenes maestros de todos los niveles escolares se
volvieron más activos.
En diversos barrios, los jóvenes están participando en campañas de
alfabetización, huertas colectivas (principalmente orgánicas) y comedores.
Durante mi visita en noviembre, un grupo de estudiantes de sociología estaban
ocupando el rectorado de la Universidad de Buenos Aires. Sus demandas eran:
autonomía del programa de la carrera de sociología, aumento del presupuesto, más
aulas, terminar con la persecución política, y becas para los necesitados.
Los encuentros políticos y culturales normalmente involucran a tres generaciones
de argentinos, donde unos están escuchando y aprendiendo de los otros,
reflejando una solidaridad genuina.
El 8 de noviembre, 300 chicos de la provincia de Misiones, limítrofe con
Paraguay y Brasil, organizados por la afiliación al "Movimiento de los Chicos
del Pueblo" de la CTA, arribaron a Buenos Aires después de una larguísima
"Marcha por la vida y contra el hambre". Habiendo sido acompañados por miembros
de H.I.J.O.S (hijos de desaparecidos) y otros grupos.
- El crecimiento de un sentimiento anticapitalista detrás del slogan unificador
del "¡Que se vayan todos y que no quede ni uno solo!"
Elaboración: El emergente slogan significa no sólo un rechazo a los políticos
sino también a la corrupta labor burocrática y capitalista.
La mayoría de los Argentinos se piensa a sí misma como "peronista" (un hábito de
nacimiento por los 60 años de historia política glorificando a Juan y Evita
Perón), pero aún pueden ver fácilmente la cleptocracia del sistema de
clientelismo corporativista del PJ/UCR/Frepaso. Ellos descreen de las
interminables falsas promesas de "trabajo" y "mejoras en la economía". Como un
argentino sarcásticamente me dijo: "Guardá tu billetera en caso de que conozcas
a un político o a un sindicalista burocrático".
- El número de núcleos fuertes de activistas comprometidos, como siempre una
minoría, parece conservarse estable, o aún creciendo, mientras que las demandas
son cada vez más inclusivas y revolucionarias.
Elaboración: Un día después del asesinato de dos piqueteros, el 26 de Junio de
2002, había un diluvio de demostraciones en las calles. En agosto, una
movilización de las fuerzas trabajadoras y populares convocó 80.000 sólo en
Buenos Aires.
Ese mismo mes, en el cuarto día del poco publicitado Foro Social de Argentina,
10.000 personas levantaron un llamamiento por la derrota del imperialismo
norteamericano en su intento de anexar o recolonizar Latinoamérica a través de
la propuesta de la FTAA (Libre Tratado de las Américas) y el control militar de
Estados Unidos. Estados Unidos ha estado construyendo diversas bases militares a
lo largo de toda Latinoamérica. Se ha derramado una gran suma de dinero,
armamentos, y personal en el Plan Colombia, el Plan Puebla - Panamá, el Plan
Dignidad en Bolivia, la Operación Cabañas del 2001 en Argentina, la iniciativa
Andino Regional, y operaciones similares que constituye la armada militar de la
FTAA. A principios de Septiembre, en la fábrica Brukman controlada por los
trabajadores, el Segundo Encuentro de Fábricas Ocupadas y Compañías en Lucha
convocó 2.000 delegados de lugares de trabajo, asambleas barriales,
organizaciones piqueteras, estudiantes, maestros, y grupos de profesionales.
Ellos sentaron las bases de un Fondo de Huelga Nacional, para ayudar a todos los
trabajadores en lucha. Bajo la consigna "Si tocan a una, tocan a todas", se
aprobaron resoluciones de unidad con las asambleas barriales y los movimientos
piqueteros de todo el país.
Como el Primer Encuentro Nacional que se realizó en Brukman, en abril, con menos
de la mitad de delegados, llamaron a romper los acuerdos de las uniones
sindicales con el gobierno y remplazar la dirección de las uniones con gente que
lucharía por programas de trabajo y por la indexación de sueldos y planes de
jubilación en línea con el costo de las necesidades mínimas de todos los días.
Reclaman igual sueldo por igual trabajo, despenalización del aborto, el
cumplimiento de los derechos sexuales y de reproducción, y la provisión gratuita
de anticonceptivos en hospitales y clínicas. También defienden los derechos de
la gente discapacitada, así como los derechos de los trabajadores inmigrantes.
La militancia anticapitalista de la REDI (Red por los Derechos de las Personas
con Discapacidad) ha sido activa en muchas reuniones públicas. Por décadas los
empresarios argentinos han contratado y despedido cientos de miles de paraguayos
y bolivianos sin ningún respeto por los derechos humanos. Finalmente, el 20 de
Diciembre, en el primer aniversario del Argentinazo, más de 100.000 personas
confluyeron en Plaza de Mayo de Buenos Aires para honorar a los compañeros
caídos y llamando a la remoción del presidente Duhalde. Muchos habían caminado
numerosos kilómetros como parte de la Marcha Nacional Piquetera que convergieron
junto a grupos como el Movimiento Barrios de Pie, el Bloque Piquetero Nacional,
el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados, el Polo Obrero (brazo
piquetero del Partido Obrero, trotskista), y la Coordinadora Aníbal Verón
(trabajadores desocupados). Otras organizaciones esparcieron sus acciones
alrededor de diversos barrios de Buenos Aires y de ciudades y pueblos nacionales
con el fin de obstaculizar la represión policial. Consecuentemente, un sinnúmero
de personas marcharon y protestaron en toda la Nación.
- La eliminación de la cultura del miedo, creada durante los años de la
dictadura militar, propia de la guerra sucia (1976 - 1983) y persistiendo hasta
el año anterior al Argentinazo.
Elaboración: Es obvio que el Argentinazo, a pesar de la salvaje represión que se
llevó la vida de 33 personas, ha cambiado radicalmente todo.
La gente en las calles, barrios, y lugares de trabajo ha generado movimientos
con una amplia dinámica para la creación de una "nueva Argentina", una vez
liberados de la cultura del miedo, sea de las fuerzas represivas o, en el caso
de las clases medias, de los propios desocupados (a pesar de la tasa creciente
de crimen). Por ejemplo, cuando las autoridades ordenaron que los trenes que
trasladaban a los cartoneros (empobrecidos colectores y recicladores de cartón
autoorganizados, clamando por el derecho al libre paso por la ciudad) no se
detuviera en ningún barrio "elegante", los residentes del lugar bloquearon los
carriles hasta que la orden fue revocada. Actualmente, las élites parecen más
atemorizadas que las masas. Los políticos corren el riesgo de un ataque cuando
aparecen en restaurantes. Conocidos torturadores y políticos poco populares o
sus funcionarios continúan enfrentando escraches (fuertes protestas masivas)
frente a sus casas.
Ruidosos escraches también persiguen bancos, supermercados, y compañías de
servicios después de cada nueva corriente de devaluación o subas en los precios
de servicios, por imposición del FMI.
Algunos policías y soldados son lo suficientemente denodados para manifestar que
intentan negarse a cualquier orden de reprimir protestas populares. Más de 500
policías en Buenos Aires, siguiendo el ejemplo sentado por la unión policial de
Curaçao (Brasil), están tratando de formar un sindicato basado en la premisa de
que la policía no debe obedecer órdenes de reprimir actividades sociales,
políticas, religiosas, o de derechos humanos.
Recientemente, la policía dejó a un lado sus armas antes de obedecer la orden de
remover 200 toneladas de lana de la fábrica Lavalán de Avellaneda, la misma
ocupada por sus trabajadores con los cuales ellos declararon verbalmente su
solidaridad. No obstante, estos múltiples movimientos han enfrentado intensos
ataques y represiones por parte del Estado, a la vez que la burguesía argentina
brega por establecer y ganar las elecciones nacionales en abril de 2003,
esperando poder restaurar el abatido edificio de un capitalismo dominado por los
monopolios nacionales aliados con los grandes bancos y corporaciones del
imperialismo norteamericano y europeo.
Este plantea cuestiones de la precariedad de las elecciones y de lo que hará el
imperialismo y las fuerzas militares, especialmente el dominante imperialismo
norteamericano. El voto es obligatorio en Argentina, y la mayoría de los votos
arrojados en la última elección, dos meses antes del Argentinazo, fueron tanto
de izquierda (25%) o en blanco, como notas de insulto, o anulados. Desde ese
momento, nuevas elecciones han sido anunciadas, canceladas, y pospuestas.
Según las encuestas, de los que encabezan la nómina de candidatos presidenciales
"ninguno es de arriba". Tres candidatos compiten por el segundo lugar: dos
peronistas del PJ y la muy católica Elisa Carrió del ARI (Argentina por una
República de Iguales), un partido centrista y "socialista" virtualmente
dividida. Las tres plataformas populistas en curso se oponen a la corrupción,
pero se hallan a favor de la propiedad privada, el mercado, y la "libre
competencia", en otras palabras, "capitalismo", una palabra a merced de los
tiempos que corren. El antiguo trotskista y ex defensor de detenidos políticos
Luis Zamora de la organización anticapitalista y antiimperialista AyL
(Autodeterminación y Libertad), que alguna vez lideró la nómina, ahora ha
declarado que no continuará, utilizando un argumento al estilo zapatista, en el
cual la "toma del poder" no es lo que él o su organización buscan.
Muchos activistas están invocando a un boicot de las elecciones. Varios a favor
de votar algunos de los tantos trotskistas, comunistas, y anarquistas orientados
a la izquierda y grupos o partidos socialistas, e incluso el ARI de Carrió. Si
la primera vuelta de las elecciones está actualmente sostenida, la segunda ronda
entre los dos candidatos que están obteniendo la mayoría de votos, continuará
('ninguno de los de arriba' o votos anulados tal vez ganen ambas rondas).
Las impopulares Fuerzas Armadas permanecen adecuadamente pertrechadas para
intervenir, como lo han hecho tan a menudo en el pasado. Pero la mayoría de los
miembros de la fuerza militar y policial argentina entienden cuán difícil sería
controlar los cientos de miles de protestantes en las calles, entre los cuales
se encuentran algunos de sus parientes, que han caído también en la lista de
pobres y desocupados.
Mientras tanto, la policía y los escuadrones de matones paramilitares
-mercenarios contratados por los jefes y uniones burocráticas- llevan a la
Argentina a un escalón más alto de represión.
También reaparecieron los escuadrones de la muerte semejantes a la notoria
"Triple A". En noviembre, Carlos Menem, que como presidente en los noventa
indultó a los líderes de la guerra sucia, pidió por el estado de sitio y
asignación de tareas de seguridad pública a los militares (7). El presidente
Duhalde criticó a Menem a toda voz por esto -luego elevó la posibilidad de
reformar las leyes de Seguridad Interna que prohíbe a los militares intervenir
en asuntos internos. Las fuerzas militares norteamericanas hoy se muestran más
desafiantes que nunca, no sólo en Argentina sino en toda Latinoamérica. La
visión para el 2020 del Comando Espacial de Estados Unidos, dado a conocer a la
prensa en junio de 2002, incluye una discusión de planes para intervenir en
Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá y Perú, esto es, "Estados que han
fracasado" cuya "viabilidad" sólo depende de la "ayuda" norteamericana. Esta es
una doctrina aplicable prontamente en Argentina, Paraguay, Bolivia y otros
países.
En el 2002, Instructores Boina Verde y una élite de las unidades armadas
norteamericanas, especializándose en liberación de rehenes arribó a Buenos Aires
con el fin de entrenar grupos especiales de la Policía Federal Argentina. Al
noroeste, en Salta, los Boina Verde operan sin ninguna autorización del Congreso
Argentino. En la isla de Tolhuin, Tierra del Fuego, está siendo instalada una
base militar para conducir "estudios nucleares con fines pacíficos". La remota
"triple frontera" entre Argentina, Brasil y Paraguay, donde reside una pequeña
comunidad árabe, está siendo atestada con personal de la CIA y militares
norteamericanos en la hipócrita "guerra contra el terrorismo", un eco de la
"guerra contra las drogas" usado en el Plan Colombia para militarizar la
situación, utilizando a las Fuerzas Armadas, en vez de la policía, para reprimir
los movimientos populares. En verdad, estas son confirmaciones de presión
imperialista sobre los progresivos movimientos en los tres países mencionados,
sumando a Uruguay, Bolivia, y Perú, donde los movimientos de izquierda y/o
candidatos presidenciales han ido ganando fuerza y bloqueando los planes de
privatización que quedaban, impulsados por los departamentos del Tesoro
norteamericano y del FMI. En Washington los congresistas hablan del "eje del
mal" en Latinoamérica: el presidente Castro (Cuba), Chávez (Venezuela), Lula da
Silva (Brasil) y Gutiérrez (Ecuador). A pesar del hecho que los últimos tres
aseguraron al FMI y Washington que mantendrían los compromisos económicos hechos
por los anteriores presidentes (todos neoliberales) (8). Argentina es un ejemplo
perfecto de cómo los programas económicos neoliberales del imperialismo han
desmantelado o debilitado el Estado nacional, reduciendo los espacios para el
tan nombrado "progresismo" o "nacionalismo". El fracaso de la alianza de
centroizquierda de De la Rúa, 1999 - 2001, reflejó lo anteriormente dicho. En
Argentina, como en el resto de Latinoamérica, no se encuentran las estructuras
tradicionales de clase. Las clases trabajadoras se encuentran fracturadas por
los diferentes niveles de sindicalización y salarios (cada vez más bajos), la
creciente desocupación, la flexibilización y precariedad del trabajo. La mayoría
de las clases medias están llegando a la línea de pobreza, si no han caído ya
por debajo de ella.
Los campesinos son normalmente proletarios, la labor de inmigrantes es
extendida, el esclavismo comienza a reintroducirse, el comercio sexual de
mujeres y niños crece incesantemente, y la mayoría de la gente enfrenta la
pobreza, la desocupación, o la escasez de trabajos, trabajando extensos días y
noches en la "economía informal". Esto ayuda a explicar el porqué de las
alianzas entre los desocupados y las clases medias y trabajadoras, que se han
desparramado en la Argentina. Caótica y confusamente, se están abriendo las
puertas a cambios potencialmente revolucionarios, inimaginables en los noventa.
Ellos todavía carecen de detalles, programas de cohesión, aunque una minoría
articulada antiimperialista, activistas anticapitalistas, cuando no discuten
unos contra otros, tratan acercarse a ello. De todas maneras, la mayoría de
empleados y trabajadores sindicalizados no están todavía completamente
involucrados en los movimientos populares, y los limitados programas de
bienestar social del gobierno de Duhalde contienen a algunos de los desocupados.
Uno podría decir que la antigua Argentina se está desmoronando mientras la nueva
recién está empezando a caminar - pero de alguna manera eso demuestra claramente
los fracasos del capitalismo y propone el gran desafío por delante. Los
activistas argentinos están ocupados plantando las semillas de lo que puede
crecer en un original socialismo participativo - o ser destruido bajo el talón
de hierro del fascismo militarista o por la intervención militar y económica de
Estados Unidos. Lo que se encuentra en primer plano no es menos que la pelea por
una segunda revolución por la independencia de la cual tantos argentinos y
latinoamericanos están hablando, "la segunda revolución por la independencia
económica" (la primera revolución ha sido por la independencia política en el
siglo XIX ) (9). La polarización de clase se está intensificando y la
autoorganización se extiende, pero no hay suficientes coaliciones aglutinantes
con una visión compartida capaz de organizar todas las fuerzas populares
recientemente comprometidas en la lucha por una economía y una sociedad
diferente.
Además de un alzamiento militar o una anexión u ocupación directa de los Estados
Unidos, sólo hay dos posibilidades probables en el futuro de Argentina. Por un
lado, el genocidio económico tal vez continúe, manejado por un capitalismo
cleptocrático corrupto y un Estado obligado a un imperialismo de crecientes
prácticas represivas. Por otro lado, más fábricas ocupadas, huelgas nacionales,
protestas y asambleas nacionales pueden tomar lugar, dirigiéndose a un
socialismo democrático participativo basado en la expropiación de empresas
capitalistas para ser manejadas y controladas por sus mismos trabajadores.
En ambos casos, el imperialismo parece estar considerando la posibilidad de
convertir a la Argentina en un protectorado económico, a través de la directa o
indirecta intervención militar. Por eso, la necesidad de solidaridad
internacionalista se manifiesta. Habrá que ver si tal solidaridad se pueda
desarrollar más allá de los distintos tipos de Foros sociales regionales
sostenidos en conjunción con el Foro Social Mundial en Buenos Aires, Montevideo,
Florencia y otras ciudades.
Notas
1."Nuestra Lucha", Nov. 8, 2002, pág. 3. Para más información sobre Zanón y
otras fábricas argentinas bajo control obrero, ver IV Octubre 2002, pág. 28 -
32; "Against the Current", Noviembre/Diciembre 2002, pág. 27 - 29; y Eduardo
Lucita, "Fábricas ocupadas y gestión obrera en Argentina: ocupar, resistir,
producir." "Revista Cuadernos del Sur" [http://www.geocities.com/economistas_de_izquierda/producir1].
2."Self - reliance helps Argentines endure nation's economic pain" de Matt
Moffett, "Wall Street Journal", 20 de Diciembre, 2002.
3.CORREO DE PRENSA DE LA IV INTERNACIONAL "Boletín Electrónico No. 485 - América
Latina y el Caribe", 10 de Diciembre, 2002, [germain@chasque.net], reimpresión
del artículo por María Moreno en el suplemento de Página 12.
4."Nuestra Lucha", 27 de Agosto, 2002, pág. 12.
5.PJ - Partido Justicialista (o Peronistas); UCR - Unión Cívica Radical (o
Radicales); Frepaso -coalición de centroizquierda que puso a Fernando de la Rúa
en función en 1999. Grupos y partidos de izquierda que incluye: PC (Partido
Comunista); MST (Movimiento Socialista de los Trabajadores); IU (Izquierda
Unida, básicamente PC y MST); CCC (Corriente Clasista y Combativa, de orígenes
maoístas, quiénes rompieron con el PC y actualmente buscan aliarse con selectos
sectores capitalistas); PO (Partido Obrero, trotskista); MAS (Movimiento al
Socialismo, trotskista); POR Masas (trotskista); UMS (Unión de Militantes
Socialistas, trotskista); PTS (Partido de los Trabajadores por el Socialismo,
trotskista); LSR (Liga Socialista Revolucionaria); MTD (Movimiento de
Trabajadores Desocupados); Socialismo Libertario (un no-partido de la Corriente
Internacional Utopía Socialista, feminista, anarquista, y neo-trotskista);
varios locales de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) y otras uniones
sindicales, p. ej., de ferrocarriles, del transporte, de astilleros, de
telefónicas, eléctricas, de la construcción, de la educación, y otros
trabajadores.
6."Nuestra Lucha", 8 de Noviembre, 2002, suplemento del Primer Plenario Regional
de la Coordinadora del Alto Valle.
7.Menem, aparentemente, a través de esto trata de mejorar su mala posición en
las encuestas para las elecciones presidenciales, ganando esos elementos de las
clases medias que participaron poco en las asambleas populares, o tal vez a
través de la nostalgia de los días de prosperidad de su administración en los
noventa. De todas maneras, su idea fue claramente rechazada, y no ganó en las
encuestas.
8.Ernesto Herrera, "Entre el 'Argentinazo' y el 'efecto Lula'," "América del
Sur", 26 de Diciembre, 2002; "La Jornada", 1º de Septiembre, 2002; James D.
Cockcroft, "El imperialismo estadounidense en América Latina y los movimientos
de resistencia y su internacionalización," en imprenta para la revista del
Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la Universidad Nacional de
México (UNAM, Ciencias y Humanidades, 2003).
9.James D. Cockcroft, 'Latin America: History, Politics, and US Policy' (Belmont,
CA: Wadsworth/International Thomson Publishing, Segunda edición, 1998), pág. 673
- 674.
* James D. Cockcroft permaneció en Argentina durante dos semanas, a mitad de
noviembre, invitado a dar una conferencia sobre el desafío del imperialismo para
Latinoamérica en el Primer Congreso Internacional de Salud Mental y Derechos
Humanos en la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo. Profesor vía
internet de la Universidad Estatal de Nueva York y fellow del Instituto
Internacional de Investigación y Formación en Amsterdam, Holanda. Es autor de 35
libros, incluyendo 'Mexico's hope: An Encounter with Politics and History' (NY:
Monthly Review Press, 1999) y 'Latin America: History, Politics, and US Policy'
(Belmont, CA: Wadsworth/International Thomson Publishing, Segunda edición,
1998), ambas traducidas al español y publicadas en el 2001 por siglo veintiuno
editores de la Ciudad de México y Buenos Aires.
jcockcro@hotmail.com
(Traducido por Candela Chila, Buenos Aires, marzo del 2003)
Tomado de Rebelión