06 de junio del 2003
PAMI, CUPULA JUDICIAL, CASO AMIA
| El presidente
Néstor Kirchner, en la segunda semana de gobierno, sigue apostando fuerte
para consolidar un poder político que nació débil al no poder realizarse el
balotaje por la huída de la contienda del ex presidente Carlos S. Menem.
Pero su 22% de votos ya pasó a la historia porque Kirchner ha recurrido a lo
que en la ciencia política se denomina 'decisionismo'. El presidente Néstor Kirchner se hizo un espacio para tomar un café con algunos de sus colaboradores en la centenaria confitería Tortoni, ubicada en la Avenida de Mayo, a seis cuadras de la Casa Rosada sede del Gobierno Nacional. Una actitud simpática que sin embargo está fuera de las normas de seguridad del Jefe de Gobierno. En un país en crisis donde las mafias y corporaciones muestran cada vez más su virulencia la seguridad presidencial no debe ser sólo una formalidad. A las medidas que Kirchner tomó respecto a las Fuerzas Armadas y la Policía Federal se sumaron en las últimas horas reuniones con las Madres de Plaza de Mayo, con una franja de los piqueteros proveniente del peronismo y del Partido Comunista Revolucionario, otras reuniones similares con una decena de organizaciones de derechos humanos, la dura respuesta presidencial al presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el ex socio de Carlos Menem, Dr. Julio Nazareno y la orden para que la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) no sólo abra sus archivos sino que relevó a los agentes de inteligencia del secreto (que había impuesto el ex presidente Eduardo Duhalde) para que informen y den a conocer al juez interviniente en la investigación del atentado contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), entreguen documentación y revelen sobre las responsabilidades posibles de ex funcionarios en el ocultamiento o desviación de una investigación judicial que ha durado nueve años sin resultados definitivos. Uno de los pozos de reptiles de la política argentina ha sido el PAMI, el servicio médico para los jubilados, que era un coto de caza del senador Luis Barrionuevo y del menemismo y algunos sectores radicales. El presidente reemplazó mediante un decreto y la amenaza de utilización de la fuerza pública para desalojarla de las oficinas de la institución, a la cúpula del PAMI. Asimismo alineó a los diputados y senadores para que den curso al juicio político a miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, proceso que ya ha comenzado a tomar cuerpo nuevamente. La respuesta del Ministro de la Corte Julio Nazareno es que esperará que todos los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se reúnan, lo cual es un nuevo dislate y provocación del Dr. Nazareno, por cuanto es de conocimiento público que uno de los integrantes de la mayoría automática menemista en el alto tribunal, el Dr. Eduardo Moliné O'Connor se encuentra en París disfrutando de los partidos de tenis de Roland Garros, en otra muestra de irresponsabilidad institucional. Lo que pasa no es como dice la diputada Elisa Carrió que apoya algunas de las medidas del presidente pero cuestiona la multiplicidad de frentes que estaría abriendo Kirchner. Kirchner no es un superhombre ni conocemos su programa económico real, que será decisivo para comprender su política. Lo que ocurre es que cada puerta que abre Kirchner encuentra en la habitación toda clase de basura y desechos. Los grupos mafiosos son políticos, banqueros, privatizadas, sindicalistas burocráticos, civiles y militares golpistas y periodistas, muchos de ellos al servicio de las corporaciones financieras o ideologías de extrema derecha. |
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