07 de julio del 2006
ECONOTICIAS
ARGENPRESS.info
Con los datos de la Corte
Electoral en mano, que confirma las previsiones del
sector más dialoguista del gobierno, el Movimiento al
Socialismo (MAS) comenzó a buscar aliados en la derecha
neoliberal para formular una nueva Constitución Política
del Estado que sea de consenso entre las fuerzas
sociales y empresariales.
El vicepresidente de la
República, Alvaro García Linera, situado a la derecha
del presidente Evo Morales, aseguró que se harán los
contactos con todas las fuerzas políticas, incluidas las
de la ultraderechista y neoliberal Podemos, del ex
presidente Jorge Quiroga, para lograr consensos
programáticos en la Asamblea Constituyente.
“Buscamos acuerdos con todos, sin exclusiones,
pero no en base a prebendas, sino a programas de
gobierno', dijo al mostrar su satisfacción por los
resultados de la votación del domingo que otorga al MAS
un poco más de la mitad de los asambleístas, aunque no
los dos tercios necesarios para definir por sí solos la
nueva Constitución Política boliviana.
García
Linera, un ex guerrillero indigenista que a principios
de la década de los 90 se levantó en armas contra el
capitalismo, pero que ahora predica la conciliación de
clases y propugna un “capitalismo andino amazónico”,
aseguró que el MAS definió deliberadamente en la Ley de
Convocatoria a la Asamblea una fórmula de distribución
de escaños que hacía imposible que nadie logre los dos
tercios, buscando precisamente la conciliación y el
consenso para lograr un pacto social.
'Estamos
dispuestos a hablar con todo el mundo, incluso con
Podemos, partido que fue duramente golpeado en las
recientes elecciones. Todos son constituyentes y
merecieron el apoyo del pueblo y tienen el derecho de
participar, en consenso, en la construcción de esta
directiva ad-hoc', dijo García Linera.
'Vamos
proponer un acuerdo de bancadas de constituyentes, para
que haya una comisión ad-hoc que garantice la
transición. Como mayoría creo que tenemos el derecho a
optar por la presidencia de la Constituyente',
agregó.
En la ley de convocatoria a la
Constituyente y al Referéndum Autonómico, el MAS y las
agrupaciones derechistas que representan los intereses
de la oligarquía petrolatifundista de Bolivia,
establecieron cuatro candados para que la Asamblea sea
producto del consenso de estas dos fuerzas.
Así,
1) se estableció un mecanismo de distribución de
congresistas que impedía matemáticamente que nadie
obtenga dos tercios de votos, 2) definió que todos las
decisiones debían ser asumidas obligatoriamente por dos
tercios de los congresistas, 3) amarró el carácter y
alcance de las autonomías a las decisiones de la
Constituyente y 4) impidió que las organizaciones
sociales, populares y pueblos indígenas puedan tener
representación directa y colectiva en la Asamblea (ver
“Constituyente: Evo pactará con la
oligarquía”).
Tras las elecciones, el acuerdo
avanza, pese al estridente conflicto desatado entre la
oligarquía y el gobierno para controlar a la Central
Obrera Departamental de Santa Cruz, que originó
trifulcas, la irrupción de grupos fascistas y la
destitución del jefe policial de la región. El propio
presidente Morales anunció, en este marco, que
independientemente del resultado del referéndum sobre
las autonomías (donde ganó el NO a nivel nacional), esta
temática sería incorporada en la Asamblea Constituyente.
Esta posición fue refrendada por García
Linera.
Con ello, se prevé que para hacerse
viable la Constituyente, que se instala el 6 de agosto
en Sucre, no tendrá más opción de moderar tanto las
tímidas reformas de los partidarios de Morales como las
de las oligarquías que defienden los intereses de
latifundistas y transnacionales petroleras y
mineras.
Tomado de argenpress.info