Febrero 13 de 2003
Descontrol - Decenas de comercios y cajeros automáticos fueron asaltados durante la noche. La Policía no resguardó la ciudad. En la cárcel hubo amotinamiento y dos incendios.
La Razón
La ciudad no pudo conciliar el sueño, sino desde la medianoche. A esa hora, los grupos de jóvenes que asolaron el centro paceño y barrios comerciales dieron tregua a su sed violenta, que no fue detenida y alentada, por el contrario, por la crisis extrema que desembocó el cruento enfrentamiento en la plaza Murillo.
Con la oscuridad, los objetivos de la turba pasaron a ser las empresas privadas o centros comerciales. Así, la tienda de Juguetes Ismar, a una cuadra de la Alcaldía, en la calle Yanacocha, fue blanco del ataque. Eran las 18.30, cuando hombres cargando sillas, y juguetes eran silbados por peatones, mientras corrían con los botines recién robados de los comercios.
Ese fue sólo el comienzo. El Ministerio de Desarrollo Sostenible, ubicado en la avenida Mariscal Santa Cruz fue incendiado y dos vehículos estacionados en la calle Oruro fueron reducidos a chatarra por el fuego.
Mientras las llamas y el caos se apoderaban del centro paceño, los choferes de transporte público se vieron frustrados en su intento de ganar algunos pesos. Atemorizados por los grupos, volvieron a casa.
Un coro de voces dio la orden de partir a la "casa rosada", sede del MNR. A las 19.00, centenares de jóvenes emprendieron contra la sede emenerrista, ubicada en la calle Nicolás Acosta, San Pedro. Los gritos de la turba que pasaban por la cárcel, hizo cundir el conflicto en ese penal.
Casi doscientos presos se reunieron en el patio y exigieron a los guardias que los dejaran salir en libertad. Algunos intentaron sobrepasar a las autoridades y fueron reprimidos con sprays y gases. Los convictos ocasionaron dos incendios en el recinto, pero fueron controlados por dos carros de Bomberos.
Eran las 22.00 cuando el vocero gubernamental, Mauricio Antezana, decía a la prensa que la calma regresaba a la ciudad. "Estamos viviendo un momento en el que empiezan a controlarse estos hechos. Los hechos vandálicos están pasando", aseguraba.
Y en las calles la realidad era distinta. Los cajeros automáticos de la calle Comercio, de la Mariscal Santa Cruz, de la Sagárnaga y de la Pando fueron destruidos y luego saqueados.
Tres sucursales de la tienda nacional de calzados Manaco fueron robadas. Locales de comida como Marbella's, Burger King y el Café Ciudad también fueron atacados.
Más tarde, unas cuadras más arriba, hacia el oeste de La Paz, en la calle Eloy Salmón, los vecinos y comerciantes tuvieron que enfrentarse a los delincuentes. En la Antonio Gallardo éstos fueron ahuyentados por petardos lanzados por los primeros y los grupos se replegaron hacia la Sebastián Segurola, al sector donde venden bicicletas.
A las 23.00, en la ruta que une el Cementerio General con El Alto, decenas de hombres y jóvenes hacían el viaje de ida cargados de cajas y otro tanto bajaba con fierros y palos, en busca de botines. Los saqueos, a partir de las 23.10, se diversificaron en toda la ciudad. En la Sagárnaga, las tiendas de artesanías eran robadas, en la Uyustus, grupos de a cien vándalos rondaban las tiendas. Una sucursal del BancoSol era atacada en la calle América.
Faltando pocos minutos para la medianoche, aparecieron grupos de militares que con su presencia disuadieron a los desalmados. Así terminaba la jornada más violenta en era democrática.
Penal San Pedro - Los reos iniciaron el fuego a las 19.30.
Sede del MNR -300 jóvenes saquearon. 19.20
Ministerio de Trabajo -Fue el primer incendio. A las 17.30
Vicepresidencia -Destrozaron los dos pisos, a las 18.00
Min. de Desarrollo Sostenible -Saquearon desde las 19.00
Cervecería -Quemaron la Planta Baja, incautando gasolina a los autos que pasaban. A las 20.00
Sede del MIR -En la tarde.
Sede de ADN -En la tarde.
Ismar -Luego de saquear la tienda, la incendiaron. 18.45
Tribunal militar -En la tarde.
Alcaldía alteña -A las 19.00.
Exigiendo a los guardias que les abran las puertas hacia la libertad, cientos de presos de la cárcel de San Pedro se amotinaron ayer las 19.00 en el patio de entrada de ese recinto.
Tras varios minutos, y como sus planteamientos no eran escuchados, los reclusos iniciaron un incendio que se propagó hasta el techo del segundo piso.
La Unidad de Bomberos utilizó dos cisternas de agua para apagar el fuego que amenazaba con expandirse. Una hora y media después, el fuego fue controlado, pero otro sector del penal se consumía, gracias a los reos.
Según los guardias, los presos fueron instigados por una turba de cientos de jóvenes que pasaron por la calle del penal minutos antes de incendiar la casa rosada, ubicada a dos cuadras del lugar.
Esto, más el rumor que durante todo el día de ayer corrió sobre la posible liberación de presos, por parte de la Policía, hizo crecer los ánimos entre la población penitenciaria.
A las 20.45 se escuchaban disparos de salvas dentro del recinto penitenciario. Hicieron falta una cincuentena de efectivos policiales para calmar a los presos que se escabulleron hasta el techo, en busca de una salida.
Los familiares de los ocupantes del penal esperaban atentos en la calle, ante la expectativa de una liberación. Pero eso no sucedió. Bomberos logró extinguir el fuego y poco a poco, a las 22.00, la calma retornó al penal.
Tomado de La Razón
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