17 de marzo

Jueves, Febrero 13 de 2003

Hospitales

El Hospital de Clínicas pidió ayuda a los voluntarios para que colaboren con la donación de sangre para los pacientes con heridas graves.

La reserva del Banco de Sangre fue insuficiente

LA RAZON

La rutina se hizo trizas ayer en complejo hospitalario de la zona de Miraflores de La Paz, adonde fue trasladada la mayoría de los muertos y heridos que dejó como saldo la jornada de violencia en la sede de gobierno.

El servicio de emergencias del Hospital de Clínicas se vio abarrotado de gente. Todo el ajetreo empezó cerca del mediodía. Las ambulancias empezaron a llegar una detrás de otra. Un silbato daba la señal de alerta para abrir paso a los vehículos que llegaban a toda prisa al hospital.

A medida que se conocían las noticias sobre disparos en la plaza Murillo, ya se iban tomando previsiones. De pronto se escuchó una voz que hizo un llamado a voluntarios para donar sangre, no importaba el tipo ni el grupo sanguíneo: el objetivo era tener plasma para salvar alguna vida.

El Banco de Sangre del nosocomio fue virtualmente vaciado porque se habían utilizado los 20 litros disponibles.

Y la gente respondió a la convocatoria, incluso un grupo de conscriptos llegó hasta el lugar al trote. La Prefectura del departamento, a través del Sedes y el gobierno municipal de La Paz, cooperaron con medicamentos.

El personal médico se organizó de tal manera que actuaba de inmediato para evaluar la gravedad de las heridas y atenderlas.

Más de 200 profesionales entre médicos y enfermeras fueron movilizados de inmediato hacia Emergencias del Hospital de Clínicas. Al menos siete casos fueron derivados con urgencia al quirófano, dos de ellos muy graves porque tenían serias lesiones a la altura del cuello por disparos de arma de fuego.

Los médicos no sólo pedían sangre. También hacía falta antibióticos para combatir infecciones de las heridas abiertas.

El cuadro era desgarrador. A medida que pasaban los minutos llegaban más heridos, pero también mucha gente se apersonó hasta el Hospital de Clínicas para ver si alguno de sus parientes estaba entre las víctimas.

La situación era difícil y escenas dramáticas se podía observar cuando los familiares reconocían a sus seres queridos entre los muertos.

La morgue del indicado centro médico era el escenario de esos tristes cuadros.

El primer cuerpo sin vida que ingresó a ese gélido ambiente fue el del policía Macario Justiniano Colque, quien recibió un impacto en su espalda con salida a la altura del pecho.

Paulatinamente ingresaron los otros cuerpos, que fueron colocados en fila para que sus parientes los reconocieran.

"Ha venido la familia del teniente (Omar) Nemer que ha fallecido, ha sido muy dramático, muy doloroso, un oficial de 22 años, realmente nos ha dolido a todos que sucedan estas muertes", afirmó consternado el director del Hospital de Clínicas, Eduardo Chávez.

Al caer la noche los médicos forenses y efectivos de la Policía Técnica Judicial procedieron a la realización de las autopsias de ley para establecer las verdaderas causas de los fallecimientos.

DOLOR Y LáGRIMAS

Familiares - Decenas de personas se concentraron en instalaciones del Hospital de Clínicas en busca de sus seres queridos. Varias señoras de pollera buscaban desesperadamente a sus esposos que formaron parte del motín policial.

Sangre - Varias estaciones radiales y televisivas pedían insistentemente la donación de sangre para salvar vidas.

Testimonios

"Yo he venido a donar sangre"
Juan Alfaro, subcomandante departamental de la Policía.

"En mi condición de subcomandante departamental vengo a constatar y más que todo a donar sangre, sin embargo me tropiezo con dos bajas (15.00) que lamentablemente han sido producidas por los problemas en la plaza Murillo. Lamentablemente la situación se complica; a medida que pasan los minutos nosotros vamos confrontando mayor número de heridos y muertos. Quisiera pedir a la población que tenga mucho cuidado en vista de que los heridos no solamente pertenecen a la institución del orden, sino a la ciudadanía común que está transitando. Llamo a la cordialidad, a son de paz por ambas partes porque no queremos tener este tipo de resultados funestos para el país y sobre todo para nuestras instituciones".

"Todos tienen heridas de armas"
Eduardo Chávez, director del Hospital de Clínicas La Paz.

"Todos tienen heridas de arma de fuego, hay muchas fracturas, fracturas expuestas, entonces lo primero que hay que prevenir es la infección. Ojalá que no haya más heridos. Más han sido hombres, solamente he visto a una mujer, por la avalancha de pacientes que han llegado no hemos podido determinar exactamente el sexo. Algunos no han llegado con la identificación correspondiente. Tenemos incluso pacientes que no están identificados. A un principio eran solamente policías que llegaban hasta este lugar, de los muertos deben ser siete u ocho policías. Todo el hospital ha trabajado, somos 200 médicos, todos distribuidos en distintos servicios, en quirófano, en laboratorio, banco de sangre, farmacia, absolutamente todos".

¿Municiones en ambulancia?

"Hay algunas ambulancias que están llenas de municiones. Hemos abierto una, habían señores que no estaban dejando entrar porque se han dado cuenta, el chofer se escapó. En (el local de) pollos Copacabana han disparado los francotiradores y ahí le dieron a un pequeño".

Este es el testimonio de una señora que se convirtió en testigo ocular anónimo sobre tal situación. Las municiones estaban destinadas supuestamente a efectivos de las Fuerzas Armadas que en ese momento mantenían fuego cruzado con miembros de la Policía. Ambos bandos registraron bajas considerables. Entre ellos varios civiles también cayeron gravemente heridos. El hecho ocurrió en la calle Potosí, cerca a la plaza Murillo. En ese lugar también fue herido un adolescente que fue trasladado a Emergencias del Hospital de Clínicas de Miraflores para que reciba atención médica. El menor tenía una herida a la altura de sus riñones.

Tomado de La Razón


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