17 de marzo

Nacionalismo Aymara

Issac Bigio
Aymara Uta

Issac Bigio.- Analista Internacional. Se ha formado en la London School of Economics & Political Sciences donde obtuvo grados y postgrados en Historia Internacional y Política Económica, y ha venido enseñando e investigando. Escribe y colabora en varios periódicos del Grupo de Diarios de América y en medio centenar de medios.

En 1998 obtuvo el Premio a la Excelencia de Dillons (Waterstone), la mayor librería británica, y de la Unión de la Universidad de Londres y el Premio EH Carr del Departamento de Política Internacional de la Universidad de Gales (Aberyswyth), el primer departamento a nivel mundial de dicha disciplina.

Orígenes del nacionalismo Aymara (Isaac Bigio)

El nacionalismo aymara es una fuerza que dará mucho que hablar en los Andes. Hasta las primeras elecciones que se dieron al ir concluyendo la dictadura de Bánzer (1971-78) no existía ningún partido indigenista aymara. En las revoluciones de 1946 y 1952 los protagonistas habían sido obreros y pobladores urbanos. Las distintas rebeliones campesinas, en particular las producidas después de la revolución de Abril 1952, se habían producidas bajo reinvindicaciones de tierras. Los líderes agrarios habían tendido a ser absorvidos por el gobernante Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y luego por las dictaduras castrenses post-1964 vía el llamado Pacto Militar- Campesino.

Durante el gobierno izquierdizante militar de Torres se alentaron sindicatos campesinos en La Paz, los mismos que no llegaron a integrarse en la poderosa Central Obrera Boliviana. Mas, el golpe previno su desarrollo y muchos de ellos pasaron a control de dirigentes que le hacían el juego a la nueva dictadura.

A fines de los 1970s aparecen los nuevos partidos indigenistas quienes toman el nombre del líder aymara que irrumpió paralelamente al cuzqueño Túpac Amaru. Estos son los Movimientos Revolucionario e Indio Túpak Katari (MRTK y MITKA, respectivamente). El MRTK se orientaba más hacia las reinvindicaciones sociales y el MITKA se centraba más en el nacionalismo indio.

El último bienio de la década de 1970 es uno de constantes irrupciones sociales incluyendo la huelga general que depone al golpe de Natusch (1979) y el bloqueo campesino a La Paz. Es allí donde se forja un nuevo sindicalismo 'katarista'.

La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia se irá convirtiendo en una fuerza nacional significativa. A medida que los sindicatos mineros y fabriles perdían membresía y fuerza, fruto de los cierres y despidos, los sindicatos agrarios fueron cobrando mayor predominancia.

Cuando en 1985 Sánchez de Lozada lanzó el nuevo modelo monetarista liberalizando los precios, muchos campesinos y pequeños comerciantes tendieron a darle una oportunidad. El fin de los controles de precios les permitiría mejorar los precios de sus productos y por eso, cuando los mineros salían en huelga, no les apoyaron.

En 1985-86 la Central Obrera y la izquierda van siendo derrotados y arrinconados. Luego, surgen dos movimientos populistas centrados en empresarios paceños. Uno de ellos, Conciencia de Patria (CONDEPA), es formada por el 'compadre' Palenque, dueño de la TV Popular y la Radio Metropolitana, emisoras que transmitían también en aymara y su audiencia lo constituían los 'cholos'. Una de sus lideresas, la 'comadre' Remedios Loza, llega al parlamento vestida con polleras y atenduos andinos.

CONDEPA arrasa electoralmente en El Alto y en los barrios y áreas con fuerte influencia aymara. En 1997 CONDEPA forma parte de la 'mega-coalición' gobernante. La muerte de su jefe, el desgaste adquirido por haber co-gobernado con Bánzer y el hecho de haber venido siendo identificada por una población aymara cada vez más radicalizada como representantes de la clase media y los mestizos, hará que CONDEPA quede sepultado en este último proceso electoral y que el MIP irrumpa como el principal exponente de los aymaras.

En 1993 Sánchez de Lozada llegó por primera a la presidencia. En su plancha integró como su vice-presidente a Víctor Hugo Cárdenas, proveniente del MRTK. El único mandatario boliviano que ha hablado un castellano con fuerte acento estadounidense era quien llevaba por primera vez a un aymara a la vice-presidencia.

Sin embargo, el MNR no logró calar dentro de los aymaras. Su votación en las zonas pobladas por dicha nacionalidad son bajas, mientras que en los valles orientales y en la amazonía ha tendido a ganar.

PERSPECTIVAS DEL RADICALISMO AYMARA

El nacionalismo radical aymara ha de tender a crecer. Sánchez de Lozada apunta ser el nuevo presidente boliviano pero siendo el personaje político más resistido por la opinión pública boliviana y con un parlamento adverso.

En medio de una fuerte crisis política y social y con un presidente débil, el MIP y el MAS podrán cosechar el descontento popular. Nuevas marchas y bloqueos campesinos son avizoran en el horizonte. El MIP, usando a los sindicatos campesinos y también al parlamento como caja de resonancia, buscará hacer que en las comarcas aymaras rurales se vaya gestando una especie de estado paralelo.

En algunas fuerzas marxistas bolivianas viene cobrando impacto la antigua tesis de José Stalin y el peruano Eudocio Ravínez quienes en los 1930s pedían la formación de estados independientes quechua y aymara. El argumento que usan es que Lenin proponía el derecho de toda nación a la autodeterminación. La cuestión está en que los bolcheviques rusos no promovían abiertamente los desgajamientos de estados pues eran partidarios de un estado federal centralizado y sólo aceptaban la separación cuando no podían presionar a dicha nacionalidad a mantenerse unida

La división de Bolivia para dar paso a estados indígenas es vista como algo que ayudaría a minar al capitalismo, pero otros sostienen que implicaría alentar la balcanización de este país y su conversión en la versión sudamericana de otro territorio montañoso y mediterráneo (Bosnia).

El MAS, quien sostiene que son el partido más grande que tiene hoy Bolivia, no busca desemembrar dicha república sino transformarla. Para algunos esto sería sinónimo de su reformismo o conciliación con los blancoides. Para otros implica una propuesta multi-cultural viable dentro de un mundo capitalista inter-relacionado. Evo Morales podría ser el nuevo Mandela indígena que buscase eliminar el 'aparthedir' racial andino. También podría devenir en la cabeza de una nueva sublevación como la que ocurrió hace 50 años en el altiplano.

Este tipo de movimientos nacionalistas indígenas incidirán sobre otras regiones del país y de la región. En el caso peruano no existe aún un partido indígena. Sin embargo, el descontento hacia la élite blancoide llevó a que en 1990 se votara masivamente por un candidato de tez amarilla y ancestros orientales. Luego en 2001 el ganador resultó ser un candidato cuye eje de campaña era decir que los peruanos debían votar por alguien que tuviese el 'color de su tierra' y en sus manifestaciones se coreaba 'el chino al Japón y el cholo al sillón'.

Con Perú Posible por primera vez en este país llega un cholo andino a la presidencia y una aymara de polleras al congreso, sino que se va destapando elementos de descontento racial.

El hecho que los partidos campesinos se conviertan en la principal oposición al nuevo gobierno boliviano sumado a la irrupción de movimientos sociales indígenas en México y Ecuador, va a generar un ambiente propicio para el desarrollo de nuevos y más contestarios movimientos indígenas en las Américas. Por el momento el Movimiento Indio Pachakuti es la arista más punzante, pero ello puede conllevar al desarrollo de nuevas irrupciones indigenistas.

Nacionalismo radical Aymara (Isaac Bigio)

Hasta dónde puede afectar el desarrollo de movimientos separatistas masivos dentro de la principal nación indígena de Bolivia?

Una de las manifestaciones de los últimos comicios bolivianos es que ha aflorado la existencia de una poderosa tendencia nacionalista radical dentro de los aymaras. En las 12 provincias rurales del altiplano del departamento de La Paz (la zona aymara boliviana) ha arrasado electoralmente un movimiento separatista liderado por Felipe Quispe, un ex-comandante guerrillero que propone destruir la república de los blancos y mestizos para volver al Kollasuyo, un estado indio sustentado en instituciones y religiones pre-colombinas.

El hecho que la segunda nación india andina más numerosa vaya adoptando posiciones tan contestarias frente al estado y la sociedad en la que viven, es algo que no sólo podría alterar el destino de Bolivia como república unitaria sino influir significativamente en el resto de las Américas, un continente que, a diferencia de los demás, no ha conocido ningún desgajamiento estatal desde el fin de la guerra fría.

LA GLOBALIZACION INCENTIVA NUEVOS NACIONALISMOS

Con la caída del muro de Berlín una ola de separatismos nacionales ha irrumpido desde el este europeo. Entre 1990 y 1992 se crearon 22 nuevas repúblicas en lo que fuera el llamado mundo socialista. La ONU integró a todas ellas, pero hay más de una decena de repúblicas euro-orientales que aún no son reconocidas internacionalmente. Desde Eritrea en el África hasta Timor Este en el oriente asiático nuevos estados han surgido como efecto de largas guerras.

El nacionalismo étnico aparece como una de las consecuencias de la globalización capitalista y de la victoria del mercado sobre las antiguas economías centralmente planificadas. Al abolirse las economías estatizadas en base a sistemas que promueven el deseo de que diversos ciudadanos tenga su respectiva propiedad privada, ello ha tenido un impacto sobre el carácter del estado. El deseo de la casa o empresa propia se ha traducido en el de contar con su propio estado étnico. Las federaciones multi-nacionales de las economías socializantes se desintegraron para dar paso a estados más reducidos pero nacionalmente más homogéneos que puedan ofrecer mercados propios y competir como tales dentro de un mundo cada vez más integrado económicamente y dominado por grandes corporaciones.

La globalización económica viene, por una parte, disminuyendo el rol de muchos estados nacionales, quienes deben irse subordinando a organismos supra-nacionales o verse influidos por el crecimiento de poderosas multi-nacionales. Por otra parte viene impulsando a diversas minorías nacionales a querer entrar en la globalización con su propia identidad. Para lograr ello surgen diversos movimientos étnicos que buscan desarrollar sus respectivas lenguas y culturas tradicionales u obtener autonomía o soberanía estatal.

La fiebre independentista centrada en el viejo mundo no parecía haber contaminado plenamente al nuevo mundo. En ninguna de las pequeñas colonias que quedan en la costa atlántica y caribeña americana se han desarrollado insurgencias civiles o militares pro-independencia.

Sin embargo, el sector más proclive a verse afectado por el nuevo nacionalismo étnico es aquel constituido por los pueblos originarios pre-colombinos. Los amerindios se sienten desplazados por las élites blancoides occidentales que se han basado en la expropiación de sus tierras o en le genocidio. La protesta ante el quinto centenario del primer viaje de Colón (1992) ha servido para ir potenciando y coordinando dichos movimientos.

Los quechuas ecuatorianos han protagonizado su propia insurgencia bloqueando al país. En Chiapas se ha formado un 'Ejército Zapatista de Liberación Nacional' que reinvindica estar basado en las asambleas mayas y buscar la defensa de las etnias indígenas dentro de la república mexicana. El pueblo originario que quizás haya conseguido reivindicaciones autónomas más audaces son los inuits (esquimales). Ellos ejercen significativo poder en dos regiones que cuenta cada una con más de 2 millones de kilómetros cuadrados y que llevan en su nuevo nombre oficial el reconocimiento de ser territorios inuits. Estos son Kalaallit Nunaat (Groenlandia) y Nunavut (en Canadá). En esta última los inuits tienen auto-gobierno.

Los distintos movimientos indios, desde Alaska hasta la Patagonia, han venido planteando una serie de reivindicaciones por derechos sociales, tierra, cultura y autonomía. En México, Ecuador o Bolivia han venido pidiendo que se reconozca el carácter multi-nacional de sus respectivas repúblicas.

Sin embargo, en el altiplano aymara boliviano viene irrumpiendo un movimiento nacionalista indio más radical que todos los anteriores. En las últimas elecciones generales del 30 de junio las zonas aymaras han votado masivamente por los partidos indígenas, y en particular por el más contestario: el Movimiento Indio Pachakuti (MIP). El MIP no ansía transformar su respectiva república sino destruirla para dar paso a un estado pura o fundamentalmente indígena.

Los Aymaras (Isaac Bigio)

Los 2 millones de aymaras son una nación que posee su propia cultura y lengua, y que dominan el altiplano que bordea al lago Titicaca. Son la mayoría de la población en el sur del poblado departamento peruano de Puno y en el occidente del más populoso e importante departamento boliviano (La Paz). También hay enclaves aymaras en otras zonas adyacentes, incluyendo el norte de Chile.

El idioma aymara es distinto a las distintas variantes del quechua, una serie de lenguas habladas por los incas y que aún se usan desde el sur colombiano hasta el norte argentino. Los aymaras, enclavados en lo que algunos han descrito como el Tibet americano, han sido el pueblo andino que posiblemente haya preservado más rasgos de su cultura. No muchos europeos, esclavos africanos o inmigrantes asiáticos pudieron asentarse en una meseta fría y poco oxigenada a 4,000 metros de altura sobre el nivel del mar.

Los aymaras han mantenido una serie de instituciones comunitarias y ritos religiosos propios. Posiblemente son el pueblo andino donde más se han mantenido los cultos cósmicos como a los cerros ('apus'), el sol ('inti') o la madre tierra ('pachamama'). Tienen su propio calendario y este 21 de junio celebraron el inicio de su año 5510. Los aymaras reivindican las insurgencias campesinas anti-blancoides de Zarate Willca (1899) y de Túpak Katari (fines de los 1700s).

El principal monumento arqueológico en zona aymara lo constituye Tiawanaco, ciudad que su descubridor calcula que tiene más de 10,000 años de antigüedad, aunque dicha tesis no es aceptada por el grueso del mundo arqueológico. Hay quienes incluso sostienen que ésta sería la primera gran civilización que dio origen a todas las demás del planeta. Si el mito de la Atlántida fue utilizado por Hitler para reivindicar que los arios eran los descendientes de esa supuesta cultura y que tenía por ello mismo el derecho de conquistar cuanta tierra quisiesen, la conjetura que Tiawanaco sería la verdadera Atlántida refuerza el nacionalismo milenarista de uno de los pueblos más pobres del hemisferio occidental.

EL SEPARATISMO AYMARA

En Bolivia existen 68 circunscripciones electorales quienes eligen directamente a su respectivo diputado que les represente ante el congreso nacional. En el departamento de La Paz hay 16 de éstas pero 10 pertenecen al área metropolitana, 2 a las provincias rurales de los valles orientales y 4 a la franja rural occidental altiplánica.

Estas 4 últimas (las circunscripciones 17, 18, 21 y 22) son donde vive el grueso del campesinado aymara. Allí están las 12 provincias agrarias que recorren de norte a sur el oeste del departamento desde la frontera con Perú hasta con la del departamento de Oruro. En dicha 'mancha aymara' el MIP ha totalizado unos 57,000 votos superando a los casi 40,000 votos blancos-nulos (cifra tradicionalmente alta en una población descontenta con el sistema boliviano). La segunda fuerza en la franja aymara ha sido el Movimiento Al Socialismo, un partido nacionalista indígena más moderado, que obtuvo menos de la mitad de los votos del MIP.

El MIP no es un partido que ha buscado atraer al electorado blancoide o mestizo. Abiertamente se identificaba sólo con una raza (la indígena) y, en particular, con la nación de sus jefes. El grueso de los 170,000 votos que obtuvo nacionalmente están casi totalmente centrados en el departamento de La Paz y dentro de las zonas donde hay mucha población aymara-parlante. En la gran urbe capitalina han sacado especial votación en los barrios aymaras, como en las 4 circunscripciones de El Alto. En una de éstas ganaron y en otra quedaron segundos.

El formidable ascenso electoral de Felipe Quispe contrasta con la situación del senderismo peruano. En 1992 tanto Quispe como Abimael Guzmán fueron capturados acusados de terrorismo. El primero era comandante del Ejército Guerrillero Túpak Katari y el segundo se proclama como presidente de la gestante República Popular del Perú y del Ejército Guerrillero Popular. Mientras el senderismo se ha minimizado bifurcándose entre un ala que persiste con acciones militares aisladas asentándose en las zonas cocaleras de la selva central peruana y el sector de la jefatura máxima que pide un acuerdo de paz, los ex-insurgentes kataristas bolivianos han adoptado una política distante de ambos extremos. Quispe estuvo 5 años en la cárcel y al salir se volcó al trabajo sindical donde acabó siendo elegido secretario ejecutivo de la poderosa Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUCTB), y luego fundó su propio partido (el MIP).

Quispe ya no lidera acciones armadas pero tampoco quiere la paz con el sistema. Desde las nuevas posiciones de fuerza que hoy tiene (sindicatos campesinos y parlamento) él llama a sabotear a la república boliviana.

No queda muy claro si el MIP quiere dividir Bolivia o hacer que ésta acabe liderada por los indígenas. Sin embargo, su política tiende a producir la escisión de dicha república.

Quispe es hostil al clero católico y abiertamente promueve la religión cósmica andina. El llama a echar a la policía, la tricolor boliviana y las instituciones estatales en las zonas rurales donde tiene fuerza. En vez de hacer acciones militares aisladas él plantea preparar un levantamiento nacional armado de masas. En Achacachi llegó a liderar una manifestación de 20,000 campesinos bajo el grito 'guerra civil'.

La tesis de Quispe es que hay que volver a una sociedad basada en el trueque y en las comunidades igualitarias agropecuarias (ayllus). Dicho proyecto puede ser cuestionado por quienes desde la derecha sostienen que no es posible escapar del mercado global o de la modernidad en medio de un mundo tan interconectado. Dentro de la izquierda el MIP es cuestionado por promover la separación racial o por albergar expectativas en una sociedad pre-hispánica que es acusada de haber estado basada en reyes, clases y explotación social.

El Kollasuyo, que el MIP propone reconstruir, fue una de las 4 regiones del imperio inca donde los aymaras fueron conquistados por los cuzqueños. Los chipayas y urus son los descendientes de pueblos que otrora fueron subyugados por los aymaras. Ellos aún sobreviven como cazadores y pescadores en reducidos números en algunos lagos altiplánicos.

Elecciones Bolivianas: El ascenso de la izquierda campesina (Isaac Bigio)

Los medios coinciden en resaltar que en las elecciones bolivianas del 30 de junio la sorpresa la ha concitado el líder cocalero Evo Morales. El obtuvo un 18-19% quedando a 4 puntos del ganador (Goni Sánchez de Losada). Su partido, el Movimiento Al Socialismo, estaría ocupando el segundo lugar en el senado y posiblemente también en el parlamento.

Morales logró beneficiarse del hecho que días antes de los comicios el embajador estadoiunidense Rocha amenazó a Bolivia con cortar ayuda si el MAS pudiese conquistar puestos de poder. El apareció como un caudillo que encarnaba la defensa de la soberanía nacional.

En Bolivia la producción de la coca ha sido muy importante para la sobrevivencia de decenas de miles de familias, incluyendo las de muchos despedidos que emigraron de las minas y ciudades a valles cocaleros como el Chapare. La cocaína ha llegado a ser la principal exportación nacional aunque los sucesivos gobiernos han preferido erradicar forzosamente cultivos a condición de beneficiarse de ayuda monetaria norteamericana.

Para los productores de coca dicha hoja contiene sustancias nutritivas y medicinales y tiene un valor sagrado pues ha venido siendo cultivada desde antes del incario. En los Andes el mascado de coca es un evento social tan común como lo es para muchos europeos ir a una taberna o bar a beber y platicar. Así como la papa o la cebada son alimentos de los cuales se puede ir procesando alcohol, la coca es una hoja que no produce daño alguno. Del procesamiento de la coca han surgido diversos productos legales (desde dentífricos, vinos, pomadas o mates contra el mal de la altura) hasta la cocaína.

Desde hace más de una década Cochabamba se ha convertido en un centro donde los campesinos constantemente protagonizan marchas, bloques y enfrentamientos con unidades militares y policiales especializadas. Morales se ha transformado en el símbolo que plantea que se debe defender la coca como parte de la defensa de la nación ante los EEUU. El ha llegado a ser desaforado del parlamento por incitar a la violencia.

Para el Departamento de Estado es fundamental la erradicación de los cultivos de la coca pues se piensa que así se debilitará el narcotráfico que tyanto estrago hace entre su propia población. Para los campesinos cocaleros ellos son sólo la primera y más pobre cadena. En vez de atacarles a ellos, los campesinos bolivianos piden que se afecte a los grandes intermediarios y comerciantes, incluyendo a quienes operan en los EEUU. Los sindicatos bolivianos piden que se permita la industrialización de la coca como la mejor manera de acabar con el tráfico ilegal de estupefacientes. Para el economista de Chicago Milton Fridman, la legalización de la producción y comercialización de la cocaína ayudaría a controlar dicho problema de la misma manera que hoy sucede con el alcohol y el tabaco.

Otra candidatura campesina que ha avanzado en los últimos comicios es la de Felipe Quispe. En los ochentas él impulsaba las Ofensivas Rojas y luego el Ejército Guerrillero Túpak Katari. Su planteo era una revolución socialista violenta basada en los ayllus (comunidades andinas) y su prédica se basaba en combinar un lenguaje marxista anti-stalinista con nacionalismo quechua y aymara. En algún momento se buscó asociar su movimiento al del senderismo peruano. Con el tiempo Quispe se ha venido distanciando de viejas posicione s marxistas para irse centrando en reinvindicar la formación de una nación india opuesta a la dominada por la élite blancoide.

La suma de ambas candidaturas campesinas es mayor que la del ganador MNR de Sánchez de Losada. La izquierda boliviana, que quedó electoralmente marginada después de la imposibilidad de los sindicatos de remplazar a Siles en 1985, estaría revitalizándose. Sin embargo, su base social y su discurso viene cambiando.

Desde los años 1930s a los 1980s la izquierda marxista boliviana se asentaba en los sindicatos, preferentemente los mineros. La Central Obrera Boliviana llegaría a ser el ente sindical más poderoso de las Américas habiendo llegado a deponer varios golpes de estado y a ser una suerte de estado paralelo (sobre todo en 1952, 1970-71 y 1985).

Con los cierres masivos de minas y fábricas y con los golpes recibidos contra los sindicatos, el rol de las organizaciones campesinas se fue acrecentando. Para el marxismo ortodoxo esto implicaría que el proletariado va perdiendo su posición hegemónica para ir siendo desplazado por una pequeña burguesía cam,pesina que será inconsecuente en la lucha por el socialismo y acabará co-gobernando con la clase dominante. Para quienes apuntala a los nuevos movimientos campesinos se trata de una nueva izquierda que se bolivianiza y que levanta banderas agrarias e indias que la izquierda tradicional desestimó.

El crecimiento de movimientos indios y campesinos en Bolivia potenciará a sus similares en Ecuador y tendrá repersecuciones en el caso peruano.

LA INSURGENCIA NACIONALISTA RADICAL AYMARA DE 'TERRORISTA' A LIDER PARLAMENTARIO (Isaac Bigio)

En 10 años Felipe Quispe pasó de ser dirigente del Ejército Guerrillero Túpac Katari al principal representante nacional aymara en el congreso boliviano

Desde el 11 de Septiembre la política oficial promovida por los EEUU y sus aliados en el mundo consiste en una arremetida frontal contra todos aquellos que son tildados de " terroristas" . Algunos movimientos armados se han salvado de tal persecución cuando han decidido iniciar negociaciones de paz.

Tal es el caso del Ejército Republicano Irlandés (IRA), cuyo asociado político, el partido Sin Feinn, se ha convertido en el principal vocero electoral de la minoría republicana y católica de Irlanda del Norte, así como la fuerza electoral que más ha crecido en las últimas elecciones en el sur de dicha isla. El hecho que asociados al IRA lleguen a detentar 2 de los 10 ministerios de Irlanda del Norte así como la alcaldía de Belfast, la capital de dicha región, es mostrada como un ejemplo a seguir para todo movimiento que quisiera pasar de ser considerado "terrorista"para reinsertarse en el sistema demo-parlamentario en medios de economías que aceptan la globalización neo-liberal.

A las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se le habría ofrecido la posibilidad de optar por el camino de sus amigos nor-irlandeses, pero ahora se le estaría insertando en la lista de "terroristas" punibles junto a Bin Laden. Al Ejército de Liberación Nacional de dicho país aún les dejan abiertas las puertas para que se puedan reabsorber en el sistema de la misma manera como el M-19 lo hizo o lo están haciendo los republicanos irlandeses.

Un caso distinto a ambos extremos lo constituye el antiguo Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK) de Bolivia. Esta ha sido la principal insurgencia guerrillera que ha conocido Bolivia desde la del Ché Guevara en 1967-68. A inicios de los 1990s se pensaba que, debido a su inserción en las comunidades campesinas, podría convertirse en una versión aymara de fuerzas que en el Perú irrumpieron con el senderismo.

El EGTK no ha buscado incorporarse a los gobiernos, como ha sido el caso de los republicanos nor-irlandeses o del M-19 colombiano, y tampoco ha abandonado su discurso revolucionario radical. No plantea un "acuerdo de paz"como el jefe senerista Abimael Guzmán. Es mas, Felipe Quispe, sigue manteniendo su frontal oposición al sistema. El llama a destruir a la república boliviana y a que las comunidades andinas no reconozcan a ésta a la par que deben conformar un estado paralelo con sus respectivas fuerzas armadas, autoridades y símbolos.

Quispe ha renunciado a colocar bombas sobre torres eléctricas o ha hacer lo que él llama "expropiaciones" contra empresas y la prensa simplemente le califica de robos armados. Mas, él mantiene su irreconciliable oposición a la democracia parlamentaria y al sistema de libre mercado.

Quispe fue apresado en 1992. Durante 5 años estuvo en la cárcel sentenciado como terrorista. El ha denunciado como él y varios de sus camaradas fueron torturados por el gobierno de la Alianza Patriótica entre el MIR y ADN, y luego del MNR. Para estos partidos el EGTK era un grupo terrorista cuya erradicación era esencial para prevenir el naufragio de la democracia boliviana.

En 1997 Quispe salió libre presionado por diversas marchas aymaras e inmediatamente después, él se convirtió en el nuevo secretario ejecutivo de la poderosa Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUCTB). Ello implicó un viraje por parte de la central campesina boliviana, la cual estuvo liderada por caudillos campesinos que generalmente eran proclives a co-gobernar con partidos nacionalistas moderados. >

Quispe luego fundó el Movimiento Indio Pachakuti (MIP), el mismo que acaba de convertirse en el principal portavoz electoral del nacionalismo aymara. En las elecciones generales del 30 de junio el MIP quedó tercero en el Departamento de La Paz donde sacó 156,000 votos (17.74%) ganando en 5 de las 15 circunscripciones electorales de éste.

El discurso de Quispe es netamente confrontacional. El abiertamente se identifica solamente con los indígenas pues cuestiona a los blancos y mestizos. El repudia todas las instituciones republicanas y dice que entra al parlamento para minar Bolivia por dentro. Su objetivo es reconstruir el Kollasuyo donde las comunidades campesinas (ayllus) hagan un socialismo basado en el trueque y no en el mercado. El quiere que las comunidades indias se auto-gobiernen y elijan sus propias autoridades impidiendo el ingreso de las autoridades estatales, la policía y el ejército. La tricolor boliviana debe ser sustituida por la "wifala"(la bandera aymara llena de cuadros con los colores del arco iris). Quispe, quien se consideraba marxista, ahora constantemente ora ante las montañas (apus), la madre tierra (pachamama) y otros dioses cósmicos pre-hispánicos.

Quispe está expresando el desenvolvimiento de un nacionalismo aymara radical. Los dos millones de aymaras se encuentran alrededor de la cuenca de lagos del altiplano. En el Perú son mayoría en el populoso departamento de Puno y también hay enclaves en el norte chileno. Sin embargo, su principal reducto está en el departamento más importante y poblado de Bolivia. Los aymaras se distinguen por su lengua y aspectos raciales de los quechuas, y reinvindican al Tiawanaco y los reinos kollas previos al incario.

Una de las tendencias de la globalización consiste en que diversas minorías nacionales buscan hacer frente a la uniformización cultural pro-estadounidense del planeta volviendo a incidir en sus culturas tradicionales. Los nuevos nacionalismos étnicos expresan el deseo de contar con sus propios mercados y auto-gobiernos para poder insertarse mejor en la globalización de las economías y sistemas estatales.

El nacionalismo aymara de Quispe es el más radical que ha surgido dentro de las nacionalidades originarias americanas. Es incluso más contestario que el de los quechuas ecuatorianos o de los zapatistas de Chiapas.

Originariamente el EGTK provenía de las Ofensivas Rojas, un grupo clandestino que se reinvindicaba como marxista y leninista ortodoxo surgido en los 1980s. Esta organización producía varias veces al mes folletos donde acusaba al resto de la izquierda de renegar de Lenin pues buscaban insertarse en el entonces gobierno de la Unidad Democrática Popular (1982-85), entraban al "circo electoral"o se negaban a impulsar una huelga general activa insurreccional. En algún momento llegaron a tener un discurso fuertemente obrerista y a dirigir o influir varios sindicatos mineros contando con presencia significativa desde Milluni hasta el norte de Potosí.

Sin embargo, Quispe fue dejando de lado el marxismo ortodoxo para retomar al indigenismo del cual provenía. A fines de los 1970s Quispe había impulsado el Movimiento Indio Túpak Katari, del cual saldrían algunos cuadros que terminarían apoyando a la derecha e incluso a la junta militar de 1980-82.

El teórico del indianismo boliviano, al cual Quispe ahora reivindica, es el prolífico Fausto Reinaga, autor de numerosos libros donde propone que los indígenas quechuas y aymaras deben tener su propia religión y cosmovisión opuesta a todas las variantes de occidente (desde liberales hasta marxistas). En la izquierda se ha acusado a Reinaga de haber acabo apuntalando a la derecha militar contra los trabajadores. Para la derecha boliviana reinaga incentiva el odio racial.

El proyecto de Quispe puede parecer utópico a distintos sectores. Para los partidarios de las democracias de mercado no es posible en esta > época retornar a sistemas de autosuficiencia y trueque, los mismos que evitan salir de la pobreza y son anacrónicos. Para los marxistas los reinos pre-colombinos eran formas de explotación de clase más primitivas que las traídas por los europeos y, en vez de retroceder a inviables formas de producción, lo que correspondería sería transformar a la clase obrera en la cabeza de la nación para poder ir a la socialización moderna de los medios de producción.

Mientras el centro y la derecha ve a los indianistas como divisionistas de la nación boliviana que promueven el caos y resentimientos raciales, para la izquierda obrerista éstos quieren anular al proletariado como clase independiente para hacer que se divida según razas y se anule en medio de una coalición dirigida por la pequeña burguesía.

El Movimiento Al Socialismo, que se ha convertido en la segunda fuerza electoral, busca aliarse con Quispe pero su discurso es distinto El MAS quiere mantener Bolivia reformándola promoviendo una mayor intervención estatal en la economía de mercado.

Para el MIP la derecha, el centro y la izquierda tradicionales son occidentales y blancoides, y no entienden ni pueden entender a la cultura milenaria de los aymaras que siempre han sigo marginados desde hace más de 500 años.

El nacionalismo radical aymara dará que hablar en el futuro. El MIP es la quinta fuerza electoral boliviana pero posiblemente llegue a ser la primera en los bolsones aymaras. Posee 6 de los 157 parlamentarios pero su principal fuerza está en la CSUCTB, la misma que desde fines de los 1970s ha sido responsable de organizar numerosos bloques de caminos, algunos de los cuales han acabado minando gobiernos.

Bolivia se encuentra en una fuerte crisis económica y social. Si Sánchez de Lozada es electo presidente él hará un gobierno débil y minoritaria que se verá jaqueado por constantes movilizaciones. La actual polarización boliviana podría llevar a una explosión social.

El nacionalismo aymara puede devenir en una fuerza separatista e incluso se podría dar paso a una suerte de irredentismo aymara. Al igual que los kurdos quienes se encuentran repartidos entre varios países, los aymaras pueden empezar a buscar un estado propio que trascienda las divisiones que las repúblicas criollas hicieron de sus tierras.

El fenómeno de la transformación del Ejército Katarista en poderosos movimiento electoral y sindical nacionalista aymara es algo que merece ser estudiado poues podrá generar su impacto en la región.

Auge de los partidos campesinos (Isaac Bigio)

En los comicios generales del 30 de junio la fuerza que ha protagonizado el mayor ascenso han sido los partidos campesinos y en particular el Movimiento Al Socialismo del líder cocalero Evo Morales.

Esta es la primera vez que movimientos de origen indígena llegan tan lejos en el país con mayor porcentaje de población amerindia. El MAS obtuvo el 18.5% de los votos quedando a 2 y 3 puntos porcentuales de los dos ganadores (Sánchez de Lozada y Reyes Villa). Sin embargo, ganó en el eje occidental del país (Cochabamba y el altiplano) y ha quedado como la segunda fuerza parlamentaria. Felipe Quispe del Movimiento Indio Pachacuti consiguió el 15% en el departamento de La Paz y el 5% a nivel nacional. Estas dos fuerzas han sumado más de 650,000 votos, una cifra superior a los 615,000 con que triunfó Sánchez de Lozada. En esta nota analizaremos la historia, las posiciones y las implicancias de dichos sucesos en la política boliviana y latino americana.

Los dos partidos indianistas que acapararon un cuarto de los votos válidos tienen en común su frontal oposición al modelo neo-liberal de privatizaciones impuesto por los principales partidos desde 1985 así como a la república que ellos tildan de oligárquica, racista y pro-imperialista. Ambos movimientos se nutren de las fuertes marchas, bloqueos y movilizaciones sociales de Abril y Septiembre-Octubre 2000 así como de Junio-Julio 2001.

Para el grueso de la prensa y los congresistas dichas fuerzas incitan a la violencia y a la ruptura con los EEUU que es vista como el principal benefactor del país. Morales fue desaforado de su cargo, pese a haber sido el diputado uninominal más votado, sindicado de promover violencia, y Quispe pasó de 1992 a 1997 en la cárcel acusado de terrorista por haber impulsado las acciones armadas del Ejército Guerrillero Túpac Katari que co-dirigió.

Desde Agosto 1985 hasta la fecha Bolivia ha venido siendo regida por el nuevo modelo de liberalización del mercado, apertura al capital extranjero y de privatizaciones que ha venido siendo ejecutado por lo que fueran los 5 grandes partidos: MNR, ADN, MIR, UCS y CONDEPA. El autor de dicho sistema es el empresario Sánchez de Lozada quien acaba de obtener la primera mayoría en las presidenciales por tercera vez. Los partidarios del actual régimen monetarista sostienen que gracias a ello Bolivia superó a la vieja economía estatizante estabilizando la economía y permitiendo nuevas inversiones.

Para los partidos campesinos el neo-liberalismo condujo al cierre masivo de minas y fábricas, al aumento del desempleo y la extrema miseria y a que la soberanía nacional sea mellada por el remate de las empresas estatales a capitales privados multinacionales y la permanente presencia de efectivos estadounidenses bajo el argumento de luchar contra el narcotráfico.

La cuestión de la coca es algo central en la plataforma de ambos partidos campesinos. Esta hoja es vista como sagrada y plantean que su cultivo debe continuar pues es una costumbre ancestral y es un producto medico-alimenticio. Los planes de erradicación forzosa promovidos por la DEA deben ser parados, según ellos, por movilizaciones campesinas que salgan en defensa de la patria.

El MAS de Morales representa a los partidarios bolivianos en el movimiento anti-capitalista de cuestionamiento a la globalización. Pese a que sus afiliados reivindican la figura del Ché Guevara, el MAS acepta la posibilidad que se pueda producir un cambio sin una revolución violenta. Morales sostiene que su partido no conciliará con ninguna de las fuerzas republicanas y racistas, pero su objetivo no es destruir al estado boliviano sino reformarlo radicalmente. En su propuesta está querer que las empresas privatizadas vuelvan a la administración estatal pero en ningún momento exige su confiscación así como el desconocimiento del pago de la deuda externa.

El MAS trata de nuclear a personalidades como Pablo Ramos, ex-rector de la Universidad Mayor de San Andrés, Genaro Flores, líder fundador de la confederación campesina boliviana (CSUCTB) y otras personas que propugnaron el co-gobierno entre los sindicatos y el gobierno centro-izquierdista de La Unidad Democrática Popular en 1982-85. Evo Morales anteriormente estuvo aliado al Partido Comunista y a otras fuerzas que gobernaron Bolivia en dicho trienio.

Uno de los teóricos del MAS es Filemón Escobar, un ex-dirigente minero que rompió con el trotskismo para plantear que las organizaciones laborales deberían transformarse en un ente autónomo capaz de ir presionando al estado a fin de irlo transformando.

El MIP de Quispe tiene un carácter más indianista. Mientras el MAS habla de estar por una Bolivia Libre, el MIP propone restituir el Kollasuyo destruyendo a la república boliviana tildada de racista, genocida y usufructuadora de la tierra y la dignidad quechua y aymara. Quispe fue uno de los gestores de movimientos indios kataristas que irrumpieron a fines de los 1970s y luego promovió una insurgencia armada altiplánica a fin de realizar una revolución india que haga un socialismo nativo asentado en las comunidades originarias.

Para Quispe el marxismo ortodoxo es occidentalizante y no entiende que la base del comunismo en el altiplano son los ayllus, las viejas comunidades pre-hispánicas basadas en la igualdad y el trueque. Marx en su época sostuvo que las comunas rusas podían servir a la construcción del socialismo pero que para ello previamente los obreros debían tomar el poder, y que las comunidades rurales por sí solas no podían llegar a ninguna parte estando condenadas a ser desintegradas por el avance del mercado.

Quispe sostiene que hay que abandonar las viejas posturas en favor de una revolución proletaria. Su discurso, en vez de centrarse en la lucha de clases, pone mucho acento en diferenciar a los indios de los blancoides y mestizos. Para él hay que luchar contra las estructuras k'aras (blancoides) e ir desarrollando su propio estado paralelo en las comarcas agrarias. Este debe estar basado en las autoridades originarias y rechazar a los jueces, prefectos y policías del estado boliviano que llaman a eliminar. Muchos marxistas sostienen que Quispe divide a los trabajadores por razas y que promueve un separatismo que debilita en última instancia a los sindicatos y a la clase obrera.

La base social de Quispe está en las aldeas aymaras fundamentalmente del departamento de La Paz donde obtuvo unos 135,000 votos. En los otros 8 departamentos el MIP apenas aglutinó unos 15,000 votos.

Cuando se apresó a Quispe en una famosa entrevista él reivindicó su alzamiento diciendo que él tomó las armas "Para que mi hija no sea tu empleada".En Achacachi él aglutinaría unos 25,000 campesinos bajo el lema 'guerra civil'.

Quispe y Morales han chocado varias veces. Los cocaleros sostienen que Quispe les dejó colgados en una de sus luchas cuando éste les aisló y negoció con Bánzer. Sostienen que el anterior gobierno invitó a un pariente de Felipe Quispe, Wigberto Rivero militante del MIR, como Ministro de Asuntos Campesinos y que por esta razón Quispe aplazó el bloqueo de caminos que debía producirse el 1ro de Abril 2001, como mandato del ultimo congreso Campesino donde fue reelegido como máximo dirigente campesino de Bolivia.

Para Quispe el MAS representa a la vieja 'derechizquierda' influida por blancoides y mestizos, mientras que para el MAS el indianismo de Quispe es sectario y racial.

En Bolivia, donde el marxismo tradicionalmente ha estado muy influenciado por Trotski, hay quienes dentro de la izquierda cuestionan a ambos partidos por no basarse en la clase obrera y que al asentarse en la pequeña propiedad éstos estarían condenados a repetir la historia del MNR y el MIR, partidos que inicialmente aparecieron como revolucionarios pero que acabaron sosteniendo al sistema. Para los partidos campesinos la suya es una nueva izquierda adaptada la realidad nacional.

Para quienes buscan mantener la actual democracia formal sustentado en el mercado libre, los partidos campesinos constituyen un riesgo, una suerte de bomba de tiempo que hay que saber como desarticularla. La represión, lejos de haber detenido a éstos, no ha logrado mas que hacerles avanzar.

Las fuerzas de Quispe que en un momento fueron tildadas de terroristas que coordinaban o emulaban al senderismo peruano, ahora se han transformado en la mayor fuerza electoral y social aymara que jamás antes haya existido. La persecución contra Morales y luego las declaraciones del embajador estadounidense Manuel Rocha terminaron potenciando a Morales.

Pocos días antes de los comicios él sostuvo "Quiero recordarle al electorado boliviano que si elige a los que quieren que Bolivia vuelva a ser un exportador de cocaína pondrá en peligro la ayuda de EE.UU.". Para Morales, Rocha se convirtió en su jefe de campaña y él sostuvo que él sólo polemizaría con él pues el embajador estadounidense era el jefe del circo.

Es evidente que el nuevo gobierno que se proclamará este 6 de Agosto deberá continuar el actual modelo neo-liberal, pero estará obligado a utilizar el palo y la zanahoria para domesticar o aminorar a los nuevos movimientos indios. En 1993 Sánchez puso como su vice-presidente a otro líder aymara. Tanto el MNR como el MIR tienen experiencia en cooptar caudillos radicales a su órbita de influencia.

Un problema que afrontará el nuevo gobierno es que el descontento social y la pobreza vienen creciendo. Washington exige la erradicación de los cultivos lo cual no sólo afecta a 35,000 familias campesinas (base del MAS) sino a un conjunto más amplio de la población que también se ha beneficiado de dicha producción y comercio. La cuestión de la tierra sigue siendo fundamental. Para la Confederación Campesina en Bolivia el 93% de la tierra esta en manos de un 7% de propietarios, y un 93% de campesinos sólo tienen el 7% de la tierra.

El rechazo a la pobreza y a la injerencia estadounidense nutre a los partidos campesinos. El desarrollo de éstos potenciará a sus similares ecuatorianos quienes mostraron una fuerte presencia. El Perú se encuentra en medio de ambas estados y será inevitable que el radicalismo indio campesino le afecte. La guerra contra el senderismo ha afectado inicialmente el brote de movimientos indios en el Perú, pero el hecho que ya no exista el 'peligro terrorista' y el desgaste del nuevo gobierno (el mismo que ha incentivado una suerte de nacionalismo cholo) podrá coadyuvar al surgimiento de nuevos movimientos de protesta campesina.

Bolivia está rodeada por una Argentina en recesión y crónicamente golpeada por masivos movimientos de protesta, mientras que en Brasil viene creciendo la opción electoral del partido de los Trabajadores, el mismo que deberá hacer frente a los reclamos de tierra y derechos indios que patrocina el poderoso Movimiento de los Sin Tierra, en caso de ganar los comicios a fines de este año. Mientras tanto la agudización de la guerra colombiana y la intervención estadounidense servirá de foco de desestabilización regional.

El MAS llama a formar un vasto movimiento anti-globalizante en el continente y el MIP está por formar un partido pan-indio que levante a las poblaciones originarias desde Alaska hasta Patagonia. Para los marxistas tradicionales estos partidos harán bien en patrocinar movilizaciones pero estarán condenados a repetir la historia de otros movimientos que acabaron reabsorvidos por el sistema. Para quienes quieren estabilizar la democracia de mercado en Bolivia la alternativa sería ir haciendo algunas concesiones en materia de multi-culturalidad, soberanía nacional, tierra y compensación por los cultivos de coca a fin de ir dividiendo o acoplando a los partidos indianistas.

50 ANIVERSARIO DE LA REVOLUCION BOLIVIANA (Isaac Bigio)

El 9 de Abril de 1952 se inició la revolución boliviana. Este ha sido el único acontecimiento en la historia sudamericana contemporánea en la cual una insurrección popular logró desintegrar unas FFAA. Pese a ser el evento más importante en la historia boliviana del siglo XX, este levantamiento es poco conocido internacionalmente debido a que no llegó a ser parte del ajedrez de la guerra fría.

La revolución boliviana produjo cinco cambios sustantivos. Fue depuesta la 'rosca' (las 3 grandes familias dueñas de las minas y de la riqueza nacional) así como su ejército. Los sindicatos se armaron y ocuparon tierras, prefecturas y empresas transformándose en un poder paralelo. Se dio el voto y la ciudadanía a la mayoría indígena iletrada. Se nacionalizaron las grandes y medianas minas y se puso a trabajadores en sus consejos administrativos. Los latifundios fueron repartidos.

A diferencia de las revoluciones mexicana, cubana y centroamericanas, en Bolivia se produjo una insurrección urbana espontánea. La revolución no vino del campo y no existió guerrilla alguna. Esto por una parte hizo que no se diera un gran baño de sangre y también que los sindicatos tuvieran un mayor peso.

La revolución boliviana tuvo muchas paradojas. Pese a que la reforma agraria boliviana fue tan o más radical que la que estaba llevando a cabo Mao en China y que la nacionalización de las grandes empresas fue más contundente que en Irán y Guatemala, los EEUU, en plena época macartista, decidieron hacer de ésta la única revolución que apuntalaba y financiaba.

Mientras que la mayor parte de las revoluciones ocurridas al fin de la Segunda Guerra Mundial fueron lideradas o influidas por partidos comunistas pro-soviéticos, en Bolivia las dos ideologías que más influencia tuvieron en ésta fueron el nazi-fascismo y el trotskismo.

El partido que llegó al poder en 1952, el Movimiento Nacionalista Revolucionario, se había fundado once años antes con un manifiesto y una simbología inspirada en el nacionalsocialismo alemán. En 1941 Hitler se adueñaba de Europa y los gestores del MNR eran sus simpatizantes. En Diciembre 1943 el MNR llegó al gobierno gracias a un golpe militar que se aliaría al de Perón. En Julio 1946 un levantamiento popular urbano 'anti-fascista' en La Paz produjo el derrocamiento de dicho gobierno y el colgamiento de su presidente Villarroel.

Por aquel entonces el MNR parecía que nunca se recuperaría y el partido más popular era el pro-soviético Partido de Izquierda Revolucionario. Sin embargo, el nuevo gobierno basado en la alianza entre comunistas pro-Moscú y la derecha pro-estadounidense se fue desgastando. El MNR fue cambiando su prédica adoptando lenguaje marxista. En las presidenciales de 1951 su candidato Paz Estenssoro ganó pero un golpe preventivo le cortó el camino a palacio.

El MNR conspiraría luego con el coronel Seleme, ministro del interior de la nueva junta. El 9 de Abril ambos lanzaron un cuartelazo que fue inicialmente contrarrestado. Cuando Seleme se refugiaba sintiéndose derrotado mineros, fabriles y ciudadanos armados marcharon sobre La Paz y en coordinación con sectores de los carabineros lograron desmembrar a las FFAA. En 3 días el poder caía en manos de los subversivos.

El 17 de Abril se fundaba la Central Obrera Boliviana. Esta actuó como un estado paralelo que tenía sus propias milicias e imponía sus propias políticas. Juan Lechín se convirtió en el primer secretario ejecutivo d ela COB, cargo que mantuvo durante 9 lustros. La COB, dirigida por el ala laborista del MNR, hizo un co-gobierno con este partido.

Mientras en Rusia de 1917 Lenin logró que los soviets rompieran con el gobierno provisional y lo depusiesen, Paz Estenssoro logró evitar la suerte de Kerenski pudiendo controlar a la COB haciendo que ésta finalmente les colaborase en reestructurar el estado y las FFAA.

La oposición de derecha al MNR fue capitalizada por la Falange. Pese a ser el país más indio del mundo Bolivia tuvo una gran influencia de las ideas nazi-fascistas. La Falange era un partido de clase media blancoide inspirado en el franquismo que cuestionaba al MNR por haber renegado de su anterior anti-comunismo y estar adaptándose a las presiones de los sindicalistas. A la izquierda del MNR estaba el Partido Obrero Revolucionario. Pese a su ideología trotskista, el POR no quería que la COB depusiese al MNR sino que buscó ir radicalizando y mejorando al nuevo gobierno de Paz hasta que al final la mayor parte de sus cuadros fue absorbida por el MNR.

Al apuntalar a Paz los EEUU lograron que el MNR no se inclinase hacia Moscú y que éste se fuese moderando y hasta les apoyase en el futuro bloqueo a Cuba. Entre 1952 y 1964 el MNR estuvo en el poder. Sin embargo, a diferencia del PRI mexicano, no pudo imponer una 'democracia de partido único' y pronto empezó a dividirse.

En 1964 las mismas FFAA que Paz y el MNR reconstituyeron fueron quienes les echaron del poder e impusieron un ciclo de 18 años dominados por los militares.

Un tercio de siglo después de 1952, Víctor Paz Estenssoro volvió a la presidencia. Esta vez para trastocar el mismo modelo que él había impuesto. El líder de la mayor transformación estatista que había conocido Sudamérica se convirtió en el gestor de la nueva 'revolución' tatcherista neo-liberal privatizadora.

LA EVOLUCION DEL MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA (Isaac Bigio)

Un caso muy especial a nivel internacional es el del MIR boliviano. Se trata del partido que más ha estado en el gobierno de dicho país en las últimas 2 décadas. Si la actual coalición gubernamental lograse completar su quinquenio constitucional, para el 2007 el MIR habría estado en 21 de los últimos 25 años en posiciones de poder. No hay partido significativo (desde la ultraizquierda hasta la derecha ex-dictatorial) con quien el MIR boliviano no hubiera co-gobernado o tejido un frente estratégico.

En esta nota analizaremos como así el partido surgido en la tierra donde murió el Ché se habría convertido en la organización sudamericana de raíz castrista con mayor acceso al poder.

Los MIRes andinos

En América Latina han habido 2 revoluciones que produjeron el surgimiento de nuevos partidos de izquierda. Los admiradores de la revolución rusa de 1917 formarían los Partidos Comunistas y quienes se inspiraban en la revolución cubana de 1959 fundarían una serie de nuevas organizaciones que preconizaban la lucha armada. En los Andes la sigla que muchos de estos últimos solían utilizar fue la de MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria).

Estos nuevas fuerzas castro-guevaristas se autoproclamaban como la 'nueva izquierda'. Sus cuadros podrían provenir de escisiones de antiguos partidos nacionalistas, a quienes acusaban de haberse constituido como fuerzas burguesas. Estos cuestionaban a la 'vieja izquierda' conformada por los partidos comunistas a quienes criticaban por plantear la vía parlamentaria o evolutiva al socialismo, o a los trotskistas a quienes despreciaban por aferrarse a estrategias 'obsoletas' como la de construir partidos obreros para hacer insurrecciones socialistas de consejos obreros.

Los miristas seguían la estrategia del Ché Guevara. En vez de conformar partidos que se centrasen en los sindicatos o en la arena electoral, había que prepararse para ir a crear focos armados en las montañas pues éstos lograrían electrizar a la población conduciendo a una revolución liderada por comandantes guerrilleros. Los MIR de Venezuela y Perú nacieron a inicios de los 1960s como rupturas de Acción Democrática y del APRA, dos partidos hermanos inspirados en las ideas de Haya de la Torre. Ambos MIRes organizarían focos armados.

En el Perú su dirigente máximo, Luis de la Puente Uceda, murió en combate y uno de quienes inicialmente estuvo cerca a ellos, Carlos Malpica, sería el primer candidato del frente electoral de la izquierda peruana antes del golpe militar de 1968.

Durante la 'junta militar socialista' de Juan Velasco (1968-75) el MIR peruano se desgajaría en diversas fracciones, algunas pro-chinas y otras pro-cubanas. A inicios de los 1980s los miristas peruanos tendieron a definirse en torno a dos proyectos. Los que apuntalaban el frente popular electoral Izquierda Unida co-fundarían el Partido Unificado Mariateguista. Los que quisieron impulsar una lucha armada inspirada en el sandinismo y crítica al senderismo darían paso al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Tapia, uno de los jefes históricos de una fracción del MIR, evolucionaría desde el primer camino hasta convertirse en uno de los principales asesores en la lucha contra-subversiva. En cambio, Víctor Polay, líder de otra ala mirista, se convirtió en la cabeza del MRTA.

En Venezuela el MIR se transformó en la segunda fuerza electoral de la izquierda hasta que entraría en un proceso de dispersión. Una gran parte de los miristas está ahora en el Polo Patriótico del presidente Chávez.

En Argentina se formó un pequeño y efímero MIR en torno al intelectual Silvio Frondizi. Este tenía influencia trotskista y de allí saldrían Ricardo Napurí, primer senador trotskista peruano, y Jorge Altamira, legislador del Partido Obrero argentino. El MIR que llegaría a tener más fama fue el chileno formado a mediado de los 1960. Durante el gobierno de la Unidad Popular (1970-73) el MIR organizaba a millares de activistas buscando rebalsar a un presidente, como Allende, al que tildaban de reformista. El golpe de Pinochet golpeó duramente a esta organización, la misma que sería una de las piezas claves en la estructuración de la Junta de Coordinación Revolucionaria, una alianza de organizaciones guerrilleras del cono sur que hacían frente al Plan Cóndor de las dictaduras imperantes. Los miristas chilenos se fueron dividiendo y hoy constituyen núcleos activos aunque sin fuerza electoral.

Los miristas que más fuerza militar llegaron a tener fueron los del MRTA-MIR Comandos Revolucionarios del Pueblo, los mismos que en su mejor momento llegaron a organizar sendas columnas armadas en Junín y San Martín.

El MIR altiplánico

El último MIR en ser fundado fue el boliviano. Desde fines de 1970 hasta Agosto 1971 Bolivia había tenido un gobierno 'socialista militar'. El 1 de Mayo de 1971 se había reunido la Asamblea del Pueblo en el local del parlamento. Esta se basaba en la Central Obrera Boliviana y las organizaciones de la izquierda y se proponía formar un poder paralelo que co-gobernase con el presidente general Juan José Torres o le remplazase. Inmediatamente después que el ejército dió el golpe del general Hugo Bánzer apuntalado por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y la Falange, el 7 de septiembre de 1971 una serie de ex-militantes de una fracción disidente del MNR y de la Democracia Cristiana decidieron crear el MIR. Los creadores de este nuevo partido se ubicaban a la extrema izquierda del trotskista Partido Obrero Revolucionario (POR) y del Partido Comunista Boliviano, quienes habían dominado a la Asamblea del Pueblo (de la cual algunos decían debía ser el Soviet que llevase a la clase obrera al poder), y vení

El MIR no logró absorber al Ejército de Liberación Nacional (ELN) que había sido la base de la derrotada guerrilla del Ché Guevara. El ELN se disolvería y uno de sus principales allegados, Peredo, ha sido el candidato vice-presidencial del MAS (el Movimiento Al Socialismo de Evo Morales quien quedó segundo en los últimos comicios bolivianos). En Colombia, el membrete del ELN sería usado por quienes fundaron un nuevo foco castrista, el mismo que aún mantiene importantes acciones militares, aunque ha generado alas que sean desmovilizado. El MIR boliviano se fue diferenciando de los otros MIRes en dos aspectos. Desde un primer momento y a través de toda su historia siempre buscó conformar amplios frentes estratégicos. Por otra parte, antes que centrarse en prepararse para ir a las montañas siempre acentuó un extremo pragmatismo.

Apenas creado el MIR boliviano se unió a todo el abanico de la izquierda, desde los trotskistas hasta los partidarios del derrocado presidente Juan José Torres, para vertebrar el Frente Revolucionario Antimperialista. Cuando la dictadura de Bánzer (1971-78) llegaba a su fin, los miristas se unieron a gran parte de los partidos democratizantes para formar un Comité Nacional por la Democracia y luego se unirían al MNR de Izquierda y al Partido Comunista en la formación de la Unidad Democrática Popular (UDP). Jaime Paz Zamora, jefe histórico del MIR, se convertiría en el candidato vicepresidencial de dicha alianza encabezada por el ex-presidente Hernán Siles Suazo. Las elecciones generales de 1978, 79 y 80 no condujeron al ganador al poder y se basaron en un clima de permanente inestabilidad, golpes y huelgas generales.

En 1980 la UDP había ganado claramente los comicios. El golpe del general García Meza quiso evitar que lo que ellos consideraban el 'extremismo' llegase a palacio. El MIR era visto por la derecha golpista como la encarnación de dicho demonio rojo. El 2 de julio de 1980 Paz Zamora se salvó de un atentado contra su vida, el mismo que marcaría con quemaduras su rostro.

En 1982-85 el MIR boliviano se convertiría en el primer partido sudamericano de origen castro-guevarista en llegar constitucionalmente a la vice-presidencia. El gobierno de la UDP sobrevivió atenazado entre la oposición de un parlamento que estaba a su derecha y de poderosas huelgas y marchas sindicales a su izquierda. El MIR fue presionando al presidente Siles para que renunciase y en algún momento contempló la posibilidad de conseguir el aval del MNR para remplazarlo.

En las elecciones de 1985 el MIR se presentó por primera vez sólo. Quedó tercero y en el parlamento decidió votar por quien acabó segundo, el MNR de Víctor Paz Estenssoro, para evitar que quien obtuvo la primera mayoría, el ex-dictador Bánzer, llegase a palacio.

Durante 4 años el MIR colaboró con el nuevo gobierno del MNR, el mismo que fue quien inició el nuevo modelo neo-liberal de privatizaciones y ajustes monetaristas. En los comicios de 1989 Paz Zamora volvió a quedar tercero pero esta vez el general Bánzer le devolvió la factura al MNR, quien había acabado esta vez primero. Bánzer, quien quedó segundo, se unió al MIR para hacer elegir a Paz Zamora como presidente a condición que sus antiguos enemigos aplicaran su programa, aceptasen ministros suyos y conformasen la llamada 'Alianza Patriótica'.

Este pacto entre viejos enemigos mortales no era nueva en los Andes. Después de 1963 el APRA peruano se alió al general Odría quien en su dictadura (1948-56) les persiguió y asesinó a su principal caudillo sindical. Sin embargo, el pacto Paz Zamora-Bánzer sorprendió por la extrema rapidez y porque inmediatamente dio paso a una coalición de gobierno. Esta misma duró sus 4 años de mandato constitucional (1989-93) y se volvió a revitalizar en el quinquenio banzerista (1997-2002).

Gracias a esta alianza se permitió que dos fuerzas que debutaron en política ocupando los extremos antagónicos derecho e izquierdo, pudiesen colaborar entre ellos para moverse al centro y hacia el poder. Mientras que Pinochet, Videla y otros ex-dictadores anticomunistas del Cono Sur se aislaron o fueron procesados, Bánzer recibió las credenciales de 'demócrata' y se le permitió llegar a la presidencia (1997) liderando la mayor mega-coalición de partidos que se haya visto en dicha nación.

Socialdemócratas

Mientras que los MIRes de los demás países se mantenían relativamente marginales o se desintegraban, el boliviano sería el único en llegar al poder.

El MIR boliviano es el único partido de origen castro-guevarista que se adhirió a la Internacional Socialdemócrata, de la cual es hoy su sección oficial. El Partido Socialista de Chile es la única otra organización socialdemócrata sudamericana que puede rivalizar con los miristas bolivianos en haber llegado a la presidencia. En ambos casos estas dos fuerzas hermanas se han acoplado al nuevo modelo de economías neo-liberales. Mientras en Chile las fuerzas de Lagos han preservado el sistema monetarista que sus enemigos pinochetistas construyeron, en Bolivia los miristas han estado desde el primer momento coadyuvando al MNR y a Bánzer a desarticular el modelo estatista para dar paso a uno de privatizaciones y plena apertura al capital internacional. Mientras los socialistas chilenos nunca han coaligado con Pinochet y los miristas están a su izquierda, en Bolivia los miristas han cogobernado con el antecesor de Pinochet y han hecho pactos con toda la derecha política.

Lo interesante es que, pese a ser las únicas secciones socialdemócratas en el poder en el continente, la colaboración entre los miristas altiplánicos y los socialistas mapuches es limitada. El proyecto del gasoducto que lleve hidrocarburos desde el sur boliviano al Pacífico puede transformarse en el principal acuerdo comercial que han tenido dos países que desde la guerra de 1879 han tenido una rivalidad histórica. El único departamento boliviano donde el MIR tiene mayoría es Tarija (donde están los yacimientos de oro negro) y el puerto de Mejillones en Chile (que es una posible desembocadura de dicho ducto) fue patrocinado por el actual presidente socialista Lagos.

Sin embargo, Paz Zamora dedicó parte de su campaña electoral a cuestionar un posible ducto vía Chile y adaptándose a las fuertes corrientes populares hostiles a Chile. El burgomaestre de El Alto de La Paz es mirista y llama a que se vete el paso de dicho ducto por Chile.

Paz Zamora aduce que sus políticas han estado guiados por la responsabilidad hacia la democracia y el amor a su patria. Para sacar adelante a su país él sostiuene que se debió cruzar los ríos de sangre que les dividían con sus ex-perseguidores.

Crisis

Este osado pragmatismo condujo a dos crisis importantes en el MIR. La primera fue durante el gobierno de la UDP cuando el ala laboral se desprendería formando el MIR-Masas y se pasase a la oposición. En 1984 la secretaría general de la Central Obrera Boliviana pasaría a manos de este fraccionamiento del MIR. Más adelante el MIR-Masas iría entrando en un proceso de fusiones y desgajamientos. El actual Movimiento Al Socialismo de Evo Morales se nutre de algunas de esas corrientes en las que confluyó el MIR-Masas.

Después de la caída del gobierno Siles-Paz Zamora, el ala centrista del MIR, timoneada por Antonio Araníbar, constituiría el Movimiento Bolivia Libre. El MBL cuestionaba a su ex-partido por su giro hacia la derecha y los pactos corruptos. Se auto-proclamaba como el 'Trigo Limpio' moralizador y se asoció a los saninistas y al Partido de los Trabajadores brasilero en el Foro de San Pablo. El MBL acabaría como socio minoritario del MNR.

En 1993-97 Gonzalo Sánchez de Lozada, del MNR, fue presidente y él alentó una campaña de descrédito contra el MIR. En 1994 el MIR pudo haber pasado su peor momento. Se dieron a conocer evidencias donde se mostraba a Paz Zamora y a varios jerarcas miristas en contubernio con el 'Oso' Echevarría, sindicado de narcotraficante, de quien se decía había financiado la campaña de ese partido. Oscar Eid Franco, el número dos del MIR, pasaría 4 años en cárcel acusado de contubernio con las mafias. A la plana mayor mirista los EEUU le retiraron las visas de ingreso a dicho país. Paz Zamora anunció su retiro irrevocable de la política.

Para los miristas ésta fue una maniobra del MNR encaminada a embarrarlos e impedir que ellos volviesen al poder en las siguientes elecciones. El MIR lograría reconstituirse y en los comicios de 1997, así como en los del 2002, acabaría en un clave cuarto lugar. En ambas oportunidades, y pese a ser minoría, el MIR fue el factor que decidió en última instancia quien llegaría a palacio.

Hacia el cogobierno MNR-MIR

Al conocerse los resultados de los comicios del 30 de junio del 2002, Paz Zamora manifestó que su partido fue víctima de un 'terrorismo electoral' orquestado por el MNR y que no podía gobernar junto a los 'culitos blancos' de Sánchez de Lozada, considerado como el político más 'repudiado por el pueblo'. Un sarcástico artículo en Los Tiempos de Cochabamba sugería que dicho partido había sustituido la 'lucha de clases' por la 'lucha de culos'.

Buscando construir una mayoría parlamentaria el MNR se acercó a Manfred Reyes, quien quedó tercero por apenas 800 votos de distancia, para proponerle que sea su socio minoritario. Cuando el pacto estaba casi asegurado, Paz Zamora fue a Cochabamba a entrevistarse con él para pedirle que cambiase su actitud a fin que juntos controlasen el parlamento y de esta forma gobernasen al país desde la oposición. Reyes fue tentado y a la media semana de anunciar públicamente la ruptura con el MNR, el MIR apareció proclamando que ellos ahora serían los nuevos socios de Sánchez.

Cuando el pacto MNR-MIR parecía improbable escribimos que a nuestro entender la bravuconada mirista podría significar una forma de presionar para conseguir mejores tajadas. Al final Paz Zamora ha conseguido el 40% de los ministerios y diversas prefecturas y cargos de primer orden.

Cuando el MIR se fundó hace 31 años su objetivo era tomar el poder por asalto. Ahora sus críticos le dicen que su único objetivo sería llegar al poder para asaltarlo.

El ex-jerarca mirista Araníbar había declarado que el MIR tiene como norte llegar al poder a cualquier precio. Hoy él y sus ex-camaradas se han vuelto a reunir y tras el MNR. Esta alianza incomoda a ambos y Paz Zamora ha dicho que su partido no es un socio menor como lo es la UCS o el MBL, y que por eso el MNR debe tratar al MIR de igual a igual.

A los miristas bolivianos se les ha acusado de enriquecimiento desde el poder. Evo Morales ha tildado a la actual alianza como un contubernio entre los más corruptos. Esto puede ser retrucado como una calumnia por un partido que dice que lo que le guía es su desprendimiento desinteresado en pro de Bolivia.

Lo cierto es que existe una gran diferencia entre los miristas del altiplano y los de los vecinos del Pacífico. Mientras al sur del Titicaca los miristas están en palacio, al norte de dicho lago muchos de quienes provienen del MIR peruano sobreviven en la cárcel de Yanamayo, una de las más frías que hay en el continente. En Chile, a donde se refugiaron muchos de los creadores del MIR boliviano quienes sentían admiración por sus homólogos de dicho país, los miristas se mantienen en la oposición y sin riquezas.

Para los partidarios de Paz Zamora se requiere superar el llamado romanticismo y ultrismo. El hecho de haberse acabado el mundo bipolar debe obligarles a aceptar las nuevas reglas del juego. Los enemigos del MIR boliviano les acusan de ser capaces de cualquier cosa con tal de congraciarse con los EEUU para que les devuelvan las visas, cosas que ya han empezado a hacer. Para Paz Zamora hay que aceptar las circunstancias pues las economías y sociedades de la región deben estar íntimamente ligadas a Washington.

Para Paz Zamora su organización muestra fortaleza y valentía al cruzar los ríos de sangre para aliarse a Bánzer y los del odio para asociarse con Sánchez. Esto, aunque sus enemigos digan que pasan dichas aguas por los 'puentes del oportunismo'.

Desconfianzas

El MIR es visto con desconfianza por ambos extremos. En el MNR y en la derecha se les ve como profesionales y tecnócratas sedientos de poder. En la izquierda se les ve como traidores. En ambos polos se les acusa de carecer de principios o apego a sus promesas.

Para otros este partido es el que ha posibilitado viabilizar a la mayor parte de los gobiernos que se han sucedido constitucionalmente a través de 20 años.

En los sindicatos se acusa al MIR de haber decretado el estado sitio apenas llegó a palacio en 1989 para sofocar una huelga de los maestros y de la Central Obrera. El caudillo de la Confederación Campesina, Felipe Quispe, afirma que fue torturado durante la administración mirista. Sin embargo, la candidata vice-presidencial de Quispe acaba de aceptar un vice-ministerio por invitación del MIR. Los miristas aún mantienen presencia en los gremios de educación y en los sindicatos. Ellos son la principal fuerza oficialista en las zonas aymaras y acaban de conseguir que haya un aymara en la prefectura de La Paz.

Dentro de los partidarios de Sánchez existe cierta frustración por el hecho de haber tenido que conceder tantas cuotas de poder a quienes ven como angurrientos. Sin embargo, sin el MIR no hubiesen podido llegar a palacio y tal vez no podrían durar el quinquenio que quieren quedarse allí. Este partido les garantiza, además, una cierta cobertura social. Cuando se produzcan los conflictos con los sindicatos y las comunidades campesinas allí estará el MIR tratando de mediatizar.

Para algunos que buscan una estabilidad al modelo demo-liberal, el MIR, pese a sus giros, cumple un rol de bisagra esencial e indispensable. Sería el único partido capaz de entenderse con todos o gobernar con cualquiera logrando preservar al orden establecido.

Para los revolucionarios de la izquierda esa misma característica les convierte en un terrible enemigo. Le reprochan a Paz Zamora por haber coadyuvado a imponer al neo-liberalismo o estabilizado al banzerismo.

El MIR en sí tiene dos posibles alternativas que se basan en la experiencia de otras dos formaciones bolivianas con nombres similares al suyo. Por una parte puede seguir el modelo del Partido de Izquierda Revolucionaria. El PIR fundado en 1940 fue el primer partido marxista de masas del altiplano. Este llegó a su clímax en julio 1946 cuando encabezaron una insurrección que linchó al presidente Villarroel asociado al MNR. El PIR, siguiendo las instructivas de la URSS, decidió co-gobernar con la derecha democratizante y por esa vía acabó enfrentándose a los sidnicatos y fue rebasado por los nacionalistas y los trotskistas, hasta extinguirse.

La otra salida es la de convertirse en la nueva versión más modernizada, renovadora y socialdemocratizante del MNR, que es a lo que apuntan. Para Paz Zamora el MNR habría cumplido su ciclo y son ellos el nuevo Movimiento que se equidista de los extremos y que tiene la posibilidad de construir una 'Nueva Mayoría' que haga una nueva vía entre el ultra-liberalismo y el viejo estatismo.

El MIR boliviano se mantiene como un ejemplo singular. Desde las revoluciones rusa o cubana ninguno de los partidos autodenominados como 'Comunista' o de 'Izquierda Revolucionaria' habría logrado llegar a la presidencia por la vía parlamentaria. La excepción es el MIR boliviano. Para los marxistas consecuentes al MIR se le ha dejado arribar al poder a condición de haberse hipotecado a sus enemigos de clase y haberse trocado en una fuerza capitalista y corrupta. Para los camaradas de Paz Zamora el éxito de su movimiento es que se pone a tono con la modernidad y lo que ellos denominan su desprendimiento por amor a su país es algo que debería ser imitado por las demás corrientes que provienen de la extrema izquierda.

Para los que siguen la política latinoamericana se impone prestar atención a la evolución de tan singular fenómeno. Los giros que éste está operando pueden incidir sobre otras fuerzas que traten de acercarse a la socialdemocracia. El MIR boliviano debería estar siempre en su mira.

Indígenas peruanos se convierten en nuevos colonos judíos ortodoxos (Isaac Bigio)

Recientemente el diario israelí Ha Aretz y el británico The Guardian han revelado el caso de un grupo de 90 indígenas peruanos que se han transformado en colonos judíos ortodoxos dentro de los territorios ocupados en la Franja Occidental.

Los nuevos conversos al Talmud son campesinos que provienen de empobrecidas zonas rurales entre Trujillo y Cajamarca, al norte del Perú. Al igual que la mayor parte de los peruanos ellos eran católicos por generaciones hasta que una delegación de rabinos les judaizó. Según The Guardian un grupo de rabinos enviados por Israel Meir Lau, jefe rabino askenazí (judíos de origen alemán), estuvo en el Perú por 2 semanas donde se encontraron con esos aldeanos y luego los educaron en su fé.

Los rabinos que les convirtieron provienen de los asentamientos sionistas de Gush Etzion, cerca a Belén en la Franja Occidental ocupada por Israel. Según el rabino David Mamo, vicepresidente de la corte de conversión, se tuvo que sacar a dichos campesinos de su zona pues en sus aldeas natales no había forma que ellos pudiesen observar los ritos religiosos alimenticios 'kasher'.

El rabino Eliyahu Birnbaum, juez de la corte de conversión, declaró que ellos fueron traídos a Lima donde se volvieron a desposar de acuerdo a la 'halaká' (ley hebrea). Para Birnbaum la posibilidad que los nuevos judíos se integren a la colectividad de 3,000 judíos de Lima quedaba descartada pues ésta "consiste de personas de una determinada clase socio-económica quienes no les quisieran debido a su bajo nivel". El objetivo era judaizar a aquellos que pudiesen ser enviados a los asentamientos en las zonas palestinas ocupadas como Alon Shvut y Karmei Tzur.

Los conversos no tienen antepasados israelitas. Algunos judíos llegaron al Perú recién hace menos de 5 siglos y como 'marranos' que se habían obligado a critianizarse para evitar la persecución de los reyes castellanos. Recién desde el siglo IXX pequeñas oleadas de inmigrantes judíos llegaron de Europa o el Mediterráneo al Perú donde formaron una colectividad que en ningún momento llegó a tener si quiera 10,000 miembros.

La crisis y la pobreza viene empujando a muchos peruanos de condición humilde a buscar asidero en decenas de nuevas sectas religiosas. Una congregación oriunda del Perú es llamada los 'Israelitas del Nuevo Pacto Universal'. Esta última tiene decenas de miles de feligreses y hasta un partido político (el FREPAP) que ha llegado a tener 2 de los 120 congresistas. Sin embargo, ellos se reclaman cristianos.

La judaización de personas de raza india es algo relativamente nuevo. Para el ala ultra-derecha de los religiosos hebreos ello se justificaría pues se requiere de gente que apoye sus esfuerzos para construir el 'Gran Israel' donde todo el territorio que este estado ocupe sea anexado y se base en la ley toraica.

Los conversos fueron traídos a zonas que están en medio de aldeas árabes hostiles quienes se mantienen en rebelión ('intifada') pidiendo el retiro del ejército israelí para establecer un estado palestino. Los indígenas judaizados han incrementado drásticamente sus condiciones de vida pues han pasado de sobrevivir en la miseria rural andina para poseer mejores viviendas con sistemas básicos, educación, salud e incentivos materiales. Para muchos palestinos Israel les está negando su derecho a tener su propio estado o a retornar a sus tierras ancestrales. En cambio, ellos aducen, se transplanta a su país a gente que no tiene ningún lazo con dicha región como una maniobra desesperada a fin de usar los pobres de otros rincones del planeta como carnes de cañón contra ellos

Para muchos judíos este tipo de conversiones y colonizaciones no son bien vistas. Sectores ortodoxos enfatizan que su religión no es proselitista. Para otros hebreos se trata de una provocación contra los árabes que no hace más que poner leña al fuego.

Todos los integrantes de estas 18 familias de andinos conversos han adoptado nombres hebreos. Ellos han sido transplantados a un área que es cultural y climáticamente distinta y sin haber tenido la oportunidad de conocer Tel A Viv. Uno de ellos sostiene que su sueño sería convertir a los palestinos a su creencia aunque afirma que desafortunadamente los árabes sólo entienden de violencia.

PAE: UNA MISMA TRANSNACIONAL TRAS LAS DISPUTAS POR EL GAS EN AFGANISTAN Y BOLIVIA (Isaac Bigio)

Qué tienen común Afganistán y Bolivia? Estos son 2 países montañosos, pobres, mediterráneos y conflictivos que han buscado reflotar sus alicaídas economías en base al gas. La construcción de ductos ha generado disputas internas y en ambos países ha estado activa una misma multinacional.

Se trata de la Pan American Energy, un consorcio entre la antigua British Petroleum y la corporación argentina Bridas el 40%. La PAE tiene inversiones en los pozos de Tarija. La PAE, British Gas y la española Repsol-YPF son quienes están queriendo invertir $ 5,000 en ductos y plantas que lleven el gas desde el sur boliviano (donde está una de las reservas más ricas del hemisferio sur) a California vía un puerto chileno o peruano.

En Bolivia hay una serie de enfrentamientos acerca de cómo y por dónde debería exportarse el gas. Los contratos con la PAE, BG y Repsol han sido cuestionados por razones económicas o por querer favorecer una salida por Chile, que es objetado por un amplio sector d ela población.

Lo que es poco conocida es la historia que ha tenido uno de los 2 componentes de la PAE, la empresa Bridas en el conflicto afgano. Esto es algo que veremos en el presente artículo.

UNA MULTINACIONAL ARGENTINA TRAS LOS TALIBANES

De la Guerra afgana se ha hablado mucho pero poco se conoce de la participación de una multinacional argentina en dicho conflicto y en apuntalar inicialmente a los talibanes así como de la camuflada guerra por Afganistán entre la multinacional argentina BRIDAS y UNOCAl, el doceavo consorcio petrolero estadounidense UNOCAL. Ambas se enfrentaron por la construcción del gasoducto afgano por el que debería fluir los hidrocarburos del Asia Central hacia Occidente.

La corporación argentina de la familia Burleghoni quiso transformarse en la mayor inversionista que jamás antes haya tenido Afganistán. Su planeado gasoducto hubiese permitido un ingreso de más de cien millones de dólares anuales para el tesoro de un país que apenas exporta 5 millones de dólares mensuales. Mas, para hacer ello, BRIDAS debía apuntalar a la dictadura talibana tal y cual lo hicieron previamente con la de Videla.

LA BATALLA POR LOS NUEVOS YACIMIENTOS DE ORO NEGRO

Las reservas de crudo del Mar Caspio representan alrededor del 5% de las que hay en el mundo. Sin embargo, son las menos explotadas y exploradas que hay y las que tendrían mayor potencial. Durante más de 7 décadas éstos fueron solamente utilizados por y para la Unión Soviética. Al destruirse ésta y su sistema económico basada en una economía planificada no capitalista, ocho nuevas repúblicas asiáticas emergieron abriéndose al mercado y a las inversiones transnacionales occidentales.

Una carrera por explotar y transportar el oro negro de la región cáspica fue enfrentando a diversas multinacionales conllevando a una serie de luchas de poder en los nuevos miembros de las Naciones Unidas. La principal ruta para los gasoductos que conecten Bakú con occidente vía el Mar Negro pasan por zonas que dichos combustibles inflaman. Azerbaiján ha estado en guerra con Armenia. Chechenia, donde debe pasar el ducto y una refinería, y otras zonas aledañas caucásicas y el este turco son polvorines.

El nuevo país que más ha venido dependiendo de la producción y exportación del oro negro es Turkmenistán. Esta nación semi-desértica de apenas 4 millones de habitantes se postula como el nuevo Kuwait post-soviético.

En los noventas la única ruta directa que tenía el gas turkmeno para fluir hacia occidente era vía el gasoducto iraní. Mas, EEUU no ve con buenos ojos a uno de los que Bush tilda como 'ejes del mal'. En 1999 se firmó un contrato para que un consorcio estadounidense construyese un ducto que lleve hidrocarburos turkemenos vía Azerbaiján y Turquía.

Sin embargo, la principal tentación que podría tener EEUU para sacar el gas turkmeno hacia el exterior era vía Afganistán para que desembocase en los puertos de su aliado Pakistán, el mismo que es uno de los países más poblados del mundo y que puede ofrecer ductos hacia todo el subcontinente indio donde vive más de un cuarto de la humanidad.

En 1994 la compañía argentina BRIDAS fue la primera en proponer dicho ducto y un año después la multinacional estadounidense asentada en la Texas de Bush plantearía un proyecto similar.

BRIDAS

BRIDAS ha sido la tercera compañía petrolífera Latino Americana. Tiene gran experiencia en la construcción de tubos en zonas climáticas heladas como la Patagonia. A inicios de los 1990s serían pioneros en Turkmenistán donde descubrirían pozos, crearían ductos y luego entrarían en distintos litigios con su dictador Nuyazev.

A fines de los 1990s BRIDAS hizo una coalición con Amoco y British Petroleum para dar paso a Pan American Energy. En ésta BRIDAS tenía el 40% de las acciones mientras que los británicos poseían el 60%. La BP tiene numerosas inversiones en Latino América y en Colombia han sido denunciados por organismos de derechos humanos por financiar a los paramilitares para asesinar activistas. El consorcio argentino-británico PAE es la segunda compañía energética en Argentina y controla la mitad de la Empresa Petrolera del Chaco, que exporta el gas boliviano. El PAE posee, además, un ducto que une Argentina con Uruguay y varias plantas procesadoras como la brasilera de Río Grande donde llega el gas boliviano. PAE tiene ambiciones sobre todo el conos sur, incluyendo Perú y un posible ducto que lleve el gas boliviano al pacífico vía Chile o Moquegua.

Bridas inicialmente fue el dueño de Astra, una petrolera que sería comprada por Repsol. Hoy esta compañía española se ha convertido en la principal petrolera de Argentina. Repsol, PAE y Shell están asociadas con la explotación de varios yacimientos argentinos.

Entre 1995 y 1996 Carlos Burgheloni se la pasó nueve meses viajando en su jet privado entre Washington, Moscú y el Asia Central. El y su equipo se sentaban con diversos jefes tribales afganos y centro-asiáticos. BRIDAS y UNOCAL vieron con simpatías como los talibanes entre 1994 y 1996 llegaron a tomar el 90% de Afganistán. Para ambos este movimiento puritano autoritario era el que major podia estabilizar dicho país y establecer un régimen teocrático como el de la península arábiga con lo cual se poría garantizar la construcción del anhelado gasoducto.

Mas, a fines de 1995 el dictador turkmeno Niyazov firmó un acuerdo con UNOCAL y la multinacional saudita DELTA. Henry Kissinger estuvo envuelto en dichas negociaciones como asesor de la UNOCAL.

Burgheloni furioso llevó a la corte a UNOCAL y DELTA acusándoles de haber robado sus planes. El gobierno pakistaní de Bhuto se puso de lado de los argentinos mientras que Clinton amparaba a sus conacionales. Al final el juzgado estadounidense se lavó las manos diciendo que las leyes que regían dicha disputa no eran parte de su jurisdicción.

En Septiembre 1996 los talibanes capturan Kabul y BRIDAS en su guerra comercial contra UNOCAL plantea estar en mejores condiciones que sus rivales tejanos para construir el ducto. Esto debido a que no necesitaría préstamos internacionales y a que se estaba asociando con la compañía saudita Ningarcho, tan cercana al Príncipe Turki, quien inicialmente llevó a Bin Laden a Afganistán y quien fue hasta recientemente el poderoso jefe de la inteligencia saudita, la misma que canalizó el mayor apoyo financiero para los talibanes.

El conflicto entre las petroleras argentina y estadounidense también repercutía en una lucha interna entre dos clanes de la familia real saudita.

Cuando el gobierno de Bhuto fue remplazado Pakistán se fue inclinando a favor de la multinacional estadounidense.

UNA GUERRA SIN VENCEDORES

UNOCAL se perfilaba como el mejor postor para el gasoducto. Estaba protegida por Washington y ligada al gobierno republicano tejano de Bush y a Kissinger.

Los republicanos solo llamaron a deponer a los talibanes en los últimos meses. Sin embargo, hasta el ultimo no dejaron de mostrar una predisposición a congraciarse con el Mullah Omar.

El razonamiento de las petroleras estadounidenses, como la UNOCAL, es que una autocracia islamista conservadora como la talibana no era un mal.

Es mas, sus mejores inversiones en el golfo pérsico habían sido hechas con emiratos que tenían sistemas teocráticos similares.

El problema que tenía UNOCAL para invertir en Afganistán es que para ello se requería de un reconocimiento previo de Washington hacia los talibanes.

Mas, esto no era fácil debido a la hostilidad que había en muchos feministas y demócratas norteamericanos a las prácticas talibanas. BRIDAS, en cambio, ofrecía al Mullah Omar y a los distintos caudillos afganos la posibilidad de iniciar la construcción del gasoducto sin tener que suscribir ninguna conseción a los derechos humanos. BRIDAS se había gestado durante la dictadura argentina y no se supeditaba a la política de EEUU.

A fines de 1998 UNOCAL se retiró del consorcio pro-gasoducto afgano. La caída de los precios petroleros y las concesiones de Clinton hacia los grupos de presión anti-talibanes le obligaron a ello. Sin embargo, la multinacional argentina no pudo sacar provecho de ello. Afganistán iba ganando la reputación de ser un nido para Bin Laden y un país próximo a estallar.

En el 2002 cuando el poder ha vuelto a los viejos caudillos militares afganos que guerrearon entre sí y que fueron depuestos por los talibanes, existe la posibilidad para que se vuelva a desempolvar el proyecto del gasoducto. Esta vez, otros consorcios, incluyendo rusos o australianos, podrán entrar a tallar en la disputa por ver quien será el que más saque hidrocarburos desde el Asia Central.

La PAE ya no pone sus ojos tanto en Afganistán. Ahora una de sus principales inversiones la está colocando sobre otra altiplanicie, pero en el cono sur. Al igual que en el caso afgano la pelea por los beneficios anima tensiones internas.

LA BATALLA POR EL GAS BOLIVIANO

Bolivia tiende a convertirse en el principal exportador de gas del cono sur. La mayor parte de las divisas bolivianas ya no provendrían de sus minas o la coca, sino de los hidrocarburos. La nueva figura nacional es la de un mendigo sentado sobre un yacimiento de gas, el mismo que puede generar explosiones sociales.

De Bolivia salen ductos que llevan el gas a Brasil y Argentina. El principal proyecto económico del país es ahora construir una nueva tubería para llevar dicho producto desde Tarija (el más sureño de los departamentos bolivianos) al Pacífico conquistando los mercados de México y California.

Se calcula que en Tarija hay más de 70 trillones de metros cúbicos de reservas de gas, cifra mayor a la que tiene Venezuela. La construcción del gasoducto costaría unos $ 5,000 millones, de los cuales un 40% se quedaría en el país de salida donde habría una planta de procesamiento. La exportación del gas al Pacífico representaría para Bolivia un ingreso de unos $ 400 millones anuales, una cifra equivalente a la tercera parte de todo lo que esta república exportó en el 2000.

Tres grandes compañías petroleras se han asociado en el consorcio Pacific LNG para encargarse de dicho proyecto. Estas son la española Repsol y las británicas British Gas y BP. Esta última ha amalgamado a la Bridas argentina, quien fue una de las 2 multinacionales que azuzaron el conflicto afgano al tratar de construir un ducto que llevase los hidrocarburos del Asia central al océano Indico.

Una guerra se ha desatado en pos de adjudicarse el derecho a ser el puerto donde culmine el gasoducto y se construyan plantas. La ruta más directa y que recientemente ha sido declarada como preferida por la Pacific LNG es la que desemboca en la caleta Patillos, a 65 kilómetros al sur de Iquique.

Patillos está a 650 kilómetros de los pozos tarijeños, mientras Mejillones está a 723 kilómetros de distancia de Ilo (Perú) a 910 kilómetros. Otra ventaja que tendría Patillos es que barcos de gran tonelaje pueden llegar muy cerca de sus costas. La profundidad del mar es de 20 metros a sólo 200 metros de la playa, mientras que en Mejillones esa misma profundidad se encuentra a 600 metros del litoral.

En Chile hay una pugna de intereses entre diversos grupos que tienen sus respectivas inversiones en esos dos puertos. La familia Von Appen es dueña de la mitad de Mejillones. Esta y la constructora Belfi vienen pugnando por convertir a Mejillones en el puerto de salida. El presidente Lagos desde que fue ministro de obras públicas ha tendido a favorecer a dicha ciudad como favorito para construir un mega-puerto. La familia Yuraszeck y el grupo Claro tienen intereses en Iquique-Patillos.

El presidente saliente (Quiroga) y el entrante (Sánchez) concuerdan con la Pacific LNG que se debe priorizar la ruta más directa y menos costosa. Sin embargo, para el 70% de la población esto es algo desagradable. La herida nacional más fuerte que tiene este país es la pérdida de su salida al mar en la guerra con Chile. El enclaustramiento mediterráneo es visto como un factor que aisló a Bolivia y le impidió desarrollarse.

En el oeste boliviano, donde vive el grueso de los habitantes, hay una fuerte tendencia en pro que el gasoducto suba desde Tarija hasta el Perú pasando por todo el altiplano. Para la oposición no se debería beneficiar a Chile con las riquezas del gas si es que esta nación no está dispuesta a dar una salida soberana al mar. El problema es que hacer una extensión de tuberías hacia Ilo (el puerto peruano donde Bolivia tiene derechos) conllevaría a un gasto adicional de $670 millones perdiendo 1.200 millones de dólares en 20 años. Para los partidarios de la vía peruana ese gasto se justificaría pues permitiría desarrollar la industria y el empleo en el altiplano (la zona más empobrecida del país y que periódicamente es azotada por sequías o nevadas) así como permitir energía para obras masivas de irrigación y electrificación rural.

En Bolivia los militares y sus tradicionales enemigos, los sindicatos, quieren vetar a Chile. La izquierda organiza marchas masivas en pro de una salida vía Perú. Al promover el revanchismo anti-chileno ésta se hace daño y debilita sus lazos con los sindicatos y los socialistas chilenos, quienes han estado históricamente asociados a ella.

El Comité Cívico de Tarija hace contrapresión en favor de exportar directamente el gas vía Antofagasta. Para ellos la oposición anti-chilena del occidente boliviano no tiene razón de ser pues gran parte de su economía se nutre de la venta de productos que vienen de Chile así como de las carreteras, el ferrocarril y el oleoducto que conectan al altiplano con la costa chilena.

El nuevo mandatario boliviano buscaría acelerar el contrato aunque el gasoducte culmine en Chile y este país no ofrezca una salida soberana al mar. Los otros 4 candidatos presidenciales más votados han rechazado ello. Sánchez ahora ha invitado al MIR a co-gobernar con él. Habrá que ver si este partido se olvida sus discursos anti-chilenos de campaña.

La pugna por el gas genera conflictos entre regiones y consorcios empresariales chilenos, entre los 3 países que estuvieron en la guerra de 1879 y entre regiones y partidos bolivianos.

Tomado de Aymara Uta


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