17 de marzo

15 de febrero, 2003

El gobierno boliviano denuncia un fallido golpe de Estado

CNN

LA PAZ (Reuters) -- El gobierno de Bolivia denunció el viernes que los dos días de violencia que dejaron un saldo de 27 muertos en el país formaban parte de un fallido "golpe de Estado contra la democracia" y de un presunto plan para asesinar al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

El portavoz presidencial Mauricio Antezana dijo en una conferencia de prensa, sin identificar a ningún sector, que el movimiento denunciado "cobijó en su seno un proceso de conspiración para interrumpir el mandato del presidente Sánchez de Lozada".

El funcionario mostró más tarde a las cadenas de televisión impactos de al menos seis proyectiles disparados por presuntos francotiradores contra el despacho y dependencias privadas del mandatario en el llamado Palacio Quemado, sede del gobierno.

Según las imágenes, uno de los proyectiles hizo impacto sin penetrar en el blindaje de un ventanal a escasos tres metros del escritorio del jefe de Estado en un salón del palacio.

Los impactos de otros cinco proyectiles que sí se incrustaron en el palacio fueron encontrados en un vestíbulo, un comedor y una antesala del dormitorio que ocasionalmente usa el mandatario de 72 años.

"Los disparos fueron efectuados por francotiradores buscando objetivos", dijo Antezana al anunciar que expertos en balística realizaban una exhaustiva investigación sobre esos y otros múltiples proyectiles disparados, presumiblemente el miércoles, contra el palacio ejecutivo.

Dos días de disturbios

Un denominado "impuestazo" sobre los salarios, que forma parte de un proyectado paquete de medidas económicas enviado al Congreso para reducir el elevado déficit fiscal, desató el miércoles protestas sociales y un motín policial que derivó en sangrientos choques con soldados en la plaza donde está la casa de gobierno.

El jefe de estado fue evacuado del palacio en una ambulancia cuando arreciaban los enfrentamientos en las inmediaciones.

Veintisiete personas murieron, entre ellas nueve policías y cuatro militares, y 135 resultaron heridas en choques y una posterior ola de incendios y saqueos que se propagó el jueves a otras ciudades del país.

El gobierno y sus opositores se acusaron mutuamente de la acción de francotiradores que mataron a algunas de las víctimas desde edificios del centro histórico de La Paz.

Los enfrentamientos y la posterior violencia callejera no tuvieron precedentes en dos décadas de estabilidad democrática en Bolivia, una nación acosada por golpes militares e insurrecciones populares a lo largo de su historia independiente de 177 años.

Acusaciones de "autogolpe"

Horas antes de la denuncia del portavoz presidencial, el líder indígena y diputado izquierdista Evo Morales dijo, en cambio, que la violencia pudo constituir un intento de "autogolpe" por parte de Sánchez de Lozada.

"Un autogolpe al estilo Fujimori", declaró el viernes a la emisora católica Radio Fides, refiriéndose al movimiento militar encabezado en 1992 por el ex presidente peruano Alberto Fujimori para disolver el Congreso y asumir poderes extraordinarios.

Morales, quien encabeza un denominado "Estado Mayor del Pueblo" que exige la renuncia del presidente, dijo tener información de "generales del alto mando" sobre sus denuncias.

Sánchez de Lozada, un empresario liberal que ya gobernó Bolivia de 1993 a 1997, derrotó en junio a Morales en una apretada elección presidencial que se decidió en una votación legislativa.

Tomado de CNN en español


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