23 de diciembre del 2002
Cátedra libre Ernesto Che Guevara: Clase Abierta del 12 de noviembre de 2002
Néstor Kohan:
Hoy tenemos el honor y el orgullo de contar con nosotros en nuestra Cátedra de la Universidad Popular de las Madres con un compañero especial. Un docente invitado, que en primer lugar es un compañero, y que además de serlo, es también miembro del Comité Académico Internacional de la Cátedra del Che: Armando Hart Dávalos. Armando no es un desconocido para nosotros, es un compañero sobre quien ya hemos discutido en clase, ya hemos trabajado materiales y artículos suyos y hemos analizado la carta que el Che le enviara a Hart en 1965 desde Tanzania sobre los estudios de filosofía.
Armando Hart es un dirigente histórico de la Revolución Cubana. Pero además tiene muchos libros escritos sobre los temas que nos ocupan en esta cátedra, los problemas de la cultura, de la revolución y el socialismo. Entre otros merecen destacarse: Del trabajo cultural. Selección de discursos (La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1978); Cambiar las reglas del juego (La Habana, s/editorial, 1983); Somos una consecuencia de los mejores ideales de la edad moderna (La Habana, Creart, 1997); José Antonio Saco, Félix Varela y Antonio Maceo: ética, cultura y política (La Habana, Instituto Cubano del libro, 1998) y uno de los más interesantes de todos: Aldabonazo (La Habana, Letras Cubanas, 1997). Éste último traza una historia de la Revolución Cubana desde una perspectiva autobiográfica. Allí encontramos las raíces primeras del Movimiento 26 de julio que encabezara la lucha insurgente contra la dictadura de Batista y logrará más tarde hacer triunfar la primera revolución socialista de nuestro continente.
Pero Armando Hart no sólo escribió libros. Conjugó durante décadas esa actividad intelectual con la práctica militante. En sus años juveniles fue vicepresidente de la Asociación Estudiantil de Derecho y dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de La Habana, desde donde encabezó la resistencia al golpe de estado de Fulgencio Batista en 1952. Cofundador, junto a Fidel Castro, del Movimiento 26 de julio y dirigente del mismo en el llano (en la lucha urbana), cayó preso y fue liberado con el triunfo de la revolución en 1959. Desde entonces dirigió el Ministerio de Educación y la campaña nacional de alfabetización. En 1965 pasa a desempeñarse como secretario de organización del recientemente fundado Partido Comunista de Cuba (PCC). A ese desplazamiento de tareas hace alusión la dedicatoria irónica "mi querido secretario" con que se inicia la carta del Che que ya trabajamos en clase. En 1976 Hart se convierte en Ministro de Cultura. Hoy dirige la Sociedad Cultural José Martí y la Oficina del Programa Martiano.
En la clase de hoy, entonces, hablará primero Mercedes Meroño, que para nosotros cariñosamente es Porota, en representción de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, luego el embajador de Cuba, Alejando González Galeano y, finalmente, Armando Hart.
MERCEDES MEROÑO (Porota):
De mi parte, un saludo muy cortito para la Cátedra del Che porque venimos a escuchar a Armando Hart Dávalos. Las Madres estamos orgullosas, tenemos acá con nosotras al responsable, a quien hizo nada menos que la campaña de alfabetización en Cuba. Por algo las Madres tenemos que aprender mucho, esperemos que nos enseñe, para seguir realizando las tareas de nuestra querida Universidad Popular...
Por eso tenemos el orgullo, el placer, todas las cosas que sentimos al estar sentadas al lado de un revolucionario, que pertenece a esa Cuba que tanto queremos, que tanto admiramos, a ese pueblo que sigue defendiendo la revolución socialista. Una Revolución que, estén bien seguros, algún día nosotros también vamos a tenerla. Muchas gracias compañero Armando Hart por acompañarnos en esta lucha.
ALEJANDO GONZÁLEZ GALEANO (EMBAJADOR DE CUBA):
Queridos compañeros, amigos de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, queridas Madres, estudiantes, profesores. Como siempre he dicho, es un inmenso placer cada vez que tenemos la oportunidad de venir a compartir con ustedes, en esta ocasión tenemos una oportunidad de lujo, pudiéramos decir, porque se encuentra de visita aquí en Argentina, el doctor Armando Hart Dávalos, relevante personalidad de la historia de la Revolución cubana. Podría decir, sin temor a equivocarme, una de las personalidades vivas, más importantes de la historia reciente, de toda la epopeya revolucionaria, que además, como seguramente todos conocen, ha estado inmerso en todas las grandes tareas de nuestra Revolución, empezando, en primer lugar, por la propia gesta en sí, la lucha armada, etc.
Y posteriormente, campañas tan fundamentales como la de alfabetización que declaró a nuestro país primer territorio libre de analfabetismo en América latina, ocasión en la cual precisamente el compañero Armando Hart se desempeñaba como ministro de educación. Posteriormente ocupó otra importante responsabilidad como ministro de cultura, donde no sólo fue protagonista de todo el impulso, el desarrollo cultural que la Revolución dio a nuestro pueblo, sino que devino en un importante intelectual con aportes teóricos fundamentales a lo que es la cultura en sí, como un arma precisamente fundamental de lo que es nuestra Revolución. Más recientemente el compañero Armando se encuentra desempeñando el cargo de director de la Oficina del Programa Martiano del Consejo de Estado de la República de Cuba, que entre otras cuestiones fundamentales tiene la tarea, hacia el interior del país, sobre todo hacia el exterior del país, de impulsar, promocionar el conocimiento de esa figura tan trascendente no sólo en la historia de Cuba, sino en la historia latinoamericana y universal que fue José Martí.
Él ha venido en una visita, cuyo objetivo principal es promocionar una importante conferencia internacional que se va a desarrollar en Cuba, en enero del próximo año [2003], titulada "Por el equilibrio del mundo, en ocasión del 150 aniversario del natalicio de José Martí" y como no podía faltar en la agenda de su programa, a pesar de que ha sido un programa cargado, intenso, que ha incluido contacto con personalidades importantes, instituciones, gobierno, charlas, etc., no podía faltar este encuentro aquí en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo. Esta Universidad Popular, como ustedes conocen, tiene para el pueblo cubano una significación muy fundamental por toda la historia de lucha, de resistencia, que representan las queridas Madres. Muchas Gracias.
ARMANDO HART DÁVALOS:
Bueno, muchas gracias. Es imposible que ustedes calculen la emoción y la satisfacción que nosotros sentimos al reunirnos en esta Universidad Popular, símbolo del grupo de las Madres de Plaza de Mayo y con todos ustedes. Es tanto lo que simboliza esa expresión, Madres de la Plaza de Mayo, es tanto, que prefiero iniciar una reflexión sobre el Che y después hablar sobre el significado de las Madres de América. [Refiriéndose a las Madres] Ustedes son representantes de las Madres de América y la importancia que tiene lo que ustedes representan.
Voy a referirme en primer lugar al Che.
Qué es el Che, muy fácil se dice, y cada cual lo emite con su propio sentimiento, yo lo tendré que exponer con el mío. En una oportunidad, en una intervención yo dije del Che, hablando del mito del Che: compañero revolucionario con una formación científica.
¿Por qué mito? Yo dije: no podemos renunciar a los mitos. No podemos hacerlo porque sería renunciar a conocer la realidad, porque muchas veces la realidad se expresa por la vía de los mitos y sobre todo aquellas realidades profundas que no son fáciles de describir en palabras y que acaso sólo la poesía pueda dibujarla, se expresan en mitos. Si se quiere un enfoque científico de la cuestión, recordemos que alguien que tenía mucha ciencia, Federico Engels, dijo que la inconsecuencia no estaba en mantener móviles ideales sino en no estudiar sus causas fundamentales.
Si nuestra independencia ha significado que nuestra civilización y nuestra cultura ha tenido expresión en un mito, yo pienso que los revolucionarios tenemos que asumir esa expresión con todo rigor científico; que el mito del Che precisamente representa lo que quedó olvidado en la historia de la civilización occidental. Quedó olvidada, quedó subestimada...la ética.
Lo que quedó olvidado y subestimado es la relación de la moral con la ciencia. El Che es la síntesis del pensamiento científico que nos vino de Europa con el ideal utópico que nació en nuestra América. Y es hoy, en el mundo del siglo XXI, cuando eso se tiene que comprender mejor, so pena de caer en el abismo y la desesperación: la relación entre la larga historia del pensar científico y filosófico de la civilización occidental y la también larga historia de los grandes mitos que el hombre fue forjando. Si el hombre los fue forjando por algo es. Porque soñaba con algo. Algunos podían darle a esto una connotación metafísica ajena a la realidad de la que tenemos conocimiento. Nosotros, que respetamos las creencias de todos, pensamos que tenemos primero que explicar el mito en la historia viva, práctica.
Respetamos que el Che es un mito más allá de lo que el hombre puede conocer. Las creencias religiosas, las respetamos, pero no vamos a tener el caso del Che... [no se oye] ..., en el caso de toda la evolución de nuestro pensamiento a explicar cómo estos mitos, como los que representa el Che, han sido la puerta vivificadora de la historia de nuestra civilización y, por tanto, de nuestra cultura. Si se quiere desde los tiempos de Jesús de Nazaret (no entro aquí en el debate de que se lo plantea como "hijo de dios" o como "representante de algo más allá de la naturaleza", dejo eso para el análisis concreto de lo que siente cada cual, porque yo creo que el científico, como el pensador político concreto no puede introducirse en ese tema violentando sentimientos y emociones que están vivos en millones de seres humanos, sino respetarlos, pero abordando el tema del mito en la realidad histórica concreta).
Y en la historia de América estos símbolos son indispensables para poder avanzar. Estudiémoslos en el Che. El mito del Che. Como decía, representa esa articulación entre el pensar científico y el pensamiento utópico. El mito del Che, un hombre que sentía el dolor humano tan fuerte que creo que por eso escogió sus estudios, su trabajo de médico. Deambuló, anduvo por toda América buscando a los que sentían dolor y así se tropezó con la miseria, que es el gran dolor social y recorriendo por distintas zonas de nuestra América, primero llegó a Guatemala, llegó a América Central, después llegó a México. Recuerdo esto porque la primera vez que oí hablar del Che fue a un compañero revolucionario, cubano, que estuvo en el Moncada, que salió exiliado: Antonio Ñico López, que llegó a Guatemala, luego volvió a Cuba para reemprender la lucha junto a Fidel, a quien conoció muy directamente, que volvió en el Granma y murió en el desembarco, fue asesinado. Y Ñico López que ya tenía una formación marxista, era un autodidacta con una inteligencia superior, entrando en la clandestinidad, en el exilio, en el año '55, estando con nosotros trabajando en al lucha revolucionaria para preparar condiciones para la lucha, en lo que después fue el Granma. Yo trabajaba en eso. Un núcleo que dejó Fidel en la Habana para preparar todo eso.
Ñico era un agitador, un hombre promotor, hombre que sentía profundamente los intereses de los pobres, él mismo era un trabajador pobre, muy influido por las ideas socialistas y me dijo: "allá, en Guatemala, conocí a un médico argentino marxista. Yo creo que Fidel debe conocerlo y estoy loco por presentárselo". Así fue la primera vez que yo oí hablar del Che. Después Ñico viajó a Méjico, ya también había viajado allí Raúl Castro. Se relacionaron con ese médico argentino, se lo presentaron a Fidel y en una noche de conversación con Fidel se unió para siempre a la empresa de nuestro comandante. Y digo que en una noche, porque un hombre como el Che de pensamiento analítico, profundo, riguroso, no se dejaba convencer fácilmente por una persona que no conocía, sino por una razón muy profunda. Porque era un analítico, sin embargo, aquella noche bastó para que esos dos hombres se unieran para siempre: Fidel y el Che.
De modo que no se puede escribir la historia de la revolución en el siglo XX en América Latina sin unir a Fidel y al Che. Y yo me pregunto: un médico argentino, de pensamiento político radical, amante de los humildes, deseoso de servir a la causa de los pobres, un médico argentino, de una familia que no era pobre, ¿pudiera un médico argentino llegar a México, unirse a Fidel y después en un proceso de la lucha armada convertirse en una leyenda para nuestros países, y convertirse en una de las figuras esenciales de la historia de Cuba?
Porque no fue un combatiente más. Hay historias muy hermosas de combatientes que se han unido a las causas de nuestro pueblo, pero es que el Che se unió a la causa y se colocó junto a Fidel en la cumbre más alta del proceso revolucionario cubano. Un argentino, nacido bien lejos de la patria de Martí, nuestra patria, se unió a nuestra causa y se convierte en un líder fundamental de la Revolución Cubana. ¿Cuántas veces en la historia del mundo ha ocurrido esto? ¿Cuántas veces una persona no nacida en la tierra de un país dado, se ha unido a su causa y se ha convertido en una figura principalísima de la historia ese país?
Nosotros tuvimos una experiencia en el siglo XIX: Máximo Gómez, dominicano, se unió en 1868 a la causa de independencia de Cuba, cuando se dio el grito de Yara y se convirtió en un dirigente claro de la lucha, junto con Maceo, junto con Martí... Máximo Gómez, de origen dominicano, ¡un elemento clave de la historia de Cuba!. Era jefe del Ejército Libertador, jefe de Antonio Maceo, que era de origen mambí, cubano, más querido, más respetado por su audacia, su talento y por su inteligencia y se disciplinaba ante Máximo Gómez, nacido también en otra tierra, en República Dominicana.
El Che, nacido en Argentina, en el sur del continente, se une a nuestra causa y se convierte en un símbolo, uno de los actores principales de la Revolución. Yo contaba que cuando se promulgó la constitución de la República en 1901, la primera, hubo un artículo que había una excepción, porque todos los que pueden ser presidentes tienen que ser nacidos en la tierra de ese país y había un artículo que exceptuaba a Máximo Gómez, y en 1959, cuando hicimos la primera ley fundamental de la Revolución, que recogía las esencias de la constitución del '40 derogada por Batista, hicimos también un artículo que decía que el Che podía también ser presidente de Cuba. No es que se planteara que lo iba a ser, no, él mismo se oponía a eso, ni era lógico que lo fuera, ni justo, pero lo pusimos en la Constitución: el Che podía ser presidente de la República de Cuba. Como un símbolo, como una prueba de lo que lo queríamos, podía ser presidente de Cuba de acuerdo con la Constitución.
Digo esto para que se comprenda a qué dimensión llegó el Che en Cuba, un argentino que llegó allí. Yo que recuerdo, ninguno de los cubanos con los que trabajábamos en esos días, a ninguno le pasó por la mente considerarlo como "un extranjero", un agente de otro país, el que pudiera ser un gran líder de la Revolución. Por lo menos a mí no se me pasó por la mente, y a muchos de los compañeros tampoco.
Me he preguntado muchas veces por qué, uno tiene una formación, una estructura. Ustedes saben que en Bolivia, cuando vino el Che, ese tema fue una contradicción también, porque decían que "no era boliviano"... ¡Un error disparatado!, porque lo que el Che quería era pasar por Bolivia para llegar aquí, a la Argentina. Esa es la verdad.
Entonces, ¿cómo logró esto? Lo logró porque se convirtió en un abnegado combatiente y porque fue capaz de las grandes proezas de la historia cubana. La invasión del Oriente del país, hacia Occidente y hacia el centro de la isla. Eso lo habían hecho en el siglo XIX, Antonio Maceo y Máximo Gómez cuando se consiguió la invasión de Oriente a Occidente, lo repitió El Che Guevara junto a Camilo Cienfuegos y atravesó las llanuras de Camagüey y atravesó todo aquello tremendo y se instaló en el centro de la isla y le dio golpes y heridas de muerte al asesino Batista.
En ese año, yo recuerdo, cuando se realizó todo aquello yo ya estaba preso, y de la cárcel los oíamos, muy clandestinamente... lo del Che, lo de Camilo. Y el Che se va convirtiendo en una leyenda. ¡En una leyenda!, ¡qué grandeza!. Así lo conocí yo en esos años. Hay que buscar las raíces económicas y sociales de este hecho, porque esto no es una cosa casual ni derivada exclusivamente de las emociones, que las tenemos, y que hay que cultivarlas, ni de la sensibilidad humana, que la tenemos y que hay que cultivarla, es también derivada de factores económicos sociales y es que América Latina, nuestra América, como dijo Martí, en nuestro pequeño género humano, como lo llamó Bolívar, es una sola gran patria. Yo, al menos , les digo, hermanos, les aseguro que desde que tengo uso de razón, me siento no sólo cubano, me siento latinoamericano.
Yo, de adolescente, como muchos otros más, conocía las cosas que pasaban en América latina y Argentina en los años '40 y '50, tan al día estaba de eso como lo estaba de los acontecimientos de Cuba. Hay una cultura, claro, heredada de Martí, de la tradición cubana, una cultura latinoamericana y caribeña, que fue la que llevó al Che a Cuba, porque no se explica de otra manera. No se explica de otra manera que llegara a convertirse en un amigo de Fidel y de ahí ascender a la categoría de leyenda. Claro, se explica por su carácter, por su inteligencia y porque reunía dos condiciones. La capacidad de acción, de organización y de jefe militar y otra, la de pensador. El Che era un pensador, no era solamente un actor. Era un actor y un pensador.
Tuve un privilegio, uno de los grandes privilegios de mi vida, en conocerlo, incluso en debatir muchas cosas, porque en la lucha siempre se debate. Entonces cuando va a Cuba, el Che era un comunista ya formado, yo entonces estaba en proceso de formarme como comunista, con algunos prejuicios, con razones que hoy, después, algunas se me han confirmado... [muchas risas del público].
Yo era martiano, era cubano, el Che ya estaba formado y llegaba como un comunista convencido, el Che estaba en proceso de formarse como cubano, nosotros estábamos en proceso de formarnos como comunistas. El Che llegó comunista, hay que decir que tuvimos algunos debates, fraternales, en relación a todo esto. Él estaba en la sierra, nosotros trabajábamos en el llano y ustedes saben que los escenarios históricos también condicionan un poco las ideas de cada cual, pero siempre le admiramos profunda y radicalmente, y nunca le discutíamos porque fuera "extranjero", porque fuera de otro país. Nunca, nunca se nos pasó por la cabeza. Discutíamos y analizábamos los problemas, y resulta que el Che después de la guerra, triunfa la revolución, ya entró siendo comunista, ya todo el mundo lo sabía, él nunca lo decía.
Una vez, porque era muy hábil, le preguntaron en tiempos en que la Revolución no se había declarado todavía marxista, como era tan hábil e inteligente, le preguntaron si él era marxista, una pregunta provocadora de un enemigo, un agente. Él respondió: "Bueno, a un luchador social preguntarle si es marxista es como si a un físico le preguntas si es newtoniano o einsteineano". Y era verdad, porque él no decía mentiras, pero lo decía de manera hábil, él tenía esa formación.
Dicen, yo no sé si es verdad, tengo que preguntarle a Fidel esto, por cierto, me han dicho que es verdad...Pero verdad o no verdad, muchas cosas en la medida, aunque no sean verdad, son interesantes porque expresan realidades. Dicen que estaba Fidel preguntando "¿Aquí hay algún economista". Entonces el Che dijo: "Yo". "¿Tú eres economista?", le preguntó Fidel. Entonces el Che le contestó: "No, yo te entendí comunista".
Y lo hicieron presidente del Banco Nacional de Cuba. Y una cosa linda, que queda para la historia, es que el peso, la moneda de Cuba está firmada por el Che. No puso "Ernesto Guevara de la Serna". No, puso Che.
Entonces, se dedicó no sólo a la labor de la economía sino que se dedicó al análisis de los problemas más profundos de las ideas y resulta que esas ideas lo han dejado consagrado por estos días como un hombre que previó el futuro. Entonces, aquel que incluso nos reprochaba un poco a nosotros porque teníamos contradicción con la Unión Soviética, conoció la Unión Soviética y el hombre se volvió más radical contra la Unión Soviética que nosotros, que cualquiera de nosotros. Cuando conoció aquello se volvió radical, en relación a los factores económicos, que estaban influyendo en los destinos económicos.
Y hay que decir que el Che penetró antes que nadie en el mundo en los problemas teóricos que comportaba el socialismo y que después dieron lugar al derrumbe, fue un genial previsor de un drama. Estudió las razones por las cuales atribuyéndose a los factores de cómo se definía la economía, de cómo se movían los recursos, cómo se promovían los estímulos materiales, hizo predicciones enormes. Hay que decir que el Che, cuando vino para Bolivia y de Bolivia venía para Argentina... y hoy, digámoslo con todo inmenso respeto por todos los argentinos, quisiéramos verlo aquí, ¿qué sería de esto? ¿Qué sería de la Argentina? No entro en debate, no quiero..., pero verdad que sería distinto esto... ¡Calculen ustedes!. Pero bueno, esto es una abstracción que no corresponde ahora analizar.
Pero lo cierto es que el Che que había sido acusado por los soviéticos de no tener en cuenta los factores económicos, tenía más visión de los factores económicos que todos los más eminentes economistas soviéticos de la década del '50, '60 y '70. Porque el Che y Fidel, en la década del '60 querían superar la bipolaridad y crear la multipolaridad y querían hacerlo desde la izquierda. Toda la proyección del Che y de Fidel en los años '60 era para superar la bipolaridad y la historia ha mostrado que "el desarrollo de las fuerzas productivas", como me decían a mí en muchos manuales: el desarrollo de las fuerzas productivas llevaba a la necesidad de superar la bipolaridad. Como no se superó desde la izquierda, se superó desde la derecha y creó el caos.
Eso es lo que quería el Che, superar el reino bipolar con una revolución en América latina, Argentina y América latina para poder tener la multipolaridad. La historia demostró que la bipolaridad estaba en contradicción con el desarrollo de la economía mundial. Y se superó de manera trágica y dramática con el derrumbe. Y nos debe enseñar mucho a los que aspiramos a un socialismo en el siglo XXI, y yo lo sigo aspirando...
Yo tengo la impresión de que no lo viviré y digo la impresión porque me gustaría vivirlo, pero verdaderamente no podré vivir en el siglo XXI. Yo les recomiendo a mis hijos y a mis nietos y a todos los jóvenes: la tradición revolucionaria socialista del siglo XX la asuman como los romanos solían asumir la herencia de una gran propiedad. Los romanos tenían una institución inteligentísima del derecho romano que era aceptar la herencia a beneficio de inventario. Aceptar la herencia a beneficio de inventario era aceptarla y no cargar con las deudas. Porque si aceptaban la herencia sin el beneficio de inventario tenían que cargar con la deuda. Por eso yo les digo que acepten la herencia del socialismo a beneficio de inventario y que el inventario lo haga un juez: el pensamiento del Che y no solamente del Che Guevara, también de José Carlos Mariátegui en América Latina y de Antonio Gramsci, en Europa.
Esto es lo que nosotros queríamos señalar en relación con este asunto del Che porque no cumpliríamos con el Che si no conociéramos los antecedentes, y no cumpliríamos si no estudiáramos sus ideas a la luz del mundo de hoy. Porque no podemos estudiarlas como él las dijo, el mismo las hubiera ajustado, las hubiera enriquecido, las hubiera ampliado.
¿Y cómo estudiar las ideas del Che que se referían a lo económico, a lo social, a la luz del mundo de hoy? Eso es lo que yo creo que debemos hacer, en la Argentina y en toda América, los amigos y admiradores del Che. Estudiar las ideas del Che a la luz del mundo de hoy, y hay una cosa que me resulta clave, que es la siguiente: la idea del Che era la de los estímulos morales, aplicados a la actividad productiva y de ahí generar, coordinado con los materiales, generar un crecimiento de la producción, de la productividad, esto es un elemento importante.
Otra idea importante, que es del Che y la heredó de Martí, de Bolívar, de los grandes próceres americanos: la integración de la gran patria en común, latinoamericana y caribeña. La idea de los estímulos morales y la subjetividad hoy debemos analizarla con la experiencia de más de cuarenta años, identificando la expresión subjetividad con la expresión cultura. ¿Qué es la subjetividad sino la cultura? La cultura es la creación de la subjetividad humana, pero desde luego hay que entrar a definir cultura, porque cultura no es una cosa particular. Vamos al corazón de lo que es la cultura, yo propongo ir al corazón de lo que es la cultura, situar el corazón de lo que es la cultura como objetivo esencial y enfocarlo con las ideas de la subjetividad que planteó el Che, es decir, el peso de la cultura en la política y en la economía.
Pero hay que decir qué es la cultura, porque lógicamente, si yo pregunto aquí qué es la cultura, seguro que cada uno de nosotros tiene una respuesta diferente. Por eso yo propongo que hagamos un análisis de qué cosa es la cultura. Y para eso voy a recordar una conversación que tuve una vez con el Che acerca de un sabio. Hay un sabio, que aquí en la Argentina lo conocen bastante, que se llamó Segismundo Freud y yo me acuerdo porque yo hablé con el Che, la última conversación que tuve con el Che fue debatiendo alrededor de qué cosa es lo de Segismundo Freud.
Y yo sabía que en Argentina, llegaron determinadas idea de Segismundo Freud, qué cosa es el psicoanálisis, y todas esas ideas, entonces digo, bueno, me encontré con algo, compañeros, increíble para mí. Porque yo siempre había identificado la cultura con la justicia, pero lo había identificado intuitivamente, lo había identificado porque lo había dicho Martí, "ser culto para ser libre". Lo había identificado porque me parecía que la cultura tenía que servir a la justicia, pero me he encontrado con que Segismundo Freud dice que la categoría primigenia de la historia de la cultura es la justicia. ¡Sorprendido!. Yo me quedaría un poco sorprendido de que lo dijera Freud, yo lo sabía por Martí, lo sentía, lo sabía por la vida. Pero con el rigor científico, porque ustedes saben que Freud fue bastante fuerte para estudiar al hombre. Yo diría que Freud estudió al hombre que existe, no estudió al hombre que puede existir y que existe en potencia en el hombre actual. Freud estudió al hombre que existe y al estudiarlo llegó a conclusiones bastante dramáticas y bastante duras, pero hay que estudiar al hombre que puede existir y a partir del hombre que existe, no vamos a inventar otro hombre, vamos a trabajarlo a partir del hombre que existe. Ese es el hombre nuevo, ese es el hombre del Che.
Y me asombra que hoy, los modernos avances de la psicología relacionan íntimamente todo el mundo de las emociones con el mundo de la capacidad intelectual, porque siempre ha estado, históricamente, un poco visto como desvinculado esto, lo intelectual y lo emocional. Me asombra que en los avances de la moderna psicología haya una relación, lo he visto en escritores eminentes, de las emociones y de la inteligencia y que la capacidad intelectual se supera en la medida que dominan las emociones, que orientan las emociones y de las emociones nacen los sentimientos, de las emociones nace también la ira, la indignación, puede nacer también el crimen, pero, desde luego, hay que vincular la capacidad intelectual del hombre con la capacidad emocional. Martí decía algo de eso, también relacionaba la capacidad intelectual con la capacidad emocional y veía en el equilibrio de la capacidad emocional y la intelectual la felicidad. Y veía la dicha y llegó a decir "la utilidad de la virtud". Relacionaba el bien con la inteligencia y el mal con la torpeza. Está en La edad de oro. Es interesantísimo, sobre todo para los maestros.
Entonces, esta relación entre lo emocional y lo intelectual presente en Martí, creo que estaba implícito en el Che, creo que está implícito en nuestra mejor tradición cultural, es un punto clave de la educación de hoy y diría que un punto esencial de la filosofía de América latina.
Porque América latina tiene que probar en el siglo XXI lo que probó en literatura, que puede surgir de aquí una filosofía radicalmente buena. Si América latina en el terreno de la literatura desarrolló el Modernismo y la revolución que ello significó en los principios del siglo XX, en cuya cumbre está, por ejemplo, Rubén Darío y como precursor también José Martí (a fines del siglo XIX). El Modernismo en literatura, y lo hizo a partir de la cultura anterior renovándola, enriqueciéndola. Hoy tenemos que hacer lo mismo con la filosofía. Y eso va a tener consecuencias en la política. Tenemos que hacer en el siglo XXI, y yo no tendré la dicha de trabajar en esto mucho tiempo, como hubiera deseado, pero bueno, es el tiempo..., pero los jóvenes, los niños, trabajar en filosofía, para que tenga consecuencias políticas, trabajar en estos temas para renovar el pensamiento y hay un lindo americano, marxista, nadie me podrá acusar de que me voy del marxismo porque tengo una sombrilla bastante fuerte. Podemos citarlo a Mariátegui, que dijo algo bellísimo: hay tres sabios que son rechazados por las masas, porque las masas no aceptan esos orígenes: Darwin -no aceptaban el origen del hombre como animal, creo que hasta el propio Darwin se traumatizó con su descubrimiento-, el otro es Marx, porque las masas tampoco aceptaron el lineamiento económico, y el otro es Freud, porque no aceptan el hecho sexual, con todo el enredo que la historia del hombre ha armado sobre lo sexual, cuando, digámoslo aquí, a todo el mundo le gusta mucho [Risas].
Es decir, además es el creador de la vida. Una vez le pregunté a mi hermano, Fray Betto: Fray ¿por qué va a ser un pecado el acto creador de la vida? No supo qué contestarme, no me dio una respuesta, pero la tiene, hay que buscarla. Pero bueno, eso es otro tema...
Orígenes: los descubrimientos de Freud, los descubrimientos de Marx y los descubrimientos de Darwin, decía José Carlos Mariátegui. Los rechazan las masas cuando la grandeza del hombre está en que viene de esas tres raíces y de este modo se hizo hombre.
Es hermoso, ¿no? Yo no tengo condición poética, es una limitación que tengo, porque la poesía penetra muchas cosas y enseña muchas cosas pero es muy linda esa poesía, es bellísima: el hombre vino de esas tres raíces y se hizo hombre, decía José Carlos Mariátegui. Y digo yo: un indoamericano ha hecho un descubrimiento filosófico de las conclusiones de tres sabios europeos ¡que Europa no hizo! ¡Oíganme!, es que aquí en América ocurren cosas interesantes...¿no es cierto?.
Todo esto me viene a la memoria por el Che, porque el Che también analizaba mucho este asunto de Freud. Yo tengo una convicción: hay que estudiar todo eso, y Argentina es el país adecuado para estudiar eso, porque Argentina ha tenido mucha influencia en esto de la psicología y el psicoanálisis. Digo esto porque los modernos avances de la psicología enseñan los caminos concretos para formar el hombre nuevo. He encontrado textos, libros, de gente que no son marxistas, pero de psicología y de ciencias saben y que le enseñan a los maestros, a los padres, los caminos para encontrar al hombre nuevo. Es curioso. Que son los caminos también de Martí, cuando nos habló de la utilidad de la virtud y de la relación entre la bondad y la inteligencia y entre la maldad y la estupidez. Hoy hay muchos ejemplos claros de que la maldad tiene relación con la estupidez, ¿quizá ustedes estén pensando en Bush? [Risas] Si no están pensando en él, yo sí estoy pensando en él, porque ahí hay maldad y estupidez, hay torpeza. ¿Ustedes recuerdan lo de nuestro niño Elián González?, que lo secuestraron..., ¿quiénes ganaron? Los inteligentes y bondadosos, fue orientado por Fidel [Risas], ¿Quiénes perdieron? Los estúpidos y malvados. Y les voy a decir algo: los sistemas sociales perecen no sólo por maldad, sino por estupidez.
Lo comprendo mejor porque conozco la historia de Cuba en el siglo XIX, y es una cadena de estupideces de los colonialistas españoles tan grande, que no aceptaban las reformas; alguna gente en Cuba, de buena fe, querían reformas capitalistas, querían con la orientación de España, para no caer en manos de EE. UU..., estoy hablando del siglo XIX, y ellos lo desechaban. Fueron muy estúpidos los colonialistas españoles, ligados a los intereses esclavistas: maldad y estupidez juntos.
El Che es la bondad, el desinterés y la inteligencia. Esa es la síntesis del pensamiento genuinamente revolucionario al que podemos aspirar. Y las grandes cumbres de la historia y los grandes pensadores de la historia no me dejarán mentir. Estudiemos las grandes figuras de la historia universal, escojamos de ellas todo lo que sea útil para la justicia y estudiémoslas sin dogmatismo. ¡Oye!, cuántas veces he oído decir que si Marx es dogmático..., que si Freud es dogmático..., que si Newton también.... Eso son algunos newtonianos, algunos marxistas, algunos freudianos. ¡No son los sabios los dogmáticos, son los que muchas veces han interpretado a los sabios, los sabios por esencia no son dogmáticos!. Si no, no serían sabios. Entonces, figuras como Lenin, que murió temprano y ya ven lo que ocurrió después de su muerte..., no lo tengo que hablar aquí, en otra conversación puedo tenerla con ustedes [Risas], pero no tengo que hablarlo ahora. Hombres como Martí que dejó una huella que llega hasta el siglo XXI, hombres pensadores de América latina, grandes pensadores; yo estoy por reunir el pensamiento de todos los grandes pensadores y próceres de America latina, lo hablé con el presidente Chávez...Por cierto, el presidente Chávez es un hombre radical, y le dije "vamos a hacer algo, Bolívar, Martí y los próceres de América", muy contento con eso, y yo hablando con él le hablo de algunos pensadores, le hablo de Sarmiento, con todas las limitaciones que pudo tener, tenemos hay que poner lo malo y lo bueno, le hablo de José Ingenieros, de Juárez, de los grandes pensadores de América latina, de San Martín, y ¿saben lo que me dice el presidente Chavez? -"¡Y Zapata!". Yo no había pensado, el dice: "no, también, también Zapata". Lo digo para que vean que el presidente Chávez es un hombre radical. Zapata, Sandino, de todos, sin excepción, lo que sea útil, y armar el rompecabezas de ideas de nuestra América con los grandes pensadores.
Quiero en especial referirme a Argentina y sus pensadores. Permítaseme referirme a un hombre que influyó en mi juventud, que me llevó a un pensamiento profundamente revolucionario: José Ingenieros y los acontecimientos de Córdoba de 1918. Eso llegó a Cuba, yo tengo por aquí el ejemplar de El hombre mediocre, siempre me acuerdo de lo que dijo José Ingenieros, lo puedo decir casi de memoria, pero no quiero equivocarme: Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde ante la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un Ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones. Custódiala; si la dejas apagar no se reenciende jamás. Y si ella muere en ti, quedas inerte: fría bazofia humana". Así comienza El hombre mediocre de Ingenieros.
Algunas palabras quizás se me hayan escapado, pero eso lo tengo yo en la mente desde los años de mi juventud. No se me ha escapado, no se me ha olvidado, y creo que es de una actualidad enorme. El ideal, eso es lo que era el Che. Llevaba el ideal, y eso no es metafísico, eso está en la naturaleza humana, en las potencialidades humanas y América latina tiene eso que tenía el Che. Y yo pienso que eso llevó al Che a ser un hombre de lo difícil, porque eso es lo difícil, lo otro es lo fácil. Y esto es lo que tenía el Che: el Ideal, ascua sagrada, que si muere en ti te conviertes en fría bazofia humana. Hay que luchar porque la humanidad en pleno no se convierta en una inmensa bazofia humana. Porque hoy se habla de "pensamiento único".... El pensamiento único es la ausencia de pensamiento..., ¿qué pensamiento?, ¡eso no es pensamiento!, eso es la fragmentación del pensamiento. Se habla también de "globalización"..., ¡eso es la fragmentación de la cultura!
Hay que buscar las esencias de lo americano, de lo nuestro, buscar las esencias en todos los próceres y en todos los pensadores y hay cuatro grandes cosas de transformación del pensamiento que ha hecho América, en la segunda mitad del siglo XX, que yo pienso que en Occidente al menos, eso no ha ocurrido en ninguna otra parte (habría que estudiarlo en China, yo no lo sé en ese caso). Hay cuatro grandes corrientes de renovación del pensamiento latinoamericano que son novedosas en el mundo. Una tiene que ver con las ideas del Che y Fidel sobre el socialismo, que surgió en nuestra América en la segunda mitad del siglo XX. Otra es la teología de la liberación. Otra, en el plano artístico, lo real maravilloso, de Alejo Carpentier y que llevó a la explosión artística de los años 60. Esas tres líneas tienen algo en común: tienen de común que tienen las ciencias y la aspiración a un mundo mejor. Hasta ahora siempre ha sido o la ciencia o un mundo mejor... separado de la ciencia. Tienen de común lo que tenía el Che. Tanto la teología de la liberación, las ideas del Che sobre el socialismo y las ideas de Fidel, y lo real maravilloso tienen tanto una visión de lo real como una aspiración de algo superior. Y otra gran corriente, la cuarta, que está aquí presente, porque aquí la practican, es la educación popular.
Si estos cuatro movimientos se articularan, trabajaran juntos, se hermanaran, se podría descubrir un nuevo horizonte político y cultural.
Es decir, que las cátedras martianas de Argentina y de América, las cátedras del Che Guevara, los movimientos de Educación Popular se deberían articular con una idea de unir para vencer, de buscar los caminos de unirnos. ¿Y cuáles son los caminos de unirnos?. Este es un tema que yo quiero tratar específicamente con las Madres de Plaza de Mayo, pero antes de llegar a esto quiero terminar con una expresión que tengo en un trabajo que yo hice, mi esposa me ayudó, ella es investigadora, este trabajo con cosas que yo dije aquí y allá sobre el Che y se articularon.
Quiero terminar esta parte de mi exposición sobre el Che, para después hablar de las Madres de Plaza de Mayo. Quiero terminar con algo que dije en este trabajo: En sus horas finales, cuando se vio sin ningún recurso de defensa frente a sus captores, el Che lanzó su última orden de combate: "¡Disparen, que van a matar a un hombre!" En las entrañas de su ejemplo se gesta el espectro victorioso de sus ideas. No ha terminado la prehistoria del hombre, está por empezar la historia y la historia tiene que comenzar con las ideas del Che. Sin las ideas del Che no habrá historia, habrá siempre prehistoria. Estos son los sentimientos que me animan en relación con el Che.
Pero aquí estamos ante las Madres y ante las Madres ya el asunto es analizar, estudiar lo que pasa por el corazón más sensible de la humanidad, las mujeres y las Madres y lo digo sinceramente. Las madres, las mujeres que tienen la condición de llevar en sus entrañas la humanidad del futuro, una cosa que los hombres no tenemos; las madres tienen la humanidad en su vientre y lo tienen en carne viva. Y tienen que sufrir. Yo diría, tienen en esto un valor superior al de los hombres, tienen que sufrir por lo que les pasa a sus hijos, y tienen que sufrir mucho más que los hombres, porque es carne de su carne, entraña de su entraña. El amor de las madres por los hijos, el concepto de madres, nadie puede, si tiene una pizca de sensibilidad, dejarse de acordar de su madre. Quizá no haya palabra más sagrada en el mundo de la humanidad que la palabra madre.
Yo al hablar aquí quiero dirigirme en especial a las Madres de la Plaza de Mayo y por vía de ellas a las madres de América, a las madres que sufren y digo aquí -y quiero decirlo con todo el sentimiento que me inspira cuando pongo algo por escrito- hablar aquí, hablar en la Universidad Popular que lleva el nombre de las Madres de Plaza de Mayo es un honor inmenso y, a la vez, una responsabilidad mayor aun.
José Martí dijo: "El que pone de un lado por voluntad u olvido una parte de la verdad cae a la larga por la verdad que le faltó, que crece en la negligencia y derriba lo que se levanta sin ella.". Eso dijo Martí, y digo yo ¿qué ignora o pasa por alto el sistema dominante en el mundo? Pasa por alto la más importante, alta y profunda realidad: el dolor humano. No hay realidad más fuerte y profunda que ésa. He ahí, Madres queridas, la fuerza que nos anima: la lucha contra el dolor y el crimen. Ha llegado para América la hora de proclamar que ahí está el punto de partida de toda filosofía y de la cultura que necesita América. Ustedes Madres, al más alto grado, sienten el dolor de América y este dolor es posible enfrentarlo como lo hacen ustedes: combatiendo a los criminales. "Ver en calma un crimen, o en silencio, equivale a cometerlo", dijo José Martí. Yo debo aquí señalar la fuerza incontrastable que en la lucha contra el crimen y el dolor humano tienen las Revoluciones. Les agradecemos vuestro sacrificio y vuestra entereza para enfrentarlo. Cuando se combate el dolor con entereza, inteligencia y amor, se triunfa.
Cito para concluir esta parte un pensamiento martiano que postula que "Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército". Y las ideas y sentimientos de ustedes, Madres, que acabarán triunfando, porque constituyen una fuerza real que mueve a la lucha y el combate. Recordando yo a las Madres de Plaza de Mayo, recordé unos versos de Martí.
El 27 de noviembre de 1871, siete jóvenes estudiantes de medicina, adolescentes, no llegaban a 20 años, fueron fusilados por el colonialismo español en Cuba. Los acusaron de profanar la tumba de un periodista español, cosa que era falsa, pero que además ¿pudiera entenderse eso para fusilarlos?, estaban jugando ahí, y los acusaron y los llevaron a juicio, y los fusilaron. A siete jóvenes estudiantes de medicina, de menos de 20 años. Aquel crimen horrendo del 27 de noviembre de 1871 todavía se recuerda en Cuba, todos los años hay una concentración estudiantil recordando el crimen horrendo de los estudiantes de medicina. Martí dijo unos versos que yo quiero trasladarles a ustedes, versos que después repitió textualmente Fidel tras el Moncada cuando dijo:
"Multiplicad por diez los crímenes horrendos del 27 de noviembre y tendrán los crímenes cometidos contra los compañeros del Moncada, el 27, 28, 29 de julio del 53".
Los versos de Martí son éstos, permítaseme trasladárselos a las Madres queridas. Referidos a aquel crimen, Martí estaba en España, recibió la noticia por un amigo íntimo de él que llegó, él estaba muy preocupado porque estaban presos y se decía que los iban a fusilar. Llegó el amigo y se enteró de la muerte. Fue terrible. Unos versos larguísimos, yo no voy a leerles más que una estrofa. Dice Martí:
"Cadáveres amados los que un día en sueños fuiste de la patria mía,
arrojad sobre mi frente polvo de vuestros huesos carcomidos,
tocad mi corazón con vuestras manos,
gemid a mis oídos, cada uno de ha de ser de mis enemigos
lágrimas de uno más de los tiranos,
andad a mi derredor, vagad entonces,
que mi ser vuestro espíritu recibe y
dadme de vuestras tumbas el espanto,
que es poco ya para llorar el llanto
cuando en infame esclavitud se vive."
La realidad de este drama recorre la historia espiritual de Cuba y fue un elemento decisivo de la formación revolucionaria de los cubanos. Hubo otros crímenes más, muchos más pero este fue ejemplificante. La concentración..., no podríamos alargar mucho, decir todo lo que pasó, pero sí quiero referirme por último, ya para terminar, a unos versos de Martí, que es llevado de niño a una tierra conocida como Hanábana, actual provincia de Matanzas, Cuba. Allí el pequeño conoció los rigores dramáticos de la esclavitud y más tarde recordaba en versos la impresión de lo que sintió al apreciar la esclavitud. Quiero dejarles esos versos como un regalo.
Podríamos decir que este es el bautizo a los 8 años de Martí como combatiente.
Dice Martí:
"Rojo como el desierto salió el sol por el horizonte
y alumbró un esclavo muerto colgado en un ceibo del monte
Un niño lo vio, tembló de pasión por los que gimen
y al pie del muerto juró lavar con su vida el crimen"
Y así fue, así fue. Y ese dolor humano que es el dolor que ustedes sienten, ese dolor humano, enriqueció la historia de Cuba. La lucha contra los criminales, la lucha contra el egoísmo, la lucha contra el despotismo, eso es lo que ustedes sienten, que no puede de ninguna manera ocultarse, no se oculta tras ninguna legislación de los hombres. Está ahí. Esa es la realidad que no pueden pasar por alto y que la historia recoge y seguirá recogiendo. En nombre de ese dolor, en nombre de la angustia de ustedes, en nombre de sus seres desaparecidos o muertos, en nombre de ellos, yo dedico mis palabras hoy aquí, en homenaje a aquel que proclamó: "¡Disparen, que van a matar un hombre!"
ARMANDO HART [a HEBE DE BONAFINI]:
¡Ah!, ¡que llegó usted ahora!...
HEBE DE BONAFINI:
Hace rato que vine pero lo estaba escuchando muy atentamente.
ARMANDO HART:
¡Pero, por qué no vino para acá! [a la mesa del panel] ¡Cómo la quiero! La queremos todos. Muchas gracias, muchas gracias.
HEBE DE BONAFINI:
Bueno, después de esto tan maravilloso, tan poético, tan revolucionario, tan sentido y tan querido, sólo puedo decirles que toda la sangre que ha regado esta Latinoamérica surge y nace en cada hombre, en cada poesía, en cada palabra, en cada hombre como él [se refiere a Armando Hart], que es capaz de decir cosas tan bellas desde el dolor. Así que gracias por estar aquí, por hablar así de nuestros hijos, de nuestra lucha y a todos los que están aquí presentes les decimos que las Madres también amamos la poesía, amamos el saber, amamos la Revolución, amamos la decisión, amamos el pensamiento y sobre todo amamos con toda nuestra fuerza esta lucha, que hemos puesto desde el primer día que faltan nuestros hijos al servicio de la causa de ellos, que es la de la Revolución. Para que el hombre nuevo nazca, y está naciendo, todos los días nace el hombre nuevo, está en nuestras manos sostenerlo, reforzarlo, apoyarlo y hacerlo para que la Revolución sea un hecho en nuestro país. Gracias.
ARMANDO HART:
Gracias a usted y me va a dar un beso. Las quiero a ustedes y a usted [se dirige a Hebe de Bonafini] como a mi madre. Permítanme ese placer y ese honor.
Néstor Kohan:
Después de estas palabras tan emotivas de Armando, sería interesante que nos cuente un poco los pormenores de esa carta sobre los estudios de filosofía - que nosotros hemos trabajado y discutido en clase- que le enviara el Che Guevara desde Tanzania...
ARMANDO HART:
Esto fue escrito en 1965. El Che me dice allí "Mi querido secretario". Yo había sido nombrado Secretario de Organización del Partido [del naciente Partido Comunista de Cuba], todavía estando en el Ministerio de educación en el año '65. El Che me dice "Mi querido secretario: te felicito por la oportunidad que te han dado de ser dios." Eso porque yo pasé a la dirección del Partido y él lo dice con toda la ironía de "¡Uy, secretario del Partido, él es dios ya!". El Che era muy irónico. "Tienes 6 días para ello", también me dice. Ustedes saben que dios creó el mundo en 6 días... "antes de que acabes y te sientes a descansar quiero exponerte algunas ideíllas sobre la cultura de nuestra vanguardia y de nuestro pueblo en general".
Ese es el primer párrafo, ahí viene toda una cuestión que ustedes han leído o, si no, la pueden leer, contra los manuales, fija su posición de cómo debe ser la educación de un comunista, contra los "ladrillos soviéticos" decía él. Entonces viene toda la explicación de cómo debe ser la educación de un comunista. Pues, uno siente ¡un honor inmenso!
El me dijo dios, yo estuve en la Secretaría de Organización un año y medio y como yo me di cuenta que pasaban los días y yo allí, en el Partido..., no podía ser, porque eso me complicaba y yo me fui a trabajar en la zafra y le dije un día a Fidel -"Fidel, ¿no será mejor que me quede aquí, trabajando con los obreros?" Porque yo veía que no podía hacer nada ahí, de secretario, y me gustó siempre hacer, era muy complicado, ¿no es así? No sé si hay aquí algún militante del Partido que sepa estas cosas... Eso en todos lados, el Partido es dios. Y yo no podía hacer mucho, no precisamente porque no tuviera capacidad para eso, tenía capacidad. Y me fui, todo el mundo se estaba yendo para la zafra, y un día en una asamblea inmensa, de obreros, trabajadores movilizados para la zafra, como yo no era agricultor ni tenía experiencia agrícola, ni podía decirle a Fidel que me iba a organizar una cooperativa, una administración, estaba todo el mundo movilizando para la zafra..., le digo a Fidel, siendo secretario, -"Mira, Fidel, ¿tú no crees que yo puedo organizar mejor estas asambleas?", porque había cantidades de rollos y problemas en esas asambleas, la gente, movilización, zafra. Y yo me quedé en la provincia, de Camagüey, y después en la de Oriente, como cinco años, eso fue en el '65, hasta que me llevaron para Ministro de Cultura.
Es decir que yo no estuve los 6 días que me dijo el Che en su carta, estuve menos. Estuve menos, quizá porque yo no pude ser dios y como no tengo dotes divinos no pude resolver el problema, si hubiera tenido dotes divinos a lo mejor me hubiera quedado. Es decir, que esta es la carta del Che que ustedes pueden leer y que aquí habla de los grandes clásicos filosóficos, grandes dialécticos y materialistas, filósofos modernos.
Les voy a decir otro chiste más: yo creo por lo que me acuerdo de la carta estaba un chiste..., por aquí, no sé si andaba..., los que la han leído. Dice: "Hay que estudiar a todo el mundo", me dijo, "como tu amigo Trotsky". Esa expresión, "tu amigo Trotsky" era por lo siguiente: porque en la época de la Revolución yo estaba buscando gente que no fuera de Stalin y me tropecé con Trotsky, y lo estaba leyendo, no es que yo fuera trotskista, pero creía que Trotsky era un hombre de la Revolución de Octubre y que estuvo con Lenin allí y que Trotsky era una persona a estudiar, entonces yo discutí con el Che sobre esto. Che tenía una formación comunista muy seria y yo discutía mucho con el Che, no es que yo fuera trotskista, si lo fuera lo digo también, ¡por favor!, no tengo ningún prejuicio en eso..., pero Trotsky era una personalidad que yo creía que tenía que estudiar. Después me leí el libro de Trotsky sobre Stalin...
HEBE DE BONAFINI:
¿Se hizo trotskista?
ARMANDO HART:
No, no, no. Yo lo que soy es fidelista y martiano y cubano y revolucionario y, si tú quieres, cheísta. Pero trotskista no. Creo que Trotsky era una figura de la Revolución de Octubre, importante, y que había que estudiarlo también. Y discutía sobre eso con el Che, me criticaba eso...
Néstor Kohan:
¿El Che no leía a Trotsky?
ARMANDO HART:
No sé, hay que preguntárselo a otra gente, no sé. Me imagino que sí, o por lo menos lo conocía de alguna parte... [Risas]. Tú sabes cómo hacía el Che las cosas... provocando. Entonces, con ironía, en la carta me dijo "a tu amigo Trotsky"... porque él decía que yo era trotskista. Yo no lo era pero estimaba, y estimo, a Trotsky como una figura importante en la Revolución de Octubre. No creo que Trotsky hubiera sido tampoco la solución, Trotsky era de una formación intelectual muy rigurosa, pero no voy a hacer un análisis ahora.
Eso fue lo que yo leí en esta carta y el Che me dijo entonces que estudiáramos a todo el mundo, me dijo que estudiáramos anarquistas..., a Trotsky, a todo el mundo. Moraleja: hay que estudiar a todo el mundo, ¡a todo el mundo! y sacar de todo el mundo lo que nos convenga, lo que nos sea útil para la práctica. Hay un principio filosófico cubano de la primera mitad del siglo XIX, que se llama el Método Electivo, de Agustín Caballero, Félix Varela..., el método electivo consistía en algo que postuló José de la Luz y Caballero, maestro y creador de la escuela cubana de filosofía: todas las escuelas y ninguna escuela, he ahí la escuela. Todos los métodos y ningún método, he ahí el método. Yo creo que eso es marxista también.
¿Y la escuela de Marx? Yo creo que esa es la escuela de Marx. Pero, en fin, esa idea fue la que estuvo presente en la carta y tengo el honor de que me haya mandado esta carta, como otras cosas más, tengo papeles..., pero bueno, esas son, habría que estudiar su análisis. Creo que la figura del Che es una figura ejemplar, extraordinaria, pero el Che era un hombre radical y a veces con nosotros fue bastante radical. Hay que saber más la historia, y todo eso. ¡En esa época! Pero saberla y estudiarla bien, a fondo.
Y creo que tenemos que recordarlo porque, como dije antes, representa la síntesis del pensamiento científico europeo, en el orden de las ciencias sociales, con el pensamiento utópico latinoamericano. Esa síntesis era el Che, y lo mostró en su carácter, sus cartas hermosas a sus hijos, sus cartas hermosas a sus amigos, esta misma carta de 1965 que es de valor emocional para mí. Yo creo que, como dije al principio, que tenemos un gran mito, un mito que responde a la realidad de nuestros pueblos, a las necesidades de nuestros pueblos, un mito que hoy tenemos que promover promoviendo la cultura, sobre el fundamento de que el valor primero de la cultura es la justicia. Esa es la cultura del Che Guevara. Muchas gracias.
Carta del Che Guevara a Armando Hart Dávalos,
Dar-Es-Salaam, Tanzania (4/XII/1965)
4/12/65 Mi querido secretario:
Te felicito por la oportunidad que te han dado de ser dios; tienes 6 días para ello. Antes de que acabes y te sientes a descansar (...), Quiero exponerte algunas ideíllas sobre la cultura de nuestra vanguardia y de nuestro pueblo en general.
En este largo período de vacaciones le metí la nariz a la filosofía, cosa que hace tiempo pensaba hacer. Me encontré con la primera dificultad: en Cuba no hay nada publicado, si excluimos los ladrillos soviéticos que tienen el inconveniente de no dejarte pensar; ya que el partido lo hizo por ti y tú debes digerir. Como método, es lo más antimarxista, pero además suelen ser muy malos. La segunda, y no menos importante, fue mi desconocimiento del lenguaje filosófico (he luchado duramente con el maestro Hegel y en el primer round me dio dos caídas). Por eso hice un plan de estudio para mi que, creo, puede ser estudiado y mejorado mucho para constituir la base de una verdadera escuela de pensamiento; ya hemos hecho mucho, pero algún día tendremos también que pensar. El plan mío es de lecturas, naturalmente, pero puede adaptarse a publicaciones serias de la editora política.
Si le das un vistazo a sus publicaciones podrás ver la profusión de autores soviéticos y franceses que tiene.
Esto se debe a comodidad en la obtención de traducciones y a seguidismo ideológico. Así no se dá cultura marxista al pueblo, a lo más, divulgación marxista, lo que es necesario, si la divulgación es buena (no es este el caso), pero insuficiente.
Mi plan es este:
Cada serie tiene independencia con respecto a la otra y se podría desarrollar así:
Además, grandes teóricos del capitalismo como Marshal, Keynes, Schumpeter, etc. También analizados a fondo con la explicación de los porqué.
Ahora veo que me faltó uno, por lo que cambió el orden (estoy escribiendo a vuelapluma). Sería el IV, clásicos de la economía y precursores, donde estarían desde Adam Smith, los fisiócratas, etc.
Es un trabajo gigantesco, pero cuba lo merece y creo que lo pudiera intentar. No te canso más con esta cháchara. Te escribí a ti porque mi conocimiento de los actuales responsables de la orientación ideológica es pobre y, tal vez, no fuera prudente hacerlo por otras consideraciones (no sólo la del seguidismo, que también cuenta).
Bueno, ilustre colega (por lo de filósofo), te deseo éxito. Espero que nos veamos el séptimo día, un abrazo a los abrazables, incluyéndome de pasada, a tu cara y belicosa amistad.
R.[Ramón]