17 de marzo

15 de abril del 2003

La condena de la historia

Apolinar Díaz-Callejas
especial para ARGENPRESS.info

Vamos de mal en peor. Ni acuerdos de paz, ni liberación de secuestrados. Se espera que termine la invasión de Bush a Irak en la idea de que las armas y tropas yanquis vengan a Colombia a extirpar el narcotráfico y las guerrillas.

Uribe Vélez propuso en Davos (enero, 2003) que Estados Unidos los destine para bloquear el Pacífico y el Atlántico, pues son la causa de la violencia. Contrario a lo que planteó el presidente Virgilio Barco en Naciones Unidos diciendo que el narcotráfico y el terrorismo son negocios de norteamericanos, Uribe Vélez, cree que es de colombianos. Por eso las tropas y naves de guerra gringas que 'servirían de apoyo a las Fuerzas Militares y a la Policía para reaccionar ante las acciones de guerrilla y paramilitares' (Dic. 17. 2001).

En enero de 1990 Colombia fue notificada de la decisión del otro Bush, el padre, el que primero invadió Irak, de que unidades de la marina de guerra de Estados Unidos encabezadas por el portaaviones 'USS John F. Kennedy', navegaban en acción de patrullaje contra el narcotráfico frente a las costas colombianas del Caribe. El país sintió el ultraje y en peligro la soberanía.

El Gobierno de Virgilio Barco reaccionó en el acto e hizo saber a la Administración Bush que 'cualquier control destinado a frenar los embarques de drogas debe realizarse por los estadounidenses en sus costas y nunca sobre Colombia' (El Tiempo, enero 6 de 1990).

En 1937 el Gobierno de Alfonso López Pumarejo tuvo problemas con la United Fruit Company, que utilizaba sus recursos, incluido el soborno, para impedir la aprobación de un proyecto de ley que autorizaba al Gobierno intervenir en el fomento y desarrollo de la industria bananera. A la cuestión estaban ligados conceptos políticos de fondo relacionados con la aplicación de los principios de la reforma constitucional de 1936. El presidente López lo señaló al decir que 'mientras subsistan los preceptos constitucionales consagrados por el liberalismo en la reforma de 1936, el Gobierno actual no cejará en su resolución de proteger el interés público en cuantas ocasiones lo encuentre supeditado por el interés particular'. Los actos de la United Fruit Company a través de la Magdalena Fruit Company, asumieron naturaleza subversiva por lo que la policía encarceló a su gerente, Mr. Bennet.

En 1965 el Fondo Monetario Internacional exigió al gobierno del doctor Carlos Lleras Restrepo liberar importaciones y decretar una devaluación masiva. Los préstamos del programa de la AID y los de contingencia del Fondo estaban asociados a aquellos compromisos. El Ministro Abdón Espinosa Valderrama inquirió al emisario del Fondo, Raymond Frost, sobre la respuesta ante las propuestas colombianas. Frost contestó con prepotencia imperial: 'La posición ahora es más drástica: devaluación inmediata ... y si no cumplen, el bloqueo de los créditos externos'. Recordando la sentencia de Fedro de que 'nunca es segura la alianza con poderosos', la respuesta del presidente Lleras Restrepo fue inmediata: estableció el control de cambios. El Decreto 444 de 1967 reguló con éxito por más de 20 años el régimen de cambios y comercio exterior. Es la historia buena.

Hace 100 años los gringos nos despojaron de las obras del Canal de Panamá. Ahora se pidió que los invasores de Irak ocupen nuestros mares y territorios. Olvidan que la historia también condena.

* Apolinar Díaz-Callejas es ex Senador de la República de Colombia, ex Ministro del Gabinete del Presidente Carlos Lleras Restrepo y Miembro actual de la Comisión Andina de Juristas.

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