17 de marzo

5 de marzo del 2003

Se enciende debate sobre el crecimiento acelerado de la deuda pública interna y externa

EL TIEMPO

El ex presidente Alfonso López Michelsen dijo que se necesita una reestructuración para bajar los costos de obligaciones como la deuda externa que es impagable. El país debe 107 billones de pesos.

López indicó que el país no resiste más reformas tributarias ni más ajuste fiscal y recordó que más del 40 por ciento del presupuesto se está destinando a pagar las deudas. El martes por la noche, al recibir el grado honoris causa en comunicación social y periodismo, de la Universidad Los Libertadores, dijo que los países latinoamericanos deberían hacer una especie de pacto para reestructurar sus obligaciones con los acreedores internacionales.

A la posición se sumaron ayer las declaraciones del contralor general Antonio Hernández, quien sostuvo que el endeudamiento marcha a un ritmo muy acelerado y que en un año la deuda pública del país subió 20,5 billones de pesos al pasar de 86,7 a 107,3 billones de pesos.

"La situación de la deuda del Gobierno es muy preocupante. Un crecimiento de esta naturaleza hace que los intereses que se tengan que pagar sean cada vez más. Este año los intereses valen 9,8 billones de pesos, es decir, cerca del 30 por ciento de los ingresos. Se está creando un círculo infernal porque hay menos plata y más endeudamiento", dijo Hernández.

Aunque reconoció los esfuerzos de la administración Uribe por frenar esta situación afirmó que se requiere un esfuerzo mayor y que será necesario reducir más el tamaño del Gobierno y parar por un tiempo las transferencias a municipios y departamentos.

Debate sin fin

"Lo peor que podemos decir es que las transferencias son intocables y el día de mañana no las podamos pagar. Eso sería gravísimo para la salud y la educación", sostuvo el Contralor. Además, insistió en otras medidas complementarias como la reforma política para que el Congreso y el Gobierno se pongan de acuerdo en cuánto se puede gastar. Debate sin fin

El debate del crecimiento de la deuda ha sido uno de los más reiterados de los últimos años. Unos analistas insisten en que el país debe darse el lapo y hacer una renegociación con los organismos internacionales de crédito que implique rebaja en los intereses, y de ser posible en el monto de las obligaciones, porque Colombia no puede seguir con un eterno ajuste fiscal que la lleve a más recesión, desempleo y pobreza. Otros insisten en que no hay salida distinta a la disciplina fiscal y el recorte en el gasto.

Para el director de Fedesarrollo, Juan José Echavarría, hay que seguir en la senda del ajuste. "A pesar de lo que se diga, Colombia no ha hecho el gran sacrificio. Se necesita un ajuste para los próximos 40 años", dijo. Agregó que los demás caminos propuestos no son viables porque los bancos ni los mercados hacen favores.

A su juicio, una moratoria unilateral no es tan simple porque se cierran las puertas del crédito internacional como pasó en Argentina. Y condonar una parte de las obligaciones tampoco es fácil, ya que esta medida solo se toma con países muy pobres, y ese no es el caso de Colombia, y renegociar implica postergar el problema porque se terminan pagando mayores intereses.

Con esa posición coincidió el presidente de Anif, Fabio Villegas, quien señaló que el debate sobre la deuda muestra la temperatura de una enfermedad que se llama déficit fiscal y exceso de gasto público. Dijo que el problema se puede sostener realizando mucha "gimnasia financiera" como por ejemplo, llevar la deuda a un plazo más largo, pero esto no se soluciona mientras no se ponga freno al problema estructural de gastos altos e ingresos bajos.

Insistió en que se necesitan medicamentos más fuertes que pasan por una reforma a las transferencias a las regiones o la eliminación de los subsidios a la gasolina, entre otros muchos aspectos.

El Ministerio de Hacienda ha reconocido la gravedad del tema en diversos foros. Por eso insistió en la aprobación de reformas como la pensional y tributaria y ahora en la del referendo.

El lío de la deuda

El salto de 20 billones de pesos en la deuda pública en tan corto tiempo fue por cuenta de la devaluación que llegó el año pasado al 25 por ciento y que incrementó el saldo de la deuda externa en 13 billones de pesos, y de la mayor colocación de Títulos de Tesorería (TES).

Actualmente la deuda externa del país asciende a 23.000 millones de dólares -alrededor de 67 billones de pesos- mientras que la deuda interna llega a 45 billones, que corresponden a la colocación de Títulos de Tesorería (TES) entre inversionistas públicos y privados.

Los mayores tenedores de TES son precisamente entidades públicas como el Seguro Social, Fogafín, Ecopetrol y Telecom.

Tomado de El Tiempo


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