26 de febrero, 2002
CNN
MONTAÑAS DEL SUR, Colombia -- Mientras decenas de pueblos colombianos continuaban el martes sin electricidad, agua y teléfono debido a una oleada de ataques de la principal guerrilla de extrema izquierda, un líder rebelde vaticinó que miles de personas morirán en medio de la "guerra total" que aflige a la nación sudamericana.
Pablo Catatumbo, jefe regional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el sur del país, acusó al presidente Andrés Pastrana de romper las negociaciones de paz ante la presión de los militares y Estados Unidos.
"Seguramente vendrán muchos muertos, nosotros siempre que nos levantamos de la mesa de conversaciones hemos dicho: nos vemos dentro de 5.000 muertos", dijo Catatumbo en una reciente entrevista con la agencia de noticias Reuters.
Se trata del primer pronunciamiento de un jefe de las FARC desde que Pastrana rompió el miércoles con las negociaciones de más de tres años, con las que buscaba poner fin a una guerra civil de casi cuatro décadas que, sólo en los últimos diez años, dejó 40.000 muertos.
Además de acabar con el proceso de paz, el presidente ordenó a las fuerzas militares retomar el control de una zona de 42.000 kilómetros cuadrados, equivalente a dos veces el tamaño de El Salvador, cuyo control había cedido a los rebeldes a finales de 1998 para facilitar el inicio de las conversaciones.
Después de intensos bombardeos con aviones y helicópteros, las tropas colombianas comenzaron la operación para recuperar la zona de sabanas y selvas, mientras los rebeldes abandonaban sus campamentos en los que vivieron cómodamente y sin presiones en los últimos años.
Pastana tomó la decisión de romper las negociaciones e iniciar la ofensiva militar después de que los guerrilleros de las FARC desviaran un avión de pasajeros y secuestraran a un senador que viajaba a bordo.
Mientras los guerrilleros iniciaban su repliegue en la selva, otros comandos rebeldes secuestraron a la candidata presidencial Ingrid Betancourt, derribaron torres de energía y de comunicaciones, dinamitaron puentes y atacaron a las Fuerzas Armadas.
Al menos 45 pueblos de los departamentos del Caquetá, Huila, Cauca y Meta, en el sur y oriente del país, permanecen sin energía y sin agua debido a que los acueductos no pueden bombear el líquido por la falta de electricidad.
Las autoridades también informaron que más de 50 poblaciones del sur y nordeste de Colombia están incomunicadas telefónicamente tras los ataques de las FARC, que derribaron torres de comunicaciones en los últimos cuatro días.
El ejército informó de la muerte de ocho de sus efectivos y de un niño en ataques de los rebeldes en los departamentos de Caquetá, Boyacá y Magdalena, mientras que el martes en la mañana se desataron fuertes combates en una zona montañosa cercana a Bogotá, la capital colombiana.
Pastrana se reunió con los gobernadores de los 32 departamentos de Colombia para examinar la situación, que se ha agravado por sangrientos enfrentamientos entre los grupos guerrilleros y paramilitares.
El gobernador del departamento del Valle, Germán Villegas, informó antes de comenzar la reunión que tropas del ejército fueron enviadas a la zona de Jamundí, en el sudoeste del país, donde "se registraron combates entre los grupos y las autodefensas, con muchas bajas". Las autodefensas (el nombre con que se conoce en Colombia a paramilitares de derecha) sufrieron al menos seis muertos en combates contra las guerrillas de izquierda.
También hubo combates desde el pasado fin de semana entre guerrilleros y paramilitares en la región cocalera de La Gabarra, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela y en Sucre, al norte del país. Versiones de prensa hablan de más de 20 muertos.
La guerrilla también destruyó cuatro torres repetidoras y dejó sin comunicaciones telefónicas a cerca de medio centenar de municipios de los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Meta y Caquetá, informó la Empresa Nacional de Telecomunicaciones.
El ministro del Interior Armando Estrada declaró este martes que las fuerzas gubernamentales están haciendo todo lo posible por detener los ataques rebeldes, mientras simultáneamente intentan tomar el control de la antigua zona desmilitarizada, viejo bastión de la guerrilla, que lo considera su propio territorio.
"Hay que concentrar el mayor numero de efectivos, en la antigua zona de distensión (alrededor de 10.000 soldados y policías), el ejército y la policía están trabajando con mucha mística para instalar la fuerza pública en cada población y controlar las vías", dijo el ministro a la radio FM.
Estrada dijo que la recuperación de la zona debe hacerse gradualmente. Los militares calculan que tardarán por lo menos seis meses para desalojar a la guerrilla de las zonas rurales.
"Creo que este es un error histórico (la ruptura) no solamente del presidente Pastrana, sino de la oligarquía colombiana, del establecimiento (estamento de poder), han empujado a Colombia a una guerra total. Seguramente vendrán épocas mucho más difíciles", aseguró Catatumbo, quien vestía un traje de camuflaje.
El jefe guerrillero, quien ha derribado un helicóptero y ha secuestrado a cuatro oficiales de la policía, incluido un coronel que fue liberado meses después, estaba custodiado por dos guerrilleros fuertemente armados y llevaba un radioteléfono sobre su hombro derecho.
El extremista, negociador en las fallidas conversaciones de paz al comienzo de la década de 1990 en Venezuela y México, destacó que después de la ruptura del diálogo se producirá una intensificación del conflicto interno colombiano, el más prolongado del hemisferio.
El gobierno y el ejército "van a emplear todos los medios que tienen, todos, la ayuda del Plan Colombia, la ayuda de los Estados Unidos, para tratar de acabar con la guerrilla y la guerrilla obviamente tiene que utilizar todos los recursos para tratar de defenderse", explicó Catatumbo.
Estados Unidos aporta al gobierno de Colombia 1.000 millones de dólares en entrenamiento y asistencia militar, en apoyo al Plan Colombia, una estrategia ideada por Pastrana para combatir el narcotráfico en zonas selváticas.
Washington ha advertido que esos recursos no pueden ser usados para combatir a la guerrilla, pero pueden emplearse cuando los rebeldes estén implicados en el narcotráfico.
Tomado de CNN en espanol