14 de Enero de 2002
Vanguardia Liberal
LAS ÚLTIMAS HORAS del proceso están centradas en la mediación de la ONU y los países facilitadores. Pese a la difícil coyuntura, el delegado del organismo internacional, James Lemoyne, hace un esfuerzo para salvar la negociación.
"A estas alturas el proceso está roto. Lamentablemente le faltó grandeza y sensatez a las FARC". En su opinión los últimos acontecimientos demuestran que "el proceso comenzó con el pie equivocado" y sostuvo que de romperse "las FARC son altamente responsables por el mal uso que le dieron a la zona de distensión", y también dijo que esa organización "abusó de la paciencia de los colombianos".
El candidato propuso una vez más la presencia de fuerzas militares extranjeras para que colaboren con los militares colombianos en su lucha contra la subversión. Anotó que si hay que recuperar la zona de despeje y el Presidente necesita apoyo, no debe dudar en pedir la ayuda internacional.
Tras respaldar la determinación de Pastrana, alertó a las autoridades para que estén preparadas y listas para controlar cualquier posible desbordamiento del paramilitarismo. "Llegamos al punto de las clarificaciones, ojalá las FARC cambien de opinión y se sienten de inmediato a negociar puntos como el del cese inmediato al fuego y de hostilidades", señaló Restrepo.
"A las partes les ha faltado grandeza". Manifestó que la actitud del presidente Pastrana parece estar motivada en "una política guerrerista nacional e internacional".
A juicio del dirigente lo único que puede salvar el proceso con las FARC es una reunión, por medio de cualquier vía, entre Pastrana y Marulanda.
"El fin del proceso de paz es responsabilidad exclusiva de las FARC quienes no entendieron ni valoraron la generosidad de los colombianos y del gobierno. Los colombianos debemos unirnos y apoyar de manera irrestricta al Estado, sus instituciones en cabeza del Presidente y a las Fuerzas Armadas. Con o sin negociación, debemos contar con una política de seguridad y de orden público que fortalezca la capacidad del Estado para mantener la ofensiva permanente contra los violentos en todos los campos".
"No es el momento para que la sociedad pida continuidad en el diálogo y la negociación bajo el temor o la amenaza de la guerra", dijo, al asegurar que la Dirección Nacional Conservadora apoya la decisión del presidente Pastrana por "su actitud y decisión frente a la tozudez de las FARC que hasta la saciedad han demostrado no querer avanzar en concreto en la negociación del conflicto".
"Los sindicalistas del país están hondamente preocupados porque los efectos inmediatos del fracaso de las negociaciones Gobierno-FARC son una generalización de la guerra interna. La posición del Presidente no ayuda al proceso y los que apoyan las salidas militaristas están equivocados".
Al reiterar el apoyo que siempre ha ofrecido a las decisiones del Gobierno, recalcó la necesidad de "acabar con el sofisma de negociar la paz en medio de la guerra", refiriéndose a la falta de voluntad de la guerrilla para concretar la paz "sin condiciones".
"La ruptura del proceso, "paradójicamente" puede servir a la reflexión sobre un diálogo y nuevo proceso de negociación auténticos, hacia la búsqueda del país que anhelamos y merecemos la mayoría de los colombianos que aún en condiciones adversas ejercemos el trabajo honestamente".
Tomado de Vanguardia Liberal