17 de marzo

12 de marzo del 2003

Países 'indecisos' proponen dar 45 días de gracia a Irak, mientras los inspectores de la ONU evalúan su desarme

SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
WASHINGTON

Aunque E.U. rechazó la posibilidad de extender el ultimátum, propuesto otros miembros del Consejo de Seguridad, pareció crecer la posibilidad de algún compromiso que permita resolver la crisis en la que está inmersa este selecto grupo de la ONU.

Los seis países 'indecisos' -Camerún, Angola, Guinea, México, Chile y Pakistán- destaparon así sus cartas, aunque la propuesta parte de una serie de requisitos puntales que serían discutidos, acordados y luego refrendados por una nueva resolución del Consejo. El plazo sería "negociable".

Estados Unidos de inmediato catalogó la propuesta como un "fracaso seguro", pero dio señales de que estarían dispuestos a modificar un poco su posición, aceptando incluso el establecimiento de metas, si se le aseguran los votos que necesita para aprobar una resolución que autoriza el uso de la fuerza contra Irak.

"Hay espacio para un poco más de diplomacia, pero no mucho tiempo", dijo Ari Fleischer, portavoz de la Casa Blanca. Fuentes de la administración Bush indicaron también que la fecha del 17 de marzo, fijada la semana pasada, podría ser corrida algunos "días más".

Pese a la enorme distancia que existe entre ambos planteamientos, diversos analistas indicaron que al reducirse la discusión a un tema de fechas y no a planteamientos de fondo, el acuerdo aún puede ser posible.

"Se trata de una estrategia. Las dos partes arrancan de posiciones extremas para luego llegar a un punto medio", afirma Sarah Anderson, del Instituto para los Estudios Políticos en Washington.

Veto separador

Ese punto medio es en el que trabaja el Reino Unido, que ayer se mostró conciliatorio en ambos frentes de la discusión. No solo propuso doce puntos concretos para medir el desarme iraquí, sino que aceptó la postergación como una medida necesaria para salvar la resolución.

De darse el acuerdo, tanto el eje Washington - Londres como el grupo de indecisos podrían clamar victoria. Para los primeros por que tendrían el bolsillo los nueve votos que se necesitan para aprobar la resolución. Para los segundos, porque podrían venderla como acto sensato, ya que da plazo para que Hussein cumpla antes de recibir un castigo militar.

En cualquier caso, la Casa Blanca dejó claro ayer que forzará el voto en el Consejo antes de que acabe esta semana. La gran pregunta es qué harán Francia y Rusia, los dos países que han amenazado con vetar cualquier resolución que autorice la guerra.

En este sentido el primer ministro británico, Tony Blair, les advirtió que la amenaza de un veto "per se" solo ayudaba a Hussein, pues eliminaba la presión para que el dictador cumpla con los requisitos impuestos pro la ONU. "Si dicen que usarán el veto en cualquier caso, es como decirle a Hussein que no se preocupe, que ya no tiene problemas", afirmó Blair.

Para el Primer Ministro, además, este enfrentamiento solo logrará separar más a Europa de Estados Unidos. "Esto es muy peligroso, y por eso creo que debemos trabajar muy duro para lograr un consenso", dijo Blair.

Aunque el acuerdo -extensión de la fecha y metas precisas- podría atraer a París y Moscú, muchos piensan que tras todo lo dicho y hecho se mantendrán en su posición. Por lo menos Francia.

Aún si se usa el veto para Estados Unidos y el Reino Unido haber obtenido una mayoría de votos en el Consejo sería una "victoria moral". La que necesitan para justificar el ataque ante sus propios países y el resto del mundo.

Tomado de El Tiempo

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