Miércoles 19 de marzo de 2003
Comunicado acerca de la manifestación contra la guerra de RAWA en Islamabad
Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA)
Una vez más el mundo se ha precipitado a una pesadilla terrorífica. EE.UU. y sus aliados están deseosos de destruir el régimen de Saddam Hussein - régimen del que fueron aliados hasta hace poco y al que apoyaron en la guerra contra Irán - e imponer un gobierno títere al pueblo iraquí. Al hacerlo, repite la tragedia de la Guerra del Golfo, cuando Saddam sobrevivió, pero no cientos de miles de civiles iraquíes inocentes.
Aunque la excusa para este ataque es una guerra contra el terrorismo en nombre de la democracia, el pueblo afgano sabe bien la naturaleza escondida de estas excusas.
Antes el terrorista Gulbuddin Hekmatyar era un hijo pródigo, y las recientes afirmaciones estadounidenses contra este verdugo carecen de sentido. Después Osama y el Mulá Omar ocuparon su lugar, y ahora finalmente lustraron la horrible imagen de la "Alianza del Norte", embelleciéndolos con pantalones y corbatas, y los impusieron a nuestro pueblo.
¿Acaso EE.UU. hará algo mejor en Irak? El pueblo iraquí ha sufrido y se ha visto empujado al límite por los crímenes del régimen de Saddam, pero esto no significa que hayan pedido a EE.UU. y sus aliados que los salven con una intervención militar. El cambio de gobierno en un país es una prerrogativa de su propio pueblo, de lo contrario el resultado no será estable a largo plazo. Los regímenes títere de Parcham y Khalq seguidos por el criminal régimen Yihadi, los talibanes y finalmente la reimposición de los Yihadis, con Karzai como presidente, son pruebas de esto.
Hasta los niños, afganos y de otras partes del globo, preguntan por qué EE.UU. quiere destruir a los gobernantes como Saddam si ha restablecido a los criminales de guerra y terroristas profesionales en Afganistán, que son peores que él.
Si EE.UU. considera que Saddam es una amenaza a la paz y la seguridad del mundo y la región, y por esta razón quiere desarmar Irak, ¿por qué apoya a Israel, que está equipado con bombas atómicas y es carnicero del pueblo palestino?
¿Por qué el gobierno de EE.UU., que sin ninguna evidencia firme o hechos alega que el régimen iraquí tiene conexiones con Al-Qaeda, no considera seriamente estas sospechas respecto a otros países árabes? ¿Por qué el gobierno de EE.UU., que se define el campeón de la democracia, no presta atención a la voz de millones de personas que están contra la guerra en todo el mundo?
La respuesta a todas estas preguntas es clara como el agua: Es el petróleo de Irak (la reserva petrolífera más grande del mundo), la dominación de Oriente Medio, la amenaza y el amedrentamiento a otros países y por último el deseo de aventajar a sus rivales lo que hace que el gobierno de EE.UU. esté resuelto a invadir Irak. Debería aclararse que no está claro qué países serán atacados después de la ocupación de Irak.
Los gobiernos de EE.UU. y Gran Bretaña se han mostrado como regímenes belicistas y hegemónicos. Pero lo que está claro en el mundo actual es la posición y los deseos de la mayoría del pueblo, que es diferente de la de sus gobernantes.
La gente de todo el mundo y en particular de EE.UU. no va a permitir que la administración Bush abuse del suceso del 11 de septiembre y en su nombre y bajo la bandera de la democracia imponga la guerra y lleve la catástrofe a las naciones pobres. En este momento, el clamor del pueblo contra la guerra y el chauvinismo es tan fuerte en EE.UU., Gran Bretaña y el resto del mundo, que Bush y Tony Blair no pueden pasarlo por alto.
La mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se oponen también al chauvinismo estadounidense y británico, y ponen énfasis en el trabajo de sus inspectores. Pero no es suficiente. Debemos levantarnos todos contra la guerra a Irak, y no dejar que tenga lugar.
El pueblo afgano, que ha sufrido en las hogueras de la guerra los últimos 25 años, la odia profundamente, más que muchas otras naciones, pero lamentablemente no pueden mezclar su grito con los millones de gritos contra la guerra de todo el mundo, a causa de la dominación de la dictadura fundamentalista en Afganistán.
La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA) se alegra de que al menos en Pakistán, con la manifestación de hoy, puede pronunciar su solidaridad con todos los movimientos que luchan por la paz en cada rincón y esquina del mundo, y representar la voz enmudecida de su pueblo encadenado en el clamor contra la guerra y sus partidarios.
¡Abajo el terrorismo y el patrioterismo! ¡Larga vida a la paz, la libertad y la democracia!
Tomado de Rebelión
Regresar