2 de marzo del 2003
COREA DEL NORTE, IRAK, ESTADOS UNIDOS
Emilio J. Corbière
ARGENPRESS.INFO
El mundo está consternado ante la miopía política de Bush, del Consejo Nacional de Seguridad norteamericano, particularmente del vicepresidente Dick Cheney y del secretario de Estado, Donald Rumsfeld. Apuestan a la guerra global para tratar de solucionar problemas económicos (recesión y deflación) y lograr una discutida hegemonía a nivel internacional. Los 'halcones' y sus pocos aliados, alegremente, nos llevan al desastre.
El periodista Nicholas Kristof, del diario 'The New York Times', habitualmente comunicador que expresa lo que ocurre en el Pentágono y en los ámbitos del poder militar, ha revelado que Washington prepara una operación 'quirúrgica' con bombardeos intensivos, contra Corea del Norte. Esa operación apunta a las instalaciones nucleares de Norcorea.
Desde luego, una planificación militar no tendría nada de raro. Los militares de todo el mundo siempre preparan objetivos 'enemigos'. Lo que dice Kristof es que la administración Bush 'habla en serio' y como Washington se niega una negociación diplomática es posible que Bush ordene un ataque de ese tipo, a riesgo de provocar otra guerra coreana.
Norcorea estaría generando plutonio y habría actividad en una planta de vapor en Yongbyon, lo cual podría significar que el gobierno comunista se estaría preparando para activar una planta de reprocesamiento vecina capaz de producir suficiente plutonio como para cinco armas nucleares.
El régimen de Pyongyang, encabezado por Kim Jong-Il ha explicado que necesita de la fuerza nuclear para mantener las fuentes de electricidad, la industria y generar el desarrollo de la economía. La ruptura de Corea del Norte sobrevino cuando el gobierno de Bush cortó las ayudas que un acuerdo anterior lo obligaban.
Pero no hay que olvidar, que a diferencia de Irak, los norcoreanos cuentan con 13.000 piezas de artillería y podrían disparar unos 400.000 proyectiles en la primera hora del contraataque, dirigidos contra los 38.000 soldados norteamericanos estacionados en Corea del Sur. Según dice Kristof, el Pentágono calcula que una guerra nuclear en la región podría detener un costo de un millón de personas.
El Parlamento turco, a pesar del acuerdo entre el gobierno de Ankara con Bush para que Washington pueda utilizar el territorio turco para invadir Irak, votó por la negativa. Bush está furioso porque debió someterse a las presiones económicas turcas y ahora lo dejan pagando. Es probable que el gobierno de Turquía ensaye esta semana una nueva reunión de los legisladores y que finalmente se llegue al número necesario de diputados que apruebe el plan militar anglonorteamericano.
Pero lo cierto es que cada día Bush tiene más problemas, internos y externos, para realizar sus guerras neocoloniales. Se ha incrementado el pacifismo dentro de los Estados Unidos, hay una fuerte oposición del Partido Demócrata, de intelectuales, músicos, artistas, deportistas, figuras nacionales, incluso religiosas. Existe desconcierto en el Partido Republicano y algunos de sus líderes reclaman a Bush porqué no se pudo explicar mejor a los aliados la cuestión de Irak.
En la reunión de Charm el Cheij, Egipto, la Liga Árabe votó por unanimidad el 'rechazo absoluto' a una invasión y partición de Irak, incluso los gobiernos títeres pronorteamericanos de los Emiratos Arabes, de Arabia Saudita, debieron suscribir el documento, mientras Kadafi, de Libia, los acusó de haber pactado con el 'demonio' norteamericano.
Lo de Charm el-Cheij tiene un significado. Cuando Estados Unidos ataque Irak, se va a producir un revulsivo en las naciones islámicas, que se van a considerar agredidas, con lo que el terrorismo y ajuste de cuentas se van a extender por todo el mundo.
Rusia y China junto a Francia y Alemania se opondrán en el Consejo de Seguridad de la ONU a una segunda declaración o ultimátum contra Bagdad y tendrán a su favor que Irak ha comenzado a destruir su armamento misilístico exponiéndose a no tener ese armamento para una defensa adecuada contra los invasores.
Dominique de Villepin, representante de Francia en la ONU, ha señalado que su país rechaza una 'segunda' resolución, como exigen Washington y Londres. El premier de Corea del Sur, Yoon Young Kwan, quiere una solución pacífica y no bélica en el tema de Corea del Norte.
En realidad, los halcones de Washington quieren complicar al nuevo Mercado Común Asiático, liderado por China y Japón, y que integran Vietnam, Corea de Sur y los 'tigres' regionales, porque le teme a ese colosal mercado. Lo mismo intenta bajar del pedestal a la 'vieja Europa', principalmente a Alemania y Francia, que compiten con Washington en el dominio petrolero y comercial.
Triste panorama mundial que se acerca también a la América latina. Mientras el presidente venezolano Hugo Chávez ha logrado vencer el petrogolpe, auspiciado por grupos empresarios andinos y petroleras norteamericanas y españolas, fuerzas especiales norteamericanos han penetrado en Colombia, para contribuir a la búsqueda de los tres espías norteamericanos capturados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Hay dos países latinoamericanos, Chile y México, aliados de Washington y presionados por Bush, que están tratando de despegarse de la contienda del Oriente Medio. La posición de la Argentina, a través del discurso del fin de semana del presidente Eduardo Duhalde, ha sido concluyente. La Argentina no participará de la guerra. En eso hay un cambio respecto del seguidismo pronorteamericano de Carlos Menem y Fernando de la Rúa. En ese sentido Brasil y Argentina hacen punta en América latina a favor de la neutralidad.
Washington se está exponiendo a una ruptura dentro de la ONU que retrotraiga al mundo a la época de la Liga de las Naciones y de las controversias interimperialistas que ensangrentaron el siglo XX. Lo de Bush es una política errática y sus aliados Gran Bretaña, España e Italia cada día ven más debilitadas sus posiciones por el masivo rechazo de la población a la guerra. Hay un dato importante. Hasta ahora, las manifestaciones populares han sido más numerosas en Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia y España que en las propias naciones islámicas. En Israel, dos mil manifestantes desafiaron al gobierno del premier Ariel Sharon, mientras este clama por la intervención norteamericana contra Bagdad. El criminal de Sabra y Chatila persiste en su política de extrema derecha que hubiera causado pena y dolor a aquellos valientes judíos europeos que debieron soportar la persecución del nazifascismo.
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