17 de marzo

22 de marzo de 2003

CONTRA LA GUERRA IMPERIALISTA

Bombas por la madrugada

Bettejo Passalaqua
Iraq Peace Team-Electronic Iraq

Pensábamos que los bombardeos comenzarían el jueves cerca de las 4 de la mañana. Estuvimos todos juntos hasta cerca de medianoche cuando comenzamos a oír que una tormenta de arena había impedido el despegue de los aviones militares y que postergarían la invasión. Luego, a las 3 de la mañana, se nos informó desde EE.UU. que los aviones venían en camino. Algunos se fueron al refugio y otros permanecieron juntos en las habitaciones. A las 5.30 se opinaba que si no venían de madrugada, ya no vendrían esta noche. La primera explosión ocurrió justo cuando Cathy Breen dijo, "Bueno, ya es de madrugada, así que supongo que podemos volver a acostarnos". El ataque duró como una hora y media. Dos explosiones estremecieron nuestro edificio, pero ocurrieron bastante lejos, pienso.

No ha habido bombardeos desde entonces, así que Cathy y yo fuimos a la sala del hospital en el que he estado trabajando. Estaba enteramente vacía. Incluso el ruido de los niños llorando cuando les daban infusiones intravenosas hubiera sido un sonido agradable en comparación con el espantoso silencio.

Pero incluso el silencio fue eclipsado por la escena que encontré cuando entré al hospital. El pasillo estaba repleto de camas vacías (por lo menos 20 camas a cada lado) esperando a víctimas de la guerra.

Hablé con una enfermera en la sala vacía y me dijo que había trabajado toda la noche en la sección de emergencia de un hospital corriente. Había muchos ancianos que llegaban con problemas cardíacos, la mayoría como reacción a la angustia por la situación.

Gracias a todos ustedes por lo que están haciendo por detener la atrocidad de esta guerra antes de que cueste más vidas. No sé cuántas personas murieron en el bombardeo de hoy. Pero es demasiado tarde para salvarlos. No sé cuántas personas han muerto en guerras pretéritas. Pero sé que es demasiado tarde para salvarlas. No sé cuántas personas morirán en los días venideros como resultado de esta guerra, pero sé que no es demasiado tarde para salvarlas.

20 de marzo de 2003

Tomado de RESUMEN LATINOAMERICANO

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