México D.F. Viernes 28 de marzo de 2003
El Pentágono movilizará a unos 120 mil hombres más a la zona de conflicto
En Mosul más de 50 civiles estarían muertos o heridos, según reporte de Al Jazeera
AFP, REUTERS Y DPA
Bagdad, viernes 28 de marzo. Bagdad y su periferia fueron el jueves y la madrugada de este viernes blanco de una nueva oleada de intensos bombardeos de las fuerzas de Estados Unidos y Gran Bretaña, así como de una decena de misiles Tomahawk disparados desde el Mediterráneo, mientras el gobierno de Saddam Hussein advirtió que los invasores tendrán que luchar calle por calle para ocupar la capital de Irak.
El ministro de Defensa iraquí, Sultan Hachem Ahmed, reconoció la víspera que las primeras unidades estadunidenses se hallaban a 140 kilómetros de la entrada a Bagdad, pero advirtió que la capital iraquí es "inconquistable", mientras que su homólogo de Información, Mohammed Said Sahfar, se preguntó "¿cómo quieren entrar a Bagdad si necesitan una semana para tener bajo control parte de Um Qasr y Fao?"
El jueves por la noche, la televisión estatal mostró al presidente Saddam Hussein reunido con dirigentes de su partido Baaz, que se comprometieron a causar "el máximo daño posible a los enemigos".
Se trató de la segunda aparición televisada ese día del presidente iraquí, que fue mostrado poco antes reunido con sus más próximos colaboradores militares.
En Campo David, Maryland, el presidente estadunidense, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, hablaron en cambio de los "avances" en el terreno de las fuerzas de sus respectivos países, que según ellos ya están a sólo 80 kilómetros de la capital iraquí.
En tanto, los destructores estadunidenses que se encuentran en el Mediterráneo oriental dispararon la noche del jueves al viernes una decena de misiles Tomahawk contra Bagdad y su periferia norte, dijo un vocero del portaviones Theodore Roosevelt.
La madrugada del viernes, Bagdad sufrió además un nuevo bombardeo, y un corresponsal de Afp contabilizó una decena de explosiones. Varias columnas de humo se elevaban sobre lugares que no pudieron ser identificados inmediato.
Desde los altoparlantes de las mezquitas, en tanto, se escuchaban rezos e invocaciones al comenzar el viernes, día de la oración musulmana.
Durante toda la jornada del jueves Bagdad y la periferia sudeste había sido sacudida por ataques. Uno de ellos habría alcanzado el complejo del Palacio de la República, en una de las orillas del Tigris, ya afectado en varias ocasiones en los ocho días que dura la agresión.
La cadena estadunidense CNN informó que los bombardeos de la noche del jueves habían sido los más fuertes en Bagdad desde el inicio del ataque la madrugada del pasado día 20, y agregó que el Centro Internacional de Comunicación iraquí había resultado afectado.
La mayor parte de los bombardeos tuvo como blanco la orilla oeste del río Tigris. La defensa civil iraquí dijo que ocho personas murieron y 44 resultaron heridas en el bombardeo de un conjunto residencial en Yussufiyeh, 30 kilómetros al sur de Bagdad.
Con todo, según diferentes reportes de prensa, gran parte de los 5 millones de capitalinos continúan con su rutina diaria: aún es posible encontrar medios de transporte y aunque la mayor parte de los negocios están cerrados hay numerosos vendedores callejeros, y muchos continúan durante el día frecuentando cafés.
El ministro de Salud, Umid Medjat Mubarak, informó que tras una semana de bombardeos y ataques por tierra más de 350 civiles han muerto y 3 mil 650 resultado heridos. También dijo que 36 personas murieron el miércoles en Bagdad, pero no dio mayores detalles.
Ese día, la explosión de dos misiles en un barrio de la capital iraquí causó entre 14 y 30 muertos, según diferentes fuentes, en un ataque reconocido por el mando central estadunidense con base en Qatar. Sin embargo, el otras informaciones estadunidenses especularon este jueves que era "perfectamente posible" que un misil iraquí fuera el responsable, subrayando que los iraquíes poseían una reserva de misiles "muy viejos y poco fiables".
Según analistas citados por Reuters, este fin de semana podría ocurrir una gran batalla entre fuerzas estadunidenses con la Guardia Republicana que defiende Bagdad. Algunos creen que habrá un ataque directo de los invasores con blindados pesados, pero otros consideran que el plan es aislar Bagdad y lanzar operaciones selectivas.
"En algún momento, cuando nosotros lo decidamos, vamos a enfrentarlos (a los miembros de la Guardia Republicana), y la fase siguiente una vez que sean destruidas (las defensas) o ser rindan, será lidiar con Bagdad", explicó el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
A su vez, el ministro de Defensa iraquí afirmó además que las fuerzas irquíes lograron romper el cerco que impuso la fuerza invasora a la ciudad de Najaf, a 150 kilómetros de Bagdad. Sin embargo, Estados Unidos asegura haber acabado con mil combatientes iraquíes en esa ciudad, a 150 kilómetros de Bagdad. Según la defensa civil, en Najaf murieron seis personas y en Kerbala otras siete.
Sobre los combates en el sur de Irak, Ahmed afirmó que los estadunidenses y británicos han reforzado su presencia en "la zona de los puertos" de Um Qsar, pero no han logrado penetrar en la ciudad.
En la península de Fao, más al sur, las fuerzas aliadas tomaron el control de una zona del norte de la ciudad, pero siguen encontrando resistencia, mientras que en Basora las fuerzas estadunidenses y británicas intentaron extender su presencia, pero fracasaron, sostuvo Ahmed.
En Nasiriya, 350 kilómetros al sur de Bagdad, "el enemigo" controla "la zona del puente" sobre el Eufrates, pero no ha logrado tomar la ciudad", añadió. Al sur de esa localidad el cuartel general del comando de los marines fue bombardeado por otras unidades estadunidenses, con saldo de decenas de heridos.
"Se trató de disparos amigos" indicó un oficial que pidió el anonimato, pero un vocero del ejército iraquí dijo que esas bajas son resultado de una operación de la Guardia Republicana.
Este viernes los combates en el norte de Nasiriya continuaban, según un fotógrafo de Dpa incrustado en un batallón estadunidense.
En el norte, fuerzas iraquíes declararon haber atacado con misiles a los paracaidistas estadunidenses lanzados el miércoles por la noche en un sector de Kurdistán, en lo que fue la apertura del frente norte del ataque. En cambio, un periodista de Afp señaló que milicianos kurdos tomaron el jueves el control de una posición iraquí en la carretera que lleva a Kirkuk, 300 kilómetros al norte de Bagdad.
La ciudad de Mosul, en el norte de Irak, fue también blanco de bombardeos, según la cadena de televisión árabe Al Jazeera, que habló de más de 50 víctimas civiles, "muertos o heridos". Según un habitante de la zona decenas de niños fueron alcanzados por las bombas.
El Pentágono, en tanto, anunció que ya cuenta con 90 mil soldados dentro de Irak y que 120 mil más serán enviados a la región, quedando aún "de 100 mil a 120 mil disponibles", declaró el responsable bajo condición de anonimato.
Estos soldados se agregan a unos 250 mil que Estados Unidos mantiene en la región del Golfo desde antes que comenzara la guerra el 20 de marzo.
El anuncio extraoficial sobre nuevas movilizaciones ocurre en momentos en que se alzan las críticas en Estados Unidos que señalan la insuficiente cantidad de unidades pesadas para el combate en Irak.
Pero el general de la fuerza aérea, Richard Myers, jefe del Estado Mayor Conjunto, calificó la estrategia estadunidense de "plan brillante", que ha llevado a las tropas invasoras a las puertas de Bagdad.
Las fuerzas atacantes seguían avanzando hacia Bagdad, pese al envío de tropas iraquíes a su encuentro, según Afp. Más de mil marines del primer cuerpo expedicionario avanzaron el jueves hacia Al Kut desde Nasiriya, mientras que en Najaf y Karbala, ubicadas a un centenar de kilómetros al sur de Bagdad, los invasores se enfrentaron en violentos combates con los primeros elementos de la guardia presidencial iraquí.
En el sur de Basora 14 tanques británicos destruyeron la víspera igual número de tanques iraquíes, según un oficial británico.
Al Jazeera emitió el jueves imágenes de un helicóptero de ataque Apache y de un avión sin piloto estadunidenses que podrían haber sido derribados en la región del Eufrates medio. Poco después, el Pentágono admitió que un avión militar no tripulado resultó abatido, aunque desmintió la pérdida de un segundo Apache.
Por último, el ministro iraquí de Información, Mohammad Said al Sahfar, desmintió la acusación de Tony Blair sobre la presunta ejecución de soldados británicos.
Tomado de La Jornada
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