23 de febrero del 2003
Isaac Bigio
Analista Internacional
En el 2002 era común pensar que la Unión Europea tendía a potenciarse. La mayor parte de sus integrantes tienen ya una moneda común y ésta se está expandiendo al este para pasar de 15 a 25 miembros. Incluso se ha conjeturado que se podría ir hacia los Estados Unidos de Europa.
Sin embargo, la guerra contra Irak ha ido dividiendo a ésta. Lo que se viene desatando es una guerra entre los anti-irakíes. Por un lado está la 'Nueva Europa' compuesta por las naciones que están por entrar a la UE o que generalmente entraron tarde a ésta. A la cabeza de esos gobiernos conservadores que apoyan a Bush en un ataque preventivo está el Nuevo Laborismo. Por otro lado está la 'Vieja Europa' compuesta por fundadores de la UE como Francia, Alemania, Luxemburgo y Bélgica mas Austria y Grecia. El conservador galo Chirac jefaturiza el bloque de quienes buscan evitar a como de lugar una nueva confrontación bélica.
La división se basa en distintas estrategias. Para la 'Nueva Europa' se requiere ir tras EEUU creando una super-policía global. Para la 'Vieja Europa' el viejo continente debe ser autónomo de Washington, ir hacia su propias FFAA y no dejarse arrastrar a una aventura militar que restringirá su poder de influencia en el medio oriente.
Los primeros se basan en la visión de Churcill centrada en la alianza atlántica con Norte América como la base que derrotó a los alemanes en las dos guerras mundiales. Los segundos se inspiran en el legado de De Gaulle quien siempre desconfió de las potencias anglo-parlantes y buscó un poder continental europeo.
El nuevo bloque Moscú-París-Berlín reacio a ir a la guerra coaliga por primera vez a las 3 potencias continentales europeas. El Kremlin ha incentivado las rencillas en la OTAN produciendo una extraña venganza contra el pacto militar que nació para combatir a los soviéticos.
Tomado de www.mbr200.com
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