17 de marzo

14 de febrero de 2003

El engaño de la bomba nuclear

Imad Khadduri
YellowTimes

Traducido para Rebelión por Alejandro Pachón

En su discurso enfrente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 5 de Febrero del 2003, Colin Powell no ofreció ninguna nueva evidencia viable concerniente a la capacidad de armamento nuclear de Irak que Bush y su sequito continúan agitando como una bandera roja frente a los ojos del pueblo americano para incitarlo vergonzosamente a una Guerra injusta.

Por el contrario, las pocas y frágiles -así llamadas- piezas de evidencia que fueron presentadas por Powell relativas a una supuesta continuidad del programa de armamento nuclear iraquí sirven solo para debilitar las acusaciones americanas y británicas y revelar su insostenible intento de cubrir con una hoja de higo el verdadero hilo de sus argumentos y su campaña de desinformación. Siguen las piezas falsas y falaces de evidencia:

Powell, con una pregunta teatral, cuestiono por que se les pidió a los científicos iraquíes firmar declaraciones, bajo pena de muerte si no adherían, de no revelar sus secretos al equipo de inspección de la IAEA. Exactamente lo contrario es verdad. Cuatro o cinco, según recuerdo, tales declaraciones, las cuales leí en detalle, nos ponían bajo pena de muerte en la eventualidad de que no entregáramos todos los documentos importantes y reportes que pudieran aun estar en nuestro poder! Le habían provisto los servicios de inteligencia de Powell con una copia de estas declaraciones y no dependían de testimonios de "renegados" que están únicamente motivados por su auto-promoción a los ojos de sus "observadores", y disponía el de una buena traducción de lo que esas declaraciones realmente decían, No, había el en cualquier sentido resistido la verdad al mencionar esto como "evidencia".

Esta es exactamente la causa de la Segunda falacia agitada por Powell: que Irak esta escondiendo o esta aun trabajando (es difícil discernir del enredo de sus palabras lo que realmente quiere decir) en su "tercer" proceso de enriquecimiento de uranio refiriéndose a la colección de documentos encontrados en la casa de Faleh Hamza.

Faleh, de acuerdo con mi anterior explicación de las declaraciones, no consideró los reportes sobre su trabajo para ser cubiertos con ellas por las siguientes razones: Faleh experimentó en el Departamento de Física en el mismísimo Centro de Investigación Nuclear de Tuwaitha -pero no bajo las actividades del programa de armas nucleares denominado PetroChemical 3- con el proceso de enriquecimiento láser de uranio usando una pareja de lásers de cobre de medio alcance.

Su investigación secreta concluyó que aun no era viable alcanzar esta línea de enriquecimiento a escala de producción y el proyecto completo se vino abajo después de que llegó a un callejón sin salida en 1998. Entonces empacó y se unió al PC3 trabajando en el método de enriquecimiento calutron en 1989. Esto fue bien documentado y explicado en nuestro reporte final a los inspectores de la IAEA a finales de 1997, lo que ellos confirmaron y a lo cual se refirieron en su propio reporte final sobre el asunto.

Aunque completamente consiente de este hecho, la UNMOVIC (siguiendo los pasos de sus predecesores de la infiltrada por la CIA UNSCOM) invadió la casa de Faleh y la requiso de forma James Bondiana e insultante, aun las pertenencias privadas de su familia fueron expuestas ante las cámaras, adicionando insultos a la ofendida y exponencialmente incrementada posición de Faleh con relación a las autoridades que estaban intentando proteger los científicos de semejante teatro americano.

Arrogantemente, los americanos se preguntan porque otros científicos no se atreven a salir. Aun peor, Blix decidió agitar esta bandera desgarrada enfrente del Consejo de Seguridad en su reporte del lunes Enero 27, 2003. Este hecho por si solo fue una de las razones por las que he decidido aparecer. Incluso Mohamed Baradei, la cabeza de la IAEA, reprendió a Blix el día siguiente por no tomar en cuenta el conocimiento de la AIEA sobre este asunto, el cual era que las tres mil paginas del documento eran declaraciones financieras y el propio tiempo de trabajo investigativo de Faleh, y que no tenia nada que ver con el programa de armas nucleares. Ese es el porque él las conservó en su casa. Era evidente que Blix estaba sucumbiendo a las tácticas de presión americana e inclinándose a proveerlos con frágiles "pruebas" a expensas de su supuesta justeza y misión como funcionario de las Naciones Unidas. Powell agarro incluso esta paja.

Powell solo acusó pero no proveyó ninguna evidencia de que Irak haya tratado de conseguir material nuclear desde 1998. Vanamente dio la impresión de que todo estaba establecido y listo, esperando solo por la adquisición de ese material y que la bomba atómica desenvolvería otra puerta. No se molesto en hacerse las siguientes preguntas:

¿Dónde esta el personal de científicos e ingenieros para tan enorme esfuerzo cuando casi todos ellos han estado migrando en abyecta pobreza durante la pasada década, luchando simplemente para alimentar a sus familias con $20 mensuales, su conocimiento y experiencia oxidado y atrofiado bajo fuertes presiones sicológicas y temiendo su pensión de retiro de $2 mensuales?

¿Dónde esta la administración que podría dirigir semejante empresa? El equipo previo de administración del programa de armas nucleares de los ochenta existe solo reportes y memorias. Sus miembros se han retirado, aislado o se dedicaron a conseguir el sustento de sus familias.

¿Dónde están los edificios y la infraestructura para apoyar tal programa? El programa completo de armas nucleares de los ochenta ha sido, o bien bombardeado por los americanos durante la guerra o bien descubierto por los inspectores de la AIEA. Es imposible esconder tales edificios y estructura. Powell debía tan solo mirar a las facilidades de armas atómicas de Corea del Norte, o quizás a las de Israel, para darse cuenta de la imposibilidad de esconder tales estructuras con la IAEA registrando todo lo que ve.

Powell solo necesita preguntar a aquellos en tierra, los inspectores de la IAEA delegados por la ONU bajo requerimiento americano, para recibir respuestas negativas a todas las preguntas de arriba. En lugar de eso, escogió fabricar una mentira.

Finalmente las infames tuberías de aluminio que se supone serán utilizadas en un proceso de enriquecimiento centrífugo. Powell y Bush pueden relajarse en relación con este punto, pues tendrían por lo menos un período de ataque de diez años antes de que Irak pudiera militarizar esas tuberías. De acuerdo a los mismos "expertos americanos" tal proceso necesitaría kilómetros de alineación altamente afinada, enlaces delicadamente controlados para llenar su deseo de desgracia para Irak. De no ser notado por sus satélites, presentaciones PowerPoint y flechas coloreadas seria entonces una inteligente locura. Ni siquiera es mencionada la falta de un suministro de poder eléctrico estable en Irak o el fantasma de personal altamente calificado para desarrollar estas larguísimas, de alto grado y costosas cubiertas de mortero que no estarán hechas de acuerdo a los estándares militares estadounidenses. ¿Quizás la queja de Powell era, "como se atreve Irak a pensar en tan costosos morteros"?

Powell dijo: "Permítanme ahora referirme a las armas nucleares. No tenemos indicación de que Saddam Hussein haya abandonado su programa de armas nucleares." Esto pasa a ser cómico. Pero como dice el proverbio árabe: la peor clase de desdicha es la que te causa risa.

Febrero 7 de 2003
[Imad Khadduri tiene un master en física de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) y un PhD en tecnología de reactores nucleares de la Universidad de Birmingham (Reino Unido). Khadduri trabajo con la comisión de energía atómica iraquí de 1968 hasta 1998. Pudo dejar Irak a finales de 1998 con su familia. Ahora enseña y trabaja como administrador de redes de trabajo en Toronto, Canadá. Ha sido entrevistado por The Toronto Star, Reuters y otras agencias de noticias en relación con su conocimiento del programa nuclear iraquí. Este artículo fue originalmente impreso en YellowTimes.org.
Imad Khadduri desea sus comentarios: Imad,Khadduri@rogers.com

Tomado de Rebelión

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