17 de marzo

29 de marzo del 2003

El pueblo de Iraq, héroe colectivo, lucha por la humanidad

Miguel Urbano Rodrigues
resistir.info

Quizá en dia no lejano un escritor con el genio de Shakespeare se inspire en la guerra de agresión contra Iraq, iniciada el 20 de marzo del 2003,para escribir una moderna tragédia. En ella podrían desfilar por la escena muchos villanos y algunos farsantes, más el héroe seria uno solo y colectivo: el pueblo iraquí, hijo de loentas y dolorosas síntesis de grandes civilizaciones.

Desde hace más de dos años que en el Forum Social Mundial vengo denunciando el peligro de la ascensión en los EEUU de un fascismo de nuevo tipo, generado por un sistema de poder monstruoso cuya dinámica y objetivos configuran una amenaza a la propia continuidad de la vida en la tierra.

El presidente del Movimiento de los No Alineados definió hace días la Administración Bush como más agresiva que la del III Reich nazi. No exageró. Pero los paralelos entre Bush y Hitler dificultan, por inadecuados, la comprensión del peligrosísimo momento que vivimos.

Bush es en la escalada de horrores que nos empuja hacia el abismo una figura insignificante que ostenta las insignias de un poder que es ejercido por el engranaje que lo controla y utiliza. Le falta la fuerza de Otelo, el coraje de Henrique V, la duda angustiante de Hamlet, la inteligencia de Lear. En el IV Reich que desafia la humanidad no hay un Fuhrer trastocado. La ambición arrogante, sin poder real, no hace el líder. Un grupo de personajes sombríos que representa al sistema toma en los bastidores decisiones que -- la expresión es de Chomsky -- pueden "muy posiblemente llevar a la extinción de la especie, lo que no es una especulación ociosa".

Dos grandes escritores británicos, Aldous Huxley e Georges Orwell, un aristócrata liberal y un antifascista, han esbozado en novelas fascinantes, en los anos treinta, situaciones que prenunciaban la gran crisis que hace de nosotros en este inicio del siglo XXI simultáneamente espectadores y victimas. En sus libros (entonces definidos como utopías) iluminaron un planeta Tierra, culturalmente destruido, en el cual grupos instalados en el Poder habían robotizado el hombre, transformado en dócil instrumento de estrategias alucinatorias.

En la base de la minuciosa preparación de la guerra iraquiana encontramos la misma insanidad, el mismo cinismo cruel que puede ser identificado en el asalto a la razón que acompañó desde el inicio el avanzo del nazismo en la Alemania de Weimar.

Al comienzo, el equipo más cercano al Presidente, de Cheney a Wolfoweitz, de Rumsfeld a la Condoleeza, demostraba aun preocupación mínima con las apariencias. Cuando la metralla empezó a explotar en las ciudades del Eufrates y del Tigris, el discurso cambió, se hizo traslocado. Ahora cuando Rumsfeld acusa Iraq de violar la Convención de Ginebra por mostrar prisioneros estadounidenses nos hace recordar la lógica, la ignorancia y la falta de memoria de los epígonos de Goebbels y de Goering. Bush no se queda atrás. Llama al teléfono a Putin y lo regaña, acusa a Rusia de haber vendido a Iraq equipos que le permiten neutralizar la capacidad de las tropas de EEUU para combatir en la oscuridad. La acusación no tenia fundamento. Pero se concluye que para Washington Iraq comete un crimen al defenderse.

En los EEUU las trompetas de guerra continúan anunciando victorias imaginarias, advirtiendo, sin embargo, que "iraquianos fanáticos " resisten, por lo que la guerra no será, al fin, tan rápida y cómoda como se esperaba. Fueron abatidos aviones y helicópteros, pero las imágenes de los destrozos no aparecen en la televisión. Murieron en combate oficiales y soldados estadounidenses, mas no les muestran los cuerpos. Hay prisioneros capturados por el ejercito de Iraq; el mundo tuvo la oportunidad de oírlos y verlos. Pero no el pueblo norteamericano. Ni sus familias tienen el derecho de hacerse oír. Sitios web que divulgaron esas imágenes fueron cerrados. Una ola de autocensura de espíritu macartista se implantó en los grandes mass media de la unión, en tácito acuerdo con la Casa Blanca, el Pentágono y los propietarios de los gigantes de la comunicación social.

Desde la CNN al New York Times todos insisten en citar la coalición de 30 países que estaría empeñada en la cruzada democrática contra Sadam-Satan, luchando con EUA, para liberar Iraq. Es otra mentira poco inteligente. Las fuerzas invasoras, en esta guerra de agresión son de EEUU y Gran Bretaña, apoyadas por un pequeño contingente australiano. Los aliados son ficcionales. Siquiera hay tropas combatientes de España, porque Aznar, que se mueve en los bastidores del espectáculo sangriento como un pequeño Iago, tiene miedo de la reacción de su pueblo se enviar militares para el desierto iraquí.

La guerra empezó hace una semana y asume ya facetas de tragedia. Las imágenes de Bagdad en llamas, bombardeada por "armas inteligentes y limpias", que matan decenas de civiles, nos traen a la memoria cenas del Infierno de Dante. Basora, una ciudad de dos millones de habitantes, no dispone de agua potable hace varios dias.

En Washington, el vocero de la Casa Blanca, sonriente, manifiesta confianza en la marcha de la Operación "Liberación de Iraq". El IV Reich siente orgullo de su obra "humanitaria".

¿QUE HACER?

El sistema es mucho más fragil de lo que parece. Está enfermo [1]. La fuerza militar más poderosa de la historia es el instrumento de agresión de un capitalismo que entró en decadencia y no tiene soluciones para salir de la crisis cenagosa en que se hunde.

¿Que hacer entonces?

En las ultimas semanas la vulnerabilidad del sistema quedó transparente. La derrota sufrida por los EEUU en el Consejo de Seguridad presenta un significado bien mayor de lo que los analistasde la gran prensa le atribuyen. Al demostrar el aislamiento de Washington y la condena de la guerra anunciada, lo que ocurrió señala en fin del gran miedo que durante años paralizó el combate a la irracionalidad estadunidense.

La ONU no fue capaz de detener el funcionamiento de la maquina de guerra de un pais cuyo sistema de poder pretende transformar el mundo en un protectorado. Se afirma, no sin motivo que esa impotencia es desprestigiante. Mero no se valora suficientemente la respuesta de los pueblos al tomar en la extensión del planeta las calles para protestar contra el genocidio iraquiano y proclamar que la humanidad repudia la tutela de un IV Reich.

A cada día, la movilización popular contra la guerra aumenta. Millones de personas que jamás habían participado de iniciativas similares desfilan en protestas multitudinarias, se concentran junto a las embajadas y bases de los EEUU, dicen no al monstruoso crimen cuyas imágenes contemplan en la televisión.

Están ocurriendo convergencias deseadas pero difíciles. Partidos, movimientos sociales, intelectuales, sindicatos, organizaciones campesinas, gente de todos los continentes y clases sociales, de corrientes de pensamiento muy diferenciadas suman esfuerzos y voces en un combate que, en defensa de la humanidad, asume carácter global, planetario.

Repito, el enemigo, un sistema de poder de contornos fascistas, es mucho mas vulnerable que parece. Las gigantescas manifestaciones de protesta en los EEUU constituyen la mejor demostración de su fragilidad.

La firmeza de los gobiernos de Francia y de Alemania, resultante sobretodo de la formidable presión de sus respectivos pueblos, representa en la actual coyuntura un factor importantísimo, reforzado por el apoyo recibido de Rusia y China.

Hace días, hablando en México con un amigo inglés, combatiente de muchas luchas por la humanidad, ele preveía que Blair, si la guerra prosigue por algunas semanas no podrá mantenerse.

"Ojalá tengas razón y que la historia confirme tu previsión", le contesté.

El pueblo británico, heredero de una gran cultura no respalda hoy la mentalidad imperial de las generaciones de la era vitoriana. Su conciencia social es mucho más profunda que la posible en una sociedad como la estadounidense, mal sedimentada.

Es indudable que una ruptura del eje Washington-Londres seria, por si significado un golpe devastador para el sistema de poder que amenaza la humanidad.

Los EEUU disponen de fuerza suficiente para destruir las ciudades de Iraq y ganar militarmente la guerra abyecta que han impuesto; pero ya la han perdido políticamente, aunque la Casa Blanca y el Pentágono no lo percibieron.

Mientras la tragedia prosigue, la lucha de los pueblos tiende a intensificarse. Es de ella, de la transformación en avalancha de la gran marea de protestos que depende en gran parte el desenlace de la tragedia en desarrollo.

Una certeza: el pueblo de Iraq emerge, por su resistencia tenaz, como héroe colectivo en un capitulo inesperado de la historia de la humanidad. Surge para cuantos en este angustiado planeta aman la libertad como digno del maravilloso cenario de sus antepasados, al luchar por toda la humanidad contra los nuevos bárbaros del Siglo XXI.

La Habana, 26 de marzo de 2003
Traducción de Marla Muñoz. El original portugués de este articulo se encuentra en http://resistir.info.

[1] Ver en http://resistir.info artículos del autor sobre el tema


Tomado de Rebelión

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