31 de marzo del 2003
Ben Tripp
Counterpunch
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Me ha llamado la atención que hay algunos estadounidenses preocupados porque Irak podría invadir físicamente a Estados Unidos a menos que maten a todas las mujeres y niños de Irak. Parece ser tan probable como que los Anaheim Angels ganen el Campeonato Mundial pero han ocurrido cosas aún más extrañas. Después de investigar ésta y otras preocupaciones que provocan la inquietud de esos ciudadanos en nuestra Gran Nación, me doy cuenta que esos temores tienen un denominador común (además de la estupidez pura): los estadounidenses no saben geografía. No soy un experto en el asunto, aunque sea capaz de ubicar la mayor parte de los continentes, mientras estén bien identificados, pero tal vez pueda ayudar a aliviar algunos de los temores que se apoderan de esta nación mientras sus fuerzas armadas arrasan todo lo que encuentran en su camino por tierras distantes. Primero, imagínate que la Tierra (es la cosa grande, pesada, sobre la que estás parado). Digamos, por decir algo, que es esférica, o en otras palabras que tiene la forma de una pelota de baloncesto. No de una pelota de fútbol [estadounidense], que es un ovoide simétricamente aplastado. Pretendamos ahora que si uno se para en un sitio sobre la superficie de esa esfera (y, ¡qué le vamos a hacer!, para pararse en dos sitios hay que ser un virtuoso), habrá un sitio al lado opuesto que podríamos calificar del 'lado opuesto de la Tierra' porque está en el lado opuesto de la Tierra.
¿Me comprenden, amigos? Alabado sea Jesús. Así que ahora tenemos en nuestros cerebritos una visión mental de un burdo objeto con una parte adelante y otra detrás y sin esquinas -algo como un globo. Todo lo que se necesita hacer ahora es ubicar las masas de tierra conocidas como continentes porque tienen la forma de continentes, que se elevan sobre las áreas húmedas conocidas como océanos. El continente que se encuentra directamente bajo tus pies, si estás en Norteamérica, se llama 'Norteamérica' sobre todo para distinguirlo de Europa, que no es lo mismo. Sudamérica está al sur de Norteamérica, o al oeste si algo anda mal con tu compás. Trata de alejarte un poco de ese inmenso magneto. Ahora bien, si estás en Norteamérica, y el sol se pone (tal vez mejor esperas que suceda, para que estemos bien seguros de que nos entendemos... ¿se pone? ¡Ahora sí! ) el sitio en el que el sol toca el horizonte es más o menos el oeste. El sitio por el que aparece, y no te voy a pedir que esperes que ocurra, pero si quieres hacerlo hazlo, es el este. ¿Tenemos todo claro en nuestras mentecitas? Lo que es verdaderamente importante es el oeste y el este cuando hablamos de política en la misma fecha. Así que sigue tu dedo -te dije que apuntaras hacia el este, ¿no es cierto?- y pretende que tu dedo se mueve a la derecha atravesando el Océano Atlántico (que es el océano al este de EE.UU., o al lado derecho). Lo primero que hará tu dedo es llegar, suponiendo que no haya sido ingerido por un perspicaz pez a mitad de camino, es un trozo de tierra que se llama Europa. Es de donde viene el queso, y también Inglaterra, España, Portugal, Francia, Alemania, y Hans Blix. No te puedes perder. Europa queda como a un cuarto de camino alrededor de la Tierra desde América. No bastante lejos, tal vez, pero es un tremendo trecho si vas nadando. Ahora: si te vas derechito hacia el sur desde Europa, tal vez verás una inmensa masa de tierra que algunos llaman 'África', porque el estilo afro se originó allí y 'África' suena un poco como 'afro'.
Por desgracia para los estadounidenses, casi toda las gentes en África son negras, tienen SIDA, o las dos cosas. Además, para colmo de colmos, hay elefantes y cosas vagando por ahí, y desiertos, y un país que se llama 'Niger', que suena bastante vulgar. Así que dejemos África por el momento -tal como lo hace el gobierno de EE.UU. Ésta es geografía para blancos. La mayor parte de los negros ya saben dónde está África. Lo que es importante es lo siguiente: ahí donde Europa y África no se conectan es el Mar Mediterráneo, y si seguimos ese intrépido dedito hacia el sudeste (se ha vuelto al sudeste ahora, atraído por los ricos misterios de África, pero atemorizado, vulnerable) descubrimos un mar mucho menos impresionante llamado el 'Mar Rojo' porque es azul. Si el Mediterráneo separa África de Europa, el Mar Rojo separa África del 'Medio Oriente' o 'Oriente Próximo', llamado así porque no está tan lejos como otros Orientes, como el Lejano Oriente, por ejemplo, sino por ahí en medio de áreas consideradas orientales. Si estás en China, está realmente hacia Occidente; por eso los hombres comienzan tantas guerras: nadie sabe donde está, y no van a andar todos pidiendo orientación. Más vale matar a todos y luego decir, "¡Llegamos!"
El Medio Oriente es donde se concentran los actuales problemas, si no consideramos que el inminente ataque nuclear de Corea del Norte es un problema, y parece que no es así. El Medio Oriente está debajo de Rusia, a la izquierda de China, y encima de África. ¿Está todo bien claro? Tal vez deberías hacerte un dibujito.
Irak es un país del Medio Oriente. Está ubicado justo al medio del Medio Oriente, lo que es fácil de recordar; Afganistán, que recordarás porque hace poco lo cubrimos con dólares explosivos de los contribuyentes, no está al lado de Irak. Pero está mucho más cerca que Norteamérica. El país entre Irak y Afganistán es Irán y, ¡te lo aseguro!, están sudando la gota gorda ahora mismo. Arabia Saudí, que es, en realidad, de donde vinieron los terroristas, está directamente al sur de Irak. Esa parte del mundo, sólo para ponerlo en perspectiva, está como a mitad de camino dando la vuelta al mundo desde EE.UU., hablando en latitudes (pregúntale a tu madre) aunque si quieres estar perfectamente seguro deberías irte a la isla de Rapa en el Pacífico Sur, que está al lado opuesto del mundo, desde Irak. Las posibilidades de que Irak invada nuestras riberas son extremadamente pequeñas, en parte porque hay una docena de naciones, un océano, y 10.000 kilómetros entre Bagdad y Hackensack, NY; y en parte porque todos los iraquíes estarán pronto muertos o demasiado hambrientos para viajar más de unos pocos cientos de metros antes de que se desmayen.
Después de dejar Irak en ruinas humeantes, continuamos siguiendo a nuestro dedo hacia el este, y cruzamos ahora Afganistán, Pakistán, y la parte más al norte de India antes de llegar al Tibet, que fue vapuleado por la guerra hace mucho tiempo, y que es parte de China, lo que sucede todo el tiempo, una y otra vez. Pero ahora ya estamos tan lejos en nuestra vuelta al mundo que ya vamos hacia California, -a mis lectores confederados del sur les interesará saber que se trata de un país al oeste de Estados Unidos. Justo después de China hay una península en lo que me avergüenza informar que se llama el Mar Amarillo, aunque tiene el mismo color que el Mar Rojo. Esta península contiene a Corea del Norte y del Sur. Corea del Norte está al Norte, y tiene misiles con los que parece que puede alcanzar a América del Norte por una ruta secreta llamada el Polo Norte, o en otras palabras, mientras nosotros miramos hacia el este ellos se deslizan hacia nosotros desde el noroeste, probablemente disfrazados de Papá Noel. Después de Corea llegas a Japón, y después, no hay nada más que agua durante 9.000 kilómetros. Esa agua se llama el Océano Pacífico, porque se encuentra en el Pacífico.
Así que aquí nos tienes, viajamos por todo el globo con nuestro dedo un poco agotado por el viaje, pero aún intacto, y hemos hecho tres descubrimientos fascinantes:
1. Estamos muy, muy lejos de los malvados países a los que tememos,
2. Están jodiendo a los kurdos, una vez más, y
3. Todavía no sabemos dónde está Australia.
29 de marzo de 2003
Ben Tripp es un guionista de cine, caricaturista y escritor satírico. Su correo es: credel@earthlink.net
Tomado de Rebelión
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