Miércoles, 26 de febrero de 2003
Mar Molina
IU Castilla la Mancha
ARTICULO DE Mar Molina, responsable de comunicación interna de IU Castilla la Mancha. Formará parte de la Brigada por la Paz de Castilla La Mancha que viajará a Iraq del 9 al 15 de marzo de 2003
El día 9 de marzo partiré hacia Bagdad, en el que será mi tercer viaje y espero que el penúltimo que realice a ese país.
Me voy a Iraq porque las palabras sólo no bastan, desde hace tiempo entendí que hace falta algo más. Aunque sinceramente no se que más, después de que millones de personas de todos los pueblos del mundo salieran a la calle el día 15 de febrero. Ese día se visualizó la ruptura de los gobiernos y los pueblos, cada uno anda por sitios diferentes: los gobernantes quieren la sumisión de los pueblos y los pueblos se muestran insumisos a los gobernantes.
Me voy a Iraq porque, después de haber convivido con ellos, después de haberles mirado a los ojos, me resulta difícil dormir por las noches. No dejo de ver: las sonrisas de los niños; el sufrimiento de los padres velando a sus hijos las camas de los hospitales; las agonías de los niños en esas mismas camas que ni siquiera tienen tiempo de calentar; los bazares y los zocos llenos de gente y de productos que no se pueden vender debido a la inflación; los olores a pescado asado en los kioscos que bordean el Tigris; el miedo que brilla en los ojos a esa muerte que huele a bomba inteligente; la cárcel que invento el Consejo de Seguridad de la ONU con ese embargo que dura ya doce años; las miserias y la pobreza que sufren en silencio y por "imperativo legal"; la muerte prematura y tenebrosa que trajeron los bombardeos con uranio empobrecido; a esos jóvenes iraquíes que presumen de conocer las alineaciones de los más importantes equipos de fútbol españoles; el olor del té en los puestos ambulantes de las calles; los haces de luz que se filtran por las maltrechas claraboyas del viejo bazar árabe; y todo aquello, que, aun después de haberlo visto, todavía no he encontrado palabras para compartirlo...
Me voy a Iraq porque, después de tantos kilómetros explicando la catástrofe humanitaria de la población civil y de tantos artículos denunciando el tema todavía me quedan cosas por aprender y por conocer, y me quieren negar el derecho a la comunicación entre las culturas, el derecho a compartir la historia y las costumbres.
Me voy a Iraq porque de alguna forma allí nacimos todos, nacimos a la escritura, a las leyes y al conocimiento, en definitiva, a la civilización.
Me voy a Iraq porque por mis venas corre sangre de todos los pueblos, y el pueblo árabe también es mi pueblo. El pueblo de mis ancestros, la aritmética de mis números, el arte de mis monumentos, la historia de mi país.
Me voy a Iraq porque la tolerancia es el único arma que todos deberíamos exportar.
Me voy a Iraq porque quiero un futuro en paz, porque en las noches sin luna me gusta contar las estrellas y si nos destruyen Iraq nos privaran en el cielo de un lucero sublime y en la tierra de un oasis místico.
Me voy a Iraq porque en mi aldea global no sobran personas, aunque siempre me han faltado continentes.
Me voy a Iraq porque no quiero quedarme huérfana seres humanos, ni que nadie me prive de la peligrosa aventura de ser herida por las sonrisas de algunos niños iraquíes.
Tomado de www.iualdia.com
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