8 de abril de 2003
"¡Malditos sean los canallas que hacen las guerras!", afirma el padre del ibérico
Fallecieron cuando un misil estalló en un centro de operaciones de las fuerzas invasoras
BLANCHE PETRICH
La Jornada
El líder histórico de Izquierda Unida (IU) de España, Julio Anguita, activo promotor del movimiento contra la adhesión de su gobierno a la guerra contra Irak, tuvo una pérdida personal en el conflicto: su hijo Julio Anguita Parrado, reportero del diario El Mundo, fue alcanzado por un misil. Murió junto con otro periodista, el alemán Christian Liebig, de la revista Focus, y dos soldados estadunidenses.
"¡Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen!", expresó el veterano luchador en su primera reacción al conocer la noticia.
Con la muerte de Liebig, que recién había cumplido 35 años, y Anguita Parrado, de 32 años, suman nueve los periodistas muertos en Irak desde que se inició la invasión angloestadunidense.
Cerca del mediodía, hora local, el portavoz de la tercera división de infantería de Estados Unidos estacionada en el sur de Bagdad, en las inmediaciones del aeropuerto, anunció que un misil iraquí había golpeado un centro de operaciones tácticas de las fuerzas de invasión, a unos 15 kilómetros de distancia. "Cuatro personas acaban de morir", anunció el jefe del batallón, Michael Birmingham. Dos eran soldados y dos los periodistas mencionados.
Elementos de esa unidad habían entrado a la ciudad horas antes para ocupar dos palacios de Hussein. Liebig y Anguita Parrado, acreditados como periodistas incrustados en las filas militares de la infantería, no obtuvieron autorización para avanzar con los demás informadores, porque sus chalecos antibalas no reunían los requisitos de seguridad.
No fue un buen día para los periodistas. Además de estas dos bajas, se reportó que dos periodistas polacos fueron detenidos por el ejército iraquí cerca de Al Hillah, a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad. La televisora polaca TVN 24 informó que uno es Marcin Firlej, su reportero, y el otro Jacek Kaczmarek, de una radiodifusora de Polonia.
En España, Julio Anguita fue informado de la muerte de su hijo momentos antes de participar en un acto político en Getafe. Ahí emitió sus primeras reacciones: "Fue un misil iraquí, pero es igual. Lo único que puedo decir es que vendré en otra ocasión y seguiré combatiendo por la tercera república. ¡Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen!"
Izquierda Unida se ha opuesto a la política belicista del jefe del gobierno español, José María Aznar.
Ex comunista y respetado opositor, Julio Anguita elogió la carrera profesional de su hijo: "Los que han leído sus crónicas saben que era un hombre muy abierto y buen periodista. Ha cumplido con su deber". El enviado de El Mundo, que firmaba como Julio Parrada, estaba asignado como corresponsal en Nueva York.
Apenas un día antes, el domingo, murió el intérprete de un equipo de prensa de la BBC de Londres en el frente norte. Era el kurdo Kamaran Abdurazak Muhamed.
El cuatro de abril murió el editorialista de The Washington Post y The Atlantic Monthly, Michael Kelly, el primer hombre de prensa caído en el conflicto. El dos de abril falleció Kaveh Golestan, fotógrafo iraní, premio Pulitzer, al pisar con su auto una mina en la región norte. Trabajaba para la BBC de Londres. El 22 de febrero perdieron la vida dos periodistas: el australiano Paul Moran, de la cadena Australian Broadcasting, al explotar un vehículo en el frente norte, y el reportero de la televisión británica ITN Terry Loyd, por fuego amigo durante los intentos por tomar la ciudad sureña de Basora.
Otros dos periodistas han muerto en situaciones ajenas a la actividad bélica. David Bloom, enviado de la NBC como incrustado, falleció durante el avance de la infantería, abordo de un vehículo militar, debido a una embolia. Y Gabi Rado, periodista húngaro al servicio del canal ITN de Gran Bretaña, cayó del tejado del hotel en el que se alojaba en el Kurdistán.
Tomado de La Jornada
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