17 de marzo

19 de febrero de 2003

No al ataque preventivo, por favor

Diego Enrique Osorno
Rebelión

Donald Rumsfeld, el Secretario de la Defensa de los Estados Unidos del Mundo tiene algo así como 20 años sin ir a ver una película al cine. El amigo que me contó ese dato que después comprobé me dijo también hace varios meses: "Imagínate a un tipo como este haciendo el amor... para darte una idea de cómo son muchos de los gobernantes tienes que imaginarlos con su pareja demostrando el amor que le tienen, ¿cómo lo hacen?, ¿qué le dicen al terminar?, ¿qué piensan cuando acaban?, ¿qué sienten?, ¿sienten?". La informal sugerencia (sugerente) no ha dejado de volver a mi mente en las últimas semanas en que Rumsfeld ha mostrado una capacidad temeraria para hacer polémica en todo el mundo con frases ya inolvidables. Entre su repertorio reciente está el bautizo de Francia y Alemania como países representantes de "la vieja Europa" que no apoya un ataque militar contra Irak.

La declaración todavía sigue causando escozor entre muchos europeos que ante la frase y la incondicional alineación de los gobiernos de por lo menos 8 países de este continente con EU, no dejan de asombrarse de lo que está pasando pero sobre todo, de lo que pasará de seguir las cosas como van y es que el jefe del Pentágono, más allá de sus conocimientos de la geopolítica de Europa, ha demostrado que en su especialización: la estrategia militar, tiene ideas casi tan vanguardistas como aterradoras.

Rumsfeld presentó a sus colegas militares en Munich, Alemania hace apenas unos días un contemporáneo silogismo que ayuda a entender aquello de "la vieja Europa". Con grandilocuencia y decisión, el Secretario de la Defensa del Planeta Tierra explicaba que ante la certeza de que más pronto que tarde el terrorismo internacional hará uso de las armas de destrucción masiva se imponía la necesidad "del ataque preventivo y, por tanto, nos obliga a abandonar todos los conceptos en los que se ha basado la seguridad en el siglo XX. Contra la amenaza global del terrorismo no valen la contención ni la disuasión, ni tan siquiera el mínimo error de cálculo que permitía el duelo de las fuerzas convencionales de la guerra fría. No podemos quedarnos paralizados por un corsé de indecisión ni por el pensamiento del siglo XX mientras se acumulan los peligros".

Quizá algunos hasta le aplaudieron su alternativo discernimiento que lo ha llevado a tener una privilegiada posición cerca de la oreja de su jefe, el Presidente de los Estados Unidos del Mundo, George Bush II, a quien le contó antes que nadie su Teoría del Ataque Preventivo, que para deleite de los fatalistas el periodista Jeffrey Goldberg, develó recientemente en un artículo de la revista The New Yorker . Conozcamos un poquito de esta tierna historia: después del atentado del 11 de septiembre, Rumsfeld presentó en su análisis la idea de que la debilidad estratégica y el fallo de la seguridad interna se había debido a una "timidez analítica" de los servicios de inteligencia estadounidense, no tanto por no haber advertido la posibilidad de los sucesos (cosa que sí hicieron), sino por existir un problema en este desgraciado mundo "viejo": "Tenemos que distinguir entre lo que conocemos que desconocemos y lo que desconocemos que desconocemos". ¡Vaya cosa!, ¡el paradigma del siglo XXI! Lo más temible, sigue la Teoría Rumsfeld, es que "ni siquiera conocemos que desconocemos, lo que desconocemos". Tal análisis del encargado de velar por la seguridad del mundo y los planetas conocidos lleva a plantearnos la ineficiencia de la CIA trabajando como lo hace en la actualidad, ya que -pongamos atención a la siguiente barbaridad por favor- ésta no debe actuar "en torno a la existencia de evidencias sino en torno a la ausencia de evidencias". Por eso, Don Rumsfeld critica a la "falta de imaginación" de los órganos de inteligencia y propone (¿o impone?) al mundo un nuevo método de trabajo que consiste en "construir una hipótesis y ver luego si hay datos que la avalen, en vez de lo contrario".

En esta ocasión da miedo que la teoría se lleve a la práctica. En un mundo tan loco y enfermo como este, Rumsfeld podría convertirse en muy poco tiempo en Maestro ejemplar para decenas de potenciales alumnos que están a la espera de la violencia en cualquier circunstancia, ahora máxime si tienen tras de sí, un respaldo teórico de tan importante figura como el Comandante del Planeta. De hecho, el primero en levantar la mano en clase ha sido Ri Pyong-gap, vicedirector del Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, quien le dijo a The Guardian lo siguiente: "Estados Unidos dice que después de Irak, vamos nosotros. Pero tenemos nuestras propias contramedidas. Los ataques preventivos no son un derecho exclusivo de Washington".

Es preocupante pensar en la nueva carrera armamentista que desataría un ataque preventivo en Irak con el pretexto de que se lucha contra el terrorismo mundial cuando en realidad, se busca petróleo y más hegemonía. Esto aparte de las miles de muertes ipso facto en el combate, va a provocar que otros Estados traten de proveerse de armas nucleares y un dominó de actos tristes para la humanidad.

EU ha pasado a convertirse en una superpotencia volcada al unilateralismo global. Un artículo publicado por la Asesora en Seguridad Mundial, Condolezza Rice en Foreign Affais da cuenta de ello al afirmar que su país debe ocuparse tan sólo de sus propios intereses nacionales, pero como éstos se encuentran en todo el mundo, está legitimada para hacerlo en cualquier parte.

Seamos sinceros, démonos cuenta que más allá de Sadam Hussein, el único peligro serio para la paz del mundo es el comportamiento de un equipo de secuaces del Señor Bush II. Equipo que está mucho más armado que Sadam, con armas más peligrosas y dispuesto a emprender una guerra contra el deseo y el sentir de la mayor parte de los demócratas del mundo, entre estos, el escritor mexicano Carlos Fuentes, quien se hizo a sí mismo una serie de preguntas sobre el tema, de las cuales habría que destacar dos: "¿Qué tal si el gobierno de Ronald Reagan no arma a Sadam Hussein para fortalecer a Irak en contra de los ayatolás iraníes, percibidos en ese entonces como los enemigos mortales de los EU en la región?... ¿y qué tal si la razón psicológica del Apocalipsis es la vanidad de un niño rico que nunca peleó en una guerra y entró a la Universidad de Yale con grados ínfimos e influencias máximas, diciéndole a su progenitor: "Mira, papi, yo si fui capaz de hacer lo que tú no tuviste el valor de hacer?".

Washington vigila al mundo por medio de cinco mandos militares mundiales; mantiene más de un millón de hombres y mujeres con armas en cuatro continentes; despliega grupos de combate sobre portaviones que vigilan todos los océanos; garantiza la supervivencia de países, desde Israel hasta Corea del Sur; dirige el comercio mundial, y llena los corazones y las mentes de todo un planeta con sus sueños y deseos. Vamos, tiene el poder del mundo y eso - sin entrar en las profundidades ideológicas- no está mal si gobernara con él, no contra él o por encima de él.

Quizá las actuales circunstancias que atraviesa no se deban necesariamente a la historia de un conjunto en abstracto (de pasados, valores y demás), sino a las de apenas unos cuantos fanáticos llegados al poder. No se sabe. Hay una teoría que aunque locuaz debemos conocer. Esta es la de la tradición apocalíptica cristiana que dice que la segunda venida del Mesías sólo ocurrirá cuando Israel recupere la plenitud. Tras el regreso de Cristo debe producirse la gran batalla entre el bien el mal, paso previo al establecimiento del reinado directo de Dios sobre el mundo. Suena gracioso pero una revista laica, escéptica y proamericana como The Economist reconoce, sin embargo, que no debe descartarse que el apoyo sin matices de Estados Unidos al Israel belicoso de Ariel Sharon derive de las creencias apocalípticas, al igual que la agresividad contra Sadam Hussein y el uso de términos como "mal" o "maldad" para referirse a gobiernos enemigos.

El morbo ante la hipótesis aumenta al saberse que el señor Bush II eligió a un teólogo, Michael Gerson, para que redacte sus discursos, así como también la conocida relación que tiene el presidente del Planeta con predicadores de la TV estadounidense como Jerry Falwell o Pat Robertson, quien por ejemplo, es fundador de la Coalición Cristiana, un grupo muy activo en las campañas electorales republicanas. Este "líder" llegó a decir en una ocasión: "Los paganos, los abortistas, las feministas, los gays, las lesbianas, la Unión Americana por las libertades civiles... Les señalo con el dedo y les digo: "ustedes contribuyeron a que esto ocurriera (el atentado del 11 de septiembre)".

Otro de los trasfondos que se manejan con insistencia es la de una petroguerra y se vuelven a ofrecer datos interesantes, más allá de la sabida riqueza petrolera de Irak: George W. Bush, 1978-84; alto ejecutivo de Arbusto-Bush Exploration, una compañía de petróleo; 1986-1990: alto ejecutivo de la compañía de petróleo Harken.. Dick Cheney. 1995-2000: presidente ejecutivo de la compañía de petróleo Halliburton. Condolezza Rice. 1991-2000: alta ejecutiva de la compañía de petróleo Chevron, que bautizó un petrolero con su nombre. Así también, el semanario Time, ya ha revelado que cuatro grandes empresas norteamericanas (Hallburton, Slumberger, Bektel Group y Baker Hughes, podrían repartirse entre ellas contratos por 2 mil millones de dólares para reconstruir la infraestructura petrolera tras las acciones militares en Irak.

No hay móvil justificado ni para los demócratas (que no suelen ser pacifistas) para una guerra contra Irak. Por eso ha sido tan difícil la intentona de EU que si no se nos olvida, creó historias falsas para atacar Irak a principios de los 90. Recordemos que el 10 de octubre de 1990, dos meses después de la invasión iraquí en Kuwait, una adolescente kuwaití de 15 años, simplemente identificada como Nayirah, apareció ante la Cámara de Representantes estadounidense para denunciar los horrores de la ocupación por las tropas de Sadam Hussein. Con lágrimas en los ojos, describió cómo los soldados irrumpieron en el hospital en el que trabajaba de voluntaria "con armas y pistolas, sacaron a más de trescientos niños de las incubadoras y los dejaron morir en el suelo". Tres meses después empezaba la guerra.

La historia de las incubadoras fue ampliamente utilizada por el entonces presidente Bush I, padre del actual mandatario mundial, para convencer a una opinión pública contraria y no fue hasta después del conflicto cuando se supo la verdad: Nayirah era la hija del embajador de Kuwait en Estados Unidos, Saud Nasir al Sabah, y su testimonio, que resultó ser falso, había sido cuidadosamente preparado por una de las mayores firmas internacionales de relaciones públicas, Hill and Knowlton. Emmy.

Dee Alsop, director de la empresa de sondeos Wirthlin Group, que trabajó con Hill and Knowilton en la campaña para vender la guerra, describió "cómo identificaba los mensajes" y descubrió que el tema más sensible era "el hecho de que Sadam fuera un loco capaz de cometer atrocidades contra su propio pueblo", un argumento que ha sido repetido por el actual presidente Bush en muchos de sus discursos.

Algo que dudo mucho que sea inventado porque he visto pruebas diversas, es que en aquellos años Mohamed Naser, un iraquí de 60 años, perdió a su mujer, Uafica; a su hija Zahará, de 11 años y a su hijo Marguán, de seis. "Aún siento como si estuvieran vivos", dice a una compañera reportera en el mismo lugar en donde los dejó aquella fatídica noche del 12 de febrero: "Me fui a casa para asegurarme de que todo estaba bien y los mataron... No siento miedo, sino odio hacia EU y el Reino Unido, hacia sus gobiernos, no hacia su gente, porque no son ellos los que controlan la política".

No a la guerra por favor. No al ataque preventivo, por favor.

Fuentes: El País, El Mundo, Foreign Affairs, The Guardian, The New York Times, www.cia.gov.us.

Tomado de Rebelión

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