La guerra de Iraq no es un juego informático

Nikolai Vukolov y Valeri Asrian
RIA NOVOSTI - especial para ARGENPRESS.info

Los cuadros que se ven a diario en la pantalla de la televisión son harto familiares: el retículo del visor puesto sobre un edificio de un color verdiclaro en el aparato de visión nocturna. Luego una explosión y fragmentos del edificio volando en la pantalla.

Algo parecido a lo que vemos ahora ya lo habíamos observado hace 4 años durante los bombardeos norteamericanos sobre Yugoslavia. Los mismos retículos, el mismo verdor desvaído, las mismas explosiones y... las mismas aseveraciones que hacen representantes del mando norteamericano: no se preocupen, nuestros ataques son precisos y están dirigidos solamente contra objetivos militares y edificios administrativos.

En los días de la tragedia yugoslava muchos aún creían en que las armas norteamericanas de altas tecnologías de verdad lograron un nivel tan alto que funcionan de forma absolutamente infalible: si hace falta atacar el edificio de televisión, este edificio ya está en llamas. Pero pasó algún tiempo, y mísiles norteamericanos de alta precisión comenzaron a caer sobre edificios residenciales, caravanas de carros de campesinos, destruir puentes y hasta hicieron impacto en la embajada china en Belgrado, lo que les costó la vida a tres diplomáticos chinos.

El mundo ha puesto en tela de juicio la infalibilidad de las altas tecnologías bélicas norteamericanas. Ahora, durante la guerra en Irak, estas armas quedaron simplemente desmitificadas. No pasa un día sin que aparezcan nuevas noticias sobre ataques aéreos contra instalaciones civiles. Ya se trata de impacto de un misil norteamericano en un mercado de Bagdad que deja un saldo de 14 muertos y 30 heridos entre los que están mujeres y niños, incluida una muchacha que iba a ser madre. Ya un misil norteamericano impactó un autobús sirio en el territorio sirio, matando a cinco pasajeros (¡vaya la 'puntería'!). ¿Qué culpa tenía esta gente? ¿De que, según dice el diario sueco 'Expressen' han nacido 'por error en un país equivocado, se vieron en un lugar equivocado y a deshora?

Es que han nacido en su país y estaban en un lugar pacífico del mundo, comprando comida para su casa. Pero aquí los alcanzó un misil crucero norteamericano.

¡Cuántos mísiles inofensivos se podrán ver en las pantallas de ordenadores que vuelan hacia objetivos de juguete: puentes, casas, almacenes y columnas de tanques y camiones! Niños, y también adultos, del mundo entero juegan estos juegos norteamericanos informáticos. Juegos con emoción y sonriendo. Sin pensar que un día menos pensado este juego pueda hacerse realidad. Pero si en un juego de la pantalla de ordenador explotan equipos y saltan al aire soldados de juguete, en la vida real, lamentablemente, todo es de verdad.

Y los equipos tan cacareados fallan. Fallan desde el primer día de la guerra hasta el punto de que los invasores atacan a los propios. Primero chocaron en el aire dos helicópteros británicos y sus tripulantes murieron. Luego un misil norteamericano 'Patriot' derribó un caza 'Tornado' británico al tomarlo por enemigo, por fallar el sistema de identificación 'propio-ajeno'. Esta equivocación le costó la vida de un piloto inglés. Por poco se fue a pique un buque de guerra en el Golfo Pérsico. Un misil lanzado desde su bordo, después de despegar cayó muy cerca del buque. Hace pocos días las tropas norteamericanas, ya de puro susto, ya debido a un error técnico dispararon contra su propia columna de tanques al Sur de la ciudad de Al-Nasiría. El resultado dramático de los disparos: decenas de marines muertos y heridos. Allí mismo, cerca de Al-Nasirái los bravos marines se enzarzaron en un tiroteo con niños iraquíes quizás queriendo vengarles a los menores de edad todos sus fracasos.

Ya niños tomaron las armas. Armas están también en manos de campesinos sencillos uno de los que derribó a un helicóptero en vuelo bajo. Y lo hizo con una escopeta. En Irak comienza la guerra popular y es un hecho evidente. El pueblo iraquí sufre enormes sufrimientos y privaciones. En Basora, por ejemplo, se está acabando agua potable y se siente una escasez catastrófica de energía eléctrica. Pero la gente está dispuesta a combatir al agresor que les trae 'libertad' a la americana.

Pero Irak no necesita esta clase de libertad lo que saca de quicio a los invasores que esperaban otra cosa, lo que el presidente Bush les había prometido, diciendo que los iraquíes odiaban a Saddam Hussein y en cuanto las tropas aliadas pusieran pie en el suelo iraquí el pueblo los recibiría con flores y abrazos como a sus libertadores, mientras que divisiones enteras del ejército iraquí se pasarían a las tropas anglo-americanas. El presidente había prometido que se rebelarían contra Saddam Hussein los kurdos y chiítas (de momento estos hechos no se registran). Había prometido mucho y lo principal es que esta campaña sería parecida a un divertido paseo turístico por este país antiguo y exótico.

Todas estas promesas de Bush resultaron ser un mito, igual que el mito de las armas superprecisas que respetan la vida de los habitantes civiles. Pero no, los norteamericanos no respetan su vida. Todo parece indicar que ahora ya no piensan en ataques puntuales y atacan lo que pueden. Máxime que en estas condiciones que se deben a las tormentas de arena y la nube de petróleo ardiente sobre Bagdad, los impactos precisos son imposibles. Ahora las instalaciones civiles sufren ataques más que los objetivos militares. Ahora los generales del Pentágono piensan más en causar mayores destrucciones a Bagdad y otras ciudades de Irak para intimidar más con sus bombardeos a los habitantes civiles. Este es el terrorismo a la americana.

Pero es muy difícil intimidar y poner de rodillas un pueblo que había sufrido la operación 'Tormenta en el Desierto' y que desde hace 12 años vive en medio de un grave bloqueo económico, pueblo que todos los años ha sufrido sistemáticos ataques norteamericanos, pueblo que todos los años ve morir a 80 mil (¡!) niños debido a la falta de medicamentos cuyos suministros están bloqueados por EE.UU.. De esto se convencen aquellos que han desatado la guerra en Irak por que la vida real no es como juegos informáticos.

Tomado de ARGENPRESS.INFO

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