17 de marzo

24 de octubre del 2003

Notas al fascismo corriente

Pagando los platos rotos

La Jiribilla

La invasión a Iraq adquirió visos de legalidad luego de que el Consejo de Seguridad aprobara por unanimidad una resolución que desbroza el camino para que los mismos países que se opusieron a la acción unilateral en el país árabe colaboren ahora con dinero y soldados en la reconstrucción de Iraq.

Después de semanas de discusión y de más de una aparente negativa, Washington logró por fin su objetivo de no fijar una fecha para la transferencia de poder y crear una fuerza multinacional que estará bajo el liderazgo norteamericano. Las víctimas de la resistencia iraquí -que casi al mismo tiempo que se votaba la resolución alcanzaba a la cifra de 100 soldados estadounidenses-, ya no las pondrá solo Estados Unidos.

Ahora queda por ver quiénes de los que acaban de legitimar en las Naciones Unidas la doctrina de la guerra preventiva de Bush pondrán el dinero para la reconstrucción de la nación liberada.

De hecho, el principal responsable de la guerra no parece muy dispuesto a asumir por sí solo los gastos. El Senado estadounidense acaba de decidir por 51 a 47 votos que la mitad de los $20.000 millones USD que la administración republicana quería enviar al país árabe como paquete de ayuda devendrá en un préstamo a Iraq a ser devuelto en el futuro. La Cámara Alta determinó también que este crédito de $10.000 millones USD podría ser perdonado si los otros países acreedores de Iraq condonan sus deudas, contraídas con ellos por el gobierno de Saddam Hussein.

En fin, que según los planes estadounidenses, el bloqueo de doce años y la posterior matanza a la que fue sometido el pueblo iraquí por la supuesta existencia de unas armas de exterminio masivo que nunca aparecieron, será pagada por las víctimas y tal vez hasta por algunas de las naciones que en un inicio se opusieron a la intervención.

Estados Unidos acaba de legitimar, nada menos que en la ONU, su derecho a hacer y deshacer en el mundo lo que le venga en gana. De todas formas, al final, serán otros quienes paguen los platos rotos

Tomado de Rebelion


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