Irak, ¿quién vencerá a quién?

José Ríos Ríos

Los imperialistas han declarado oficialmente terminada la guerra en Irak, lo que no es mucho decir en una hiperpotencia que ha declarado la guerra global al mundo entero. La caída de Tikrit, tierra de Hussein es el jalón que marca el término de las grandes acciones de agresión en las milenarias tierras. Pero en este período, mucho más que antes, la paz, para el principal enemigo de los pueblos del mundo, no es otra cosa que un breve descanso para una nueva ofensiva de demolición.

Los cañones todavía humeantes y los cráteres de las bombas aún enconados, y ya los halcones han lanzado nuevas acusaciones-pretextos: 'Siria tiene armas químicas', 'Alberga terroristas', 'Saddam está en algún lugar de Damasco'. Ya sabemos para donde apuntan las armas de los émulos de Atila, luego, ya veremos cual será la próxima escala de los ciber-soldados, mercenarios en su gran mayoría, partícipes de desiguales batallas.

Hussein perdió el Poder, lo que no es lo mismo decir que los norteamericanos se hayan hecho de él. El Poder es una resultante de fuerzas, para lo cual no bastan las armas. ¿La Guerra?, ha terminado una fase de la guerra, pero no la guerra misma. Las fuerzas iraquíes baazistas se mantienen, en lo fundamental, intactas, y hasta ahora han presentado batalla donde han querido y como han querido, esta es una realidad.

Antes del inicio de las acciones, aquellas que los imperialistas esperaban acabar en 3 días, nadie imaginó la resistencia que por espacio de 3 semanas presentarían las fuerzas iraquíes. En el curso del desarrollo de la resistencia, denodada como ninguna en los últimos tiempos, la táctica político-militar de Hussein marcó el ritmo de los acontecimientos, para, en el desenlace de la resistencia anti-norteamericana retirarse conservando, en lo fundamental, intactas sus fuerzas.

Las listas de los 'wanted' se han lanzado profusamente, 55 tiene una de las más publicitadas, 100 o 200 mil tendrá que incluir una quizás exhaustiva, o más, agregando a los baazistas, a los voluntarios anti-imperialistas de Al Fatah, de la Yihad, y de todos los que se han hecho presentes prestos a tomar en sus manos un 'kalashnikov' o una carga de explosivos. Lo más probable es que se queden esperando inútilmente la captura de Saddam tal como han esperado la de Osama Bin Laden. Sus satélites provistos de 'super-vista', capaces de detectar la marca de los fósforos con los cuales encienden sus cigarrillos los malvados rebeldes deberían haberlos salvado del ridículo universal.

Las armas de 'destrucción masiva' no fueron, ni serán halladas, por inexistentes, quizás sí las que decidan 'sembrar' los señores de la democracia imperial más grande y poderosa de la historia humana, tampoco han hallado, y éstas sí son ubicables, las del arsenal blindado de la resistencia iraquí. ¿De qué triunfo pueden hablar entonces?.

Si exhibir edificios gubernamentales destruidos, viviendas destrozadas, mercados de abastos pulverizados, hospitales arrasados, hoteles-alojamiento-de-periodistas bombardeados, y decenas de miles de civiles, que incluyen a miles de niños mutilados, es victoria, entonces los norteamericanos han triunfado, en toda la línea, indiscutiblemente, inexorablemente, inequívocamente, han obtenido un grande y glorioso triunfo. Han arrasado-matado-destruido todo lo que han podido con el fuego a discreción y el concurso de sus inteligentísimas armas de muerte y destrucción.

Pero no son así las cosas, señores halcones-imperialistas, Hussein, carnicero como ustedes, no ha sido capturado, ni vivo ni muerto, sus hombres, tampoco, su organización político-militar se mantiene incólume, les guste o no , y seguirá luchando contra su Poder omnímodo, esta vez legitimado por vuestras ilegítimas y bárbaras acciones. Aún más, hasta habéis contribuido a 'lavarle la cara' a Saddam, ahora es una víctima de vosotros, los agresores sin nombre.

Tomado de ARGENPRESS.INFO

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