17 de marzo

30 de julio 2002

EEUU Y LA GUERRA IMPERIALISTA

Los yanquis estudian tomar Bagdad para un "rápido derrocamiento" de Hussein

RESUMEN LATINOAMERICANO

Según el New York Times ocuparía uno o dos puntos de mando y almacenes claves de armamento

Otras opciones serían provocar un levantamiento o seguir el modelo afgano, dice prensa británica

Nueva York, 29 de julio. Estados Unidos estudia la posibilidad de tomar Bagdad y uno o dos puntos de mando, así como almacenes de armamentos claves de esa ciudad para conseguir un rápido derrocamiento del gobierno iraquí de Saddam Hussein, reveló hoy el diario The New York Times.

El artículo, que no fue comentado por la Casa Blanca, es el más reciente de una serie de comentarios publicados por la prensa estadunidense, en los que especulan sobre las estrategias de Washington en Irak. Las mismas van desde un ataque desde tres frentes -Kuwait, Jordania y Turquía- a las recomendaciones de algunos generales que opinan que no se debería atacar.

Esos artículos han provocado el enojo del presidente George W. Bush y del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, quien dijo que quienquiera que revele información secreta estaría poniendo en peligro las vidas de soldados estadunidenses y por eso debería ser encarcelado.

Bush, cuyo padre, el ex presidente George Bush, expulsó a Irak de Kuwait en la guerra de Golfo, en 1991, ha catalogado a Irak como parte de un "eje del mal" que trata de contar con armas de destrucción masiva, y ha manifestado públicamente su deseo de ver fuera del poder a Hussein. Pero también ha reiterado que no tiene planes listos para llevar a cabo una acción militar contra Irak.

Citando a altos funcionarios del gobierno y del Departamento de Defensa, el New York Times dijo que se buscaría eliminar o aislar a Hussein e impedir que Irak haga uso de armas de exterminio masivo, ya sea contra una fuerza invasora, aliados en la línea del frente o Israel.

La idea de tomar Bagdad primero y atacar desde "adentro hacia afuera" permitiría a Estados Unidos operar en grandes distancias, maniobrando fuerzas para envolver un blanco de envergadura, indicó el rotativo. Los partidarios del plan dicen que refleja el deseo de evitar comprometer un cuarto de millón de soldados estadunidenses, y sin embargo golpear con la fuerza suficiente para tener éxito, explicó el periódico.

Las ventajas y los riesgos de los ataques dirigidos a puntos internos del país para expandirse después hacia afuera se discuten actualmente, aunque no hay hasta el momento un plan formal que se haya presentado a Bush o los miembros de su equipo de seguridad nacional.

Las fuentes del periódico dijeron que es posible paralizar el sistema centralizado y autoritario de comando y control de Irak. Los oficiales de nivel medio no están entrenados para improvisar y deben ser desvinculados de sus comandantes.

Aunque se consideran otras opciones, el Plan Bagdad podría ser aceptable para los aliados del golfo Pérsico que no se sienten bien con un emplazamiento militar a gran escala de Estados Unidos, señalaron los funcionarios.

Aun así, la cifra de 250 mil hombres pudiera ser acertada, subrayó el periódico, porque tal magnitud es necesaria para asegurar que las tropas lanzadas sobre Bagdad no queden aisladas, rodeadas y carentes de apoyo, alimentos o municiones.

El periódico indica que varios gobiernos del golfo Pérsico apoyan en cierta medida la política de Bush, de acuerdo con diplomáticos y oficiales militares de la región. Sin embargo, dichas naciones han advertido públicamente al mandatario estadunidense sobre una acción militar contra Bagdad, pidiendo en cambio la vía del diálogo con el régimen de Hussein.

En cualquier caso, las naciones del golfo primero quieren que Estados Unidos demuestre progresos en la crisis entre israelíes y palestinos antes de abrir otro frente en la región después de Afganistán, señaló el Times.

Hay varias opciones

Tres son los posibles escenarios para derrocar a Hussein, según el diario británico The Independent. El primero, que al parecer es poco probable, sería provocar un levantamiento en el país. Pero no hay demasiados signos de que Washington o la oposición en el exilio puedan hacer este trabajo.

La segunda opción es la llamada modelo afgano, en el cual habría una combinación de bombardeos, la introducción de tropas de elite de Estados Unidos y Gran Bretaña, junto con fuerzas de la oposición local. El tercero es el convencional asalto, que sería esencialmente el "hijo" de Tormenta del Desierto, operación caracterizada por ataques aéreos y el despliegue de 25 mil soldados.

En este contexto, Rumsfeld indicó que los ataques aéreos no son suficientes para destruir las instalaciones de armas de destrucción masiva en Irak. Interrogado sobre la posibilidad de atacar directamente sitios militares en Irak, el secretario de Defensa sostuvo que "los iraquíes tienen armas químicas, biológicas" y quieren adquirir nucleares, pero están listos para esconder sus instalaciones y desplazarlas.

Por su parte, el rey Abdallah II de Jordania subrayó que un ataque de Estados Unidos contra Irak podría abrir la "caja de Pandora" en Medio Oriente, en declaraciones al diario británico The Times. En la entrevista, Abdallah II -de visita en Londres- advirtió del peligro de cualquier intervención militar antes de que esté resuelto el problema palestino-israelí, y afirmó que en Washington existen personas empeñadas en resolver la cuestión iraquí sin preocuparse de lo que suceda en el resto de la región.

En declaraciones a la prensa sueca, por otro lado, Rolf Ekéus, ex jefe de la Comisión Especial de la ONU para Irak (Unscom), sostuvo que Estados Unidos aprovechó las inspecciones de armamento en Irak llevadas a cabo por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para realizar actividades de espionaje en ese país. Según Ekéus, Washington intentó obtener informaciones sobre los lugares donde se aloja el presidente iraquí, mediante la "infiltración" de dos agentes, que junto con otros instalaron equipos de espionaje.

Gira de Powell

Como parte de su gira por el sureste asiático, el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, se reunió este lunes con líderes de Tailandia, quienes negaron que su país enfrente un resurgimiento de tal militancia islámica. El ministro de Relaciones Exteriores, Surakiart Sathirathai, prometió además la colaboración de su país en la guerra contra el terrorismo que encabeza Estados Unidos, y dijo que la Asociación de Países del Sureste Asiático (Asean por sus siglas en inglés) está detrás de esta lucha.

"Tailandia trabajará muy cerca de Estados Unidos, y la Asean trabajará también cerca de Washington", dijo Surakiart luego de haberse entrevistado con Powell, quien sostuvo también conversaciones con el primer ministro Thaksin Shinawatra.

En lo que se ha considerado un cambio radical en la política exterior de Washington, Powell se centrará en el tema del combate al terrorismo en su gira por Tailandia, Malasia, Singapur, Brunei, Indonesia y Filipinas, que durará hasta el 3 de agosto.

La Asean firmará una declaración conjunta el miércoles con Estados Unidos en Brunei, en la que se comprometerá a cooperar en la guerra contra el terrorismo intercambiando informaciones y congelando fondos a organizaciones terroristas o a individuos señalados como tales.

FUENTE: La Jornada (México)

Tomado de RESUMEN LATINOAMERICANO Nš 156

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