29 de marzo del 2003
Kurdos contra kurdos en el norte y combates en el sur. Perle, el ideólogo de la invasión, dimite
Con sus tropas empantanadas en su camino hacia Bagdad, EEUU anunciaba que enviará un importante refuerzo mientras lanzaba una seria advertencia a Siria e Irán, en un intento de responsabilizarles de la fuerte resistencia iraquí. Lo mismo hizo con Rusia hace días pero la diferencia es clara, no en vano ambos países son sus siguientes objetivos. Muerta por los bombardeos, de sed o hambre, la población del sur daba ya muestras de ira contra el invasor.
BASORA.- El Pentágono ha tenido que salir al paso de las crecientes críticas a sus planes de invasión, desmintiendo que el anuncio de un nuevo refuerzo de hasta 120.000 soldados más al sur de Irak suponga un giro en su estrategia de invasión, frustrada tras más de una semana y con sus tropas empantanadas y con problemas de suministro en la larga franja de las cuencas de los bajos Tigris y Eufrates, escenario de una feroz resistencia armada iraquí.
En un claro intento de sacudirse la presión, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, optó por el contraataque verbal, contra dos objetivos incluido en su"eje del mal": Siria e Irán.
Concretamente, acusó a Damasco de haber suministrado a Irak "material militar prohibido por la ONU", y puso como ejemplo las gafas de visión nocturna. "Tenemos noticias de la existencia de suministros que han cruzado la frontera de Siria a Irak" y "consideraremos ese tráfico como una acción hostil".
El pasado domingo, en pleno parón de la "ofensiva relámpago" hacia Bagdad, Washington dirigió sus ataques contra Rusia por el supuesto suministro de material similar y de supuestos sistemas de detección e interferencia de sus misiles.
En clave de advertencia, aseguró que "obviamente", cientos de guerrilleros iraquíes han sido entrenados por Irán, cuentan con vínculos con la Guardia Revolucionaria de la República Islámica y se encuentran ahora en territorio iraquí".
Tras doce años de durísimo embargo cuyas víctimas sacan a colación ahora y cínicamente los defensores de la invasión, el Gobierno de Bagdad se ha visto forzado por la ONU en los últimos meses a destruir incluso misiles defensivos (como los Al Samud), mientras observaba cómo, con el aplauso incluso de las cancillerías contrarias a la guerra, EEUU trasladaba tropas al Golfo Pérsico para iniciar una invasión anunciada.
Tras acusar durante años a Irak de poseer armas de destrucción masiva, estas siguen brillando por su ausencia y el Gobierno iraquí insistía ayer en que los trajes químicos hallados en un hospital en Nasiriya estaban allí por temor a que el Ejército invasor utilice parte de su inmenso arsenal de armas químicas o biológicas.
Mientras el segundo de Rumsfeld, Wolfowitz, insistía en que el despliegue de decenas de miles de soldados mes en el plazo de un mes entraba dentro de los cálculos, sobre el terreno, el general William Wallace reconocía que la inesperada resistencia iraquí y dificultades de abastecimiento han frenado el avance de las tropas hacia la capital, Bagdad.
Dificultades de abastecimiento por continuos hostigamientos a la retaguardia que contrastan con el drama humanitario de las poblaciones.
El Ejército británico reconocía que la sureña Basora está "lejos de estar controlada" justificando así el drama humanitario de su población.
Grupos de vecinos salían del cerco, y televisiones árabes ofrecían imágenes de la ira de algunos de ellos contra el invasor. Por contra, el Mando Central acusaba a la resistencia en el interior de disparar contra la gente que huía. La televisión "Al Jazeera" ofrecía espeluznantes imágenes de la destrucción civil a causa de los insistentes bombardeos.
Mientras el Mando Central anunciaba a bombo y platillo la arribada de un primer buque británico con "ayuda humanitaria" al muelle de la todavía insegura área de Umm Qsar, 30 kilómetros al norte, una marea humana asaltaba dos camiones de la Media Luna Roja en la región de Saffwann.
"Antes de que llegaran los norteamericanos y los británicos teníamos de todo; ahora no hay agua y no podemos trabajar", se quejaba Hamid Abdala.
"Las carreteras están cortadas y no nos llega la comida, ni podemos vender en el norte lo que hemos cultivado en invierno", decía su primo Hosan.
Lejos de allí, en Jordania, autobuses repletos de iraquíes salen todos los días de la capital, Amman, con destino a su país.
Oriundo de Najaf, y de creencia chiíta, Muhamad Abdel Ali destaca la diferencia entre esta invasión y la guerra de 1991 y asegura que volverá a luchar contra el invasor.
"¿Cómo pueden hablar de ayuda humanitaria mientras invaden y bombardean nuestro país?", señala, parafraseando un refrán árabe: "Te mato y después camino en tu funeral".
La aviación angloestadounidense seguía castigando desde el aire a la población iraquí.
En pleno avance contra las primeras líneas defensivas iraquíes el norte de Kirkuko y Mosul, los pershmergas aliados de EEUU anunciaban la conquista del bastión de los también kurdos de Ansar al Islam en Halabja. Algunas fuentes confirmaban un repliegue de esta guerrilla hacia Tovaila tras días de ataques aéreos.
En el frente sur, y con Basora en manos iraquíes, el Ejército iraquí anunciaba que abatió a cuatro marines e hizo prisioneros en combates en los que destruyó 33 vehículos invasores.
El Mando Central confirmaba la desaparición de cuatro marines en torno a la ciudad de Nasiriya, en los "combates más duros". En el terreno, fuentes estadounidenses elevaban a 12 los desaparecidos y a 14 los heridos Muerto por accidente.
El Mando Central informó además de que otro marine murió aplastado por un carro blindado "amigo". También había duros combates en la región en torno a Najaf, a 50 kilómetros al sur según Bagdad.
Una columna estadounidense se encontraba en esta región entre dos frentes abiertos. Uno al norte por el control de la intersección de carreteras hacia Najaf y una pista de aterrizaje próxima, y otro entorno a la localidad de Al Samawa, al sur. El mismo frenazo sufrió otro contingente en torno a Al Qud, este, donde la aviación trataba de despejar el camino con unos bombardeos que hacían retumbar el suelo a 20 kilómetros.
La defensa antiaérea iraquí derribó otro avión espía informó desde Bagdad la televisión "Al Yazeera".
Presidente del Consejo Asesor del Pentágono, y adalid ideológico de esta invasión y del Nuevo Orden Internacional que está blindando Washington, Richard Perle presentó ayer su dimisión.
Oficialmente, por su relación con Trireme Partners, una empresa de seguridad que podría beneficiarse de la invasión y por sus contactos personales con el financiero saudí Adnan Kashogi.
Esa sospecha de corrupción o conflicto de intereses fue denunciada por el semanario "The New Yorker" a principios de mes y entonces Perle desmintió intención alguna de abandonar su puesto como uno de los más influyentes asesores del jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld.
Donald Rumsfeld defendió a Perle como "un excelente presidente" del organismo asesor del Pentágono y había liderado el Consejo "en una época muy importante" . Rumsfeld indicó que pensaba sugerirle a su asesor que permaneciera vinculado al Consejo.
Anteriormente, bajo la presidencia de Ronald Reagan, Perle fue subsecretario de Defensa y, bajo Bush, ha guiado su vuelta de tuerca en el imperialismo USA.
Tomado de Rebelión
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