28 DE MARZO DE 2003
MEDIA LENS
Traducido para Rebelión por ANGÉLICA FIGUEROA
"Pueblos de Egipto: os dirán que he venido a destruir vuestra religión. ¡No lo creáis! ¡Contestad que he venido a restaurar vuestros derechos!"
(Napoleón Bonaparte, 1798)
"Nuestros ejércitos no entrarán en vuestras ciudades y tierras como conquistadores o enemigos, sino como libertadores. Vuestra riqueza os ha sido arrebatada por hombres injustos...Las gentes de Bagdad deben prosperar bajo instituciones que estén en consonancia con sus leyes sagradas."
(General F.S. Maude, comandante de las fuerzas británicas en Irak, 1917)
Introducción - riéndose de la nueva generación.
Cualquiera que haya visto las imágenes de Hitler dando sus desapacibles y demoníacos discursos se preguntará seguramente cómo alguien pudo tomarle en serio. Ahora, por supuesto, Hitler nos parece que estaba completamente loco, un caso de estudio de egomanía, y nos sentimos seguros de haber crecido más allá de la credulidad del pasado.
Pero el poder establecido nunca pierde su capacidad de hipnotizar. El psicólogo Stanley Milgram apuntó el hecho preocupante de que hay "una propensión de la gente a aceptar las definiciones proporcionadas por la autoridad legítima", no porque estas definiciones radiquen en la razón, sino porque "estas adquieren en la autoridad, para algunos, un carácter sobrehumano". El filósofo Henry Thoureau identificó una interesante consecuencia:
"Toda generación se ríe de la antigua generación, pero sigue religiosamente la nueva".
Así, mientras despreocupadamente nos burlamos de las chaladuras del pasado, algunas personas, periodistas de primera línea, inclinan con sobriedad sus cabezas ante las chaladuras del presente. Piensen, por ejemplo, en la respuesta de los Medios al discurso de Tony Blair del 18 de marzo ante el parlamento.
Apasionado e impresionante - Cómo embaucar a la prensa.
Blair no es Hitler, pero en su discurso desplegó una clásica combinación de apasionada retórica y de distorsión que corta la respiración. La respuesta de la prensa fue tan uniforme como lamentable. Piensen, por ejemplo, en el editorial del día siguiente del Daily Telegraph:
"Cualquier persona imparcial que escuchara el debate (del jueves), y que hubiera sido auténticamente incapaz de cambiar su opinión respecto de la acción militar contra Sadam Husein, tiene que haber concluido con seguridad que el señor Blair tenía razón y sus oponentes estaban equivocados." The Sun declaró:
"Con pasión en su voz y con fuego en su vientre Toni Blair ganó su lugar en la historia junto a Winston Churchill y Margaret Thacher. En el discurso más decisivo de su vida política expuso razones de peso de por qué ahora tiene que haber una guerra contra el presidente Sadam".
The Guardian describió cómo los historiadores, "mirarán atrás para leer el discurso apasionado e impresionante del primer ministro que deberá dar a las generaciones futuras una idea de cómo Tony Blair, cuando tantos de su propio partido se oponían a su política tan vehementemente, con todo, logró conservar su respeto y apoyo." Los editores de The Independent escribieron:
"Incluso aquellos más en desacuerdo con la guerra en Irak tienen que reconocer las cualidades de liderazgo del hombre que está a punto de enviar allí a las fuerzas armadas británicas. Si había alguna ocasión en su legislatura en la que Tony Blair necesitaba crecerse, fue en el crítico debate de los Comunes de ayer. Así lo hizo. Las aptitudes de Blair como actor y defensor nunca han estado en duda. Pero fue mucho más...esto fue el caso hasta ahora más persuasivo ejecutado por quien ha resultado ser el hombre más formidable y persuasivo a favor de la guerra en cualquier lado del Atlántico. El caso contra la historia de los 12 años de obstrucción por parte del presidente Sadam de los intentos de desarme de las Naciones Unidas, nunca se ha hecho mejor.
Incluso el profundamente antibelicista Mirror escribió:
"Aunque Mirror discrepa fuertemente con Tony Blair sobre su decisión de ir a la guerra contra Irak, no cuestionamos su creencia en la rectitud de lo que está haciendo. Una cosa es tener principios con los que otros no están de acuerdo y completamente otra no tener principios." "El señor Blair y Robin Cook han ayudado a restablecer la integridad del parlamento en esta crucial etapa de la historia de la nación. Ambos han utilizado argumentos convincentes en cada lado de este debate -y ambos han sido escuchados con respeto." Todos estas crónicas estaban enfocadas hacia la intensidad emocional del discurso de Blair. Lo que es digno de señalar es que ninguno de ellos, en la víspera de seguramente uno de los más cínicos, bárbaros y atroces crímenes de guerra de toda la historia, fue capaz de exponer la fraudulencia de lo que Blair actualmente tenía que decir.
En su discurso dijo Blair:
"Nos piden ahora seriamente que aceptemos que en los últimos años, contrariamente a toda la historia y la inteligencia, decidió unilateralmente destruir estas armas. Yo digo que semejante petición es palpablemente absurda." Esta es, sin embargo, tal y como lo hemos descrito muchas veces en nuestro Media Alerts, la denuncia de los inspectores de armas de la UNSCOM, que dicen que Irak estaba "fundamentalmente desarmada" (90%-95%) de sus armas de destrucción masiva (WMD) entre 1991 y 1998 sin el amenazante "bastón" de la guerra; la cooperación fue en respuesta a la "zanahoria" del levantamiento de sanciones.
Milagrosamente, al borde de la guerra, el discurso de dimisión de Robin Cook, presidente de la Cámara de los Comunes, contenía la primera mención que hemos visto en los Medios de esta verdad olvidada:
"Irak probablemente no tiene armas de destrucción masiva en el sentido de lo que se entiende comúnmente por tal término." Esto, de un antiguo secretario de exteriores y miembro del consejo de ministros con acceso a tantos y tan alardeados informes, socava aún más el lamentable casus belli. The Guardian, sin embargo, eligió no mencionar la denuncia en sus noticias sobre la dimisión, en lugar de eso, permitió a Cook repetirse a sí mismo en lo más profundo del interior de la página 26.
En respuesta a una queja de Media Lens, el editor del The Guardian Alan Rusbridger respondió:
"Haremos mucho más mañana" (Email enviado a Media Lens, 18 de marzo).
Nada apareció -los mass media al completo pasaron por alto la denuncia de Cook considerándola algo irrelevante. Es interesante -ahora que esto ya no importa más- que haber advertido que los periodistas, como por magia, han empezado a cuestionar abiertamente que Irak posea actualmente armas de destrucción masiva. Ahora es demasiado tarde, los periodistas quizá por fin son capaces de preguntarse a sí mismos por qué Sadam Husein preferiría aferrarse a armas de un valor estratégico mínimo antes que impedir una invasión masiva de 250,000 soldados, casi seguro que para terminar en su propia muerte.
Blair continuó:
"Mirando atrás 12 años, vemos que por convencer de lo completamente razonable, hemos sido víctimas de nuestro propio deseo de aplacar lo implacable." ¡Nosotros hemos sido las víctimas! No los millones de civiles iraquíes que han muerto bajo las sanciones de EE.UU. y el Reino Unido, que podemos ahora asumir que fueron un error asesino de una década dado que la acción actual podía haber sido tomada en 1991 y es supuestamente ordenada por las resoluciones de la ONU que se remontan a 1990. Nosotros somos las víctimas, nosotros, los que aplicamos la política de la cual Denis Halliday, que llevó el programa petróleo por alimentos de la ONU en Irak, dijo:
"He estado usando la palabra ´genocidio´, porque esto es una política deliberada para destruir al pueblo de Irak. Siento no tener otra visión en esta etapa tardía." (Entrevista con David Edwards, mayo del 2000) Nosotros somos las víctimas, no el pueblo iraquí, sobre lo que Hans Von Sponeck, el sucesor de Halliday en la ONU, dijo:
"¿Cuánto tiempo debería estar expuesta la población civil de Irak a semejante castigo por algo que nunca ha hecho? (Carta de dimisión, 13 de febrero del 2000) Mientras Irak rechaza totalmente hacer algo para cooperar en el desarme, nosotros somos las víctimas de nuestra propia razonabilidad. El jefe de los inspectores de la UNSCOM, Scott Ritters, sostiene otra perspectiva, que ha sido retirada de los Medios:
"Si esto fuera argumentado en un tribunal de justicia, la carga de la prueba se desplazaría hacia el otro lado. Irak ha demostrado de hecho con creces su buena voluntad de cooperar con los inspectores de armas." (Ritter y William Rivers Pitt, War on Irak, Profile, 2002, p. 25) Blair continúa:
"Esto es por lo que esta indulgencia tiene que parar. Porque es peligrosa." ¿Es una indulgencia pretender detener el poder desbocado de EE.UU.? ¿Es indulgencia desafiar los gustos de Bush, Rumsfeld, Cheney, Wolfowitz y Perle? El jefe de los inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, tiene su propia respuesta:
"No creo que sea razonable cerrar la puerta a las inspecciones después de tres meses y medio. Yo hubiera deseado más tiempo. (Gary Younge, Sad Blix says he wanted more time for inspections, The Guardian, Marzo 20, 2003) Blix añadió que Irak ha estado proporcionando más cooperación en los últimos meses de lo que lo hiciera en 10 años.
¿Hubiera sido realmente peligroso perseverar en las inspecciones durante tres o cuatro meses más, como Francia, Alemania, Rusia, China y otros muchos proponían? Que se lo digan a la población civil de Irak que ahora muere con conmoción y espanto grabados en sus rostros. Que se lo digan al cuerpo especial de alto nivel del consejo de relaciones exteriores, que recientemente avisó de ataques terroristas mucho peores que los del 11 de septiembre, incluido el posible uso de armas de destrucción masiva contra EEUU, peligro que "hace más urgente para el porvenir de EEUU ir a la guerra contra Irak". (Quoted, Noam Chomsky, "Confronting the Empire, Znet, Febrero 1, 2003) Según Douglas Hurd, antiguo secretario de exteriores del partido conservador, la guerra contra Irak corre "el riesgo de convertir Oriente Medio en un inagotable campo de reclutamiento de terrorismo antioccidental". (Financial Times, Enero 3, 2003) Hay muchas voces semejantes porque no puede haber duda de que el ataque a Irak es exactamente el tipo de abuso de poder que produjo el 11 de septiembre. El insensato hablar de Blair sobre "peligro" trae a la memoria el comentario de Howard Zinn en la propaganda política:
"La verdad es tan a menudo el reverso de lo que nos ha sido contado por nuestra cultura que no podemos girar nuestras cabezas suficientemente lejos para verlo." Sin poner límites a su buena voluntad de deformar la verdad, Blair insistió en su discurso en que un asalto a Irak no generaría más terrorismo, Al-Qaeda atacó EEUU, y no al revés. Pero el propio Osama bin Laden nos dice que la violencia de Al-Qaeda fue una directa respuesta a los horrores que han castigado a los pueblos iraquí y palestino. Blair, sin embargo, rechaza la idea de que Occidente ha causado la muerte masiva de iraquíes, echando únicamente a Sadam la culpa de sufrir las consecuencias de las sanciones.
Por contra, la gente que actualmente lleva el programa de sanciones y que ha renunciado a protestar, dice que esto no es verdad.
Lo que es desconcertante es que Blair es capaz de mentir de ese modo y sea recibido no sólo no con rumores de disentimiento, sino con ensordecedores aplausos y elogios.
Blair habló entonces de la necesidad de liberar al pueblo iraquí "sufriendo bajo años de dictadura". Pero ellos también, sobre todo, han estado sufriendo años bajo las sanciones de EE.UU. y Gran Bretaña mientras Clinton, Blair y Bush no hicieron nada por detener la muerte masiva. ¿Y qué de la gente en el mundo que están sufriendo bajo dictaduras -tiranos quienes, como Sadam Husein, están armados y apoyados por Gran Bretaña y EE.UU.? ¿Qué pasa con los 50.000 kurdos muertos y los 3 millones de refugiados -algunos reducidos a vivir en cuevas- sufriendo bajo los violentos ataques de Turquía, con el 80% de las armas proporcionadas por los EE.UU.? ¿Qué del pueblo colombiano? ¿Qué pasa con el pueblo checheno sufriendo bajo los despiadados ataques de Rusia? Sobre esta miseria dijo Blair en el 2000:
"Bueno, ellos han llevado a cabo acciones por las razones que han expuesto, por el terrorismo ocurrido en Chechenia. Nosotros hemos sido llamados para frenar las acciones de Rusia, pero esta es una lucha que ya había sido puesta en marcha, una guerra civil dentro de Rusia" (The Guardian, 15 de marzo del 2000) Blair nos dice que se hará todo por minimizar las bajas civiles en Irak; el vice-almirante de la quinta flota de EEUU nos dice: "Es la hora de golpear". Donald Rumsfeld nos dice que la ferocidad del ataque estará por debajo de lo que hemos visto antes en combate militar.
El discurso de Blair del 18 de marzo estuvo repleto de mentiras que cortan la respiración y todavía Blair "ha ayudado a restaurar la integridad del parlamento en esta etapa crucial de la historia de la nación", según el Mirror. Esto es lo más cínico que The Independent puede decir: "su patente sinceridad ha impresionado, desterrando su reputación de voluble político sin convicciones".
Creemos que estos editores han sido engañados por la intensidad maníaca de Blair y por la afectación de su apasionada sinceridad. Pero Blair realiza una selección y una omisión consciente de hechos para manipular la verdad en un sentido, y esto no puede haberse hecho honestamente. Las generaciones futuras seguramente mirarán atrás y se reirán inexorablemente de este catastrófico fracaso moral e intelectual.
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Tomado de Rebelión