17 de marzo

20 de marzo de 2003

EL NORTEAMERICANO MEDIO

La sociedad insensible

Alberto Maldonado *

Un antiguo compañero de colegio, que vive 40 y más años en New York, que ha hecho su vida en esa ciudad, que tiene familia norteamericana, que quiere mucho a ese país, que le ha dado todo incluida una jubilación envidiable, me decía 'chateando' que para los latinoamericanos es muy difícil entender a los Estados Unidos, al pueblo norteamericano:

'Mira, aquí, la gente poco se preocupa por los temas políticos. Es más, les apesta. La gente está preocupada por su situación económica personal (familiar) y no le interesa lo que le ocurre al vecino'

¿Pero, de todas maneras, debe preocuparle ir a una guerra, correr el riesgo de regresar en ataúd?

De alguna manera si; pero eso lo miran como algo muy remoto. Mientras, ellos creen lo que su Presidente les dice. Si Bush les dice que Irak es un peligro para Estados Unidos, que Hussein es el diablo que les está preparando nuevos 11 de septiembre y que por lo tanto hay que desarmarlo, pues la gente cree que eso DEBE SER así. Y punto.

Entonces, ¿la mayoría de norteamericanos está por la guerra contra Irak?

Si y no. Es una adhesión tácita, ambigua. Si Saddam es el enemigo, pues hay que destruirlo. Pero no es un respaldo militante, mediante manifestaciones, cartas, discursos. Si se habla con ellos, se les dice que Hussein difícilmente puede agredir a Estados Unidos, que lo que quiere el Sr. Bush y sus halcones es apropiarse del petróleo iraquí, desatar una guerrita que les permita usar y probar lo más moderno de la industria militar norteamericana y justificar después jugosos presupuestos militares y, por último, dejar bien sentado que los norteamericanos son los amos del mundo y de paso lavar el honor de Papá Bush, pues dicen que no están al tanto de tales intenciones, que no están de acuerdo con la agresión pero que tampoco es como para salir a la calle, a decirle no a Bush.

La conversación fluye interesante. Es la visión de un ecuatoriano-norteamericano que no ha perdido sus ancestros y que quiere entender al norteamericano medio:

'Otro problema es el bajo nivel de cultura que tiene el norteamericano medio; de conocimiento del resto del mundo. Seguro que la mayoría no sabe siquiera dónde está Irak; si Irak e Irán son lo mismo y si los dos están en el Asia o en Africa. Imagínate que hace poco, a estudiantes universitarios les pidieron que ubicaran en un mapa de Estados Unidos dónde estaban New York, Washington y Boston. La mayoría no pudo hacerlo. Si eso pasa a nivel de universitarios, ya puedes imaginarte lo que ocurre con la gran mayoría de norteamericanos, que no han llegado a la Universidad.

¡Pero hay masivas manifestaciones en contra de la guerra; la gente recuerda Vietnam!

Es un pequeño sector que si sabe lo que está pasando; que si recuerda Vietnam. Será un 5%; exagerando, un 10%. Es la parte consciente de la sociedad norteamericana. Precisamente, los norteamericanos comenzaron a manifestarse y a resistir la guerra de Vietnam cuando sus soldados empezaron a regresar en ataúdes. Sólo entonces, salieron a las calles, rompieron sus tarjetas de reclutamiento. Mientras, para ellos, en Vietnam estaban 'defendiendo la libertad'. Ahora está ocurriendo lo mismo.

¿Qué hacer?

¡Qué pregunta! No sé. Pero lo que si te puedo decir es que el norteamericano medio no es agresivo; es más bien cordial, amistoso, siempre y cuando no le toques sus asuntos económicos. Entonces si que reacciona.

¡Eso le costó a Bush padre la reelección!.

Si. Aquí, la sociedad norteamericana tiene un alto estándar de vida. Está orgullosa de su situación y piensa que eso lo ha conquistado a fuerza de trabajo y disciplina. Considera que no le debe nada a nadie. Y que si los países pobres, los países latinoamericanos, viven su pobreza, su tragedia, es porque ellos se lo han buscado; que ellos nada tienen que hacer para socorrerlos. Menos, restándoles su bienestar, su capacidad de ahorro, su capacidad de consumo.

Para este viejo amigo, cuyo nombre, desde luego, no hay que mencionarlo siquiera., el problema es muy complejo. Pero él piensa que el norteamericano-norteamericano no se siente ni sabe siquiera que es ser imperialista. Pero que su clase política si sabe lo que está haciendo, a dónde apuntan sus mísiles y sus amenazas, qué es lo que quieren.

La charla me recuerda lo que me decía otro ecuatoriano, que se fue hace años a la 'tierra de promisión', a buscar fortuna; pero que no tuvo suerte, no encontró trabajo estable y de acuerdo a su nivel universitario, y que tuvo que regresar sin medio y con deudas por pagar. Y eso que él tenía parientes en EE.UU. viviendo desde hace muchos años, americanizados; y él mismo no estaba de ilegal.

'El problema es que los norteamericanos se han individualizado tanto que les importa un pepino lo que les ocurre a los demás. El solo vigila por su bienestar. Agréguele a eso la formación guerrerista que tienen desde que son muy pequeños y empiezan a 'jugar' con esos juegos galácticos en los que ellos son los robocops, los supermanes, los invencibles. Hay estudios psicosociales que determinan que en Estados Unidos existe una formación de hecho, insensible a la muerte (la muerte es un juego y siempre muere el malo), una formación ajena a valores éticos o morales, una formación de conquistadores por derecho propio.

¿Una formación racista, una formación fascistoide, aunque no lo digan?

Lo del racismo a ultranza, de las épocas del Ku-Kux-Klan, como que han sido superadas a medias. Sin embargo, especialmente contra el latinoamericano migrante, ese racismo se manifiesta de distintas maneras. Especialmente en la marginación en el trabajo, en la remuneración. El latino solo sirve para el trabajo manual fácil, para las tareas degradantes. Y en ocasiones especiales, como la que se está presentando contra Irak, pues el migrante es el primero en ser tomado en cuenta pero para marchar a la primera línea del frente de batalla. Esto ya ocurrió en Corea, en Irak, en la llamada guerra del Golfo; y estoy seguro que de los cientos de soldados que están listos para agredir al pueblo iraquí, la gran mayoría debe ser de latinoamericanos y de negros. El norteamericano-norteamericano se reserva para ir al último, a la hora del triunfo, si es que llega a ir.

Efectivamente, la televisión española, hace menos de dos semanas, pasó un video logrado en el frente de Kuwait, en donde está la mayor concentración de tropas norteamericanas, listas para invadir Irak. El locutor decía, ciertamente satisfecho, que en las barracas de los marines se escuchaba con frecuencia 'el ambiente' hispano-parlante. Y hasta un soldado medio cobreadito, como si fuera una estrella de cine, declaraba que 'estaba listo para invadir al enemigo'.

* Alberto Maldonado es periodista, ecuatoriano.


Tomado de ARGENPRESS.INFO

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