Bogotá, martes 18 de febrero de 2003
VÍCTOR MANUEL VARGAS
EL TIEMPO
Con el eco de las multitudinarias manifestaciones del pasado sábado aún resonando en el ambiente, los jefes de Estado y Gobierno de la UE lograron hoy en Bruselas un acuerdo sobre el tema.
Tras una intensa discusión que duró cerca de cinco horas, los 15 países miembros de la UE alcanzaron un consenso sobre el diplomático principio de hacer concesiones. Pero como era de esperar, cada parte resaltó las partes del texto más le convenían.
Los países opuestos a la guerra como vía de solución -liderados por Francia, Alemania y Bélgica- celebraron que la declaración política subraye explícitamente que la guerra "no es inevitable"; que la crisis debe seguir manejándose en el seno de Naciones Unidas y que el uso de la fuerza debe ser el "último recurso".
Pero los partidarios de las tesis de Washington -Reino Unido, España e Italia- destacaron que la posibilidad del uso de la fuerza haya sido admitida como "último recurso" y que se recalcara que "las inspecciones no pueden continuar indefinidamente en ausencia de una cooperación total iraquí".
Eso amén de haber logrado la inclusión de un fuerte mensaje a Bagdad, al que se invita a "no hacerse ilusiones". "Únicamente el régimen iraquí será responsable de las consecuencias si continúa desafiando a la comunidad internacional y no utiliza esta última oportunidad".
El texto reitera su total apoyo a la continuación del trabajo de los inspectores y pide que se les dé tiempo y todos los recursos que necesiten. Pero también reconoce que la presión de una amenaza militar ha sido "esencial" para obtener avances en el desarme iraquí.
El acuerdo tiene varias virtudes. Para comenzar, sintoniza con el clamor popular del 'No a la guerra' lanzado por millones de ciudadanos europeos y del resto del mundo. Pero también, recoge varios de los puntos principales de los aliados de E.U. Con lo cual se hace un esfuerzo para recuperar la unidad europea y se le da un poco de oxígeno a las maltrechas relaciones trasatlánticas.
La declaración subraya que "la unidad de la comunidad internacional es vital" y que los líderes de la Unión están comprometidos a trabajar con sus socios, "especialmente con Estados Unidos, para el desarme de Irak, la paz y la estabilidad de la región".
Javier Solana, alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y la Seguridad Común, destacó que el acuerdo une nuevamente "a la vieja y a la nueva Europa", en alusión las ya famosas declaraciones del secretario de Defensa de E.U., Donald Rumsfeld.
Pero las diferentes interpretaciones que se hacían anoche del acuerdo alcanzado sembraban dudas la posibilidad de que la UE se mantenga unida en el Consejo de Seguridad, donde esta semana Estados Unidos planea presentar un proyecto de resolución que buscará concretar un ultimátum a Irak.
El primer ministro belga, Guy Verhofstatd, manifestó sus dudas acerca de que los países de la UE con asiento en el Consejo de Seguridad -España, Reino Unido, Francia y Alemania- defiendan en ese foro la postura pactada por los Quince.
Los jefes de gobierno del Reino Unido y España, Tony Blair y José María Aznar, recibieron ayer un público jalón de orejas por la carta que firmaron con otros ocho jefes de estado y gobierno de Europa respaldado las tesis de Washington.
El ministro belga de asuntos exteriores, Louis Michel, lamentó el hecho diciendo que la carta emitió "una señal de división de Europa que nos ha debilitado a todos, tanto a los autores de la carta como a los que no la han firmado". Michel fue secundado por su colega alemán, Joshka Fischer.
El otro regaño fue para los aspirantes a ingresar a la UE. El presidente francés, Jacques Chirac, crítico duramente su alineamiento con Estados Unidos, asegurando que "perdieron una buena oportunidad para alinearse con Europa".
El canciller francés, Dominique de Villepin, agregó: "Europa es como una familia, donde hay cosas que se hacen y otras no (...) Y cuando se quiere entrar en una familia hay que aceptar las reglas del juego".
Tomado de EL TIEMPO
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