Lunes 7 de abril de 2003
Lucha en las calles
Robert FISK Enviado especial en Irak
The Independent
Ginebra, 6 de abril. El número de muertos ocasionados por los bombardeos angloestadunidenses en Bagdad es tan alto, que ya no pueden ni ser contados en los hospitales de esta capital, los cuales enfrentan una situación muy compleja por la carencia de agua, personal médico y equipo quirúrgico, e incluso muchos heridos han tenido que llegar por su propio pie a las instalaciones sanitarias, informó hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
En un reporte divulgado aquí este domingo, el CICR reconoció que los hospitales están al límite de su capacidad por la gran cantidad de heridos que deben atender, y tienen que trabajar contra reloj para dar asistencia a cientos de víctimas de los ataques aéreos y los combates que se desarrollan en los alrededores de Bagdad.
Recordó que después de los bombardeos de la noche del viernes ingresaron en promedio cien heridos por hora a hospitales de Bagdad durante el sábado, así como decenas de víctimas mortales, según reportó un equipo que visitó cuatro centros sanitarios. La vocera del organismo en Bagdad, Antonella Notari, explicó que para esos centros es muy difícil manejar la situación.
Este día, el CICR explicó en Ginebra que ante la gran cantidad de heridos que llegaban a estos cuatro hospitales, sólo les dieron ahí los primeros auxilios y después fueron transferidos a otros centros hospitalarios de los alrededores de la capital, para continuar con el tratamiento o cirugías necesarias.
"Ya nadie es capaz de llevar estadísticas precisas de los heridos de guerra admitidos y transferidos, pues a los hospitales de Bagdad llega una emergencia tras otra", señaló hoy el CICR en Ginebra.
De esta manera, la principal agencia de ayuda humanitaria que queda en Irak no pudo proporcionar cifras del número de muertos ni confirmó las del Comando Central de Estados Unidos, que afirmó que entre 2 mil y 3 mil combatientes iraquíes murieron durante la incursión de vehículos blindados estadunidenses a Bagdad realizada el sábado.
Sin embargo, reiteró que todos los hospitales trabajan bajo presión y el personal médico labora sin descanso, pese a que ha habido algunos doctores que se han ofrecido de voluntarios para reforzar al equipo médico de emergencia. "A pesar de la actividad intensa y desesperada, el personal hospitalario sigue intentando controlar la situación", explicó el CICR.
Las ambulancias, precisó la nota, están recogiendo a los heridos y transportándolos a toda prisa a los hospitales, pero ante la escasez de estos medios de transporte sólo son recogidos por elección los de mayor gravedad, en tanto que muchos más intentan llegar a pie a los nosocomios más cercanos.
Mencionó también que otro problema que enfrentan los hospitales es la escasez de agua potable, toda vez que las plantas de tratamiento no están suministrando la presión suficiente, mientras que las pipas tampoco han proporcionado la cantidad necesaria del líquido, por lo que se está requiriendo una urgente cantidad de reserva.
Debido al corte general de energía eléctrica en Bagdad, ahora la mayoría de los hospitales y las instalaciones de agua son impulsados por electricidad proveniente de generadores de respaldo. Por ello, indicó, se están recibiendo muchas solicitudes de equipos para dar servicio, así como refacciones y reparaciones de plantas de suministro de agua.
Notari, la vocera del CICR en Bagdad, adelantó ya el sábado que el organismo está tratando de ayudar con la entrega de equipo médico y quirúrgico a los hospitales, pero el mayor problema es la falta de agua y de electricidad regular, por lo cual están usando sus propios generadores de electricidad. No obstante, dijo, éstos son viejos y frecuentemente no tienen la capacidad suficiente para cubrir las necesidades de emergencia.
El CICR ha acudido, en atención a estas demandas, a reparar estas plantas de tratamiento de agua. Así, el gobernador de la ciudad de Al Anbar, en las afueras de Bagdad, dijo que tres generadores fueron enviados e instalados el fin de semana por el organismo y están trabajando con éxito para beneficiar a más de 60 mil personas.
En cuanto a la situación en Basora, el comité agregó que los delegados de la Cruz Roja que llegaron a la ciudad, en el sur del país, reportaron que allí la situación médica está bajo control.
Aunque reportó que no se han detectado epidemias, mencionó que teme lo peor para otros hospitales ubicados fuera de Bagdad y Basora.
Otra situación de emergencia, de acuerdo con el CICR, es la que enfrenta la población de Bagdad ante los sostenidos bombardeos y la gran ofensiva de estos últimos días de la fuerzas angloestadunidenses, por lo cual se ha visto obligada a empacar y desplazarse hacia otros lugares, más seguros, fuera de la ciudad.
Familias enteras tuvieron que dejar sus hogares para hospedarse en las casas de sus parientes en otras partes, incluso de la misma ciudad de Bagdad, si bien nadie sabe qué área es la más segura.
Tomado de La Jornada
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