Art Decó : Erté Desde Rusia conocemos al Príncipe del Music Hall. Su reinado duró más de 75 años de plumas, perlas, y refinadísimo art decó. |
"...Erté hizo un Decó limpio, sin ánimos de dedicarse a una canonización en el ramo pictórico...." |
El pintor ruso Romain de Tirtoff, quien se llamó Erté por la pronunciación francesa de sus iniciales, fue uno de los mas notorios diseñadores escénicos y de moda del s. XX. Desde un sensacional traje plateado, con arreglos en perla, y un sombrero con plumas de oca negro, que vistió para una recepción en 1914, hasta sus mágicos y elegantes diseños para el musical de Broadway "Stardust" en 1988, Erté se abrió camino, en una carrera de casi 80 años, con incomparable empuje y creatividad. En su muerte, en 1990, se le nombró como el Principe del Music Hall así como "espejo vivo de la moda por 75 años". Nacido en San Petesburgo y predestinado por su padre a una carrera militar, Erté solapó esa expectación creando su primer diseño de ropa a la edad de 5 años. En 1912, se le permitió mudarse a Paris. Así se cumplía su esperanza de convertirse en ilustrador de modas. Pronto ganó contratos con el Harper's Bazaar, al cual contribuyó con sus diseños por 22 años. Erté es, quizás, recordado por sus gloriosamente extravagantes vestidos y puestas en escena, como las de Folies-Bergère en Paris ó George White Scandal's en N.Y. |
En sus obras explotó un sentido pleno de exotismo, romanticismo y su apreciación por la figura humana en aspectos sinuosos, casi líricos. Tanto como en el Music Hall, Erté diseñó tambien para la opera y el teatro tradicional. Pasó un breve, aunque no muy agradable, período en Hollywood en 1925 por invitación de L.B.Mayer; dueño de M.G.M. Luego de un período de relativa obscuridad, en los '40 y '50, el estilo característico de Erté encontró un nuevo y entusiasta mercado en los años sesenta. El artista respondió a esa nueva demanda al crear series de coloridas impresiones litográficas y esculturas. Probablemente por la versatilidad mediática de la imagen impresa, o bien electrónica, se conoce más el genio de Erté por sus ilustraciones que por sus vestidos y arreglos. Estas son cuidadosas, con la limpieza estilística propia del Decó; estilizadas, profundamente expresivas. Si bien el tema es banal (la moda), su presencia estética es irrefutable. Erté hizo un Decó limpio, sin ánimos de dedicarse a una canonización en el ramo pictórico. Por ello, el contenido de sus piezas es muy rico comunicacionalmente. Su síntesis se aproximó entonces a un estilo de ilustración gráfica que corría paralelo, o quizás recién comenzaba a pulirse de profusiones arcaicas: la gráfica para publicidad de segunda mitad del siglo XX.- |