El Papa exige planes «detallados» para hacer espacio a Cristo en los media
Si la Iglesia abandona la cultura, el Evangelio es silenciado, advierte
CIUDAD DEL VATICANO, 1 marzo 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II pidió este viernes encontrar caminos eficaces para que la voz de la Iglesia no sea amordazada por los medios de comunicación.
Lanzó su llamamiento al encontrarse con los participantes en la Asamblea plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, organismo de la Santa sede presidido por el arzobispo estadounidense John P. Foley.
«El desafío especial que tenéis ante vosotros consiste en encontrar caminos para asegurarse de que la voz de la Iglesia no es marginada o silenciada en los media», aseguró el obispo de Roma hablando en inglés.
Dirigiéndose a los miembros del Consejo vaticano, y en cierto sentido a todo pastor y comunicador católico, el Santo Padre consideró que su función en estos momentos consiste en «asegurar que el Evangelio no quede confinado en un mundo estrictamente privado».
«¡No! --exclamó con contundencia--. Jesucristo debe ser proclamado al mundo y, por ello, la Iglesia debe entrar en el gran foro de los medios de comunicación con valentía y confianza».
Ante la manera en que los medios afrontan hoy el acontecimiento cristiano, Juan Pablo II exigió la elaboración de «un plan detallado pastoral» que «que permita al anuncio de Cristo llegar a las personas, modelar las comunidades e incidir profundamente mediante el testimonio de los valores evangélicos en la sociedad y en la cultura».
«No es suficiente esperar para que sucedan las cosas o actuar de manera azarosa --advirtió--: ha llegado la hora de establecer un plan concreto y efectivo».
En este sentido, el Papa invitó a superar la tentación de concebir los medios como simples instrumentos para comunicar a Cristo y fue más allá hasta afirmar: «¡La misma cultura de los medios debe ser evangelizada!».
«El Evangelio vive siempre en conversación con la cultura para que la Palabra eterna no deje de ser presentada a la Iglesia y a la humanidad. Si la Iglesia se excluye de la cultura, el mismo Evangelio es silenciado», constató.
Ahora bien, avisó el Papa, hacer resonar el mensaje evangélico en los medios requiere «los más elevados estándares de profesionalidad y los recursos más profundos de la fe cristiana y de la tradición católica».
Este es precisamente el objetivo que se ha planteado el Consejo Pontificio para las Comunicaciones al publicar este jueves «Ética en Internet» e «Iglesia en Internet», dos documentos (disponibles en la sección «Documentos» de la página web de Zenit) que continúan con la serie comenzada por «Ética en la publicidad» y continuada por «Ética en las Comunicaciones Sociales».
La consigna final que dejó el sucesor de Pedro a los comunicadores cristianos fue clara: «En los medios impreso, en la radio y la televisión, en el mundo del cine y de Internet, tratad de abrir puertas a aquél que, en su misericordia, es la puerta de salvación para nosotros».
«Entonces --concluyó-- los medios de comunicación serán un mundo de comunicación genuina, no un mundo de ilusión, sino de verdad y alegría».