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¿Cómo puede cambiar la Iglesia las situaciones de injusticia en América?

Responde el presidente del CELAM, monseñor Jorge E. Jiménez

 

MEXICO, D.F., 27 oct (ZENIT).- «Para ser una sociedad más humana es necesario vivir una experiencia personal y comunitaria con Cristo», afirmó monseñor. Jorge E. Jiménez, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), durante su intervención en la Primera Semana Social Nacional que está teniendo lugar en esta ciudad por iniciativa de la Conferencia Episcopal Mexicana.

El obispo colombiano afirmó que ante a los múltiples desafíos sociales la Iglesia no puede unirse a las voces, lloriqueos y gritos de los desesperados, apocalípticos o pesimistas. «Esto implica transformaciones dentro de nuestra Iglesia que debe ser esperanzada y esperanzadora».

Según monseñor Jiménez, la Iglesia de hoy debe asumir dos actitudes: ser solidaria e inculturada. Una Iglesia solidaria que no sólo multiplique la solidaridad, sino que tome una actitud diferente, compasiva y misericordiosa, de imitación de Jesús. Y una Iglesia inculturada porque (la inculturación) sólo se ha trabajado en la superficie. «Cuando esto se realice en serio, la política, la economía, la cultura y toda realidad social llegará a ser verdaderamente humana».

En este sentido, monseñor Jiménez mencionó las nueve «megatendencias» elaboradas por un informe del CELAM, en el que se analiza la situación del continente americano que pretende evangelizar la Iglesia.

Se refirió a la cultura en la cual la Iglesia ha ido perdiendo presencia, al predominio del mercado en la economía que ha provocado deficiencias y desconfianza en la cosa pública, al desarrollo de la democracia que, sin embargo, trae consecuencias de ingobernabilidad, corrupción, condicionamiento del narcotráfico y crisis de liderazgos en la política.

Mencionó a la educación, en la que no hay equidad de acceso, que no educa en valores y que predetermina la lucha de los esquemas educativos que han ganado terreno al modelo católico.

Explicó que la familia enfrenta una crisis que ha puesto en evidencia la fragilidad de la relación humana y ha separado la sexualidad de la procreación. Habló de los medios de comunicación que influyen en la formación de la sociedad, del medio ambiente que se debe cuidar al tiempo que se combate la pobreza para procurar un desarrollo sustentable y de la mujer que aún sigue en desigualdad laboral, salarial y profesional frente al hombre.

La última megatendencia citada por el presidente del CELAM se refiere al fenómeno religioso que, dijo, se ha convertido en un supermercado de creencias y religiones que cada vez se reducen más a lo privado. «La Iglesia es ahora un punto de referencia, más que un asunto de pertenencia».

Ante tales realidades sociales, es necesario que todos «le metamos diente» al documento «Iglesia en América», entregado por Juan Pablo II en el Santuario de Guadalupe, en noviembre pasado, como conclusión del Sínodo de los Obispos de América, dijo monseñor Jiménez.

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