(Septiembre de 1.997)
--COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO
DE ASUNTOS EXTERIORES (MATUTES JUAN), PARA INFORMAR SOBRE EL SUPUESTO INTENTO DE
GOLPE DE ESTADO EN GUINEA ECUATORIAL PROTAGONIZADO POR DON SEVERO MOTO, ASI COMO
SOBRE LA SITUACION EN DICHO PAIS Y LA ENTREVISTA MANTENIDA POR LOS PRESIDENTES
AZNAR Y OBIANG EN NUEVA YORK. A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO.
(Número de expediente 213/000320.)
El señor PRESIDENTE: Pasamos a la comparecencia del señor Ministro de Asuntos
Exteriores ante la Comisión
correspondiente, para informar sobre el supuesto intento de golpe de Estado en
Guinea Ecuatorial protagonizado por don Severo Moto, así como sobre la situación
en dicho país y la entrevista mantenida por los presidentes Aznar y Obiang en
Nueva York. Es una comparecencia que ha sido solicitada por el Grupo
Parlamentario Socialista en el Congreso.
Antes de dar la palabra al señor Ministro, quería darle la bienvenida a ésta
su Comisión e invitarle a que tome la palabra.
El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Señor Presidente, señorías,
paso a darles la información de que disponemos sobre este intento de golpe de
Estado en Guinea Ecuatorial, patrocinado por Severo Moto.
El 16 de mayo pasado fue detenido en aguas territoriales angoleñas, cerca de
Cabinda, un buque en el que iba oculto un cargamento de armas ligeras que, según
todos los indicios, tenía como destino Guinea Ecuatorial. En el buque, de
nombre Sana I, viajaba el entonces presidente del Partido del Progreso, señor
Moto, y varios guineanos más. Le acompañaban, además de los tripulantes
rusos, los españoles Manuel Hernández Berrocal y Angel García González. Tras
ser detenidos por las autoridades angoleñas fueron conducidos a las
dependencias policiales de Cabinda y, al día siguiente, al laboratorio de
criminalística, dependiente de la Dirección Nacional de Investigación
Criminal, en Luanda. Los ciudadanos españoles, mientras permanecieron en prisión,
fueron visitados por personal de la Embajada de España en Luanda, quien les
prestó las atenciones consulares ordinarias, dada su condición de ciudadanos
españoles detenidos en el extranjero.
Tras permanecer por espacio de cerca de un mes en prisión, todos los detenidos
fueron dejados en libertad sin cargos, de manera inesperada, por las autoridades
angoleñas y Severo Moto, acompañado de otros tres nacionales guineanos y los
dos españoles citados, fue trasladado en un avión oficial de Angola al
aeropuerto de los Rodeos en Tenerife, llegando a esta ciudad en la noche del sábado
14 de junio. Al señor Moto, a tenor de la legislación vigente, se le permitió
la entrada en España por estar provisto de carta de asilo. Los otros tres
guineanos, que carecían de permiso de entrada, optaron por solicitar asilo político,
quedando de momento retenidos en las dependencias de la comisaría de fronteras
del aeropuerto, salvo Aniceto Okenve, que fue hospitalizado en la residencia de
la Seguridad Social al estar aquejado de un brote agudo de paludismo.
En cuanto a los españoles, Angel García González fue detenido por una
reclamación pendiente del Juzgado Penal número 6 de Zaragoza por un delito de
lesiones. El citado señor posee antecedentes policiales por delitos de hurto de
vehículos y lesiones. En cuanto a Manuel Hernández Berrocal, es funcionario
del Cuerpo Nacional de Policía, escala básica, y había estado destinado a la
comisaría provincial de San Sebastián con funciones de conductor hasta el 1 de
mayo de este año, fecha en la que solicitó permito sin sueldo de tres meses,
que le fue concedido. Tras ser interrogado junto a los demás a su llegada a
Tenerife procedente de Luanda, viajó el 16 de junio a Madrid, donde se hicieron
cargo de él dos funcionarios de policía, abriéndosele expediente sancionador
--que puede suponer su expulsión del cuerpo-- y quedando suspendido de sus
funciones.
Severo Moto, tras permanecer en Barcelona durante dos semanas, dejó nuestro país
el pasado 2 de julio para viajar a París, desde donde se habría trasladado a
Zaire. No sabemos a ciencia cierta dónde se encuentra en la actualidad, aunque
diversas informaciones lo han situado en Camerún y en Togo.
En Guinea Ecuatorial no se produjeron movimientos ni maniobra alguna
relacionados con la trama de Cabinda, por lo que no se dispone de información
contrastada sobre los supuestos apoyos que hubiera podido tener la acción en el
interior de Guinea Ecuatorial. En todo caso, el propio señor Moto dio él mismo
abundantes detalles en una larga entrevista que concedió a un periódico español
el pasado mes de julio.
Hasta aquí son los hechos resumidos que conocemos sobre este supuesto golpe de
Estado y la llegada a España de algunas de las personas implicadas. Tras un período
de escasa comunicación con las autoridades angoleñas, que aseguraban que el
proceso judicial seguía su curso, nos encontramos con los hechos consumados de
la llegada de este avión a Tenerife, que fue una decisión tomada por el
Gobierno angoleño sin mediar consulta ni aviso alguno. Por otro lado, debe
quedar claro que el Gobierno español es totalmente ajeno a los sucesos
ocurridos y contrario a cualquier tipo de confrontación violenta. La postura
del Gobierno quedó reflejada en un comunicado, de fecha 5 de julio, en el que
se muestra el apoyo de España al diálogo como fórmula para solucionar los
problemas en Guinea Ecuatorial y se insiste en las reformas democráticas y en
la transición política por la vía pacífica. Nosotros desde entonces hemos
seguido la situación en Guinea, en donde se produjo un cierto parón político
motivado por estos sucesos.
Desde mediados de junio, el Gobierno guineano ha estado principalmente dedicado
a intentar esclarecer las conexiones de Moto, tanto en Guinea como en el
exterior, y preocupado en reforzar la seguridad del país. A finales de agosto
se celebró en Malabo un juicio sumarísimo en el que fueron juzgados en rebeldía
varias personas supuestamente implicadas en la conspiración del señor Moto. El
Tribunal de Apelación también declaró la ilegalización del Partido del
Progreso, del que Severo Moto había sido presidente hasta hacía pocas fechas,
cuando fue destituido de su cargo por el propio partido. En este sentido, el
Gobierno, tanto a través de nuestra Embajada en Malabo como a través de
contactos con el embajador guineano en Madrid, ha lamentado esta decisión y ha
hecho saber al Gobierno guineano que entendía que no procedía la ilegalización
del partido y que debía distinguirse claramente entre las actividades
presuntamente ilegales de su dirigente Severo Moto, de las del propio partido, máxime
cuando éste decidió destituir de su cargo al señor Moto.
El Gobierno entiende que todas las fuerzas políticas guineanas deben estar
presentes en este proceso de transición. Esperamos --y en ese entendimiento van
nuestras conversaciones con las autoridades guineanas-- que el diálogo político
vuelva ser impulsado de manera que se
pueda llegar a las elecciones legislativas del próximo año en un clima
adecuado y con las suficientes garantías. Tengan la seguridad SS. SS. de que
seguiremos trabajando en este empeño.
Por último, quiero informarles sobre la entrevista que mantuvo en Nueva York,
el pasado 23 de junio, el señor Presidente del Gobierno con el presidente de
Guinea Ecuatorial. Esa entrevista se enmarca en la política que el Gobierno ha
seguido, desde el pasado año, de mantenimiento de diversos contactos de alto
nivel encaminados a establecer una comunicación fluida para sentar las bases de
confianza bilateral que faciliten ese impulso a la transición democrática y al
desarrollo del país, de modo que las autoridades guineanas se empeñen más en
esa democratización a través de esta comunicación fluida. El presidente Aznar
insistió al presidente Obiang en que lo que de verdad interesa es que ese
proceso de transición siga su curso, que en ningún caso se detengan las
reformas legislativas pendientes y que puedan ejercerse las libertades políticas
en un ambiente de tolerancia. En ese contexto, el presidente ofreció la ayuda
de España para avanzar en este proceso. Se abordó el tema de la cooperación
española en general y cómo mejorarla o, en su caso, reorientarla de acuerdo
con las necesidades del país y estas prioridades. También fue tratada al
cuestión de la trama golpista y la situación del señor Moto. El Gobierno
guineano mostró su preocupación por los hechos, por cuanto que Moto se había
trasladado a España. El presidente Aznar, después de asegurar que España --de
lo que no tienen duda las autoridades guineanas-- era por completo ajena a estos
hechos y rechazaba este tipo de acciones, indicó que había que estudiar la
situación del señor Moto teniendo en cuenta su condición de asilado político
y sus últimas actuaciones. Esto fue básicamente lo que ambos presidentes
trataron en dicha entrevista, que no tiene otro objetivo que llevar al ánimo de
las autoridades guineanas la necesidad de una apertura política a la que España
desea contribuir y a la que queremos acompañar si se produce, y sólo si se
produce, con un incremento de nuestra ayuda y cooperación.
Como ya he señalado en anteriores comparecencias, el Gobierno desde contar con
un amplio consenso político en su política respecto de Guinea.
Por ello les propuse en mi comparecencia del pasado mes de diciembre la visita
de una comisión parlamentaria a dicho país, que tal vez, de acuerdo con las
conveniencias de SS. SS., podría realizarse hacia finales de este año o a
principios del próximo. El interés que el Parlamento demuestra en relación
con Guinea hace todavía más aconsejable este viaje para que se pueda valorar
in situ la realidad del país y puedan aportar al Gobierno sus impresiones e
ideas para esa política consensuada y eficaz que, a la par que defiende
nuestros intereses en Guinea Ecuatorial, contribuya decididamente al desarrollo
político y económico de la nación guineana, a la que tan estrechamente
estamos unidos.
Quedo a disposición de SS. SS. para las preguntas o aclaraciones que quieran
formular.
El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Socialista tiene la palabra el señor
Yáñez.
El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Bienvenido señor Ministro. Siempre es un
acontecimiento a destacar la presencia del ministro en la Comisión de Asuntos
Exteriores por su insólita infrecuencia. Esta petición de comparecencia fue
realizada hace ya unos meses, cuando se produjeron los acontecimientos a que ha
hecho referencia el señor ministro. No es responsabilidad suya sino de las
propias circunstancias parlamentarias y de las relaciones Parlamento-Gobierno la
tardanza en sustanciar esta petición de comparecencia, pero deberíamos de
hacer un esfuerzo entre todos para que la opinión pública y los grupos
parlamentarios conozcan la posición del Gobierno sobre determinados
acontecimientos relevantes de la actualidad, intentando acercar la petición de
comparecencia y la comparecencia misma; por otra parte, que el propio Gobierno,
y no sólo los grupos parlamentarios, haga uso de forma más frecuente de la
petición de comparecencia. Hemos visto en otras comisiones cómo el ministro
del Interior, por ejemplo, cuando se producen determinados acontecimientos que
se consideran graves o importantes comparece en 48 ó 72 horas. Eso no ocurre en
ningún caso en Exteriores, especialmente en el último año y medio. Creo que
en algunos acontecimientos, no en todos porque la agenda del ministro no lo
permitiría, deberíamos hacer uso de esa previsión reglamentaria.
Yendo al fondo de la cuestión, el señor ministro nos ha explicado de manera
pormenorizada los acontecimientos que rodearon el, al parecer, intento de golpe
de Estado de Severo Moto, entonces presidente del Partido del Progreso de Guinea
Ecuatorial, a través de un barco detenido en Angola cargado de armas y con una
serie de complicidades. Per el señor ministro quizá no nos ha explicado el
contexto que rodea a esta persona y sus antecedentes. Comprendo que resulta incómodo
o violento para el partido del Gobierno tener que decir algo que es conocido por
la opinión pública pero que no es ocioso subrayar. El señor Moto fue el
interlocutor privilegiado del Partido Popular hasta hace escasos meses. Fue el
invitado especial al congreso del Partido Popular, en enero de 1996, donde fue
citado y aclamado por los delegados. Su esposa asistía con mucha frecuencia a
los mítines del Partido Popular en la campaña de 1996, haciendo incluso
recolecta de fondos. El diputado señor Estrella hizo una pregunta, no
suficientemente contestada, para saber dónde han ido a parar esos fondos
recolectados por la esposa de Severo Moto en multitud de mítines del Partido
Popular en 1996. Es más, cuando hace tres años el señor Moto fue sospechoso
de intento de golpe de Estado en Guinea Ecuatorial, hecho publicado en algún
periódico español, el Partido Popular reaccionó muy airadamente diciendo que
el Gobierno socialista español quería implicar a Severo Moto porque era el
interlocutor privilegiado del Partido Popular, su compañero de partido de la
misma internacional ideológico-política y que era una falsedad de toda
falsedad. Luego se ha comprobado con estos hechos lamentables que no era ninguna
especulación lo que ya entonces se sabía de los intentos del señor Moto en
esa dirección.
Dicho esto, ello no implica ni una condena ni una demonización de este señor,
porque bastante tienen él y otros
muchos con soportar la dictadura del señor Obiang durante tantos años. Es de
justicia resaltar que no ha sido nunca el líder de la oposición ecuatoguineana,
afirmación que todavía se hace en algún periódico español cuando se publica
algo relacionado con Severo Moto, que fue un error convertirlo en interlocutor
privilegiado por el hoy partido del Gobierno en España, que no merecía esa
confianza y que ha sido defraudado, fallo que no ha sido reconocido por el
Gobierno español ni por su presidente ni por el ministro de Exteriores ni por
el partido del Gobierno.
De apoyar incondicionalmente a Severo Moto y al Partido del Progreso a aparecer
públicamente --y ahora hago las matizaciones-- apoyando al señor Obiang con
entrevistas muy cordiales con el presidente del Gobierno en Roma y en Nueva York
hay un trecho. El Partido Popular ha mantenido durante los años de oposición
una crítica muy dura al Gobierno socialista, acusándolo casi de connivencia
con el dictador Obiang o, en el mejor de los casos, de falta de energía, falta
de firmeza en la exigencia a Obiang de la democratización del país. El Partido
Socialista, entonces en el Gobierno reconocía las dificultades del proceso de
democratización y los esfuerzos que hacía el Gobierno español para conseguir
convencer al señor Obiang de la necesidad de esa democratización. Cuando llega
el Partido Popular al Gobierno, dada su posición en los años anteriores,
esperamos, quizá ingenuamente, que en el caso de Guinea Ecuatorial habría un
cambio radical de la política y un proceso rapidísimo de democratización en
Guinea Ecuatorial, que en pocos meses conseguiría lo que no habían conseguido
los gobiernos socialistas en catorce años. Ha pasado casi año y medio y no sólo
no ha progresado la situación en Guinea Ecuatorial, sino que ha retrocedido
gravemente
--luego me detendré un momento en ello-- y, lo que es más importante, no hemos
percibido en este año y medio ninguna nueva política, ninguna medida,
iniciativa, proposición, ninguna materia acerca de la que poder decir que hay
una política del PP, un esfuerzo sostenido, una posición de liderazgo de la
Comunidad de Donantes para conseguir que Guinea Ecuatorial avance en el respeto
de los derechos humanos y en el proceso de democratización. De las propias
palabras del señor ministro hoy deduzco una cierta respuesta cansina,
conformista, de reclamo meramente retórico o verbal de la democracia, pero sin
ningún instrumento concreto.
Vemos que el señor Obiang sigue, antes como ahora y me temo que en el futuro,
engañando, organizando elecciones fraudulentas, persiguiendo, reprimiendo y
engañando permanentemente a los interlocutores de la llamada Comunidad de
Donantes. Solamente en las últimas semanas la represión política ha
aumentado, deteniendo y torturando en dependencias judiciales de Bata y Malabo a
más de cincuenta miembros y militantes de la oposición democrática en Guinea
Ecuatorial.
Hay también un cierto silencio de los medios de comunicación; ya no se habla
tanto de Guinea Ecuatorial, no se pone de manifiesto la gravedad de los
acontecimientos que están sucediendo en aquel país, y de las entrevistas del
señor presidente del Gobierno con el presidente Obiang tampoco se deduce una
posición de firmeza, de energía, de exigencia, para que la evolución a la que
estamos haciendo referencia se haga pronto, rápidamente y de manera limpia,
como es lógico que se pueda y se deba exigir.
Me gustaría conocer la posición o la política que está haciendo el señor
ministro en relación a la presencia en España de don Celestino Bacale,
responsable de relaciones internacionales del CPDS, Convergencia para la
Democracia Social, que se refugió en España a finales de diciembre, y en la
fecha límite del Gobierno ecuatoguineano para el retorno de los ciudadanos que
están en el exilio, que es el 20 de octubre. Me gustaría saber si hay alguna
posición de diálogo entre el Gobierno español y el ecuatoguineano para
garantizar la vuelta del señor Bacale a Malabo en condiciones de seguridad y
garantía de su integridad personal.
Hablando del 20 de octubre, también hay una fecha inmediata que debería ser
motivo de preocupación --luego no habrá ocasión de tener la comparecencia del
señor ministro con tanta frecuencia-- que es el 12 de octubre. El 12 de octubre
es el aniversario de la independencia de Guinea Ecuatorial, habrá actos y
celebraciones para los que hay una invitación de presencia del Gobierno español,
y querría que el señor ministro explicara cuál va a ser la posición del
Gobierno en relación a esa fecha y a la presencia del Gobierno español en
Guinea Ecuatorial.
Por último, en una noticia de hoy mismo, hay una acusación a políticos
guineanos, concretamente al propio presidente Obiang y su entorno, de matanzas
rituales de ciudadanos ecuatoguineanos. Han encontrado diecisiete cadáveres,
mutilados de una forma que no quiero describir por no ser macabro, que parecen
demostrar que se han producido esas matanzas rituales, en las que se vería
involucrado el propio dictador señor Obiang. ¿Cuál es la noticia que tiene el
Gobierno español sobre ese tema y qué piensa hacer o ha hecho sobre el mismo?
El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que desearían intervenir?
(Pausa.) Si me lo permiten y sin afectar en absoluto a su libertad de palabra,
como el señor ministro tiene una importantísima obligación propia de su cargo
a la una menos cuarto, les ruego que utilicen la palabra de una manera
concentrada en la medida de lo posible para ahorrarnos pérdidas de tiempo.
El señor Mardones tiene la palabra.
El señor MARDONES SEVILLA: Señor presidente, recojo positivamente su indicación
y seré muy breve.
En este nuevo período de sesiones, quiero dar la bienvenida a nuestro ministro
de Asuntos Exteriores, don Abel Matutes, y desearle una continuidad en la línea
que viene manteniendo en política exterior.
Respecto a Guinea, señor ministro, nosotros recogimos con gran interés la idea
que usted nos lanzó, en diciembre del pasado año, de proponer que una delegación
parlamentaria española visitase Guinea Ecuatorial. Nos parece positiva, ojalá
esto se pudiera materializar y nos ofrecemos con la representación que
corresponda a Coalición Canaria. Digo esto, señor presidente, advirtiendo que
muchas veces, por limitaciones presupuestarias de los viajes de las
comisiones parlamentarias, excluyen a los diputados de las fuerzas minoritarias,
y como el Grupo Mixto y Coalición Canaria estamos en la cola, cortan por ahí.
Siempre ha habido una relación comercial, de transportes, política si se
quiere, entre el archipiélago canario y Guinea Ecuatorial, incluso ha sido
banco de pruebas, después de la independencia ecuatoguineana, para la formación
profesional en distintas actividades, turísticas, transportes, servicios, etcétera;
el Gobierno ha utilizado la plataforma de las islas Canarias para esta actuación.
Que no se nos olvide, pues parece ser que solamente se acuerdan de que existe
Canarias para meter en un avión a estos señores y desembarcarlos en el
aeropuerto de Los Rodeos, en Santa Cruz de Tenerife. Que conste, señor ministro
que, de producirse esa delegación, ofrecemos nuestra aportación en el mejor
sentido constructivo y positivo.
Al hilo de lo que ha motivado su comparecencia aquí, señor ministro, le voy a
hacer solamente dos preguntas. Según la relación de los actos y conductas del
señor don Severo Moto, a raíz de las mismas y de su situación de
desaparecido, de paradero desconocido como ha dicho el señor ministro, ¿piensa
adoptar alguna medida el Gobierno español sobre el status actual, o el que le
concedió el Gobierno español al señor don Severo Moto? No digo que si aparece
en España sea expulsado o si se le mantiene o no el status de refugiado o de
asilado que le hubiera concedido el Gobierno español al respecto, sino si hay
alguna previsión del Gobierno español de que se tenga que hacer por esa línea,
de aparecer este personaje.
Coincido con el señor ministro --y en esto quiero mostrarle también nuestro
apoyo-- en hacer una política positiva respecto al Gobierno ecuatoguineano; no
quiero emplear la palabra pragmática. Están apareciendo no los tradicionales
intereses o las relaciones que ha habido por cuestiones hasta de la pura guardia
personal del presidente Obiang con soldados marroquíes, en los acuerdos con
Marruecos, sino la detección y explotación de petróleo en Guinea Ecuatorial,
lo que hace que empresas norteamericanas hayan aparecido y establecido allí sus
reales. Creo que España, en todos los órdenes positivos de la diplomacia española
y de la cooperación con Guinea, debe hacer una política que haga, digamos, que
no perdamos, que no solamente nos toque aguantar las partes negativas de una
acertada o equivocada, según las circunstancias coyunturales, política con
Guinea Ecuatorial, sino que España pueda tener unas rentabilidades y
beneficios. El señor ministro sabe que Coalición Canaria ha practicado esta
política de entendimientos respecto a los intereses económicos y sociales españoles
en todos los vectores, que no ha perdido la cabeza de puente de la industria
hotelera turística española en Cuba ni ninguna otra oportunidad que tuviéramos
sobre Guinea Ecuatorial o sobre cualquier país que a lo largo de la historia
hubiera estado bajo la administración española. Por tanto, esto también tiene
que condicionar de una manera positiva y avanzada la política exterior española;
que no solamente sea retórica, sino práctica, como hacen otras naciones. En
esa línea, el señor ministro sabe que tiene nuestro apoyo y le instamos
precisamente a la defensa de estos intereses.
Nada más.
El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió),
tiene la palabra el señor Guardans.
El señor GUARDANS I CAMBO: Yo también quiero empezar dando la bienvenida al señor
ministro, al que agradecemos la información suministrada, que, básicamente, es
lo que esperábamos de su comparecencia, no pedida por nosotros, pero que, como
digo, agradecemos.
El Gobierno tiene nuestro apoyo en todo esto y sin especiales notas a pie de página
o especiales incisos; tiene claramente nuestro apoyo. Quizá el único punto de
crítica en que sí compartiría algunas de las afirmaciones del portavoz
socialista, no se dirige al Gobierno y menos, en este caso, al titular de
Asuntos Exteriores, sino al grupo mayoritario y al partido que sustenta al
Gobierno, que son los únicos responsables de haber creado una cierta imagen
que, en este momento, puede resultar incómoda para el Gobierno. Efectivamente,
las adhesiones inquebrantables a una figura como la de Severo Moto, la exaltación
excesiva, su instrumentalización partidista, su utilización en campañas
electorales iba mucho más allá del necesario respeto a una figura que se
presentaba como legítimo representante de un determinado movimiento democrático
y de un planteamiento de democracia en un Estado próximo a España por muchas
razones. Esa crítica, insisto, no es imputable al Gobierno y no debe tomarse
como tal, sino como una crítica al Partido Popular en ese momento, que hoy debe
ver con una cierta incomodidad la situación en la que estamos. Yo reiteraría
la pregunta que ha formulado el señor Mardones de cuál es, en este momento, la
intención del Gobierno respecto al status jurídico del señor Severo Moto en
España y animaría a que situaciones como ésta, en la medida en que se puedan
evitar, se eviten. Es decir, que se sea más prudente en los apoyos a figuras
que quizá no se podía imaginar, o quizá si --no voy a entrar en hasta qué
punto se podía saber--, si iba a haber una lealtad hacia la generosidad que
estaban teniendo de España, pero que, en todo caso, desconciertan, y con el
desconcierto termino, ya que, como digo, ése es el único punto donde quizá el
ministerio podría haber perfeccionado un poco la imagen, la explicación a la
opinión pública de este cambio, porque yo creo que, como bien decía el señor
Yáñez-Barnuevo, pasar de la exaltación triunfante, del paseo triunfante por
España del señor Severo Moto a la sensación de una amistad íntima con el señor
Obiang en Nueva York, por lo menos desconcierta. Probablemente no es así; en términos
políticos, ni lo primero debía serlo ni lo segundo lo fue auténticamente,
pero como en política exterior lo que cuenta es la imagen, ésa es la imagen
que ha trascendido y, eso sí, esa imagen sí es responsabilidad del señor
ministro.
El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra el señor Navas.
El señor NAVAS AMORES: Muchas gracias por su comparecencia, señor Ministro.
No es gratuito subrayar algo que usted ya ha dicho sobre el rechazo frontal de
cualquier grupo a cualquier intento, a cualquier tipo de complot que se pueda
generar, que se pueda planificar contra cualquier país, contra cualquier política
exterior. Por supuesto, nosotros exigimos al Gobierno que esté alerta ante
cualquier posibilidad de que se produzcan sucesos de este tipo, porque siempre
hay un riesgo potencial, sobre todo cuando hay personas españolas que han sido
acusadas, que han estado participando en actos de este tipo y, entre todas, una
figura relevante, como es la de Severo Moto. Como ya se ha dicho aquí, y no podíamos
pasarlo por alto, el partido que sostiene al Gobierno tiene una responsabilidad
política en cuanto a que lo presentó socialmente como un gran aliado, como una
persona que podría encabezar la tansformación democrática en Guinea, etcétera.
De alguna forma, ese exceso verbal, ese exceso que supuso pasear esa figura por
todo el territorio nacional, en la práctica no ha supuesto más que dejar al
descubierto uno de los aspectos de política de alianzas del Partido Popular que
no ha sido del todo acertada.
El otro hecho importante de este asunto estriba en que el problema fundamental
de la política exterior española respecto a Guinea es Obiang.
De alguna forma, el asunto Severo Moto ha sido encauzado; el problema es Obiang,
y no es un problema de este año, sino que es un problema que venimos lastrando
desde la gestión de gobiernos anteriores. Se trata de una situación que ya está
consolidada en Guinea, que no es la democracia, que no es la evolución hacia la
democracia, sino la consolidación de la dictadura, que constantemente está
violando los derechos básicos de las personas y se trata de una violación
institucional. Guinea es un país que está definido como país de alto riesgo
en cuanto a los visitantes, pero que, más allá de las confrontaciones internas
que se podían estar desarrollando, como puede ocurrir en cualquier escenario
político internacional un tanto tenso, aquí el riesgo proviene del propio
Estado, de la violencia institucional. Por eso, esperamos que el Gobierno
mantenga una actitud de firmeza ante Obiang, ante las nuevas promesas de
democratización, a las que usted mismo ha hecho mención, hechas en la
entrevista mantenida en Nueva York entre el presidente del Gobierno español y
el presidente de Guinea, haciendo de nuevo hincapié en la evolución democrática
del país, en no paralizar todo el mecanismo regenerador que se ha puesto en
marcha. Esas son promesas que han sido frustradas en anteriores ocasiones;
Obiang ha demostrado al actual Gobierno español y a los anteriores que es un
tramposo en política y que no se puede confiar en una persona de estas características.
Por tanto, nosotros proponemos al Gobierno que, por supuesto, diseñe una
estrategia de democratización de Guinea, pero, mientras tanto, que congele las
ayudas no estrictamente humanitarias que se están dedicando a aquel país y que
nos sentemos con Francia, que es otro de los países protagonistas en la evolución
guineana, para fijar una estrategia democratizadora conjunta. Voy más allá:
incluso podíamos plantearnos el introducir el debate en la Unión Europea para
que se establezca una posición común con respecto a Guinea, por supuesto en la
línea en la que creo que todos podemos coincidir de seguir manteniendo la ayuda
política, económica y moral a todo el grupo opositor, que no se visualiza en
un partido, en un líder, sino en la globalidad de partidos y personas que están
trabajando por la democratización en Guinea.
Quiero hacer mención a un aspecto que ya se ha expresado: que también habría
que pedir explicaciones a Estados Unidos sobre los códigos de conducta de las
empresas petroleras estadounidenses, y particularmente de la Mobil Oil,
instalada allí, de la que tenemos algún dato sobre un comportamiento un tanto
amparador de la política de Obiang, más allá de fomentar, de apoyar la
estrategia internacional de la evolución democrática de ese país. Mientras
tanto, esperamos sus respuestas.
El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Robles.
El señor ROBLES FRAGA: Bien venido, señor ministro.
Quizá el señor ministro no sea la persona más concernida por la mayoría de
las afirmaciones que aquí se han hecho, que parecen enjuiciar, valorar,
descalificar en algunos casos la actuación del Partido Popular.
Si el señor presidente me lo permite, algo podría decir yo sobre lo que aquí
se ha dicho, en tanto que el Partido Popular tiene un secretario de relaciones
internacionales, que coincide que es la misma persona que ejerce la tarea de
portavoz de asuntos exteriores del Grupo Popular.
No es, señor Yáñez, ni incómodo ni violento para el Partido Popular o para
este diputado aclarar o explicar, como lo ha hecho en público ante los medios
de comunicación que se han interesado, cuál ha sido y cuál es la relación
entre el Partido Popular de España y el Partido del Progreso de Guinea
Ecuatorial. El señor Yáñez ha sido además secretario de relaciones
internacionales de su partido; por tanto, sabe que es práctica habitual de los
partidos políticos invitar de forma normal, de forma casi rutinaria a aquellos
representantes de aquellas fuerzas políticas con las que existen lazos y vínculos
de carácter internacional. El Partido del Progreso es miembro de la
Internacional Decmócrata Cristiana y, por tanto, es un partido hermano del
Partido Popular de España. No existe, por consiguiente, ningún motivo, ninguna
razón para extrañarse de que el señor Moto, su esposa o cualquier otro
miembro del Partido del Progreso asistieran a congresos o a mítines del Partido
Popular.
Pasaré por alto la insidia --porque solamente cabe calificarla de insidia--
sobre los fondos que hubieran sido recolectados en mítines o en campañas
electorales del Partido Popular. Naturalmente puedo afirmar que el Partido
Popular nunca ha recolectado fondos para golpe de estado o intento de golpe
alguno, y también puedo afirmar que nunca ha recolectado fondos para el Partido
del Progreso de Guinea Ecuatorial en la campaña electoral del Partido Popular.
Seguramente en aquellas épocas en las que gobernaba el Partido Socialista había
fondos que recibían partidos políticos guineanos; sin duda, el Partido
Socialista tendría mucho que decir sobre el destino de esos fondos, sobre
quién recibía esos fondos y con qué criterios se atribuían esos fondos.
Pero, desde luego, lo que le preocupa a S. S. creo que está, en este caso,
fuera de lugar.
El Partido Popular, además, no es el único partido que es hermano del Partido
del Progreso en Guinea Ecuatorial, y el señor Guardans, que es portavoz de
Convergència i Unió, podría perfectamente haber afirmado lo que ha afirmado
respecto del Partido Popular y del Partido del Progreso si se hubiera preocupado
en constatar que Unión Democrática de Cataluña es también partido hermano
del Partido del Progreso y el Partido Nacionalista Vasco es también partido
hermano del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial y en sus reuniones, mítines
y sedes los representantes entonces legítimos, entonces autorizados, del
Partido del Progreso acudían con asiduidad y con total normalidad. Creo que eso
no debe extrañar a nadie, no es motivo de alarma ni tampoco de sorpresa para
quienes conocemos cómo se desarrollan las relaciones internacionales de los
partidos políticos democráticos. Hay otros partidos, sentados en este aula,
que también tienen relaciones con otros partidos guineanos, y a nosotros, ni
creo que a nadie, ha extrañado nunca que esas relaciones tengan carácter de
normalidad.
Es cierto que el Partido Popular manifestó su tremenda decepción por el rumbo
personal y político que en un momento determinado eligió don Severo Moto y
condenamos ese rumbo, lo hicimos entonces y lo hacemos ahora, y además pueden
ustedes incluso --si tienen interés y ganas de hacerlo-- acudir al programa
electoral del Partido Popular o a los manifiestos políticos del Partido Popular
respecto a la situación en Guinea. Y en esos manifiestos, programas y
documentos había dos puntos principales: en primer lugar, compromiso con una
transición pacífica y dialogada basada en el respeto a los derechos humanos y
las libertades fundamentales de Guinea Ecuatorial y, en segundo lugar, deseo de
mantenimiento de relaciones normales y fructíferas de cooperación y apoyo
entre España y Guinea Ecuatorial.
Eso me lleva a recordar que fue el Partido Popular el que, en la pasada
legislatura, con el anterior Gobierno, que era socialista --por si ustedes lo
han olvidado ya-- quien defendió el no abandono de Guinea Ecuatorial frente a
algunas tentaciones por parte del Gobierno de entonces de desentenderse de la
suerte del pueblo guineano.
Yo entiendo que ejercer la tarea de oposición en materia de política exterior
y respecto a Guinea Ecuatorial es difícil, pero el señor Yáñez ha sido
secretario de Estado de Cooperación Internacional para Iberoamérica, encargado
de la cooperación con Guinea Ecuatorial y, por tanto, sabe que todos esos
hechos escandalosos, que tanto le escandalizan a él y nos escandalizan a
nosotros y nos preocupan, no son el resultado de la tarea del Gobierno popular,
ni son el resultado del fracaso de una política del Partido Popular.
Sin embargo, quiero recordar que no es cierto que se haya retrocedido
gravemente, y cito la frase textual del diputado socialista por Sevilla señor Yáñez.
El 26 de abril --si mi memoria no me falla-- los principales partidos políticos,
entre ellos el Partido del Progreso, firmaron, con el apoyo posterior del
partido hermano en Guinea Ecuatorial del Partido Socialista Obrero Español, un
acuerdo que a nosotros nos parece muy importante, para que las elecciones
legislativas del año que viene se desarrollen con las garantías que nosotros
consideramos mínimas y básicas, y que la política del Gobierno y del Partido
Popular ha sido apoyar esos acuerdos, ese proceso de diálogo y comprometer al
Gobierno de Guinea Ecuatorial en el cumplimiento de ese acuerdo y de esos
compromisos asumidos no solamente con las fuerzas políticas guineanas, sino
ante la comunidad internacional y, muy especialmente, ante España.
Existe, sin embargo, una diferencia que creo que hay que destacar entre las
relaciones políticas partidarias del Partido Popular y el señor Obiang y el
Partido Socialista Obrero Español, y es que el Partido Popular nunca ha
asistido como invitado especial a ningún congreso del partido del señor Obiang,
y el Partido Socialista ha asistido al congreso del Partido Democrático de
Guinea Ecuatorial y, por tanto, puestos a hablar de relaciones especiales, de
invitaciones especiales, creo útil recordar a los miembros de la Comisión cómo
el señor Vallejo, entonces diputado socialista por Córdoba y miembro de esta
Comisión, asistió invitado y en lugar prominente --todo hay que decirlo-- al
congreso del partido del señor Obiang.
Creo que el Partido Popular ha tenido en este asunto una conducta difícilmente
atacable, y si se ha producido algún malentendido no ha sido porque el Partido
Popular no haya querido aclarar los malentendidos y las incomprensiones.
Reiteramos, pues, nuestra condena a la violencia y a la ruptura del proceso de
diálogo en Guinea Ecuatorial, reiteramos nuestro compromiso con una política
de apoyo a la transición pacífica y a los acuerdos firmados entre el Gobierno
del señor Obiang y las fuerzas de oposición, y además la voluntad del Grupo
Popular de que España no se desentienda de la suerte del pueblo guineano,
pueblo que, por cierto, vive en una zona especialmente convulsa, en la que las
cosas han cambiado mucho, tanto interna como externamente, en que las potencias
protectoras de la zona ya no son lo que eran, país en el que, además, se ha
introducido un elemento extraordinariamente novedoso y transformador como es la
existencia de petróleo y, por tanto, de un precioso líquido que suscita la
codicia de muchos en el mundo y que, en el caso de Guinea Ecuatorial,
intranquiliza a todos los que deseamos que las cosas en Guinea Ecuatorial vayan
bien, de manera pacífica y con el mayor acuerdo posible, y que sean los menos
los que se dejen llevar o elijan caminos que, como ya he dicho antes, no
solamente son equivocados, sino extremadamente perjudiciales.
Quiero también felicitar al Ministerio de Asuntos Exteriores, al ministro y al
Gobierno por los esfuerzos que han hecho para aclarar la posición española en
un desgraciado incidente, como es el de la detención del buque Sana 1 en aguas
angoleñas. Creo que, además, esto se ha hecho con un respeto escrupuloso a los
derechos que asisten al señor Moto, en tanto que asilado en España, que eso se
ha hecho con claridad, que se han explicado en todo momento cuáles eran las
razones de la posición del Gobierno y de España y que, además, ha proseguido
un camino de diálogo
con el Gobierno de Guinea, que está lleno de dificultades, pero que tiene en
este momento la esperanza de la aplicación de los acuerdos del 26 de abril y
por lo tanto de que el próximo año puedan celebrarse unas elecciones dignas de
ese nombre en Guinea Ecuatorial.
El señor PRESIDENTE: El señor ministro tiene la palabra.
El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Gracias, señorías,
por su atención. Creo que, como primera conclusión, debo decir que todos los
portavoces han coincidido en el hecho de que está claro que el señor Moto no
merecía la confianza. Al margen de ello, queda la cuestión planteada por el señor
Mardones y otros portavoces sobre cuál será la decisión que va a tomar el
Gobierno en relación con el status de refugiado político del señor Moto. Como
ustedes saben, se trata de un tema en el que, desde el primer momento, el
Gobierno consideró, a mi juicio justamente, que las actividades a las que se
dedicaba el señorMoto no eran ciertamente las que corresponden a una persona
que goza de los derechos y de la hospitalidad de refugiado político en un país.
En todo caso, dimos un compás de espera para profundizar en el conocimiento de
su situación y de sus actividades. Ustedes saben que para revocar un estatuto
de refugiado político hay que iniciar, en primer lugar, un expediente
administrativo por la Comisión interministerial de Asilo y Refugiados, en la
que tiene voz no sólo el Ministerio de Asuntos Exteriores, sino también el
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el ACNUR, y cuya
decisión final corresponde al Ministerio del Interior. Es preceptivo, antes de
tomar la decisión, que se produzca el dictamen favorable del Consejo de Estado.
Finalmente, contra la resolución que recaiga del Ministerio del Interior cabe
recurso contencioso-administrativo, que resuelve el juez. Lo cual quiere decir
que la última palabra la tiene el juez, la penúltima el ministro de Interior.
Este ministerio sólo tiene voz en el expediente que le lleva y, por el momento,
el Gobierno es partidario de mantener las cosas como están, no proceder a la
denegación del estatuto de refugiado político y exigir del señor Moto un
comportamiento acorde con la hospitalidad que se le brinda.
Quiero insistir en que por parte del Gobierno no ha habido desconcierto en ningún
momento, sino, naturalmente, desconocimiento de los hechos, y deseo destacar la
absoluta ausencia de responsabilidad del Gobierno en estos hechos.
Como muy bien han destacado los distintos portavoces, de lo que se trata ahora
es de hincar el diente al problema que subsiste, que es la necesidad de reformas
en Guinea, en lo que todos estamos de acuerdo.
Quiero destacar que, desde su nacimiento como Estado, Guinea Ecuatorial no ha
gozado ni un solo instante de un régimen de libertades, desgraciadamente, lo
cual nos debe servir para reflexionar al propio tiempo respecto a la necesidad
de ser, en la persecución de este objetivo, ambiciosos y realistas, ya que nos
debemos situar en el contexto geográfico en el que Guinea se encuentra. Por
ello, el apoyo a la cooperación con Guinea se dará, como SS. SS. han
recalcado, en la medida en que se produzcan las necesarias reformas, aunque sea
un camino largo hacia la democracia. La presencia del Gobierno allá el próximo
12 de octubre servirá para estimular y continuar el diálogo al que se han
referido ustedes, así como para reiterar esas condiciones para la cooperación,
cooperación que en estos momentos es prácticamente de ayuda humanitaria,
servida por organizaciones no gubernamentales españolas y que, naturalmente,
para que dé un salto cuantitativo y cualitativo tendrá que venir acompañada
de esas reformas a las que nos hemos referido.
En ese contexto, lógicamente, se encuentran el diálogo y las gestiones del
Gobierno español ante las autoridades guineanas, para que den una solución
satisfactoria al problema de Celestino Bacale. Ya se han hecho nunerosas
gestiones, el problema ha sido abordado directamente por el director general
para Africa, señor Alabart, con el propio Obiang, con motivo, incluso, de la
visita que se estaba produciendo cuando tuvieron lugar los hechos a los que se
refiere esta interpelación. Mañana vuelve a entrevistarse el señor Alabart
con el señor Bacale para continuar hablando del caso, y es evidente que el
incidente de Severo Moto también ha pesado negativamente y ha enfriado las
buenas perspectivas que había para encontrar una solución rápida, en la que
el Gobierno seguirá trabajando. Será más o menos rápida, pero en todo caso
está dispuesto a que sea satisfactoria.
El señor PRESIDENTE: El señor Yáñez tiene la palabra.
El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Deseo agradecer brevemente las palabras y la
información del señor ministro. No quiero que se prolongue la sesión, pero
hay un tema sobre el que tengo interés y más por la fecha cercana del 12 de
octubre. Es fiesta nacional en España y también lo es en Guinea Ecuatorial,
porque fue la fecha de su independencia y la celebran siempre con mucha
espectacularidad. Nuestra información es que el Gobierno ecuatoguineano tiene
mucho interés en una alta representación de España. Antes pregunté sobre cuál
es la posición del Gobierno español con respecto a esto.
No en relación con las palabras del ministro, sino con algo que ha estado
sobrevolando en este debate, quisiera decir que no debemos caer nunca en el
trueque de derechos humanos por petróleo, que no porque puede haber
posibilidades de concesiones petroleras en Guinea Ecuatorial silenciemos las
denuncias de violación de derechos humanos. Creo que es una mala política
confundir el pragmatismo con el cinismo en política exterior. No estoy diciendo
que el Gobierno lo haga; estoy haciendo una reflexión colectiva en voz alta.
El señor PRESIDENTE: El señor ministro tiene la palabra.
El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Quiero dar las gracias
al señor Yáñez por el contenido y el tono de su intervención. Por
descontado,
no vamos a caer en ningún trueque inconfesable. Por un lado seguirán defendiéndose
los intereses de España y, por otro lado, España seguirá reclamando una
mejora en la situación de los derechos humanos en Guinea y avances hacia la
transición política.
En cuanto al nivel de representación, el año pasado fue representado el
Gobierno español por el propio director general señor Alabart y este año lo más
probable es que esté representado por nuestro embajador en Guinea.
El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados, con esto concluye esta
parte del orden del día, relativa a la comparecencia del señor ministro para
hablar de los recientes acontecimientos acaecidos en Guinea Ecuatorial. Quería
agradecerle al señor ministro, de nuevo, muy calurosamente su presencia aquí.
Vamos a suspender la sesión durante cinco minutos, lo cual nos permitirá
despedir adecuadamente al señor ministro. (Pausa.)