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HISTORIA DE LA VIRGEN DE LAS MERCEDES DE PAITA

El fervoroso culto que en Paita se rinde a nuestra Señora de las Mercedes, data de época muy lejana; Allá por los tiempos en que, donde hoy es Paita sólo existía algunas pobres casuchas de pescadores (el barrio Atahualpa, actualmente), se levantaba, en medio de esas humildes viviendas, una pequeña capilla bajo la advocación de la Virgen de las Mercedes. Más tarde, cuando la población tomó mayor importancia, se erigió un templo más digno de la Santísima Virgen que la modesta ermita.

Esta Iglesia fue destruida en 1587 por los piratas, que al mando de Tomás Cavendish desembarcaron en el puerto, incendiándolo y sembrando el terror entre sus moradores. Temiendo ser, por segunda vez, víctima de los terribles bandidos, huyeron del puerto, y fundaron, al año siguiente de 1588, la actual ciudad de Piura. En Paita quedaron solamente las autoridades y algunos vecinos; pero poco a poco, perdido el miedo a los piratas fue poblándose de nuevo.

Sin duda por su hermosa bahía que ofreciera magnífico refugio a sus bajeles, Paita mejor dicho, San Francisco de la Buenaventura hubo de ser a menudo, durante el coloniaje, víctima de tan aciagos visitantes. Más no siempre soplaron para los corsarios vientos propicios; en 1679 fueron derrotados en desembarco que hicieron en Paita al mando de Watlin, por fuerzas españolas, después de porfiada lucha.

Pocos años después 1682 el corsario Cowley desembarca en el Puerto, arrasando la población. E 1714 el pirata Cliperton apresó, a la altura de Paita, un buque cargado de riquezas, y en el que viajaban la Condesa de las Lagunas, esposa del Gobernador de Popayán. La condesa, muy bella, muy gran señora, poesía del don de gentes, que se atrajo la simpatía de los piratas, quienes la trataron con todo respeto y consideración; al extremo de que Cliperton le permitió que se quedara en Paita, devolviéndole sus bienes y alhajas.

El último en saquear el puerto fue el almirante ingles Anson, el 24 de noviembre de 1741.

Según la tradición Anson y los suyos penetraron, durante el saqueo, al templo donde se veneraba la Virgen de las Mercedes, en busca de las sagradas joyas. Al verla en su camarín, los brazos extendidos demandando paz a los desalmados que así invadían su casa, Anson, poseso de herética furia, se lanzó sobre el santo simulacro descargándole su pesado sable. Más sus esfuerzos para decapitar la imagen de la Virgen fueron vanos; su espada se embotaba a cada golpe, que resonaba en el templo con lújubre eco, aumentando la ira del pirata.

Al ver la inutilidad de su intento, irritado, más que admirado, por el milagro que acababa de presenciar, ordenó a sus hombres que la trasladaran a bordo la efigie de la Santa Patrona del Puerto.

Pero apenas llegados con su preciosa carga al buque almirante, el mar, tan apacible de continuo, se embraveció de pronto, poniendo en peligro las embarcaciones piratas. Los tripulantes del buque en el cual se hallaba la Virgen, sobre cogidos de pánico, la arrojaron al mar, calmándose al instante el furor de los elementos.

Al día siguiente muy temprano cuando los buques ya habían levado sus anclas, varios pescadores que caminaban por la orilla, divisaron una figura blanca tendida en la playa. De pronto pensaron que se trataba del cadáver de algún pirata; pero ya cerca vieron que era la milagrosa patrona de la ciudad la que tenían antes sus atónitos ojos.

Mientras unos levantaban, otros corrían a dar cuenta del hecho a los demás pobladores, quienes en buen número, halláronse luego reunidos a la ribera; y cargando en hombros la asendereada imagen la condujeron en solemne procesión hasta su templo.

Actualmente se puede observar la sacrílega señal que en el cuello de Nuestra Señora de las Mercedes causara la espada del pirata.

Fuente: Revista T-VEO SETIEMBRE DEL 2000

DE LA PATRIA VIEJA POR Federico Helguero

ADEU. Universidad de Piura - 1974

 ESCUELA QUITEÑA .- Se atribuye a la Escuela Quiteña, la escultura de la efigie, la cual es admirada por propios y extraños dada la dulzura y belleza de su expresión.

Fuente: Guía de Paita