La
Termodinámica es la parte de la Física que estudia la energía.
Plantea postulados universales conocidos como las Leyes Termodinámicas,
que describen la transformación de la energía en los procesos
naturales e industriales.
El
primer principio de la Termodinámica es el más conocido y suele
resumirse como: "La energía, ni se crea ni se destruye, sólo
se transforma", por lo que también suele llamarse
"principio de conservación de la energía".
Este
primer principio niega la posibilidad de que se verifiquen
procesos en los que no se conserva la energía, pero no impone
ninguna restricción a su sentido, es decir, no nos da ninguna
indicación de la "dirección" del proceso, a pesar de
que la observación de fenómenos naturales nos dice que éstos se
producen en un sentido determinado y no en el opuesto.
Esta
falta de simetría en la dirección de evolución de los sistemas
naturales es el objetivo del segundo principio.
Algunos
ejemplos de procesos naturales que nunca ocurren en sentido
inverso son los siguientes:
- Los
imanes pierden espontáneamente su magnetismo.
- La
leña se quema en la chimenea produciendo gases y energía térmica
(calor).
- El
uranio se desintegra espontáneamente en torio emitiendo una
partícula alfa.
- Las
personas envejecemos y las montañas se erosionan.
Todos
estos procesos irreversibles, cambiando el sentido del tiempo, no
se producen jamás espontáneamente.
Clausius
se propuso, a mediados del siglo XIX, encontrar una magnitud que
pudiera medir cuantitativamente la tendencia de los sistemas a
realizar un determinado cambio y qué sentido se verifica. Así
introdujo una magnitud llamada entropía, del griego
que significa evolución, como una medida de la capacidad
para que se realizase el cambio.
Como
veremos más adelante, una consecuencia del segundo principio es
que cualquier sistema aislado tiende a evolucionar hacia un estado
de máxima entropía, en cuyo momento alcanza el equilibrio.
El
segundo principio no dice nada respecto a la rapidez con la que se
alcanza el equilibrio. Algunas reacciones químicas se producen en
una millonésima de segundo y otras, como la conversión de
diamante en grafito, tardan millones de años. Un cubo de hielo se
funde en unos minutos, mientras que un clavo de hierro puede
tardar años en oxidarse totalmente.
En
resumen, cuando el segundo principio de la termodinámica niega la
posibilidad de un proceso, lo hace rotundamente, pero cuando
afirma que es posible, sólo indica que puede realizarse. Si se
trata de segundos o siglos es otra cuestión.
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Sección
2 - Tendencia natural hacia el desorden. |
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En
sistemas
físicos compuestos por una gran cantidad de objetos,
la naturaleza parece favorecer el desorden frente al orden.
Es
decir, si tenemos inicialmente unos cuantos objetos
ordenados de determinada forma, y se aísla el sistema de
influencias externas, éste sistema tiende a desordenarse a
medida que el tiempo pasa.
Consideremos,
por ejemplo, una caja con dos compartimentos que contiene un
gas caliente a un lado y otro frío al otro lado
(1-a).
Figura (1)
Si
retiramos la separación (1-b), con el tiempo, los dos gases
se mezclan íntimamente (1-c), dando lugar a un gas templado
con una única temperatura (1-d).
Al
principio, las moléculas del sistema estaban ordenadas: las
moléculas con alta velocidad (calientes) a un lado, y las
de baja velocidad (frías) al otro.
Una
vez que las moléculas se mezclan, alcanzan el equilibrio
por medio de intercambios de energía con las paredes de la
caja, y ya no están ordenadas de acuerdo a su velocidad (o
temperatura), se han desordenado.
A
cada proceso natural le corresponde un proceso inverso que
no puede ocurrir en la naturaleza.
Consideremos
el proceso inverso al ejemplo anterior.
En
una caja hay un gas a una temperatura media, de forma que la
mayoría de las partículas tienen una velocidad parecida
(la más probable), aunque hay también algunas moléculas
con velocidad algo mayor y otras con velocidad algo menor.
En
el transcurso de su movimiento aleatorio, todas las moléculas
de mayor velocidad se encuentran en el lado izquierdo de la
caja y todas las de menor velocidad se encuentran en el lado
derecho.
Rápidamente
colocamos una separación y tenemos dos compartimentos: uno
caliente y otro frío.
Nunca
veremos que suceda algo así en la naturaleza. Este es un
proceso no natural. Los procesos naturales tienden a ser más
desordenados a medida que evolucionan, no a generar orden.
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Sección
3 - Definir la dirección natural del flujo del tiempo. |
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La
dirección natural de un proceso (la dirección hacia el
desorden) sirve para definir la dirección natural del flujo
del tiempo. Los procesos naturales pueden ser utilizados
para determinar el sentido natural del flujo del tiempo.
Imaginemos
que vemos una película en que hay una caja con un conjunto
de moléculas estable: todas a la misma temperatura, moviéndose
aleatoriamente en el interior de la caja y, a medida que
pasa el tiempo, vemos cómo se colocan todas en el mismo
lado de la caja.
Figura (2)
Todos
sabríamos que la película se ha pasado hacia atrás.
La
naturaleza define el sentido de la "flecha del
tiempo" por la tendencia hacia el desorden en sistemas
de muchos objetos. Que sea un sistema de muchos
objetos es importante, porque el comportamiento de un
sistema de pocos objetos no permite establecer si el tiempo
aumenta o disminuye.
Por
ejemplo, pongamos que estamos viendo una película de un
sistema de dos cuerpos: un satélite girando en torno a la
Tierra en un determinado sentido. En realidad, no tenemos
capacidad de decir si lo que vemos es lo que está realmente
sucediendo, o es una película tomada cuando el satélite se
movía en sentido opuesto y la están proyectando hacia atrás.
La
tendencia hacia el desorden es un efecto estadístico que
opera sólo en sistemas en los que hay un número suficiente
de objetos, donde se ve claramente una distinción entre
orden y desorden.
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Sección
4 - Macroestados y microestados. |
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Consideremos
un sistema físico compuesto por una caja que tiene dos
compartimentos separados por una pestaña deslizante.
Inicialmente, en el sistema hay 20 partículas en el lado
izquierdo y ninguna en el derecho (3-a).
Figura (3)
Las
probabilidades de que, al retirar la pestaña, el número de
partículas en el lado izquierdo disminuya espontáneamente
y fluctúe entorno a 10 partículas son abrumadoras (3-b).
Y
al contrario, si se comienza mirando el sistema de partículas
de la caja cuando hay 10 partículas a cada lado (4-a), la
probabilidad de que veas cómo se introducen espontáneamente
todas las partículas en uno de los lados es prácticamente
nula (4-b).
Figura (4)
¿Por
qué los estados de muchas partículas exhiben esta
tendencia hacia el desorden?
En
este último caso, es poco probable que se metan las 20 partículas
en un lado porque el sistema tiene un gran número de
estados intermedios igualmente probables para la situación
"10 partículas en cada lado" y sólo un estado en
el que hay "20 partículas en un lado".
Este
se debe a que todas las partículas son iguales e
indistinguibles. No importa qué partícula en concreto está
entre las 10 que hay en el lado izquierdo, de modo que hay
muchas formas de distribuir las partículas. Por ejemplo,
para hacerlo más visual, si etiquetamos cada partícula con
un número, todos los siguientes estados tienen la misma
probabilidad:
Figura (5)
Cada
uno de estos estados se denomina "microestado"
porque, aunque el número de partículas en cada uno de los
lados es siempre el mismo, son diferentes porque cada partícula
en cada lado es diferente. Todos ellos tienen la misma
probabilidad porque todos estos microestados son virtualmente
iguales. Al hecho genérico de que haya "10 partículas
a cada lado" se le denomina "macroestado".
Por
eso podemos decir que hay muchos microestados asociados al
macroestado: "10 partículas a cada lado" y sólo
un microestado asociado al macroestado: "20 partículas
en un solo lado". En este último caso sólo hay una
posibilidad: que todas las partículas estén en el mismo
lado.
La
probabilidad de que ocurra un macroestado es proporcional al
número de microestados asociados que tiene, por eso el
macroestado de tener "10 partículas a cada lado"
es mucho más probable que el macroestado de tenerlas todas
en el mismo lado.
De
hecho, el macroestado de tener "10 partículas a cada
lado" es el macroestado con el mayor número de
microestados de todos los macroestados posibles, es el
macroestado de probabilidad más alta.
El
macroestado del sistema con la mayor probabilidad se llama
"macroestado de equilibrio" y éste es el estado
al que tiende un sistema de forma natural.
En
este sentido, la tendencia al desorden es una consecuencia
de las leyes de probabilidad.
Como
dijimos antes, el macroestado más probable es el que tiene
mayor número de microestados, pero es también el que tiene
mayor desorden.
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Sección
5 - Entropía. |
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Es
una magnitud cuantitativa que mide la "cantidad de
desorden" de un sistema y se suele designar con el símbolo
"S".
Si
usamos el símbolo "w" para designar el número de
microestados que tiene un macroestado, decimos que S (el
desorden) aumenta cuando w aumenta. Matemáticamente
escribimos esta proporcionalidad como:
donde
k es una constante de proporcionalidad (la constante de
Boltzmann) y ln(w) es el logaritmo neperiano del número de
microestados (w). Escribimos la proporción en función del
logaritmo neperiano en lugar de w, porque w suele ser una
cantidad muy grande y el ln(w) da valores más manejables.
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Sección
6 - Segunda Ley de la Termodinámica. |
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La
entropía de un sistema aumenta a medida que aumenta el
desorden. La tendencia hacia un aumento del desorden es una
tendencia hacia un aumento de entropía. Por tanto, la
entropía de un sistema aislado aumenta a medida que éste
se aproxima a su macroestado de equilibrio (el de mayor
desorden).
Éste
es uno de los enunciados de la segunda ley de la termodinámica.
Otra forma de expresarla es la siguiente.
Cuando
juntamos dos sistemas, como el de la figura (3), uno con
todas las partículas a un lado y ninguna al otro, al
principio tenemos una entropía inicial Si. Como hemos
visto, cuando se retira la separación intermedia, el
sistema tiende a desordenarse y alcanzar el equilibrio,
momento en el cual tendrá otra entropía, una entropía
final Sf. Dado que ahora el sistema está más desordenado,
Sf será mayor que Si, de forma que su diferencia será
mayor o igual que cero:
El
incremento de entropía en un sistema es siempre mayor o
igual que cero, es siempre positivo, lo que significa que el
sistema siempre tiende hacia el desorden. Y ésta, es la
dirección natural en la que fluye el tiempo.
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Sección
7 -Glosario. |
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Sistema
físico:
La física es el estudio sistemático de los propiedades básicas
del universo. Cada una de estas propiedades está
relacionada con las interacciones que se producen entre los
"objetos" que contiene el universo.
Lo
que en física llamamos "objeto" puede ser una
parte del universo (cosmología), una partícula elemental
(física atómica, nuclear, electrodinámica cuántica), o
dos coches que circulan en una carretera (cinemática).
En
física, se supone que el "objeto" considerado en
cada caso, puede interactuar solamente de forma
significativa con otros "objetos" cercanos. Así,
se consideran en el estudio únicamente las interacciones en
un grupo limitado de objetos y no en el conjunto total (lo
que sería muy tedioso e inútil matemáticamente). Este
grupo limitado de objetos es el que se denomina
"sistema físico".
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Bibliografía
-
"Curso de Termodinámica", J. A. Peris, Alambra
Universidad, 2ª Ed., 1989, p. 150.
-
"Física. Fundamentos y aplicaciones", R. M. Eisberg, L.
S. Lerner, McGraw-Hill, 1984, p.870.
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