A pesar de haber estado casi un día entero viajando (Lima-Miami-Madrid), Salvador del Solar, el galán de "Pobre Diabla", llegó al madrileño aeropuerto de Barajas esbozando su mejor sonrisa. Su rostro parecía cansado, pero el brillo de sus ojos le delataba: estaba feliz por encontrarse en España para asistir a la entrega de los premios Goya 2000, en la que la película "Pantaleón y las Visitadoras", de la que Salvador es protagonista, había sido nominada para el Goya al Mejor Filme Extranjero de habla hispana. Con un montón de sueños en su equipaje, el actor nos abrió su corazón.
–Salvador, ¿a qué debemos agradecer tu visita a España?
El principal motivo es asistir a la XV edición de los premios Goya. Además, me gustaría informarme sobre los proyectos cinematográficos o de televisión que se están produciendo aquí y estudiar la posibilidad de actuar en España.
–¿Qué te ha reportado hacer "Pantaleón y las Visitadoras"?
Esta película es lo mejor que me ha pasado en mi carrera. Ha sido un reto, sobre todo porque Francisco Lombardi, el director, quiso que yo diera vida al protagonista sin realizarme un solo cásting. Por otra parte, al igual que en "Pobre Diabla", en este rodaje también hubo química entre los actores. Todos nos sentimos cautivados por el espíritu de la selva amazónica, donde estuvimos grabando cerca de ocho semanas. Ahora sueño con tener más oportunidades en el cine.
–A la hora de aceptar un trabajo, ¿a qué le das más importancia?
Sin duda alguna, lo más importante para mí es la calidad de la historia y el personaje. Creo que estos dos requisitos son fundamentales para cualquier actor.
–Entonces, ¿las condiciones económicas quedan relegadas a un segundo plano?
El dinero es importante desde el momento en el que la actuación se convierte en tu profesión. Además, en Perú, vivir como actor, y sólo como actor, es bastante difícil. Sin embargo, lo económico está en un segundo plano. Además, yo renuncié a ejercer como abogado para dedicarme a la actuación y lo hice porque amo esta profesión. Si tuviera pasión por el dinero, trataría de montar algún negocio o me haría corredor de Bolsa.
–Si te quedaras aquí, ¿tu esposa y tu hija te acompañarían?
Por supuesto. Ximena y Manuela vendrían a vivir conmigo.
–¿Cuándo le daréis una hermanita a Manuela?
Todavía es pronto. Ahora estamos disfrutando mucho de Manuela, que ya tiene un año y cinco meses. Ser padre es una experiencia increíble. Mi niña está aprendiendo a hablar y dice algunas frases muy graciosas. Sinceramente, tanto a mi esposa como a mí nos tiene embobados y siempre que tengo un minuto libre se lo dedico a ellas.
–En España acaba de finalizar "Pobre Diabla". ¿Qué balance haces tú de esta telenovela?
Ha sido una experiencia maravillosa, aunque también un trabajo intenso. Por primera vez he dedicado todo mi tiempo a grabar una telenovela, incluso he renunciado a dos obras de teatro. Por suerte, aunque grababa cerca de doce horas diarias, casi todos los fines de semana los he tenido libres. Ésta fue la única condición que puse en mi contrato, ya que quería disfrutar de mi familia. De todas formas no me quejo de nada, porque ha quedado un trabajo lindo y los esfuerzos han merecido la pena. Del rodaje de "Pobre Diabla" destacaría el buen ambiente que se respiraba. Todos los actores nos llevábamos fenomenal y creo que hemos construido un gran familia.