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Salvador del Solar, actor

Salvador del Solar, actor


El galán de las telenovelas nacionales persuade estos días a los electores a defender el derecho de voto. Como miembro de la ONG Transparencia, Salvador del Solar trabaja para difundir y participar en las elecciones generales del domingo 8. Mientras tanto, el cotizado actor nos revela secretos muy bien guardados como su afición a la danza y la fórmula para una buena relación de pareja.

Por Ray

Por mi condición de actor de teatro y televisión estoy obligado a cuidarme mucho, porque la función siempre debe continuar. Felizmente soy una persona sana; los pocos problemas de salud que he tenido - como un fuerte resfrío - se han debido a cambios de clima. En esos casos mi mejor recurso son las vitaminas. Diría que sólo una vez, hace unos cuatro años, me llevé un gran susto a consecuencia de un accidente automovilístico. Sufrí el desplazamiento de un disco entre dos vértebras cervicales que me obligó a una intensa fisioterapia para fortalecer una zona del cuello que quedó fuertemente lesionada. Hoy estoy casi recuperado pero debo evitar movimientos de demasiado bruscos del cuello. Tengo un médico que de periódicamente me evalúa.

Como pez en el agua
Por decisión de mi madre a los cuatro años aprendí a nadar. Como tenía condiciones para este deporte, me quedé en el club de natación y de 1977 en adelante comencé a competir contra otros clubes. Desde 1986 estoy en la selección nacional de waterpolo y he participado en varios campeonatos. Pero más adelante, mi trabajo como abogado y luego de actor, me obligó a dejar mis aficiones deportivas. La danza es una de las pocas actividades que he tratado de mantener de manera ininterrumpida. Pocos personas conocen de mi vocación por este arte, que más que una vocación es una necesidad ya que me ayuda a lograr un gran manejo del cuerpo lo que es fundamental para cualquier actor. Siempre que termino una temporada teatral o una grabación, vuelvo a la danza.

Relaciones sinceras Considero que no existe un manual para asumir las responsabilidades de nuestra existencia. Pero no puedo negar que tuve la suerte de tener una excelente comunicación con mis padres. Es una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido, me ayudó a enfrentar los problemas de la adolescencia y a saber elegir lo correcto. En el caso de mi matrimonio, yo mantuve una relación de varios años con mi enamorada antes de casarnos, y hoy tenemos una hija que adoro. Luego de tanto tiempo juntos, teníamos la seguridad de conocernos muy bien y que nuestra relación de mantendría así después de casados. Soy de las personas que no se deja llevar por la opinión del resto; soy yo quien toma sus propias decisiones. Uno observa patrones de comportamiento tan distintos, sobre todo en el mundo artístico en el que te desenvuelves, que si no has desarrollado una personalidad decidida pueden llegar a afectarte seriamente.

Ritmo vertiginoso

Cuando tengo mucho trabajo, duermo sólo cinco horas. En esas temporadas tomo un energético y me alimento especialmente bien para mantenerme en buen estado físico. Mi desayuno consta de un jugo de naranja, yogurt con cereales y a veces un pan. Por lo general, almuerzo comidas ligeras y lo que me dan en las grabaciones, porque después de almorzar tengo que seguir trabajando. En las noches comer sólo alimentos ligeros, porque no estar en forma es algo que el teatro y la televisión no perdonan. Cuando me siento agotado y, los domingos se me hacen demasiado cortos, trato de asumir las cosas con tranquilidad. Sé que pensar en el trabajo acumulado o en situaciones que me preocupan, no me conduce a nada bueno. Así que trato de manejar las cosas con calma. En ese sentido, soy una persona muy serena.


El Comercio (Perú) - 3/4/2001