Raccoon City, ciudad situada en la zona oeste de América.
Oculta en mitad de un frondoso bosque que rodea el monte Arklay,
en las afueras de la ciudad, existe una mansión, extrañamente
tranquila.
El 13 Noviembre de 1967 la figura de un hombre se proyectaba
frente a las puertas de la mansión. Era George Trevor, famoso
arquitecto venido de Nueva York, que había diseñado aquel lugar
de la nada. El dueño de la mansión, Ozwell E. Spencer, lo
invitó a él y a su familia con motivo de agradecerle el nivel
de perfección exhibido durante su labor.
Saturado por su trabajo, Trevor inicialmente invitó primero a su
esposa Jessica y a su hija de 14 años Lisa a visitar el hogar de
Lord Spencer, más tarde él se unió a ellos. Desgraciadamente,
cuando Trevor alcanzó su destino final, no halló rastro alguno
acerca del paradero de su esposa e hija. Trevor también
desapareció, como si la mansión entera y sus secretos les
hubieran engullido por completo.
¿Que fue de ellos, por qué desaparecieron?
El siguiente extracto procede de un pequeño diario escrito
mientras Trevor estuvo alojado en la mansión. Spencer pagó una
fortuna por aquel edificio. Solo su construcción ocupó cinco
años de la vida de Trevor. ¿Por qué le dedicó tanto tiempo?
¿Sabía Trevor que treinta años después otros extraños
sucesos tendrían lugar en aquella misma mansión? Creo que este
pequeño diario es la pieza clave para entender en parte el
origen de tales misteriosos sucesos.
13 de Noviembre de 1967
Tras terminar mi trabajo y haber abandonado Nueva York,
finalmente he llegado a la mansión aprox. a las seis de la
tarde. El recibidor es muy espacioso. Las escaleras centrales que
conducen al segundo piso son realmente impresionantes. Contemplar
la arquitectura que me rodea no hace más que la nostalgia me
invada de nuevo. Diseñar los planos en que se basa este lugar es
el trabajo que más me enorgullece.
Desde el día que mostré el modelo a Ozwell E. Spencer reunidos
en su oficina, hasta la finalización del edificio, han
transcurrido cinco años de una dedicación total por mi parte.
Las órdenes de Spencer fueron difíciles de seguir y tuve que
hacer acopio de toda mi energía e ingenuidad para llevarlas a
cabo.
Primero no detecté ningún suceso sospechoso, fuera de lo
común.
Mientras, él se volvió hacia mí. Lord Spencer se acarició
levemente la cabellera blanca que se asomaba por encima de sus
hombros.
Su estatura era imponente, a primera vista, uno tenía la
sensación de que él tenía un alto nivel de confianza en sí
mismo.
Inicialmente él me dijo que mi esposa Jessica y mi hija Lisa
volvieron a visitar a su tía Emma, que estaba enferma. Nosotros
éramos los únicos que conocían al detalle los numerosos
secretos ocultos que contenía aquel edificio. Satisfechos por la
complicidad que nos unía, saboreamos una copa de vino.
El comedor es alucinante. Hay una extensa variedad de comida
repartida de forma exquisita, armoniosa encima de una larga mesa
de madera de mahogany. Si alguien levantara la mirada,
vislumbraría en lo alto de la segunda planta, la estatua de una
diosa desconocida, modelada al estilo "Rodin". Su
anatomía simétrica, muerta, y su turbadora mirada de deseo.
Pero que los curiosos se despidan de contemplar tal espectáculo
en su máximo esplendor, el banquete es exclusivo para el
disfrute de dos invitados (Spencer y yo). El rítmico tic tac de
las agujas del reloj, es el único sonido que llega a mis oidos.
Ahhh, si solamente Jessica y Lisa estuvieran aquí!
Deacuerdo con Spencer, ellas llegaron tres días antes que yo y
les encantó la casa. En especial Lisa se benefició en
particular de la amabilidad de Spencer y se le permitió tocar el
piano en primicia respecto a los demás. Ella fue reconocida
sobretodo por tocar la "Moonlight Sonata" de Beethoven
(Su especialidad). En aquel anochecer de luna llena, su melodía
parecía llegar hasta el satélite que orbitaba encima del bosque
que envolvía la casa, Spencer se congratulaba junto a mi esposa
por vivir un momento tan soberbio. Puedo imaginarme sus dos
rostros como se iluminaban de placer.
14 de Noviembre de 1967
El señor Spencer me guió por los corredores de la mansión. Él
abrió las puertas de varios cuartos. En los cuartos habían
obras de arte de valor incalculable: cuadros de Da Vinci,
esculturas de Raphael... Observé que una de las habitaciones
contenía la estatua de piedra de una fiera, cuyos ojos parecían
piedras preciosas. En otra, armaduras de caballeros habían sido
alineadas de modo que rendían tributo a su capitán.
Todas aquellas piezas las recolectó Spencer con el paso del
tiempo. No en vano, presumía de ser uno de los hombres más
ricos del mundo.
"¿Le gusta? Deseo utilizar esta residencia como una
sucursal, para una nueva compañía. La he previsto, no solo para
los empleados, también para que mis huéspedes puedan
utilizarlo."
Su proyecto era diseñar una compañía internacional de
carácter médico. Me dijo que llamaría a su empresa
"Umbrella". Me pregunto por que oculta tantos secretos
en la mansión. Él puede decir que desea crear una sucursal para
su empresa, pero tanto secretismo me parece exagerado. Incluso en
el caso que su acciones sean consecuencia de la pasión desmedida
que muestra en lo que respecta a su trabajo.
18 de Noviembre de 1967
Mi familia no ha vuelto todavía. "¿Tía Emma sigue
enferma?" Lo dudo. El teléfono no está instalado, que no
es muy conveniente. Salí a la terraza del segundo piso,
necesitaba aclarar mi mente. Los cuervos cogidos en la
barandilla, me miraban fijamente mientras graznaban.
Tuve una intuición oscura. Tengo continuamente la impresión de
que me observan...vi. una cosa asombrosa en un pequeño cuarto.
Hay una escalera que conduce a un pasadizo subterráneo
enmascarado por una cascada de agua. "No es obra mía.
¿Cuando fue construida?" Mientras me lo preguntaba,
aparecieron tres hombres ataviados con una bata blanca. Parecían
nerviosos."¿Quién es usted? Usted no puede recorrer
libremente esta zona."
21 de Noviembre de 1967
Recogieron mi equipaje y alguien me condujo a un cuarto grande,
sin aperturas, en la primera planta reservada para las
recepciones. Al no haber llegado el señor, me dedicaba a
observar los cuadros que había a mi alrededor en compañía de
un hombre con una bata blanca. Él era uno de los tres hombres
desconocidos que vi en el patio.
"La vida es rica y corta". En las pinturas de la pared,
se representaba el paso del tiempo de forma muy gráfica, desde
su nacimiento a su muerte. "Su familia ha muerto,
ahora." Me dijo el hombre de la bata blanca. El tiempo
pareció detenerse. ¿De qué diablos estaba hablando? Entonces
recibí un fuerte golpe en la cabeza y me desplomé perdiendo el
conocimiento.
24 Noviembre de 1967
¿Cómo podía él convertirse en esta clase de persona? ¿Qué
sucedía aquí? ¿Y cuál era el objetivo de su compañía
llamada Umbrella?
Me encarcelaron en la habitación y el tiempo transcurría
lentamente. "El objetivo es mantener el lugar en secreto. Y
puesto que usted es un desconocido..." Un día, vino otro
tipo con una bata blanca para traerme comida. ¿ Qué secreto es
más importante que una vida humana?
Solo Lord Spencer y yo, conocemos los secretos de su mansión. Si
yo muero, el será el único. ¿Es por ese motivo por él que
esas horribles criaturas se arrastran pesadamente por los
pasillas de la casa? No me quedaré aquí, corriendo el riesgo a
ser devorado o algo peor. Debo escapar de mi encierro.
La cuestión es si desde el principio diseñé lo que debía ser
mi propia tumba. Cuando ideaba la estructura del hogar de
Spencer, de acuerdo con la extraña fascinación por los enigmas
de mi cliente, concebí una manera de escaparse para quienquiera
que se encontrara encarcelado allí.
Quien sabe si Lord Spencer deseaba probar la eficacia de aquel
lugar conmigo...
Entonces una de las incontables criaturas que infestaban el suelo
y el techo, cayó sobre mí e intento trepar por mi cuerpo. Por
una razón desconocida, parecía atraerlas. Salté de forma
instintiva hacia atrás a la vez que me levantaba y comencé a
pisotearlas. ¿Qué eran? ¿Arañas?
27 de Noviembre, 1967
Finalmente he logrado escapar de la habitación. Pero nadie
abandona este señorío si no usa la cabeza. Necesitas los
blasones, el ojo que le falta a la estatua del tigre y el emblema
de oro. ¡No me ocuparé de buscarlos! No puedo perder más
tiempo.
27 de Noviembre de 1967
Me faltan palabras para describirla. Una planta, absurdamente
gigantesca, ocupa la habitación entera. Dios no puede haber
creado tal monstruosidad.
30 de Noviembre, 1967
No hay salida. Es imposible escapar. Hay un laboratorio fantasma
que conduce a una cueva subterránea oculta a primera vista. He
conseguido encontrarla.
Veo unos zapatos de tacón alto. Un nombre me viene a la memoria,
Jessica. ¿Compartiré el mismo destino que mi esposa e hija? No,
escaparé a cualquier precio, como ellas han hecho antes que yo.
5 de Diciembre de 1967
Mi garganta se deshidrata. Llevo días sin comer y desconozco por
cuanto tiempo me obedecerán mis músculos. Creo que estoy
enloqueciendo.
¿Por qué? Por que soy como una rata de laboratorio tratando
desesperadamente de hallar la salida de un laberinto. ¿Mi
fascinación al idear aquel lugar debió ser enfermiza?
7 de Diciembre, 1967
Estoy en un conducto secreto subterráneo oscuro y mojado. Ante
mí se alza una figura escalofriante que me bloquea el paso...
excavo con mis uñas sangrantes, descarnadas, el último tramo de
tierra restante que me separa de la figura. Es una enorme lápida
de piedra, con un nombre gravado en ella. ¿Qué clase de
psicópata sería capaz de hacer algo así? ¿"George
Trevor", ese soy yo?
Spencer calculó desde el principio, que en mi empeño por
escapar iría a parar hasta aquí donde expiraría mi último
aliento de vida, y preparó mi tumba. Realizó con éxito su
experimento, dejando pistas falsas, alejándome del camino
correcto.
Jessica, por favor perdóname. Pronto... nos reuniremos los tres
en el paraíso.
- George Trevor -