Este documento no pretende explicar ampliamente la
historia de los Celtas, es solo un pequeño ensayo que expone la historia Celta
a grandes rasgos.
El nombre Celta
proviene de la forma plural Keltoi usada por los geógrafos griegos para
definir a un numeroso pueblo bárbaro esparcido en la Europa Transalpina y la
Península Ibérica alrededor del año 600 a.C.
La arqueología nos
muestra que la cultura Hallstatt (Austria) tardía (siglos VI y V a.C.) se
asentó en lo que los griegos reportan como ocupación Celta; y es en este
asentamiento cultural donde se pueden encontrar objetos griegos en algunas
tumbas de jefes bárbaros en el suroeste de Alemania y partes adyacentes.
Antecedentes de estos jefes se pueden encontrar más atrás en el siglo VII en
Bavaria y Bohemia.
Alrededor de la mitad
del siglo V comenzó a emerger la cultura La Tene entre los Celtas del Rin medio
donde el comercio con los Etruscos, más que con los griegos, era predominante.
Más tarde los reinos
Celtas fueron atacados por tribus Teutónicas provenientes de Jutlandia. Roma
envió un ejército para ayudar a Noricum (provincia Celta) pero fue derrotado.
Habiendo aplastado la resistencia romana y celta, asaltaron toda la Galia
Transalpina obligando a los Celtas a buscar refugio al oeste.
Un rama de celtas se
asentó la Galia y por lo tanto fueron llamados Galos que fueron conquistados
por Julio Cesar poco antes del nacimiento de Cristo. Un cognado se asentó en la
peninsula Ibérica y se convirtieron en grandes marinos. En el siglo III a.C.
los Celtas invadieron el mundo griego llegando hasta Delfos (nótese la
similitud de "Celta" "Galo" "Gálata"). Un tipo de
Celtas cruzaron a Bretaña alrededor del año 400 a.C. y ellos fueron los
Britanos. Nueve siglos después fueron obligados a retirarse a Cornwall y a
Gales formando los respectivos pueblos. Existe una fuente histórica de la
identificación del pueblo insular con los Celtas, es un reporte de Julio Cesar
de la migración de tribus Belgas a Bretaña.
Cerca del año 305 a.C.
los Celtas llegaron a Irlanda. Muchos llegaron atravez de Bretaña pero parece
ser que la mayoría fueron Celtas Ibéricos. Estos se convirtieron en Irlandeses
y hablaron una lengua de la rama Goidélica.
El asentamiento Celta en
Bretaña e Irlanda se deduce de consideraciones arqueológicas y filológicas.
Tenemos también una fuente histórica: un documento en el que el César reporta
la migración de tribus Celtas a Bretaña. Aunque los habitantes de las Islas
tenían amplia relación con los Galos.
Otra rama de las
emigraciones celtas se dirigió a lo que hoy conocemos como España y particularmente
las provincias de Asturias y Galicia.
Galicia y Asturias son
dos regiones situadas en la parte noroeste de la península Ibérica. Sus
paisajes en lo general son muy verdes y su clima es templado pareciéndose mucho
a Escocia, según he oído.
¿Cómo llegaron los
Celtas a España? Alrededor de los siglos VI y VII a.C. se introdujeron a través
de los pasos al oeste de los Pirineos invadiendo toda la región y sometiendo a
sus habitantes (Más tarde hubo otras olas de invasiones).
Las principales zonas
celtas hoy son Asturias, Galicia y parte de Portugal.
Galicia y
Asturias.
Situada en la esquina
noroeste de España, consiste en las provincias de A Coruña, Pontevedra, Lugo y
Ourense. Ocupada por los celtas hasta que fueron dominados por los romanos en el
año 137 a.C.
Asturias está localizada
al este de Galicia y está formada por solo una provincia, Asturias con su
capital: Oviedo. Asturias comparte casi las mismas características físicas de
Galicia.
Trazos de la cultura
celta en Galicia y Asturias es en primer lugar la gaita gallega y la asturiana
(que es un derivado de la gallega), restos arqueológicos como joyas, viviendas
de piedra, dólmenes, etc.
Los Celtas eran, para el
mundo civilizado de su tiempo, notables por su estatura, musculosidad y color
de piel. La sociedad Celta era prácticamente de tres clases: Rey, aristocracia
guerrera y granjeros libres. Los druidas se encargaban de deberes religiosos,
ellos eran reclutados de familias de la clase guerrera pero eran de mayor
rango. El bardo era un hombre de gran importancia pues estaba en sus manos el
alabar a su rey y entretener en las reuniones y componer los cantos y poemas
para conmemorar algunos hechos.
Los Celtas, para los
pueblos civilizados de su tiempo se distinguían por ser hospitalarios, amantes
de fiestas, bebidas y peleas; religiosos e intractables y por su amor por la
guerra. Entre sus costumbres bélicas se encuentra el ir a batalla completamente
desnudos salvo un collar usado en el cuello cosa que impactó a los romanos
además del sonido infernal de las gaitas.