Yo creo que el problema no está totalmente en el neoliberalismo, que es una expresión más del capitalismo, sino en este último, como parte principal de la enajenación de los pueblos gracias a la cual se ha podido dar el neoliberalismo. Lo creo así, pues la enajenación es una limitante de la razón, que hace ver como fin ultimo al dinero o bienes materiales y no como un medio para lograr una buena estadía en este planeta. De ahí que las personas busquen frenéticamente la acumulación de riquezas, sin importar los medios, mientras se cumpla el fin. Al darle una menor importancia a los medios, para alcanzar el fin, se da el problema de la relajación de los valores morales y también culturales de las naciones, ante tal relajación se presentan problemáticas en áreas sociales, culturales, económicas, ecológicas y demás, que también fomentan la sobre explotación tanto de recursos naturales, como de la mente y cuerpo del genero humano. Después de la sobre explotación humana es fácil encontrar gente sin motivación alguna para crecer, con valores perdidos al no encontrarlos en su medio y con una disposición total para hacer todo, con el fin de obtener la plata o un beneficio personal, surgiendo así todos los tipos de violencia e injusticia que a diario vemos.

Como dice Alberto Campos es claro que somos parte del sistema y que en él y para él vivimos. Pero tenemos una gran ventaja, puesto que es claro que el nivel de enajenación de los miembros de este grupo es menor, desde el simple hecho de que estamos juntos y compartimos ideas o por lo menos cierto sentir ante la sociedad.

Debemos seguir aportando y criticando para así disminuir nuestro estado de enajenación y lograr un razonamiento más claro, que podamos difundir entre nuestros diversos círculos sociales a fin de despertarles esta misma visión de la realidad.

Otro aspecto al que te lleva este sistema al estar dentro de él es a volverte un simple espectador. Muchas veces vamos por la calle y vemos a chavos de nuestra edad manifestándose, o a grupos de campesinos y los clasificamos de revoltosos o gente sin qué hacer, aunque tal vez es gente que hace mucho más que nosotros y que tienen una manera diferente de intentar conscientizar a la sociedad.

¿Qué es la que debemos hacer? Estar totalmente convencidos de levantar la voz ante cualquier hecho injusto o amoral, por liviano que nos parezca, pues al dejar pasar actos así, por temor a que se me clasifique de tal o cual manera (conservador, moralista, mocho ó baboso) ha sido cómo la sociedad ha llegado a donde ha llegado y de lo que ahora nos quejamos. ¿Cómo hacerlo? Manda cartas, pinta mantas, afíliate a un partido o lo que se te ocurra, lo importante es actuar y servir como un agente de cambio en la sociedad en la que cada uno de nosotros está inmerso, y como dije apoyarnos en este grupo para fijar directrices o simplemente obtener ideas de cómo hacer mejor las cosas en nuestro ámbito.

Creo que un punto importante a explotar es la riqueza cultural e histórica que tiene éste, nuestro querido país, y la cual debemos fomentar entre la gente que conozcamos, para hacer brotar ese sentido de pertenencia e identificación nacional, arma indispensable ante la transculturación, que aquí cerca de la frontera lamentablemente es el pan de cada día.

Alfredo Vázquez