Actualmente existe un gran debate sobre los recursos que el gobierno obtendrá el próximo año y cómo se destinarán; mucho de la discusión se centra en el gasto corriente y en el gasto social. En algo que Fox denomina "la segunda etapa de su gobierno", el día 4 de noviembre pasado presentó ante la Cámara de Diputados el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) -que no es más que el Gasto del gobierno- para el ejercicio fiscal 2003, y que asciende a poco más de 1.5 billones de pesos, con el objetivo central de incrementar tanto la producción como el empleo. Las prioridades del PEF se basan en tres conceptos: Equidad, Competitividad y Seguridad. El Gasto Social, que comprende principalmente rubros como son la educación, salud, seguridad social, abasto y asistencia social, y desarrollo urbano regional, aumentará de 63.0 a 63.4 por ciento respecto al gasto programable total (un mísero 0.6%)
El gasto total que hace el gobierno se divide en gasto programable (GP) y gasto no programable (GNP). En el primero de estos (GP) están incluidos los gastos que realizan: la Presidencia; las Secretarías de Estado; Aportaciones a la Seguridad Social; Aportaciones a Estados y Municipios (denominado el Ramo 33); Aportaciones a Educación Básica, Normal, Tecnológica y para Adultos; y CONACYT, entre otros. Por otro lado, el GNP comprende los dineros destinados al pago de la Deuda Pública; las Aportaciones a Estados y municipios; Pago al saneamiento financiero; Apoyos a los Deudores y Ahorradores, y el Costo financiero que representan Pemex y la CFE.
Retomando las prioridades del PEF, comentaré respecto a la Equidad, que es una igualdad de oportunidades en capacidad para decidir, que México ocupa el lugar 54 en el mundo en Desarrollo Humano y ha descendido ocho lugares desde 1992 (4 en los últimos dos años foxistas). En Competitividad, nuestro país -para no variar- ha bajado del lugar 33 al 45 en los últimos 6 años; en Investigación y Desarrollo se invierte sólo el 0.3% del PIB .Pero, no se preocupen, en el ámbito macroeconómico estamos en el lugar 21 de 74 de naciones, es decir, cumplimos con las metas de inflación y de déficit presupuestal -mas no de crecimiento-, aunque no logramos generar empleos suficientes, ni tampoco se disminuye la desigualdad ni la pobreza. Y en el último punto de Seguridad, y si Mr. Giuliani nos "asesora" o no, los índices delictivos difícilmente disminuirán de forma significativa, ya que como se ha dicho en esta columna infinidad de veces, la situación económica no mejorará prontamente ni en Estados Unidos ni mucho menos en México.
Ganadores y perdedores
En términos reales, es decir, descontando la inflación, las partidas que resultan con disminuciones son las referidas a: Programas para la Equidad entre Hombres y Mujeres (43.5%); Instituto Nacional Indigenista (35%); Turismo (26.5%); Economía (13.2%); Relaciones Exteriores (13.1%); Semarnat (4.4%); SHCP (4.1%); Sagarpa (3.9%); STPS (3.4%); SEDESOL (1.6%), y la Presidencia cae (0.6%).
Los que resultaron con incrementos son: Fondo para el Desarrollo de Pueblos Indígenas (50%); Programa Oportunidades (17.5%); SECODAM (13.9%); Participaciones a Estados y municipios (8.9%); Gasto en Salud (4.8%); Marina (2.8%); Gasto en Educación (1.6%); Reforma Agraria (1.1%), y la PGR sube 0.4 por ciento.
Hasta aquí sólo aparecen cifras de lo que gasta el gobierno, pero ¿de dónde sale este dinero?
Los ingresos totales del gobierno deben ser numéricamente igual a los gastos. Estos ingresos se dividen en tres grandes rubros que presentan los porcentajes siguientes: a) Ingresos del Gobierno Federal (69.3%); b) Ingresos de Organismos y Empresas (27.3%), y c) Ingresos por Financiamiento (3.4%), que sumados dan el total de 1 billón 500 mil 180.4 millones de pesos.
Los impuestos son la fuente principal de ingresos del gobierno y representan casi el 77% de estos, en donde el Impuesto sobre la renta es la tercera parte. México tiene una de las recaudaciones más bajas para su nivel de desarrollo en el planeta, con sólo el 10.1% del Producto Interno Bruto, cuando deberíamos estar captando entre el 15 y el 20 por ciento.
Un grave problema en evasión se presenta en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), estimándose que hay por lo menos una pérdida del 50% de dinero no recaudado. A pesar de esto, el siguiente año se prevé que se incrementen los ingresos tributarios en un 5.5%, muy probablemente porque se calcula que aumenten los ingresos vía petrolera en un 5.2%, ya que se elevará el monto de las exportaciones petroleras. En este punto, debemos recordar que los ingresos petroleros significan ahora "sólo" el 31% de los ingresos del gobierno.
También se reconoce que sólo seis estados de la República realizan un uso eficiente de su recaudación por la vía del Impuesto predial, por lo que creo que se deben revisar las atribuciones de estas entidades federativas y analizar la propuesta de que puedan "cobrar" otros impuestos dándoles por supuesto los recursos humanos, financieros y de capacitación necesarios.
Existimos muchos mexicanos que "intentamos" pagar nuestros impuestos (a lo mejor por que nos tienen bajo la mira) pero nos encontramos con que debemos ahora realizar ¡cada mes! las gestiones necesarias para poder declarar nuestros ingresos, los hayamos percibido o no. Si tienes la desgracia de no tener trabajo declararás en ceros, pero para presentar tu forma llenada en ceros debes de tener un papelito que sólo te dan en la oficina de Hacienda. Pero hay otra chance para declarar: además de no contar con ingresos deberás tener una cuenta bancaria para que realices tus trámites por Internet, si es que el Banco ya te autorizó una clave especial. ¡Esta es la simplificación administrativa!
Después de tanto rollo vayamos en materia al Gasto Social. ¡Por fin!
El Gasto Social se utiliza de una manera importante para disminuir la enorme desigualdad y la pobreza que impera en nuestro país. El año entrante se destinarán para las distintas Secretarías con sus respectivos programas un 63.4% del gasto programable para este fin. Esta erogación representa aproximadamente el 11% del PIB. Para la superación de la pobreza en los últimos diez años sólo se asigna en promedio el 1% del PIB, cantidad que sigue siendo insuficiente para las necesidades apremiantes; por persona les tocan como de a $2.00 por persona al día.
El programa emblemático para la pobreza en este sexenio es una continuidad del "Progresa" de Zedillo, pero cambia de nombre a "Oportunidades". La Secretaria de la SEDESOL, Josefina Vázquez Mota, reconoce que hay 26 millones de pobres extremos en México, es decir un poco más de 6 millones de familias.
El Programa de Desarrollo Humano "Oportunidades" tendrá un incremento del 1.5% respecto al gasto total. Este programa incluye partidas para Sedesol, SEP, Secretaría de Salud, así como para IMSS-Oportunidades. Tendrá cobertura para 4.2 millones de familias el próximo año, cifra que es mayor a los 3 millones actuales. Uno de los aspectos que considero bueno, es que ya incluyen en la pobreza extrema a millones que habitan en zonas urbanas y que en las otras administraciones con programas como el Progresa y Pronasol no los tomaban en cuenta a pesar de saber que existe una mayor población que vive en estas zonas. Otro, punto a favor es que las dependencias encargadas de llevar a cabo todos los subprogramas asociados a Oportunidades o Contigo serán minuciosamente revisados periódicamente para verificar su funcionamiento. Sabemos que todas estas acciones son insuficientes, pero es con lo que contamos hasta ahora y es lo que nos puede o quiere dar nuestro gobierno.
Disculpen todas las siglas, pero por razones de espacio fue necesario hacerlas.
Réplica y comentarios al autor: jjordian@yahoo.com
|