A más de cinco meses de haberse perpetrado los ataques criminales a las Torres Gemelas de Nueva York y al Pentágono, ha venido creciendo a nivel mundial el rumor de que fueron los propios estadounidenses quienes planearon estos atentados -lo que sería una bestialidad-. Sin embargo, esto último es algo muy difícil de corroborar.

Lo que sí es una verdad es que no se ha podido comprobar con veracidad, con pruebas que no dejen la menor duda, sobre la identidad de los autores de tan atroz acto. Recuérdese que a sólo unas horas de los acontecimientos, Bush se apresuró a señalar a Osama Bin Laden como el cerebro que planeó tan diabólica acción. De inmediato puso en movimiento a las fuerzas armadas para entrar en acción e iniciar un ataque en contra de la "gran potencia" que es Afganistán, bajo el pretexto de capturar o matar a Bin Laden y a la ala radical del Islamismo, la organización Al-Qaeda. Lanzó una amenaza: "Quien no esté con los Estados Unidos, está del lado de los terroristas, o así se les considerará y actuaremos en consecuencia".

Esta apresurada reacción de ordenar bombardear a ciegas el suelo afgano, ha cobrado cientos de vidas inocentes. Bombardearon innumerables sitios y cuevas donde supuestamente se encontraba Osama. ¿Qué ha sucedido después de cinco meses? Cientos de víctimas, invasión total de Afganistán y... ¡Osama Bin Laden se les volvió de humo!

Todo el mundo vio la brutal y propagandista manera en que los Estados Unidos desplegaron su aparato bélico, con la lamentable aprobación de la ONU y de la OTAN, junto con la colaboración de otros países aliados -yo los llamaría secuaces-, en contra de un pueblo sumido en la miseria. Otro bombardeo tuvo lugar -éste contra el resto del mundo-; un bombardeo mediático con la intención de llegar a todos los rincones del planeta y difundir únicamente aquellas noticias autorizadas desde el Pentágono.

Durante semanas, a todas horas, nos saturaron -y lo siguen haciendo- de excusas y fundamentos que intentan convencernos de que los Estados Unidos y sus aliados actuaban con todo el derecho para exterminar el centro nuclear del terrorismo. ¿Que esas acciones cobraron vidas de inocentes...? ¡Qué más da!

Las televisoras de México se soslayaron informando cuántos millones costaban cada uno de esos aviones, capaces de disparar bombas cuyo poder bastaba para destruir instantáneamente a decenas de seres; los que leían esas noticias hasta una sonrisa mostraban, como si el asesinato de personas tuviera algo de risible.

En el mes de febrero, el señor Bush realizó viajes a Tokio, Japón y a Seúl, Corea del Sur. Desde los días previos a su llegada a esas capitales, se desataron protestas en repudio a su presencia en el lugar, mismas que se acrecentaron mediante pasaban los días. Ya es una contante el rechazo hacia los Estados Unidos en casi todo el mundo; en países de idiosincrasias e idiomas distintos, ya sean desarrollados o no. No es casual que se esté incrementando la inconformidad con el gobierno de Bush.

En Tokio, Bush hizo unas declaraciones que dejan más claras las posturas e intenciones de este individuo, como si se tratase del "monarca del mundo". Veamos:

Tokio (ANSA) - "La amenaza contra los países democráticos, amantes de la paz (sic) es muy seria, y los Estados Unidos están determinados a defender por todos los medios sus intereses, afirmó Bush durante una conferencia de prensa junto al Premier japonés Junichiro Koizumi".

Además declaró: "la guerra contra Al Qaeda y los talibanes en Afganistán fue sólo el comienzo de la lucha contra el terrorismo" y dio a entender la posibilidad de un ataque a Irak. Estas líneas no tienen desperdicio y confirman la mentalidad de este Rambo.

Por fortuna Alemania y Canadá, a través de sus gobiernos, comienzan a razonar.

Berlín (AFP y AP) - "El gobierno alemán advirtió a los Estados Unidos de los riegos de emprender cualquier aventura militar en contra de Irak, y consideró que había que preservar ante todo la cohesión de la coalición internacional contra el terrorismo".

" 'El gobierno alemán no puede concebir que Estados Unidos quiera llevar a cabo una campaña militar contra Irak', declaró a la prensa el portavoz del gobierno Uwe Karsten Heye".

"El portavoz del gobierno alemán subrayó por su parte que las recientes declaraciones del Ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, son fruto de un consenso dentro del gobierno de Schroeder. En una entrevista publicada en el diario Die Welt, Joschka Fischer advirtió: 'Las cosas no funcionan si Estados Unidos inicia algo contra Irak sin pruebas contundentes. Esto los llevará a actuar como un guerrero solitario' ". (sic)

Por otra parte, el viceprimer ministro canadiense, John Manley, fue categórico al comentar:

Ottawa, Canadá - " 'Tenemos libertad total para actuar y decidiremos por nosotros mismos qué hacer'. En un mensaje claro y rotundo, Manley advirtió que su país no aceptará presiones de Estados Unidos para apoyar una invasión unilateral a Irak, y subrayó que el país no participará en ninguna acción que no sea avalada por el marco legal internacional".

Aunque un tanto tardías las reacciones de Alemania y Canadá, se encaminan a una reflexión lógica. Esperamos y deseamos que los demás países que le han seguido el juego al Rambo Bush, pronto sigan esta misma pauta. La duda más grande es si el servil Primer Ministro inglés se suma a la congruencia.

Con no poca tristeza colaboramos que organismos como la ONU y la OTAN, sobre todo el Consejo de Seguridad de la primera, son cabildeados y manipulados por los Estados Unidos. La función de estos organismos, con el transcurrir de los años, ha dejado mucho que desear.

El señor Bush quiere alzarse como el adalid de la democracia y defensor de los derechos humanos, pero muy pronto se le cayó la careta. Seguimos esperando que se aclare sin maquillaje la verdad del 11 de septiembre. Entiéndalo señor Bush: jamás será usted el árbitro del mundo; voltee hacia su casa, porque ya presenta muchas cuarteaduras y se le puede derrumbar.

Quiero unirme a las felicitaciones a los creadores de este espacio, libre y democrático, por su primer aniversario. ¡Felicidades!

Réplica y comentarios al autor: alberto@tiemposdereflexion.com