Los primeros días de Johannesburgo no alimentan el optimismo. El miércoles pasado se logró que los países firmantes apenas se comprometieran "solo si es posible" a restablecer los campos pesqueros para el 2015. Esto es una pobre victoria, si vemos que tres cuartas partes de las reservas pesqueras de la humanidad están siendo sobreexplotadas.

No habrá "macro-acuerdos" para reducir la desaparición de especies o para combatir la desertificación, ni cambios en los hábitos de consumo para reducir la producción de basura, ni para involucrar a las empresas en el desarrollo de procesos de producción limpios y ordenar el crecimiento de las ciudades para así evitar la destrucción de su entorno.

El único éxito indiscutible de las cumbres ambientales realizadas hasta ahora ha sido el acuerdo para la prohibición del uso de los CFC (CloroFluroCarburos) relacionados con el agujero en la capa de ozono.

¿Desarrollo sostenible? ¿A qué se refiere exactamente ésta frase? ¿Somos conscientes acerca de lo que nos quieren decir con esto?

Definitivamente no se puede hablar de un "desarrollo" hacia futuro, hacia la salvación de este Planeta Azul que habitamos, cuando como civilización somos parásitos de la energía fósil y se está haciendo muy poco para desarrollar fuentes alternas de donde poder obtenerla. Los Estados Unidos, en voz de David Garment (uno de los expertos en materia de energía que asiste a la cumbre), han afirmado que las energías renovables son más caras que otras fuentes energéticas; es por eso que prefieren ser parte del subsidio aproximado de 300 mil millones de dólares que se emplean cada año en promover el consumo de petróleo, gas y carbón, y que, comparados con los 30 mil millones de dólares anuales que se usan en el desarrollo de fuentes alternas, resultan obscenos. Es francamente preocupante la radical postura que ha adoptado ese país, contraria a comprometerse en el marco de tratados multilaterales, como lo demostró al negarse a ratificar el "Protocolo de Kioto" para tomar acciones que reduzcan el calentamiento global. Lo que molesta es que no se comprometa de una manera proporcional a su poderío económico y geopolítico debido a que "perjudica los intereses de Estados Unidos". ¿Y qué pasa con el resto del mundo? El resto nos comportamos como si tuviéramos un planeta al cual trasladarnos con nuestra forma de vida, cuando nos acabemos éste.

El mundo está enfermo y lo queremos curar con saliva.

Réplica y comentarios al autor: marthasand@hotmail.com