PLP En Trabajo De Parto

Por fin. Este domingo 6 de enero se realizaron con éxito las últimas asambleas estatales en Guanajuato y Jalisco; la primera, en la Cd. de León. El Lic. José de la Luz Orozco Rosales, Notario Público No. 86, dio fe del desarrollo de la asamblea ante la observación del Lic. Juan Manuel Crisanto, Vocal Secretario de la Junta Local Ejecutiva del IFE en el Estado de Guanajuato. La segunda en Tlaquepaque, el mero corazón de la zona metropolitana de Guadalajara, con la fe del Lic. José Antonio Torres González, Notario Público No. 2 y la presencia del Lic. Pedro Sánchez Castillo, Vocal Secretario de la Junta Local del IFE en el estado de Jalisco.

Con la realización de esta última, el Frente Liberal Mexicano está rebasando el número de asambleas estatales que establece la Ley para la constitución de un Partido Político Nacional. Después de un gran esfuerzo y la participación de miles de ciudadanos liberales a lo largo y ancho de nuestro territorio, el Partido Liberal Progresista está por nacer. Hacemos votos por que realmente se constituya en la opción que están esperando muchos mexicanos.

En los últimos minutos del año 2001 y en los primeros del 2002, los contribuyentes fuimos sorprendidos con dos noticias emanadas de nuestro poder legislativo, una buena y otra mala.

La buena noticia es que la propuesta del poder ejecutivo de aplicar IVA a medicamentos y alimentos fue rechazada por la mayoría de los grupos parlamentarios. En tanto que la mala noticia, radica principalmente en mayores tasas a los impuestos especiales sobre producción y servicios (IEPS).

Nos parece una acertada decisión del poder legislativo reconocer que la recaudación debe provenir en una mayor proporción de quienes más poseen; éste es un hecho básico de equidad fiscal y sobre todo de elemental sentido común. Ahora bien, gravar algunos artículos suntuarios con 20% de IVA parece razonable, pero incrementar el impuesto al consumo de alcohol y tabaco, deja la impresión de un esfuerzo equivocado para proteger la salud pública.

Esta medida cumple con un fin puramente recaudatorio, relegando a un segundo plano la solución de fondo; si los legisladores quieren que los mexicanos no sufran de enfermedades como el alcoholismo y el tabaquismo, entonces deben destinar más recursos públicos a una verdadera educación de calidad, y no simular que se invierte en una educación pública que para muchos ciudadanos deja mucho que desear. Para los liberales, la mejor inversión que puede realizar un país, es en su capital humano.

En otro sentido, los liberales vemos con preocupación que el desarrollo de las telecomunicaciones y la tecnología informática se vean afectadas con mayores impuestos. Las naciones que tienen un mejor nivel de vida para sus habitantes, han procurado incentivar, alentar y hasta subsidiar los servicios de telefonía y acceso a internet.

Otro rubro que nos inquieta profundamente, es el de haber destinado más de 45 mil millones de pesos para fondear al IPAB y seguir subsidiando indebidamente a la banca mexicana; dicha cantidad representa más de la mitad, mucho más de lo que los legisladores pretenden recaudar con los nuevos impuestos. Nosotros proponemos que los recursos destinados al IPAB, se deben dirigir al estímulo del mercado interno, vía mejores salarios y la creación de nuevas fuentes de empleo productivo para la sociedad. ¿Hasta cuándo los poderes ejecutivo y legislativo van a seguir siendo cómplices de financieros mediocres?

El país reclama y exige soluciones a sus problemas cotidianos. Un gobierno pobre que sólo piensa en mecanismos para sustraer la riqueza que generan sus ciudadanos, es un pobre gobierno. Nuestras autoridades deben estar ocupadas en pensar y crear nueva riqueza, facilitar la iniciativa de todos los mexicanos que desean tener un modo honesto de vida y ser un coadyuvante en el desarrollo de los individuos.

Ya basta. No más mano invisible que supuestamente ordena al mercado, no más paternalismo trasnochado que asfixia la libertad del hombre. México necesita y merece un proyecto de nación a largo plazo, en donde estén considerados todos los puntos de vista; somos una República generosa en donde hay espacio suficiente para todas aquellas fuerzas que trabajen honestamente por el bienestar de todos los mexicanos, incluidos los que por diversas razones han tenido que emigrar a otras naciones.

La visión liberal considera que todo mexicano por el honroso hecho de serlo, tiene todos los derechos que le conceden nuestras leyes, sin importar su lugar de residencia, dentro y fuera del territorio nacional.

Sin duda, los nuevos tiempos y los senderos políticos le deparan a la cosmovisión liberal, una amplia posibilidad de identificación con el pueblo y sus tradiciones, sobre todo si incorpora -en todo momento- la rica policromía de nuestra diversidad. Que sea para bien de México.

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