Para muchos, lo acontecido en días pasados en la ciudad de Monterrey, fue "una historia de éxito"; así titula su artículo publicado en Reforma el Secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda.
Desde su muy particular punto de vista, el éxito se manifestó desde cuatro puntos de vista diferentes.
En primer lugar, un éxito en la organización. Para Castañeda, a pesar de los "problemas inevitables", en lo que se refiere a logística, transporte, hoteles, comunicaciones y sala de prensa, "funcionaron y funcionaron muy bien"
Para el Secretario, en segundo lugar estuvo la "tranquilidad y serenidad" que caracterizó toda la semana. No hubo personas detenidas, golpeadas o heridas; obviamente esto es la versión oficial, no estoy muy seguro hasta qué punto sea cierto esto; démosle el beneficio de la duda al Sr. Castañeda.
En tercer lugar, y según lo define el Sr. Secretario, fue "la calidad del debate". No entiendo cómo es que el Srio. puede afirmar esto cuando en su función de moderador, el Presidente Fox, pidió a Hugo Chávez que finalizara su intervención porque había excedido el tiempo límite, mientras que al Presidente Bush se le dejo que tomara la palabra hasta por el doble del tiempo permitido sin que se le dijera palabra alguna.
Y, finalmente para Castañeda, la conferencia en Monterrey "ha sido un éxito para la política exterior de México" A lo que se refiere, es al poder de convocatoria del gobierno mexicano. Así mismo, por la legitimidad que México tiene al ser un país que sirve como "puente" entre distintas concepciones del desarrollo.
No entiendo el concepto de éxito de Castañeda; cómo puede hablar de que hubo éxito en cuestión de política exterior cuando provocó un incidente con la delegación cubana. Se puso en entredicho la credibilidad de Fox, cuando éste afirmó que el gobierno mexicano no había tenido nada que ver con el retiro de Fidel Castro de la Cumbre.
Castañeda sólo ha hecho mención de las cuestiones que le convienen y hace omisiones de aquellas que lo afecten tanto a él como a su jefe, Vicente Fox.
Al Secretario de Relaciones Exteriores le faltó hacer un análisis profundo de los objetivos de la Conferencia Internacional de la ONU. Se le olvida mencionar en su comentario que éstos objetivos no se podrán cumplir si prevalece un sistema económico mundial en el cual la característica principal es la desigualdad económica entre los diferentes países.
Más allá de una "historia" de éxitos, lo acontecido en Nuevo León confirma una vez más, el papel que juega México en el ámbito internacional: uno de subordinación y de país servil ante los Estados Unidos. La política mexicana se define como una de continuidad sólo con diferente nombre; ahora le tocó al PAN.
Réplica y comentarios al autor: luis_armando_esquivel@yahoo.com
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